recibe pequeños mensajes de gracia todos los días

martes, 7 de mayo de 2024

Personaliza El Favor De Dios En Tu Vida

 Inspiración De Gracia


Pedro, volviéndose, vio que les seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el que en la cena se había recostado sobre el pecho de Jesús y había dicho: “Señor, ¿quién es el que te va a entregar?”  Juan 21:20

Yo solía ​​pensar que entre los 12 discípulos de Jesús, Juan era el discípulo favorito del Señor y el más cercano a Él porque la Biblia llama a Juan “el discípulo a quien Jesús amaba.”  Yo tenía la impresión de que Juan tenía un favor especial con Jesús, y siempre me pregunté qué lo hacía tan especial que se le identificaba diferente a los otros discípulos.  ¿No quieres que te conozcan como el discípulo a quien Jesús ama?  ¡Yo sí!

Entonces, un día, mientras leía la Palabra de Dios, el secreto del favor de Juan vino a mí.  ¡El Señor abrió mis ojos y me mostró que la frase “el discípulo a quien Jesús amaba”, en realidad se encuentra solo en el libro del mismo Juan!  Compruébalo por ti mismo.  Tú no encontrarás que esta frase se use en los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas.  Esta se encuentra solo en el Evangelio de Juan.  ¡Es una frase que Juan usó para describirse a sí mismo!

Ahora, ¿qué estaba haciendo Juan?  Él estaba practicando y personalizando el amor que Jesús le tenía.  Todos nosotros somos los favoritos de Dios, pero Juan conocía el secreto de acceder al favor inmerecido de Jesús para sí mismo.  Es tu privilegio el verte a ti mismo como el discípulo a quien Jesús ama, ¡y llamarte de esta manera!

Cuando yo comencé a enseñar que el secreto del favor de Juan radicaba en su personalización del amor de Dios, la gente de mi iglesia literalmente entró en una nueva dimensión para experimentar el favor inmerecido de Dios en sus vidas.  He visto cómo algunos de ellos realmente tomaron esta revelación y corrieron con ella.  Algunos de ellos personalizaron los fondos de pantalla de sus teléfonos celulares para que digan “El discípulo a quien Jesús ama”, mientras que otros firmaron sus mensajes de texto y correos electrónicos con esta frase.

Mientras ellos se mantuvieron recordándose a sí mismos que ellos son el discípulo a quien Jesús ama, comenzaron a crecer en la conciencia del amor del Señor por ellos.  Al mismo tiempo, ¡ellos comenzaron a crecer en ser conscientes del favor!  Tengo pilas de reportes de agradecimiento sobre cómo miembros de nuestra congregación han sido tan bendecidos con el simple hecho de ser conscientes del favor de Jesús en sus vidas.  Algunos de ellos han sido promovidos, otros han recibido incrementos espectaculares en sus sueldos y muchos han ganado varios premios en eventos de la empresa y en otros concursos, incluidas vacaciones con todos los gastos pagados.

Un hermano de mi iglesia se registró para cierta tarjeta de crédito durante una promoción especial en la que los nuevos solicitantes podían ganar una variedad de premios.  Probablemente hubo cientos de miles de personas que participaron en esta promoción, pero este joven simplemente creía que él era altamente favorecido y debido a eso, él ganaría el premio mayor.

Llegó el día del sorteo y, en efecto, este joven ganó el premio mayor —¡un impresionante Lamborghini Gallardo negro!  Cuando él escribió a la iglesia para compartir su testimonio, él adjuntó una foto de sí mismo sonriendo de oreja a oreja, posando con su nuevo Lamborghini.

Él dijo que sabía que había ganado el automóvil debido al favor inmerecido de Dios, y después de haber vendido el automóvil, él llevó su diezmo a la iglesia, dando toda la gloria y el honor a Jesús.  El mundo llama a esto “suerte”, pero para el creyente, no existe tal cosa como la suerte.  ¡Existe solamente el favor inmerecido de Jesús!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

lunes, 6 de mayo de 2024

Una Sola Cosa Es Necesaria

 Inspiración De Gracia


Y ella tenía una hermana que se llamaba María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba Su palabra.  Lucas 10:39

Si has seguido mi ministerio, sabrás que uno de mis versículos favoritos es Romanos 5:17: “Mucho más reinarán en vida por medio de uno, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y el don (regalo) de la justicia.”

Desafortunadamente, hay personas que se burlan de lo que dice la Palabra de Dios, pensando que recibir es demasiado simplista e insustancial.  Su enfoque está en hacer, en el deber, en lo que es responsabilidad del hombre.

Querido lector, nunca subestimes el poder de recibir.  ¡La mayor obra del hombre —su mayor deber y responsabilidad— es humillarse a sí mismo para recibir del Señor Jesús!

Mira lo que hizo María —ella se sentó a los pies de nuestro Señor y simplemente haló, tomó y recibió de su Salvador.   Pero Marta se acercó y se quejó con Jesús, diciendo: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.” (Lucas 10:40)

¿Qué estaba consumiendo a Marta?  ¡El deber, la responsabilidad, el servicio y la acción!

Yo creo que los creyentes tipo Marta que tenemos hoy, que están constantemente quejándose en contra de los creyentes como María, son preciosos, amados y profundamente sinceros.  Pero ellos pueden estar tan comprometidos con sus deberes que se olvidan de la persona de quien se trata todo.  Marta estaba entusiasmada sirviendo al Señor, pero terminó enfadada con su hermana e incluso reprendió al Señor.

María miró más allá del exterior y vio en el Señor una plenitud de la cual podía tomar.  Marta, por otro lado, vio al Señor en lo natural, como necesitado de su servicio.  ¿Qué hermana crees que hizo que el Señor se sintiera como Dios?  ¿Con quién estaba más complacido el Señor?

¿Puedes ver cómo Marta perdió completamente el sentido de todo su servicio?  Ella estaba completamente consumida por su deber y se estaba perdiendo de la deidad divina, el Señor Jesús mismo, ¡que estaba sentado en la sala de su casa!

Y escucha la respuesta de nuestro Señor (y yo creo que Él lo dijo con ternura y con una sonrisa amorosa): “Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas cosas; pero una sola cosa es necesaria, y María ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada.” (Lucas 10:41–42)

Creo que cuando Marta escuchó eso, ella tuvo una revelación de inmediato.  En lugar de correr por todos lados, y enojarse con el Señor y con su hermana, ella dejó de lado sus ollas y sartenes, se quitó el delantal y se sentó con su hermana para recibir del Señor.  Nunca subestimes el poder de recibir de nuestro Señor.

Cuanto más recibas tú la abundancia de la gracia y el regalo de la justicia, más reinarás, más llevaras a cabo, más responsable serás, más glorificarás al Señor y más cumplirás tu llamado, tu deber y tu destino.  Debido a que María hizo la única cosa que era necesaria y se enfocó en recibir del Señor, ella terminó prestando el servicio correcto para Él.

Leemos en Juan 12:1–8 que ella ungió al Señor con un aceite fragante muy costoso para Su sepultura.  Todas las otras mujeres que querían ungirlo para Su entierro llegaron demasiado tarde en la mañana de la resurrección. (Lucas 24:1-3)  María pudo hacerlo en el momento correcto, porque ella mantuvo su corazón centrado en recibir del Señor.

Así que, mantente recibiendo de Jesús.  Todos los días, recibe Su Palabra, Su gracia y el regalo de Su justicia.  Y permanece confesando tu justicia en Él —esto resultará en que tú harás las cosas correctas en el momento correcto.

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

domingo, 5 de mayo de 2024

Acepta Ser Rescatado

 Inspiración De Gracia


¿Qué hombre de vosotros, si tiene cien ovejas y una de ellas se pierde, no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la que está perdida hasta que la halla? Al encontrarla, la pone sobre sus hombros, gozoso; y cuando llega a su casa, reúne a los amigos y a los vecinos, diciéndoles: «Alegraos conmigo, porque he hallado mi oveja que se había perdido».  Lucas 15:4-6

¿Recuerdas la parábola de la oveja perdida que Jesús contó en Lucas 15?  Cuando el pastor encontró a la oveja perdida, él la levantó y la puso sobre sus fuertes hombros.

¿Qué hizo la oveja?  Nada.  Esta simplemente aceptó ser rescatada por el pastor.  Jesús llama a esta aceptación de parte de la oveja “arrepentimiento” —“habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento.” (Lucas 15:7)

Esto mismo es lo que Dios nos invita a hacer hoy —aceptar ser protegidos.  Él quiere que estemos sobre Sus hombros, en la seguridad de Él Mismo como nuestra fortaleza impenetrable.  En este lugar, ningún depredador puede atacar a Sus ovejas.

Sobre Sus hombros, tú estás completamente levantado, estás por encima de todos tus problemas, por encima de todo peligro, de todo ataque y muy por encima de todos los principados y potestades.  Sí, muy por encima de Satanás, por encima de todos los poderes de las tinieblas y de la trampa del cazador.  Sobre Sus hombros, tú estás muy por encima de toda enfermedad, dolencia y todo nombre que se nombra.  ¡Qué gran lugar para estar!

¿Y hace esto el Señor de mala gana?  Absolutamente no.  La Biblia nos dice que el pastor pone a la oveja sobre sus hombros, “gozoso.” (Lucas 15:5)   Nuestro Señor nos rescata con gran gozo en Su corazón y una gran sonrisa en Su rostro.

Amado, el lugar más seguro en el que tú puedes estar hoy, es sobre Sus hombros.  Jesús es tu ciudad de refugio.  ¡En tu momento de angustia, corre hacia Él!

Oro para que ancles tu corazón en el maravilloso versículo que resume esto: “Habite el amado del Señor en seguridad junto a Aquel que le protege todo el día, y entre cuyos hombros mora.” (Deuteronomio 33:12)

¡Cuando tú hagas del Señor tu refugio y tu morada, habitarás seguro en Él y no te sobrevendrá ningún mal, ni ninguna plaga se acercará a tu morada!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

sábado, 4 de mayo de 2024

Tu Deuda Ha Sido Sobrepagada

 Inspiración De Gracia


 “Yo, sí, Yo solo, borraré tus pecados por amor a Mí Mismo y nunca volveré a pensar en ellos.”  Isaías 43:25, NTV

¡Tengo algunas extraordinarias, buenas noticias para ti hoy!  Aunque tú y yo le debíamos a Dios una deuda por pecado que nunca pudimos pagar, Jesús ya pagó nuestra deuda.

Escucha atentamente, amigo, debido a quién es Jesús y a Su valor como Hombre, el precio que Él pagó por nuestros pecados fue un sobre pago.  Incluso todos los pecadores juntos no se pueden comparar con el valor de ese Hombre.  ¡Él sobre pagó esa deuda, tanto que nosotros nunca más tendremos que volver a tenerla en nuestra conciencia!

Permíteme ilustrar lo que quiero decir.  Imagina que has pedido prestados $50,000 a un acreedor y, a medida que pasa el tiempo, te das cuenta de que no podrás devolver el dinero nunca.  Entonces, un día, un amigo que es multimillonario se entera de tu deuda y le da $1 millón a tu acreedor para pagar tu deuda.

Ahora, ¿qué ha hecho tu amigo?  Bueno, debido a que él te ama, él ha sobre pagado tu deuda para asegurarse de que tú nunca más vuelvas a sentir esa deuda en tu corazón, y que tu acreedor no tenga más motivos para acosarte a fin de que pagues tu deuda.

Esto es lo que Jesús ha logrado para ti  a través de Su obra terminada en la cruz.  ¡Su pago ha borrado los pecados de toda tu vida —pasados, presentes y futuros—  de una vez por todas!

Quizás en el pasado tú no sabías sobre la plenitud de este evangelio de gracia, pero ahora yo te he transmitido las buenas noticias.  Ahora depende de ti creer el mensaje.

Tú puedes responder con incredulidad, preguntando: “¿Estás seguro?  Yo tengo esta deuda desde hace tanto tiempo, ¿y tú ahora me estás diciendo que ya todo está pagado?”  O puedes gritar: “¡Aleluya!”  ¡Y regocíjate por este regalo inmerecido que ha limpiado completamente tu deuda por pecado!

Amigo, debido a que Jesús ya pagó completamente tu deuda por pecado, ¿sabes qué estás haciendo cada vez que permites que esa deuda permanezca en tu conciencia?  Cada vez que eres consciente de pecado, tú estás insultando el pago de nuestro Señor Jesucristo.  Tú estás diciendo que no es suficiente.  Tú estás diciendo que la cruz no es suficiente.

¿Y sabes qué?  Tú también estás insultando a Aquel que recibió el pago de tu deuda por pecado.  Cada vez que tú intentas pagar tu deuda por pecado que ya ha sido pagada, estás diciendo que Dios no está satisfecho con el pago de Jesús, aunque la verdad es que Él está más que satisfecho con el sobre pago de Jesús.  Jesús es el amado Hijo del Dios viviente.  ¿Cómo puedes decir tú que Su sacrificio no es suficiente?

¿Realmente importa si tú te condenas a ti mismo y permites que tu deuda por pecado permanezca en tu conciencia, incluso después de que Jesús la sobre pagó?  ¡Sí, sí importa, porque además de deshonrar la obra de Jesús en la cruz, la conciencia de pecado te hace evitar a Dios y puede producir en ti condenación, enfermedades, dolencias, depresión y un ciclo de pecado!

Amigo, Jesús, siendo el Hijo de Dios, ha sobre pagado todos los pecados de tu vida, —¡de una vez por todas!  ¡Cree las buenas noticias y acércate a tu Salvador hoy!  La Palabra de Dios declara que tú puedes tener “confianza para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de Jesús.” (Hebreos 10:19)

Hoy, frente a cualquier cosa con la que necesites ayuda, tú puedes acercarte a Dios con un corazón sincero, con plena certidumbre de fe, teniendo tu corazón rociado para purificación de una mala conciencia, la conciencia manchada por el pecado, y recibir Sus tiernas misericordias, Su gracia y Su ayuda oportuna para todas tus necesidades. (Hebreos 10:22, 4:16)

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

viernes, 3 de mayo de 2024

Vuelve A La Simplicidad

 Inspiración De Gracia


Mas temo que como la serpiente engañó a Eva con su astucia, sean corrompidos así vuestros sentidos en alguna manera, de la simplicidad que es en Cristo.  2 Corintios 11:3, RVA

Hace varios años, el Señor comenzó a hablarme sobre sanidad de una manera muy fuerte.  Él me llevó a leer un versículo que creo que expresa claramente Su voluntad para nosotros.  Este fue escrito por el discípulo a quien Jesús amaba, el discípulo que fue testigo ocular mientras Jesús iba sanando a todos los que venían a Él, el discípulo que se apoyaba en el pecho de Jesús y conocía el latido de Su amor:

Amado, ruego que seas prosperado en todo así como prospera tu alma, y que tengas buena salud.  —3 Juan 1:2

Lo que quiero que veas es esto: Juan le estaba escribiendo al bienamado Gayo, un creyente.  Juan sabía que el alma de Gayo ya estaba prosperando.

Si tú has invitado a Jesús a tu corazón para que sea tu Señor y Salvador, entonces has recibido el regalo de la vida eterna y puedes tener la seguridad plena de que el cielo es tu hogar. (Romanos 10:9–11)  Independientemente de las dificultades que puedas enfrentar en el exterior, tu alma, que es eterna, ha comenzado a prosperar.

Pero a Juan no le bastaba con saber que el alma de Gayo estaba prosperando.  Juan oró por que Gayo también fuera prosperado en todo… y que tenga buena salud.”  En otras palabras, tú puedes orar por que tu exterior, tu cuerpo físico, esté sano, así como tu alma está sana en Cristo.

Tú puedes estar seguro de que la voluntad de Dios para ti es que estés sano porque Su Palabra declara eso.  Dado que Su voluntad para ti  es que tengas “buena salud,” no sigas la tradición humana o la opinión del hombre que dice que a veces Su voluntad es que tú estés enfermo.

No dejes que las conjeturas y teorías de los hombres te hagan creer la mentira de que tal vez Dios quiere que soportes la enfermedad en tu cuerpo para que puedas aprender a confiar más en Él o crecer en paciencia.  Debido a lo que Jesús hizo en el Calvario, nosotros podemos estar seguros de que la enfermedad nunca viene de Dios.  ¡Sanidad es lo que viene de Dios!

Vuelve a la simplicidad de declarar como un niño: “Cristo me ama, bien lo sé, Su Palabra me hace ver…”  De la misma manera, ¿cómo sé que Jesús quiere que nosotros caminemos en Su salud y Su plenitud?  Porque la Biblia nos lo hace ver.

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

jueves, 2 de mayo de 2024

La Robusta Paz De Dios

 Inspiración De Gracia


Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.  Filipenses 4:7

Quiero hablarles hoy acerca de experimentar la clase de paz que viene de Dios, en medio de circunstancias perturbadoras.  Amigo, la paz no es la ausencia de problemas en tu vida.  No es la ausencia de confusión, dificultades o cosas que no son armoniosas en tu entorno físico.

Es posible estar en medio de la mayor crisis de tu vida y aun así experimentar paz.  Esa es la verdadera clase de paz que tú puedes experimentar con Jesús —paz que sobrepasa el entendimiento.  Hablando naturalmente, no tiene sentido que te sientas completamente en reposo y en paz cuando estás en una situación desesperada, pero sobrenaturalmente, ¡tú puedes estar lleno de paz!

El mundo define la paz, la armonía y la tranquilidad en función de lo que está sucediendo en el ámbito sensorial.  La noción mundial de paz se vería algo así: Un hombre recostado en una hamaca en una playa de arena blanca en Hawaii con música luau sonando suavemente en la cabaña, cocoteros balanceándose al unísono y cálidas olas azules rodando lánguidamente a lo largo de la costa.  El mundo llama a eso paz —¡hasta que la realidad entra en acción y la paz pasajera que se experimentó hace unos momentos se disipa en el aire!

Verás, amigo, no puedes usar tu entorno externo para influir permanentemente en la confusión que sientes por dentro.  Solo Jesús puede tocar lo que tú sientes por dentro y convertir esa confusión en Su paz.  Con el Señor a tu lado y desde esa paz permanente en tu interior, tú puedes influir en tu entorno externo.  No es al revés.

Con Jesús, la transformación es siempre de adentro hacia afuera y no de afuera hacia adentro.  Él pone una paz y descanso en tu corazón que son tan seguros, que tú puedes enfrentar cualquier dificultad sin preocuparte y sin estresarte, a pesar de tus circunstancias negativas y tu entorno.

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

miércoles, 1 de mayo de 2024

Venciendo El Temor

 Inspiración De Gracia


Y Josafat tuvo miedo y se dispuso a buscar al Señor, y proclamó ayuno en todo Judá.  Y se reunió Judá para buscar ayuda del Señor; aun de todas las ciudades de Judá vinieron para buscar al Señor.  2 Crónicas 20:3–4

¿Has estado en una situación en la que tus circunstancias parecen ser totalmente desesperanzadoras?  ¿Dónde te sentiste inmovilizado y abrumado por los problemas que te rodeaban, sin una salida e incluso sin el espacio para tener un respiro a la vista?  Quizás bajo el peso acumulado de todo lo que está en tu contra, sientes como si tu vida entera estuviera girando fuera de control y se desmoronara.

Eso es exactamente lo que le sucedió al rey Josafat y a la pequeña tribu de Judá cuando fueron asediados en todos los frentes por tres ejércitos poderosos y sedientos de sangre que avanzaban rápidamente hacia Jerusalén. (Ver 2 Crónicas 20)  Con sus enemigos empeñados en aniquilarlos sin piedad, a ellos y a todos los habitantes de Jerusalén, se enfrentaban a una situación tensamente triste y desesperada, y parecía que estaban atados a un trágico final.

Cuando se le informó a Josafat que una gran multitud venía contra él, ¡su primera reacción fue de temor!  No sé a ti, ¡pero esto a mí me da esperanza!  Estoy muy agradecido de que la Palabra de Dios nos dé un retrato auténtico de quién era Josafat.  Él no era un valiente rey guerrero que siempre estaba lleno de fe y tenía una dosis desproporcionada de coraje ardiendo, siempre listo para derribar a sus enemigos.  No, él era un hombre normal.  Hizo lo que tú y yo habríamos hecho —entró en pánico.

Pero lo que diferenció a Josafat fue que, incluso cuando tenía miedo, lo primero que hizo fue “disponerse a buscar al Señor.” (2 Crónicas 20:3)  Eso es algo que tú y yo necesitamos aprender a hacer también cuando sentimos temor.  En vez de adentrarte hacia lo profundo de la espiral del abismo de la auto derrota, debes saber que cuando te sientes abrumado por tus circunstancias, ese es el momento en el que necesitas disponerte a buscar al Señor.  Ciertamente ese no es el momento de apartarte de Dios, ni de enfadarte, enojarte, frustrarte o decepcionarte de Él.  Oye, Dios no es el autor de tus problemas.  Él es el autor y consumador de tu fe, tu victoria y tu éxito.

Josafat nos muestra que está bien experimentar episodios de temor de vez en cuando.  Dios no te condena cuando tienes miedo.  Pero cuando recibas un diagnóstico médico negativo o alguna mala noticia sobre tu familia o negocio, disponte a buscar al Señor.  ¡Jesús es tu respuesta!  Su amor perfecto por ti echará fuera todo temor.

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

martes, 30 de abril de 2024

Mantente Hablando Tu Justicia

 Inspiración De Gracia


Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne, Dios lo hizo: enviando a Su propio Hijo.  Romanos 8:3

Amo la escritura de hoy.  La respuesta, amigo, no se encuentra en la ley, sino en el Hijo.  La ley fue dada por un siervo, Moisés; la gracia vino por medio del Hijo, Jesús.

La revolución de la gracia comienza con una persona y Su nombre es Jesús.  Cuando tú tienes a Jesús como tu Señor y Salvador, y tienes la revelación de Su gracia, lo tienes todo.  Y más importante, tú tienes una identidad nueva y justificada en Cristo.

Muchos creyentes no se dan cuenta de esto, pero las revelaciones pueden ser robadas y olvidadas.  Eso es lo que le sucedió a la iglesia de Corinto, y Pablo tuvo que intervenir para recordarles su identidad como justificados, es decir justos en Cristo.

Esta es también la razón por la cual es tan esencial que tú formes parte de una iglesia local en donde puedas mantenerte escuchando y escuchando mensajes que están llenos de la persona de Jesús, y estés rodeado de líderes y amigos centrados en Cristo, que siempre te apuntarán de vuelta al Señor y a tu identidad de justo en Cristo.

Quiero animarte a ser consciente diariamente de tu justicia en Cristo hablando y confesando tu justicia en voz alta.  Cree que tú eres justo en Cristo y que la justicia es un regalo que no puedes ganar.  Si bien saber esto es fantástico, quiero que des un paso más conmigo hoy y comiences a practicar la confesión diaria de tu justicia en Cristo.

Querido amigo, cuando estés estresado y haya mil cosas gritando por tu atención, di en voz baja: “Yo soy la justicia de Dios en Cristo.”  Cuando leas noticias horribles en los periódicos y el temor por tus seres queridos se apodere de tu corazón, simplemente di en voz baja: “Yo soy la justicia de Dios en Cristo.”  Y cuando sientas la tentación de volver a caer en una adicción pasada, tú ya sabes que hacer: di en voz baja: “Yo soy la justicia de Dios en Cristo.”

Tu permanencia en la victoria está directamente relacionada con qué tan consciente eres de tu identidad de justo en Cristo.  Si realmente deseas ver libertades duraderas en tu vida y vivir por encima de la derrota, ¡habla!  Habla, habla y habla sin dudar.  ¡Y puedo prometerte que vas a vivir más libre de estrés, con menos temor, con más confianza y más victorioso que nunca!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

lunes, 29 de abril de 2024

La Gracia Es Una Persona, No Una Doctrina

 Inspiración De Gracia


Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.  Juan 1:17

¿Sabes qué hace que el cristianismo sea único y le da el poder para liberar a las personas de todos sus temores, pensamientos de condenación y adicciones?  Muchos de los sistemas de creencias del mundo se rigen por códigos, reglas y leyes morales.

Pero el cristianismo es único en el sentido de que no se trata de una lista impersonal de lo que se debe y no se debe hacer.  Se trata de tener una relación con Dios Todopoderoso.  Y es Dios trabajando en nosotros y para nosotros a través de esta relación lo que trae transformación a nuestras vidas.

Amado, Dios está completamente interesado en tener una relación contigo hoy.  El apóstol Juan nos dice que “la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.” (Juan 1:17)

Nota también que la ley fue dada.  Esto implica un sentido de distancia.  Y en contraste, ¡la gracia vino!  La gracia es personal y vino como una persona —la persona de Jesucristo.

La ley es dura, fría e impersonal.  No se puede tener una relación con dos tablas de piedra.  Pero la gracia es dulce y cálida.  La gracia no es una enseñanza ni una doctrina.  La gracia es una persona y con una persona nosotros si podemos tener una relación.

A Dios no le interesa la mera obediencia y sumisión.  Él es un Dios de amor y Él anhela tener una relación íntima contigo.

Jesús vino y murió de una muerte cruel en la cruz, pagando la deuda completa del pecado con Su propia vida, para que tú y yo podamos reinar en la vida hoy.  Su sacrificio cumplió perfectamente todos los requisitos de la ley en nuestro nombre. (Mateo 5:17, NVI)  Todo lo que nosotros no pudimos hacer, Él lo hizo en nuestro lugar.

Cuando tú recibes a Jesucristo como tu Señor y Salvador, eres hecho santo y justo por Su sangre, de una vez y para siempre.  Entonces, tú puedes entablar una relación con el Dios Todopoderoso y acercarte confiadamente a Su presencia sin ninguna culpa, condenación o expectativa de castigo.

Verás, cuando tú has pagado tu deuda con el prestamista por la hipoteca de tu casa, dejas de enviar los pagos mensuales porque la deuda ya ha sido cubierta en su totalidad.  Si el prestamista te envía una carta exigiendo un pago adicional, todo lo que tú tienes que hacer es presentar el título de propiedad de tu casa.  En el mismo sentido, ¡la deuda que tú y yo teníamos con la ley ya ha sido pagada por nuestro Salvador, Jesucristo!  ¡Aleluya!

Cuando el diablo venga a acusarte con la ley y te muestre cómo has fallado y no has cumplido, quita la mirada de ti mismo y señálale el pago que Jesús hizo en la cruz.  Cristo es tu título de propiedad, que es por lo cual hoy tú eres llamado “cristiano”.

Tú no eres tuyo.  Tú has sido comprado con la preciosa sangre de Jesucristo.  Su sangre, derramada por ti, es lo que hace que tu relación con Dios sea algo seguro.  ¡Y es lo que hoy te da la base para extender tu mano y recibir tu libertad de parte de tu amoroso Salvador!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

domingo, 28 de abril de 2024

Un Solo Gemido Llegará Al Trono

 Inspiración De Gracia


Y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y su clamor, a causa de su servidumbre, subió a Dios.  Oyó Dios su gemido, y se acordó Dios de Su pacto con Abraham, Isaac y Jacob.  Éxodo 2:23-24

Hay un enemigo que quiere mantenerte esclavizado a esa condición médica en tu vida.  El enemigo quiere mantenerte en un lugar de desesperación y mantenerte tan enfocado en tus decepciones que no puedas aferrarte a las promesas de Dios para ti.  Eso es lo que les hizo a los hijos de Israel.  Cuando Moisés les dijo a los israelitas que Dios los rescataría de su esclavitud, la Biblia nos dice que ellos “no quisieron escucharlo” porque estaban “demasiado desalentados por la brutalidad de su esclavitud.” (Éxodo 6:6–9, NTV)

Pero Dios no los abandonó a pesar de que ellos se negaron a escuchar.  Él sabía que ellos estaban desesperados porque habían sufrido bajo el yugo de la esclavitud durante mucho tiempo.  ¿Quieres saber qué hicieron los hijos de Israel que hizo que Dios los rescatara tan poderosamente?

Lee esto por ti mismo en el versículo anterior.  Los hijos de Israel estaban tan oprimidos que todo lo que pudieron hacer fue gemir.  No quedaba nada en ellos para preparar sus oraciones.  Y la Biblia nos dice que Dios oyó su gemido y se acordó de Su pacto con Abraham, Isaac y Jacob.

Estoy compartiendo esto contigo porque quiero que sepas que tú no necesitas preparar declaraciones de fe impresionantes ni hacer nada por Dios antes, para que Él te escuche.  Un solo gemido llegará al trono.  Un simple suspiro tuyo llegará al salón del trono de tu Abba en el cielo.  Si un solo gemido de los hijos de Israel pudo activar el pacto que Dios había hecho con sus antepasados, ¡cuánto más logrará tu clamor, oh hijo del Altísimo!

Si tú te encuentras desanimado debido a tu condición médica, clama a Él y toma esta idea adicional de la Pascua como un estímulo.  Me encanta que Dios les dijera a los hijos de Israel que participaran del cordero pascual de esta manera: “Comerán el cordero de este modo: con el manto ceñido a la cintura, con las sandalia puestas, con la vara en la mano…” (Éxodo 12:11, NVI)

¿Por qué tenían que comer con el manto ceñido a la cintura, las sandalias puestas y las varas en sus manos?  Dios les estaba diciendo que estuvieran listos para su liberación física incluso mientras comían el cordero asado.

De la misma manera, cuando nosotros participamos de la Santa Cena, participemos con fe y expectativa.  Nuestro compasivo Señor Jesús ha escuchado nuestros gemidos, y Él quiere y puede liberarnos de cualquier opresión.

Participemos entonces esperando que nuestro milagro suceda, esperando nuestra liberación.  Eso fue lo que los israelitas hicieron a pesar de su sufrimiento, y salieron sin que ninguno de ellos estuviera enfermo ni débil.

Yo quiero ver que esto suceda para mi iglesia y para ti.  Puede que todavía no hayamos llegado al punto en el que podamos decir que “no hay ninguno débil”, pero creo que estamos en camino.

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince 

sábado, 27 de abril de 2024

El Secreto De La Sabiduría De Salomón

 Inspiración De Gracia


Da, pues, a Tu siervo un corazón con entendimiento para juzgar a Tu pueblo y para discernir entre el bien y el mal.  Pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo Tuyo tan grande?  1 Reyes 3:9

Echemos un vistazo a la vida de Salomón.  Cuando Salomón se convirtió en rey, él solo era un joven de unos 18 años y tenía un saco muy grande que llenar como sucesor de David al trono.  Salomón no estaba lleno de sabiduría cuando ascendió al trono por primera vez, pero claramente era muy formal.

Él fue al monte Gabaón, donde estaba el tabernáculo de Moisés, para ofrecer mil holocaustos al Señor.  En el monte Gabaón, el Señor se le apareció a Salomón en un sueño y le dijo: “Pide lo que quieras que Yo te dé.” (2 Crónicas 1:7)

Ahora, piensa en esto por un momento.  ¿Qué habrías pedido tú si estuvieras en la posición de Salomón?  Salomón no pidió riquezas.  Él tampoco pidió ser honrado por todos los hombres.  En cambio, él le dijo al Señor: “Dame ahora sabiduría y conocimiento, para que pueda salir y entrar delante de este pueblo; porque, ¿quién podrá juzgar a este pueblo Tuyo tan grande?” (2 Crónicas 1:10)

La Biblia registra que la petición de Salomón “agradó al Señor” (1 Reyes 3:10) y el Señor respondió: “Por cuanto esto estaba en tu corazón, y no has pedido riquezas, ni bienes, ni gloria, ni la vida de los que te odian, ni aun has pedido larga vida, sino que has pedido para ti sabiduría y conocimiento para poder gobernar a Mi pueblo sobre el cual te he hecho rey, sabiduría y conocimiento te han sido concedidos. Y te daré riquezas, bienes y gloria, tales como no las tuvieron ninguno de los reyes que fueron antes de ti, ni los que vendrán después de ti.” (2 Crónicas 1:11-12)

El Libro de 1 Reyes nos dice que Salomón le dijo al Señor: “Da, pues, a Tu siervo corazón con entendimiento para juzgar a Tu pueblo y para discernir entre el bien y el mal.  Pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo Tuyo tan grande?” Entonces, cuando Salomón pidió sabiduría y conocimiento, él estaba pidiendo un corazón comprensivo.

Vayamos más profundo.  La palabra “entendimiento” aquí es la palabra hebrea shama, que significa “escuchar inteligentemente”.  En otras palabras, Salomón había pedido un corazón que escucha —que escucha y que fluye con la dirección del Espíritu de Dios, quien nos dirige a toda la verdad. (Juan 16:13)  ¡Tú necesitas un corazón que escucha para que la sabiduría de Dios fluya a través de ti en todos los aspectos de tu vida!

Yo creo que la misma petición que agradó al Señor en ese momento, todavía le agrada hoy.  Dios se complace cuando nosotros le pedimos sabiduría a Jesús.  Pedirle sabiduría a Él es ponernos en una postura de confianza y dependencia de Su favor inmerecido.  Solo los humildes pueden pedirle a Jesús sabiduría y un corazón que escucha.

Aunque Salomón solo pidió sabiduría, el Señor le añadió “riquezas, bienes y gloria.”  Demasiadas personas están persiguiendo riquezas, bienes y gloria, sin darse cuenta que estos provienen de la sabiduría de Jesús.

Incluso si alguien llegara a tener una riqueza repentina, sin la sabiduría de Jesús para administrarla, el dinero se desperdiciaría.  Pero con la sabiduría de Jesús, tú no solo serás bendecido, tú también podrás aferrarte a las bendiciones en tu vida.

¡Jesús te hace confiable para el buen éxito que produce frutos duraderos y permanentes de generación en generación!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince