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jueves, 28 de febrero de 2019

Cómo Vivir Sin Temor

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No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día, ni la pestilencia que anda en tinieblas, ni la destrucción que hace estragos en medio del día.  (Salmos 91:5–6)
Me encanta cómo el Salmo 91 nos recuerda que tenemos protección las 24 horas del día.  Sea de noche o sea de día.  En la oscuridad o en medio del día.  Sea que nos enfrentemos a terror o seamos confrontados por flechas.  Sea que la pestilencia amenace o la destrucción haga estragos.  ¡Nosotros no debemos tener temor porque nuestro Dios, que nos cuida, no se adormece ni se duerme! (Ver Sal. 121:3-4)
La realidad es que el mundo en que vivimos parece estar envuelto en noticias negativas y temor.  A menudo escuchamos noticias sobre ataques terroristas sin sentido en contra de civiles inocentes, accidentes horribles que arrastran múltiples víctimas o una epidemia que afecta a comunidades enteras y causa que cientos de bebés nazcan con deformidades.  Sé que muchos no pueden evitar tener temor porque estas mismas tragedias les pueden suceder.
Pero, amado, quiero que sepas que en medio de todo lo que está sucediendo en el mundo, tú puedes vivir sin temor, y esto viene de conocer al Señor como el Dios de paz.
El capítulo 15 de Romanos termina con el apóstol Pablo diciendo: “El Dios de paz sea con todos vosotros.” (Rom. 15:33)  Puede que te preguntes, ¿no está Dios con nosotros todo el tiempo?  ¿Por qué, entonces, Pablo dijo específicamente: “El Dios de paz sea con todos vosotros”?  Lo que Pablo estaba declarando sobre estas personas era que Dios se manifestara como el Dios de paz en sus vidas.  En otras palabras, aunque Dios siempre está con nosotros, no siempre lo experimentamos como el Dios de paz.
¿Sabes lo que sucede cuando Dios se manifiesta como el Dios de paz en tu vida?  Romanos 16:20 nos dice: “Y el Dios de paz aplastará a Satanás bajo tus pies en breve.  La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. Amén.”
¿Ves lo que el Dios de paz hará en tu vida?  ¡Él aplastará todo temor, toda preocupación y toda ansiedad!
¿Puedes notar también la gracia en ese versículo?  La gracia —el favor inmerecido de Dios, que no hemos ganado y del cual no somos dignos— es lo único contra lo que el diablo no tiene defensa.  Por eso ponemos nuestra fe en la sangre de Jesús cuando hablamos de protección.  Su sangre sin pecado fue derramada para pagar el precio de nuestra culpa.  Y debido a que Jesús pagó el precio, nosotros, los que estamos en Él tenemos el derecho a caminar en salud y protección divinas.  La gracia nos califica para la protección integral de Dios.  ¡Amén!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 27 de febrero de 2019

El Lugar Correcto, El Momento Correcto

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Jesús le dijo [a Pedro]: “… para que no los escandalicemos, ve al mar, echa el anzuelo, y toma el primer pez que salga; y cuando le abras la boca hallarás un siclo; tómalo y dáselo por ti y por Mí.”  (Mateo 17:26–27)
Lo que sea que necesites, Jesús conoce en dónde puedes obtenerlo y de quién puedes obtenerlo.  ¡Jesús puede posicionarte en el lugar correcto, en el momento correcto!
Cuando Pedro quería pagar el impuesto del templo, Jesús le dijo que lo obtuviera del primer pez que saliera del mar. (Ver Mateo 17:26–27)  Luego, cuando Jesús necesitaba un asno para viajar a Jerusalén, le dijo a dos de Sus discípulos de qué aldea lo obtendrían. (Ver Mateo 21:1–3)  Cuando Jesús necesitaba un lugar para comer la Pascua con Sus discípulos, dio a dos de Sus discípulos instrucciones específicas sobre con quién reunirse y seguir, y qué decir al dueño de la casa, ¡que ya había amueblado y preparado un gran aposento alto! (Ver Marcos 14:13–15)
Mi amigo, ¿no es maravilloso saber que Jesús conoce lo que necesitas y que ya ha ido adelante en tu futuro y ha hecho provisión para tu buen éxito?  ¡Al depositar tu confianza y descansar en Su amoroso corazón, Su paz te llevará a hacer las cosas correctas, en el momento correcto, en el lugar correcto!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

martes, 26 de febrero de 2019

Él Da A Sus Ángeles Órdenes Acerca De Ti

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Pues Él dará órdenes a Sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos. En sus manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.  (Salmos 91:11–12)
¡Qué maravillosa promesa tenemos en este pasaje!  De la misma manera que los ángeles rodearon a Eliseo y a su criado, y los protegieron, ellos nos rodean y nos protegen hoy, ¡porque acerca de nosotros, Dios les ha dado la orden de protegernos!  Cuando nosotros elegimos hacer de Él nuestra morada, Él ordena a Sus ángeles que velen por nosotros y nos rodeen con Su protección divina.
Ahora, ¿sabías que el diablo citó los Salmos 91:11–12 cuando buscaba tentar a nuestro Señor Jesús?  Él llevó a nuestro Señor al pináculo del templo y le dijo: “Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo, pues escrito está: ‘A Sus ángeles te encomendará’, y: ‘En las manos te llevarán, no sea que tu pie tropiece en piedra.’”  A esto, Jesús respondió: “También está escrito: ‘No tentarás al Señor tu Dios’”.  (Mateo 4:5–7).
La tentación de nuestro Señor Jesús en el desierto es el único ejemplo en la Biblia en el que se registra al diablo citando las Escrituras.  Pero el diablo deliberadamente citó mal el versículo 11.  El diablo cita mal la Biblia porque es el padre de mentira.  El versículo 11 en realidad dice: “Pues Él dará órdenes a Sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos”.
Le pregunté al Señor por qué el diablo omitió las palabras “para que te guarden en todos tus caminos” y Él me dirigió a Proverbios 3:6–7 que dice: “Reconócele en todos tus caminos, y Él enderezará tus sendas. No seas sabio a tus propios ojos, teme al Señor y apártate del mal”.
Verás, el diablo no quería decir las palabras “para que te guarden en todos tus caminos” porque eso equivaldría a recordarle a los creyentes acerca de Proverbios 3:6–7 —reconocer a Dios en todos nuestros caminos.  Así que convenientemente dejó fuera toda esa parte.  Pero alabado sea el Señor, nosotros sabemos que esto es lo que el Señor ha prometido: “Pues Él dará órdenes a Sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos.”  Así que, nuestra parte es simplemente reconocerlo en todos nuestros caminos, ¡y Él enderezará nuestras sendas, protegiéndonos en todo el trayecto!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 25 de febrero de 2019

La Cruz Hizo La Diferencia

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Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él.  (2 Corintios 5:21)
Bajo el antiguo pacto, es cierto que la protección de Dios era condicional.  Pero para ti y para mí hoy, es vital que leamos y comprendamos el Salmo 91 a través de la lente del nuevo pacto —a través de la lente de la cruz.  Ya no estamos viviendo bajo el antiguo pacto.  ¡Tenemos un camino nuevo, un camino vivo! (Ver Hebreos 10:20)  Bajo el antiguo pacto, la protección debe alcanzarse.  Bajo el nuevo pacto, la protección se recibe.  Quiero que veas esto: la cruz hizo la diferencia.
En la cruz, Dios “al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él.” (2 Cor. 5:21)  ¡Hoy, nosotros somos la justicia de Dios en Cristo!  Debido a que somos justos en Cristo, nosotros podemos recibir la promesa del Salmo 5:12, que declara: “porque Tú, oh Señor, bendices al justo, como un escudo lo rodeas de Tu favor.”  Naturalmente, nosotros no siempre podemos cuidar nuestras espaldas.  Pero sobrenaturalmente, Dios nos tiene cubiertos por todas partes.  Su abundante provisión de gracia (favor inmerecido) nos cubre como un campo de fuerza poderoso e impenetrable, que nos rodea 360 grados, veinticuatro horas al día.
Volviendo al Salmo 91:14, ¿cómo ponemos nuestro amor en Dios hoy?  ¡Ponemos nuestro amor en Dios meditando, hablando y escuchando predicaciones que hablan de Su amor por nosotros!  Recuerda, no se trata de nuestro amor por Él, sino de Su amor por nosotros.  Se trata de que nos mantengamos meditando versículos de la Biblia, tales como: “Porque de tal manera amó y apreció Dios al mundo, que Él [incluso] dio a Su Hijo unigénito [único], para que todo aquel que cree (confía, se aferra, se basa) en Él, no se pierda (venga a destrucción, perezca), más tenga vida eterna (perpetua).” (Juan 3:16, AMPC)
Hay protección y liberación de la destrucción cuando tú crees en el amor de Dios por ti.  Pon tus pensamientos en lo tan amado y profundamente apreciado que eres.  ¡Cuanto más consciente estés del amor del Señor por ti, más se manifestará Su protección en tu vida!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

domingo, 24 de febrero de 2019

Más Con Nosotros Que Contra Nosotros

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“No temas, porque los que están con nosotros son más que los que están con ellos.”  (2 Reyes 6:16)
En los días del profeta Eliseo, el rey de Siria tomó una oportunidad para capturar a Eliseo que estaba en la ciudad de Dotán.  Una noche, él movilizó a un gran ejército con muchos carros y caballos para rodear la ciudad.  Él estaba preparado para no correr el riesgo de que el profeta escapara.
Temprano a la mañana siguiente en Dotán, cuando el criado de Eliseo salió, vio las tropas, caballos y carros por todas partes.  Él y Eliseo estaban completamente rodeados por las fuerzas enemigas que intentaban matarlos.  El criado entró en pánico y gritaba a Eliseo: “¡Ah, señor mío! ¿Qué haremos?” (2 Reyes 6:15)
Ponte en los zapatos del criado de Eliseo.  Tú (y yo) probablemente habríamos estado aterrados también.  Pero aquí es en donde quiero que prestes mucha atención, porque hay una verdad poderosa que quiero que entiendas.  Sin vacilar y con calma, Eliseo le dijo a su criado: “No temas, porque los que están con nosotros son más que los que están con ellos.” (2 Reyes 6:16)
Puedo imaginarme cómo se habrá sentido el criado.  No había absolutamente nada de lógica en lo que Eliseo acababa de decir.  ¡Solo estaban ellos dos contra todo un ejército!  ¿Se habría vuelto loco su maestro?
Antes de que el criado entrara en un estado de pánico aún mayor, Eliseo hizo una simple oración: “Oh Señor, te ruego que abras sus ojos para que vea.” (2 Reyes 6:17)  Y el Señor abrió los ojos del criado.  Entonces él vio que la ladera alrededor de ellos estaba llena de caballos deslumbrantemente magníficos y carros de fuego.  El ejército de ángeles de Dios los flanqueaba por todos lados, ardiendo con la gloria, la belleza y la majestuosidad del Altísimo.  Mientras el criado se maravillaba, se dio cuenta de que las fuerzas sirias estaban completamente empequeñecidas por el ejército angelical.
¿Por qué el joven criado había tenido miedo mientras que Eliseo no lo tuvo?  La respuesta es esta: Ellos vieron cosas diferentes.  El joven criado vio al gran ejército sirio.  Pero Eliseo vio un ejército aún más grande de ángeles en carros de fuego.  Eliseo tenía visión espiritual.
Mi querido lector, ¿confiarías las Escrituras anteriores al corazón?  Si estás en una lucha constante con el temor, medita en esta Escritura y fortalece tu corazón con esta promesa.  Sea que te encuentres asediado por las deudas, atacado por lo que los médicos llaman una enfermedad terminal o si estás constantemente ansioso por la seguridad de tus hijos, recuerda este versículo poderoso.  El Dios de los ejércitos angelicales está contigo.  ¡Ninguna arma formada contra ti prosperará”. (Ver Isaías 54:17)
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

sábado, 23 de febrero de 2019

La Sabiduría De Cristo En Acción

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Mas por obra Suya estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual se hizo para nosotros sabiduría de Dios, y justificación, y santificación, y redención.  (1 Corintios 1:30)
Amado, cuando dependes de la sabiduría de Dios para tener éxito, vas a ver que todo lo que haces prospera.  Simplemente observa cómo nuestro Señor Jesús siempre fluyó en sabiduría divina en Su ministerio terrenal.  Por ejemplo, mira lo que sucedió cuando los fariseos trajeron a Él a la mujer sorprendida en adulterio.  Los fariseos se acercaron a Él y citaron de la ley, diciendo: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo del adulterio.  Y en la ley, Moisés nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres, ¿tú, pues, qué dices?” (Juan 8: 4–5).
Ellos pensaron que habían tenido éxito atrapando a Jesús porque si Él les decía que la apedrearan, entonces lo acusarían de no demostrar el perdón y la gracia sobre los que Él había estado predicando.  Y si Él les decía que no deberían apedrearla, entonces los fariseos lo acusarían de romper la ley de Moisés y presentarían una acusación contra Él.
Los fariseos probablemente se enorgullecían de esa trampa astuta que habían ideado.  Por eso enfrentaron a Jesús en el área pública alrededor del templo.  Ellos querían avergonzarlo delante de las multitudes que habían venido a escucharlo enseñar.  Ahora, observa la sabiduría de Jesús en acción.  Él simplemente les dijo: “El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra.” (Juan 8: 7).
¡Qué majestuoso!  Ellos vinieron a Jesús con la ley de Moisés y Jesús les dio la norma perfecta de la ley.  Sin inmutarse, Él simplemente retó a la persona que era perfecta ante la ley a lanzar la primera piedra.  Los fariseos que habían venido para atrapar a Jesús comenzaron a alejarse uno por uno, completamente silenciados.  Este mismo Jesús, con toda Su sabiduría, es hoy nuestro Cristo ascendido, que está sentado a la diestra del Padre y a quien la Biblia dice que “¡Se hizo para nosotros sabiduría!”
En este y otros relatos de Jesús en los Evangelios, podemos ver cómo en todo lo que hace, nuestro Salvador es completamente adorable.  Él nunca está temprano, nunca está tarde.  Él está siempre en el lugar correcto en el momento correcto.  Él está siempre en perfecta paz y no hay apuro en Él.  Cuando llegó el momento de ser tierno, Él fue infinitamente gentil, amable y perdonador —podemos ver esto en Su respuesta a la mujer que fue sorprendida en adulterio. (Juan 8:10–11)  Cuando llegó el tiempo de volcar las mesas de los cambistas, Él lo hizo con pasión.  Él nunca se sintió agotado por los intentos de los fariseos de hacerle tropezar y siempre estuvo fluyendo con sabiduría divina.  Él es acero y terciopelo, mansedumbre y majestad, humanidad perfecta y deidad.  ¡Este es Jesús y tú estás en Él!  Comienza a verte a ti mismo en Cristo, que siempre está fluyendo con sabiduría divina, siempre en control de la situación, y la misma sabiduría que fluye en Él fluirá en y a través de ti.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

viernes, 22 de febrero de 2019

El Espíritu De Sabiduría

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Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de Gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en un mejor conocimiento de Él. Mi oración es que los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis cuál es la esperanza de Su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de Su herencia en los santos, y cuál es la extraordinaria grandeza de Su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la eficacia de la fuerza de Su poder.  (Efesios 1:17–19)
Si Dios nos dice que la sabiduría es lo principal, entonces a nosotros nos corresponde conocer y operar en el “espíritu de sabiduría”.  ¿Pero sabes qué es el “espíritu de sabiduría”?  Mira arriba la oración que el apóstol Pablo oró por la iglesia en Éfeso.  ¡El espíritu de sabiduría y revelación está en el conocimiento de Jesús!  Cuanto más conozcas a Jesús y tengas la revelación de Su favor inmerecido en tu vida, más tendrás el espíritu de sabiduría.  Te desafío a hacer esta oración por sabiduría de manera regular, porque cuando creces en el conocimiento de Jesús, con seguridad Él te guiará para que tengas buen éxito en cada aspecto de tu vida.
Toma en cuenta que cuando Pablo estaba haciendo esta oración por los creyentes en Éfeso, ellos ya estaban llenos del Espíritu Santo.  Pero aun así, Pablo oraba para que Dios les diera un espíritu de sabiduría y revelación en su conocimiento de Jesús.  Una cosa es tener el Espíritu Santo dentro de ti, y otra cosa dejar que el Espíritu Santo dentro de ti fluya como espíritu de sabiduría y revelación.  Y mientras oras hoy para ser guiado por el espíritu de sabiduría, ten confianza en que experimentarás que el Espíritu Santo te guíe con la sabiduría divina e inigualable de Jesús.  Cuando el Espíritu Santo te guíe en la sabiduría de Jesús, no habrá ninguna situación que no sea posible, ningún problema que no pueda resolverse y ninguna crisis que no se pueda superar.  ¡La sabiduría de Jesús en ti te ayudará a transitar exitosamente todas tus pruebas y te hará prevalecer sobre todos tus problemas!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

jueves, 21 de febrero de 2019

Quién Eres A Los Ojos De Dios

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Nosotros lo amamos a Él, porque Él nos amó primero.  (1 Juan 4:19)
¿Crees hoy que Dios te ama con un amor que no cambia?  ¿Incluso si acabas de fallar o cometer un error?  Aquí, amigo, es donde el caucho se encuentra con el asfalto en nuestro diario andar cristiano.
Estoy aquí para decirte más allá de toda duda, que Dios te ama con amor eterno.  Su amor por ti es incondicional. (Ver Tito 3:3–5)  Es un amor que es tan puro, prístino y maravilloso.  No tiene nada que ver con tu desempeño, sino totalmente con quién eres ante Sus ojos —Su amado.  El énfasis del antiguo pacto de la ley estaba completamente en tu amor por Dios, mientras que el énfasis del nuevo pacto de la gracia está en el amor de Dios por ti.  El resumen completo de la ley bajo el antiguo pacto es: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas”. (Deut. 6:5; Mat. 22:37, 40)
Seamos honestos.  ¿Alguna vez has conocido a alguien que pueda amar a Dios de esta manera?  Por supuesto no.  Es una imposibilidad humana.  La ley fue diseñada para mostrarnos que somos incapaces de amar a Dios perfectamente.
Sabiendo que el hombre no podría cumplir Su mandamiento de amarlo con todo su corazón, toda su alma, toda su mente y todas sus fuerzas, ¿sabes lo que hizo Dios?  Él demostró cómo solo Él podía amarnos con todo Su corazón, toda Su alma, toda Su mente y todas Sus fuerzas, cuando envió a Su amado Hijo Jesucristo para redimirnos de todos nuestros pecados con Su propia sangre.  ¡Es por eso que el nuevo pacto descansa en el amor de Dios por ti y no con tu amor por Él!  Bajo la gracia, Dios no quiere que centres tus pensamientos en “¿Realmente amo a Dios?”  Ese no es el enfoque del nuevo pacto.  Bajo la gracia, Dios quiere que te concentres en Su amor por ti.  Por lo tanto, las preguntas que debe hacerte son:
“¿Conozco cuánto Dios me ama hoy?”
“¿Realmente creo que Dios me ama en este momento?”
Elige creer correctamente acerca de cómo Dios te ama hoy.  Esto hace toda la diferencia en el mundo en cuanto a la rapidez con la que puedes volver a ponerte de pie, e ir de fe en fe y de fuerza en fuerza en tu caminar con Él.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 20 de febrero de 2019

La Diferencia Es La Cruz

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 “El ladrón solo viene para robar y matar y destruir; Yo he venido para que tengan vid, y para que la tengan en abundancia.”  (Juan 10:10)
Poco después de que la tragedia del 11 de septiembre sucediera, algunos creyentes declararon públicamente que Dios estaba juzgando a los Estados Unidos por sus pecados.  Cuando escuché eso, yo solo pude imaginar a algún terrorista en algún lugar de Afganistán estando de acuerdo con ellos y pensando que "dios" lo estaba usando para juzgar a los Estados Unidos.  ¿Puedes darte cuenta que algo anda mal cuando los creyentes y los terroristas están de acuerdo en algo?  Miles de personas murieron y muchas familias, amigos y seres queridos se vieron envueltos en dolor.  ¿Cómo podría entonces ser la obra de nuestro Padre amoroso?  Lee la Biblia por ti mismo.  Ésta dice que Dios “no quiere que nadie perezca”. (2 Pedro 3:9)  El terrorismo es obra del diablo.  No es obra de nuestro Padre amoroso.
Pero Pastor Prince, ¿no usó Dios a Elías para hacer descender el fuego de juicio sobre los que se oponían a Él?
Sí, la historia de un juicio de fuego literal que cayó sobre los enemigos del profeta Elías se cuenta en 2 Reyes 1:1–15, y hay otros relatos del juicio de Dios en el Antiguo Testamento, tal como el de Sodoma y Gomorra. (Gén. 19:24–25)  Pero Dios quiere que podamos dividir correctamente Su Palabra. (2 Timoteo 2:15)  Él quiere que seamos astutos al dividir correctamente y separar claramente lo que pertenece al antiguo pacto de la ley y lo que pertenece al nuevo pacto de la gracia.  Él quiere que podamos distinguir lo que ocurrió antes de la cruz de lo que ocurrió después de la cruz, para entender la diferencia que ha hecho la cruz.  ¡Muchos creyentes de hoy viven como si la cruz no hubiera hecho ninguna diferencia!
No simplemente me creas que Dios no va a llamar el fuego del juicio sobre ti hoy.  Mira por ti mismo lo que Jesús dijo sobre lo que Elías hizo.  ¿Recuerdas la ocasión en que Jesús quería entrar en cierta aldea en Samaria, pero la gente allí se negó a recibirlo?  Cuando los discípulos de Jesús vieron que la gente rechazaba a Jesús, dijeron: “Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo y los consuma, tal como Elías hizo?”  Pero, ¿cómo les respondió Jesús?  Acaso les dijo: “¡Es una gran idea! Ciertamente ustedes son discípulos que llevan Mi corazón?”  ¡No, por supuesto que no!  Lee tu Biblia.  Él se volvió a Sus discípulos, los reprendió con firmeza y dijo: “Vosotros no sabéis de qué espíritu sois, porque el Hijo del Hombre no ha venido para destruir las almas de los hombres, sino para salvarlas.” (Lucas 9:54-56)
Mi amigo, el Espíritu de Jesús en el nuevo pacto de la gracia no es el espíritu del antiguo pacto de la ley durante el tiempo de Elías.  Jesús quiere que hoy tú tengas plena seguridad en tu corazón de que Él no vino a condenarte ni a destruirte.  ¡Él vino para salvarte! (Juan 3:17)  El diablo viene para robar, matar y destruir, pero Jesús vino para que tú tengas vida y la tengas en abundancia. (Juan 10:10)  Él quiere que tú vivas una vida marcada por Su amor, poder y bendiciones.  Donde hay relaciones rotas, estas se restauran.  Donde hay malos hábitos, estos se rompen.  Y donde hay problemas, tú te levantas en victoria.  ¡Aleluya!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

martes, 19 de febrero de 2019

Su Amor Perfecto Expulsa Todo Temor

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En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor involucre castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor.  (1 Juan 4:18)
Si tú piensas que Dios está enojado contigo o que está dispuesto a castigarte, ¿cómo puedes tener fe en que Él escucha tu oración cuando clamas por sanidad?  ¿Cómo puedes esperar que Él haga tu milagro de sanidad?
Sin embargo, la verdad es que Dios te ama tanto que te dio a Jesús, lo mejor del cielo, para que tú nunca seas separado de Él, sin importar lo que hayas hecho o no hayas hecho.  Jesús fue a la cruz por ti para que Dios siempre esté contigo y para ti, para sanarte y hacerte el bien.
Cuando tengas la revelación profunda de lo mucho que Dios te ama, no podrás permanecer enfermo por mucho tiempo.  No tendrás temor de que Él pueda estar ocultándote Su poder sanador.  Sigue alimentándote de Su perfecto amor por ti.  Sigue meditando en ese amor.  ¡Este es el antídoto seguro contra cualquier temor!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 18 de febrero de 2019

El León Rugiente

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Sed de espíritu sobrio, estad alerta.  Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar.  (1 Pedro 5:8)
¿No es interesante en el pasaje anterior que el diablo tiene que buscar a aquellos a quienes puede devorar?  Esto significa que no puede devorar a todos.  ¡No le rindas tu autoridad a él y no seas hallado entre aquellos a quienes él puede devorar!  Además, ¿te diste cuenta de que él deambula como o asemejándose a “un león rugiente”?  Yo le pregunté al Señor por qué el diablo anda como un león rugiente y no como cualquier otra criatura.  Él me llevó a Proverbios 19:12, que dice: “Como rugido de león es la ira del rey”.  El diablo es un impostor que anda como un león rugiente porque está imitando al Rey de reyes, nuestro Señor Jesús, el verdadero León de Judá.  Él quiere que las personas piensen que nuestro Rey está lleno de ira, enojo y rabia contra nosotros.  Él viene a nosotros rugiendo con la voz de condenación, acusación y vergüenza.
Satanás quiere que tengas la impresión de que le has fallado a Dios y que Él no solo está decepcionado contigo, sino que también está francamente furioso contigo.  Ahora, si creyeras eso acerca de Dios, ¿te refugiarías bajo el refugio de Sus alas?  ¿Asumirías tu legítimo lugar de autoridad, poder y fuerza?  Por supuesto no.  De hecho, ¡huirías de Dios!
Los creyentes que están bajo una nube de condenación no van a orar el Salmo 91, la Oración de Protección.  Se sienten indignos de las promesas de Dios y de hecho, están esperando recibir el castigo y el juicio de Dios.  Ahí es exactamente donde el diablo quiere que estés.  Cuando huyes de Dios, estás corriendo directamente hacia la trampa del diablo.  Tú renuncias a tu lugar de autoridad cuando renuncias a tu lugar de intimidad con Dios.
Amado, necesitas saber esto: Tú eres amado.  Dios no está enojado contigo.  En Cristo, puedes tener plena seguridad de que eres perdonado, amado y justificado. (Ver Efe. 1:7, Rom. 8:37, 2 Cor. 5:21)  El Señor Jesús ha tomado todo tu castigo en la cruz para que hoy, tú puedas disfrutar de Su favor inmerecido, no ganado y del que no eres digno.  Dios te ve en Cristo, quien es completamente impecable y sin culpa.
Basados en nuestras propias acciones, ninguno de nosotros califica para Su protección.  Pero debido a lo que nuestro Señor Jesús ha hecho por nosotros en la cruz, todos podemos acercarnos confiadamente a Su trono de gracia. (Ver Heb. 4:16)  Debido a lo que Él ha hecho, nosotros calificamos para vivir en el lugar secreto con el Rey de reyes, ¡donde el falso “león rugiente” no tiene poder sobre nosotros!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

domingo, 17 de febrero de 2019

¿Estás Completamente Despierto?

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Despierten a la justicia y no pequen más.  (1 Corintios 15:34, NBV)
Quizás te encuentres bajo un constante acoso de condenación porque te han enseñado erróneamente que el Espíritu Santo convence a los creyentes de sus pecados.  Así que crees que la condenación que sientes es el resultado de la convicción del Espíritu Santo, cuando en realidad se origina en el acusador.  En vez de que el Espíritu Santo sea tu Ayudador, convenciéndote de que tú eres la justicia de Dios en Cristo, de que Dios nunca te abandonará, incluso si has pecado; se te deja luchando contra el pecado, la condenación y el temor.  Es hora de “despertar a la justicia”.  Como Pamela en Maryland descubrió, cuando lo haces, la opresión, las ataduras y el pecado no pueden mantener su dominio en tu vida.  Conoce el testimonio de Pamela:
Estimado Pastor Prince, a los cincuenta y nueve años de edad, me estaba recuperando de múltiples fracturas en el tobillo derecho y el peroné.  En el primer mes, mi movilidad fue severamente limitada y mi condición física se debilitó.  Durante esa temporada de estrés, fui oprimida y atormentada por fuertes sentimientos de temor al abandono y rechazo, experimentando ataques de pánico casi a diario.  También estaba siendo atormentada por pesadillas y no podía dormir —debido en parte a los medicamentos para el dolor, pero también a la ansiedad extrema.  Algunas noches, todo lo que podía hacer era leer la Biblia hasta estar agotada y finalmente ser capaz de dormir.
Un día, me topé con su programa de televisión y me “enganché”.  Cada día y cada noche, miraba su programa, absorbiendo las palabras de vida que hablaban a mi alma.  Pronto ordené uno de sus libros.  Por primera vez en mi vida, escuché que no era el Espíritu Santo el que me convencía de pecado, sino mi conciencia.  Mientras leía el libro, éste era como agua fresca para mi alma.  Lo leí tres veces, y cada vez recibí más libertad y paz.
Ahora, a la edad de sesenta años, estoy más saludable, más feliz y más libre de lo que nunca había estado en mi vida.  He sido liberada de la atadura del temor al abandono, la falta de atención y el rechazo, que me había oprimido durante la mayor parte de mi vida.  He sido capaz de perdonar a aquellos que abusaron de mí, física, emocional y sexualmente, y de arrepentirme de mi falta de respeto, odio, amargura y resentimiento conmigo misma.
Hoy confío en que mi Papa celestial me ama, no por algo que yo haya hecho o dejado de hacer, sino por lo que Jesús hizo por mí.  Continúo aprendiendo que yo soy completamente aceptada y justificada en Su amado Hijo, Jesús, que es absolutamente adorable, digno de confianza y lleno de gracia.  Ahora, paso mis días amándolo y siendo amado por Él, y puedo bendecir y servir mejor a los demás.  ¡Muchas gracias!
Amado, si estás luchando con la condenación, el temor y el pecado, el poder para vencer se encuentra en saber que tú eres la justicia de Dios en Cristo.  Cuando la Biblia dice: “Despierten a la justicia y no pequen más”, significa que cuanto más comprendas que realmente eres justo en Cristo y que no es por tus obras, más empoderado estarás para vivir con rectitud.  Deja que la verdad llegue profundamente y sea liberada por el conocimiento de que el Espíritu Santo es tu Ayudador, dado por Dios para convencerte de justicia.  ¡Tú eres la justicia de Dios en Cristo!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

sábado, 16 de febrero de 2019

Se Rápido Para Creer

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Entonces Jesús les dijo: “¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!”  (Lucas 24:25)
En muchos lugares hay creyentes que todavía piensan que Dios se enoja con ellos cuando fallan.  Ellos simplemente no tienen una revelación del Evangelio de la Gracia y lo que significa el Amor Incondicional de Dios.  Al igual que los dos discípulos en el camino a Emaús (ver Lucas 24: 13–27), tales creyentes todavía no comprenden la gracia de nuestro Señor y lo que Él ha hecho por ellos en la cruz.
Luego están los creyentes que conocen el Evangelio de la Gracia y que incluso saben que Dios los ama incondicionalmente.  Sin embargo, saber esto, está solo en sus cabezas.  Cuando fallan, a pesar de que tienen el conocimiento de la gracia, ellos todavía tienen temor de acercarse confiadamente al trono de gracia de Dios para recibir misericordia, favor, sanidad y restauración.
Amado, Dios no quiere que tu corazón sea lento para creer Su promesa de gracia abundante y el regalo de la justicia, para que reines en esta vida.  Conocer las verdades de Dios y el Evangelio de la Gracia de manera intelectual no es suficiente.  Es importante que seas rápido para creer todo lo que Jesús ha cumplido en la cruz por ti, especialmente cuando estás luchando con el fracaso, la culpa y el temor.  Dios no quiere que seas derrotado debido a la falta del conocimiento de Su gracia.  Al mismo tiempo, Él quiere que seas rápido para creer en Sus promesas para ti.
Es por eso que estudiamos la Palabra de Dios.  No es para acumular conocimiento bíblico y hechos históricos, sino para tener una revelación constante de Jesús que alimente nuestro creer en Él, de manera rápida y correcta.  ¿Y cómo hacemos esto?  Podemos empezar pidiéndoselo al Espíritu Santo.  Muchas veces cuando estudiaba la Palabra, hacía esta sencilla oración: “Espíritu Santo, abre mis ojos para ver a Jesús en la Palabra de hoy.”  De eso se trata —de ver a Jesús.  Cuando lo veas a Él en las Escrituras a través de la lente de la gracia, surgirá fe y tu mente será renovada con Sus verdades y promesas para ti.
Mi amigo, diariamente has aprendido muchas cosas sobre el amor de Dios por ti.  Si deseas ver el poder de creer correctamente operando en cada dimensión de tu vida, te desafío a creer en Su gracia, Su amor, Su justicia, Su perdón y Su obra terminada.  Te prometo que serás transformado más allá de tu imaginación más salvaje si te atreves a apoyarte fuertemente en Su amor por ti.  ¡Su amor nunca falla!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

viernes, 15 de febrero de 2019

Qué Amigo Tenemos En Jesús

Medita En
Pero hay amigo más unido que un hermano.  (Proverbios 18:24)
Mi amigo, Dios está contigo hoy debido a Su precioso Hijo, Jesús.  Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo único y Su nombre es Emmanuel.  Dios nos dio a Jesús.  La presencia de Jesús en tu vida es un regalo gratuito de Dios.  No hay una cantidad de bien que puedas hacer para ganarte la presencia de Jesús.  Ni hay un número de buenas obras que puedas realizar para merecer Su favor.  Su presencia en tu vida es un regalo gratuito.  Entonces, ya que tú no hiciste nada para merecer Su presencia en tu vida, tampoco hay nada que puedas hacer, que haga que Su presencia te abandone.  Una vez que hayas recibido a Jesús en tu corazón, ¡Él nunca te dejará, ni te abandonará! (Hebreos 13:5)
"Pero Pastor Prince, ¿Jesús me deja cuando fallo?"
No, Jesús está a justo a tu lado para animarte y restaurarte a plenitud.  Tú puedes decir: “¡Pero no lo merezco!”  Y es correcto. Es eso lo que lo hace Su favor inmerecido en tu vida.  Hay un hermoso Salmo que dice: “Por el Señor son ordenados los pasos del hombre, y el Señor se deleita en su camino. Cuando caiga, no quedará derribado, porque el Señor sostiene su mano.” (Salmos 37:23–24).  Cuando tú fallas, Jesús está allí para defenderte.  A diferencia de algunos de tus supuestos “amigos”, Él no solo toma de ti.  Tú puedes contar con Él.  Él es un amigo fiel, de quien se puede depender con confianza.  Incluso cuando le has fallado, Él está allí contigo, listo para levantarte y restaurarte a plenitud.  ¡Amén!  La Biblia habla de un amigo que es “más unido que un hermano”.  ¡Ese es Jesús!  Amado, apóyate en Su presencia constante.  Toma para ti de Su fuerza y apoyo que no fallan.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince


jueves, 14 de febrero de 2019

Transformación Sobrenatural

Medita En
“Tú vienes a mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del Señor de los Ejércitos, el Dios de los Escuadrones de Israel, a quien tú has desafiado.”  (1 Samuel 17:45)
Ocuparte en Cristo te hace una persona confiada pero no superior, humilde pero no inferior.  Cuando nuestras mentes están ocupadas con Jesús, no tenemos que intentar ser humildes.  En presencia del Rey-Servidor, nuestros corazones son transformados sobrenaturalmente para que portemos Su corazón de siervo.  En otras palabras, cuando tú sales con Jesús, todo lo que Él es se te pega.  Tus pensamientos y tus palabras resultan llenos de la fragancia de Su dulce presencia y gracia.  Toda tu inferioridad e inseguridad se derriten ante Su maravilloso amor por ti.  Se requiere que las personas tengamos completa seguridad en Cristo para poder bajar nuestra cabeza y servir a otros genuinamente con humildad.
De igual manera, cuando eres valiente y confiado en Cristo y Su amor por ti, esto no se manifiesta como orgullo carnal o arrogancia, sino como una dependencia absoluta de Dios Todopoderoso.  Piensa en cómo el joven David bajó al Valle de Ela y desafió al gigante Goliat, mientras que el resto de los hombres del ejército de Israel, adultos bien entrenados, se encogían del miedo.  ¿Fue eso una simple demostración de valentía juvenil o era dependencia genuina de Dios?
Ante los ojos inexpertos, David puede parecer un mocoso imprudente.  Pero nosotros entendemos de dónde viene esa audacia inamovible cuando las palabras valientes de un simple adolescente resuenan por todo el valle: “Tú vienes a mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del Señor de los Ejércitos, el Dios de los Escuadrones de Israel, a quien tú has desafiado.” (1 Samuel 17:45)  Por sus palabras, podemos decir que el joven David estaba claramente ocupado en el Señor de los Ejércitos y no en sí mismo, ni sus habilidades.
Cuando tus pensamientos están ocupados en el Señor, ¡tú te conviertes en un asesino de gigantes!  ¿Existen hoy en tu vida gigantes que necesitan ser asesinados?  Como el joven David, ocupa tu mente en el Señor y Dios te llenará con el coraje y la audacia para superar todas tus adversidades.  Escucha las palabras de David en el Salmo 18:29: “Pues contigo aplastaré ejércitos, y con mi Dios escalaré murallas”.  Permite que estas palabras de fe y confianza se establezcan firmes en tu corazón.  ¡Con Dios de tu lado, nada es imposible!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 13 de febrero de 2019

Bendecido Irrevocablemente

Medita En
“Mira, he recibido orden de bendecir; si Él ha bendecido, yo no lo puedo anular.”  (Números 23:20)
Toma tiempo para releer la escritura de hoy.  Son palabras preciosas y revelan cómo Dios nos ve hoy a ti ya mí.  Fueron habladas por un profeta llamado Balaam, que había sido contratado por Balac, el rey de Moab, para invocar una maldición para expulsar a sus enemigos, los israelitas, de su territorio.  Sin embargo, cuando Balaam abrió su boca para maldecir, ¡fueron bendiciones de Dios las que fluyeron sobre los israelitas! (Ver Núm. 23:21–24)
¿Sabes que cuando Dios te bendice, nadie —ni profeta, ni hechicero, ni ningún demonio— puede revertirlo?  ¡Tú eres bendecido irrevocablemente!  ¡Tú nunca podrás ser maldecido!  ¡Ninguna maldición generacional, ni cualquier otra maldición pueden venir sobre ti porque Dios ya te ha bendecido!  Eso incluye ser redimido de la maldición de la ley, como se registra en Gálatas 3:13: “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros (porque escrito está: ‘Maldito todo el que cuelga de un madero’).”
Cuando tus enemigos dicen cosas negativas sobre ti por envidia, celos y miedo, o si hay personas que difunden mentiras desagradables sobre ti para destruir tu carácter, debes saber esto: el Señor es tu defensor.  Es Dios quien le da influencia a las palabras y Él puede hacer que sus palabras caigan al suelo.  Él incluso puede (como acabamos de leer), convertir sus maldiciones en bendiciones.  Tú no tienes que ponerte nervioso, agitado y enojado.  Solo debes saber que el Señor está de tu lado y que cuando Él te ha bendecido, nadie puede revertirlo.  ¡Amén!
Quiero que esta creencia correcta penetre profundamente en tu corazón: en Cristo Jesús, tú eres bendecido irrevocablemente.  No importa cuán terribles puedan parecer tus circunstancias en este momento, ponle una sonrisa a tu rostro y un trampolín a tus pasos.  ¡A quien el Señor ha bendecido, nadie lo puede maldecir!  Dios te ve a través de este momento difícil.  Las cosas van a cambiar por tu bien.  Tú no tienes que vivir decepcionado, desalentado, ni desesperado.  Como puedes ver en el relato bíblico de Balaam, si Dios está de tu lado, ¿quién puede estar en tu contra?
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince