La Fe Viene Del Oír

 Inspiración De Gracia

Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo. Romanos 10:17

¿Cómo una persona cambia de opinión, de esconderse de Dios a correr hacia Dios?  Bueno, la escritura de hoy nos dice que “la fe viene de oír, y el oír, por la palabra de Cristo.”

En Mateo 8, el hombre con lepra tuvo suficiente fe para salir de su escondite y dirigirse directamente hacia Jesús en busca de sanidad, debido a las palabras de gracia que había escuchado mientras Jesús predicaba a las multitudes.  Si nuestro Señor hubiera predicado un mensaje acerca de la condenación en el infierno de fuego y azufre, ¿crees que el hombre se habría atrevido a acercarse a Él para ser sanado?

Por supuesto que no.  Él se habría alejado temeroso del castigo, y sintiéndose más condenado y desesperado que nunca.  Pero debido a que él escuchó palabras de gracia —acerca de cómo Dios quería ser un Padre amoroso para él y proveer para todas sus necesidades— la fe surgió en su corazón, dándole la confianza para acercarse al Señor Jesús por su milagro.

Amigo, lo que tú escuchas acerca de Dios es de suma importancia.  Esto puede ser la diferencia entre recibir tu milagro y permanecer donde estás, en tu escasez o esclavitud.  Esto puede acercarte a Dios o alejarte más de Él.  La fe viene del oír, pero también el temor llega del oír.

Si tú has estado escuchando acerca de un Dios que casi siempre está enojado y anda buscando atraparte en tus pecados, ¿cómo puedes tener fe para buscar ayuda en Él?  Si has escuchado que Él les da a las personas (incluso a los creyentes) enfermedades y las castiga con accidentes horribles por sus pecados, ¿cómo puedes buscarlo a Él para recibir tu sanidad?

Si has estado escuchando que Él quiere que tú y tu familia vivan en pobreza para mantenerlos humildes, ¿cómo puedes creer en Él para recibir un rompimiento financiero o la libertad de tus deudas que no dejan de crecer?  ¿Cómo puedes confiar en Dios para que algo bueno te suceda, si todo lo que has estado escuchando son prédicas que te hacen sentir más condenado y temeroso de Su juicio?

Es triste, pero las cosas que acabo de mencionar son las cosas que la gente está escuchando acerca de Dios.  Basta con mirar las películas que se hacen sobre Dios hoy —¡Siempre están presentando a Dios como alguien mezquino, juez, petulante, destructivo e incluso asesino!  ¡Cómo han pervertido quién es Dios en realidad —“el Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y está lleno de amor inagotable.”(Salmos 103:8, NTV)

No me malinterpretes.  Dios tiene ira, pero la Biblia nunca define a Dios como ira; define a Dios como amor. (1 Juan 4:8, 16)

¿Alguna vez condenó nuestro Señor Jesús a las prostitutas y a los recaudadores de impuestos, a los despreciados y rechazados por la sociedad?  ¡No, Él era amigo de los pecadores!  ¿Alguna vez quitó a los pobres o infligió más enfermedades a los enfermos?  ¡No, Él alimentó a una multitud hambrienta, terminando con doce cestas llenas de sobras y Él sanó a todos los que lo buscaban para recibir sanidad, dondequiera que Él iba!

La Biblia nos dice que Jesús “anduvo haciendo bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con Él.” (Hechos 10:38)  ¿Que nos dice eso?  ¡Dios quiere hacernos el bien, no el mal!

Si esto no fuera cierto, Dios no habría estado con Jesús, respaldándolo.  Jesús dijo: “El que Me ha visto a Mí, ha visto al Padre; ¿No crees que Yo estoy en el Padre, y el Padre en Mí?  Las palabras que Yo os digo, no las hablo por Mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en Mí hace las obras.” (Juan 14:9-10)

Si tú quieres saber cómo es Dios realmente (y no cómo el hombre lo describe), mira a Jesús en los Evangelios.  Él es la voluntad de Dios en acción, y Él anduvo haciendo el bien —salvando, liberando, sanando, restaurando, proveyendo, guiando y amando a los que no son amados.  ¡Ese es nuestro Dios!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

Dulce Intimidad Con Jesús

 Inspiración De Gracia

“Porque esto es para Mí como en los días de Noé, cuando juré que las aguas de Noé nunca más inundarían la tierra; así he jurado que no Me enojaré contra ti, ni te reprenderé.  Porque los montes serán quitados y las colinas temblarán, pero Mi misericordia no se apartará de ti, y el pacto de Mi paz no será quebrantado” dice el Señor, que tiene compasión de ti.  Isaías 54:9-10

Desafortunadamente, muchos creyentes sinceros y bien intencionados caen en la trampa del diablo y terminan con la creencia equivocada de que no han cumplido con las expectativas de Dios y lo han enojado.  Ellos viven constantemente tratando de apaciguar y agradar a este Dios enojado.  En lugar de disfrutar de una dulce relación íntima con Jesús, ellos sienten que están siendo hipócritas o sienten como si siempre estuvieran pisando sobre cáscaras de huevo cuando se trata de caminar con el Señor.

Si tú has experimentado antes tales pensamientos acerca de Dios, me gustaría compartir este principio muy importante contigo: El temor y el amor no pueden coexistir en una relación sana.  La inseguridad y el amor no pueden coexistir en la verdadera relación íntima que Dios quiere contigo y conmigo, Sus hijos.

Permíteme compartir contigo esta carta que recibí de Lorraine, quien vive en Louisiana.  Dejaré que hable por sí misma, mientras te sumerges en cómo tú y tu relación con Dios pueden cambiar por completo al creer las cosas correctas acerca de tu Padre celestial.  Todo lo que yo puedo decir es: ¡Aleluya!

Yo he sido una cristiana nacida de nuevo durante veintidós años.  Hoy, a los cuarenta y cuatro años, tengo un esposo maravilloso y una hija hermosa.  ¡Amo mi vida!

Desde que tengo memoria, yo siempre amé a Jesús.  Pero viví toda mi vida sintiéndome culpable porque yo creía que Dios siempre estaba enojado conmigo.  Yo siempre sentí que no podía hacer suficientes cosas “correctas” o “buenas”.

Después de entregar mi vida a Cristo, ese sentimiento de no ser lo suficientemente buena en realidad empeoró porque sentí una mayor responsabilidad de vivir a la altura de un estándar más alto para estar bien con Dios.  Yo siempre me estaba arrepintiendo, siempre estaba sintiendo que había hecho algo mal y que mi mejor esfuerzo nunca era suficiente.

Estoy en el proceso de leer Destinados Para Reinar y apenas estoy en el capítulo 9.  Tengo que leer este libro muy, muy lentamente para poder digerir su contenido.  No puedo decirle cómo ha cambiado mi vida desde que comencé a leer su libro.

No fue hasta que yo comencé a leerlo que me sentí aliviada del peso de no ser lo suficientemente buena.  Este libro ha sacudido los cimientos de mi mundo y ha disuelto la inseguridad que tenía sobre Jesús y Su amor por mí.

Cuarenta y cuatro años de mi previamente dolorosa existencia y mentalidad SE HAN IDO.  Yo  he CAMBIADO para siempre.  Yo soy perdonada.  No puedo continuar leyendo el resto de este libro sin detenerme para agradecer al Señor por usted y por darle el mensaje de gracia para difundirlo por todo el mundo.

De eso se trata, amigo.  Ganar la batalla por tu mente se trata de tu libertad en Cristo Jesús, tu Señor y Salvador.  ¡Cuando tú comienzas a creer correctamente en Su amor y Su gracia para ti, un cambio liberador permanente sucede!

Así que, sé fuerte en el amor de Dios por ti y no permitas que las creencias equivocadas te roben una vida de gran gozo y paz.  Recuerda, Dios no está enojado contigo; ¡Él está loco por ti!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince 

Nuestro Pronto Auxilio

 Inspiración De Gracia

Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.  Salmos 46:1

Si Dios quiere que estemos sanos y el cuerpo de Jesús fue partido por nosotros, ¿por qué hay cristianos que están enfermos?  Personalmente conozco creyentes que están luchando contra enfermedades graves y estoy seguro que tú también.  Es posible que tú o uno de tus seres queridos incluso estén enfrentando un problema de salud en este momento.

Si tú estás luchando contra una afección médica, recuerda que está bien que tengas dudas y preguntas.  El Señor conoce la confusión y el dolor que sientes y Él quiere que sepas que Él está contigo en todo momento.

Yo sé que puede ser difícil seguir confiando en Él cuando estás pasando por una prueba ardiente.  Pero sigue confiando en Él, amigo.  Él es, ahora mismo, tu pronto auxilio, tu ayuda oportuna.  Sigue fijando tus ojos en Él.  Él es fiel y nunca te dejará ni te desamparará. (Deuteronomio 31:6)

Daniel 3 registra la historia de tres amigos (Sadrac, Mesac y Abed-Nego), que fueron atados y arrojados a un horno de fuego ardiente cuando se negaron a inclinarse y a adorar la imagen de oro que había levantado el rey Nabucodonosor.  El horno estaba tan caliente que los hombres que los arrojaron murieron a causa del fuego.

Pero el rey vio a los tres amigos paseando en medio del fuego y vio a un cuarto hombre con ellos que era “semejante al de un hijo de los dioses.” (Daniel 3:25)  Asombrado, el rey los llamó para que salieran, y él y todos sus oficiales vieron que el fuego no tenía poder sobre sus cuerpos.  Ni uno solo de sus cabellos se había quemado, sus ropas no estaban chamuscadas ni dañadas y ni siquiera había quedado olor del humo en ellos.

¿Por qué?  Porque el Señor estaba con ellos, protegiéndolos y librándolos.  Como resultado, el rey reconoció que no hay otro dios que pueda librar como su Dios y los tres amigos no solo fueron liberados, sino también fueron promovidos.

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince