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martes, 5 de febrero de 2019

Jesús, Tu Ciudad De Refugio

Medita En
Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen…  (Lucas 23:34)
Hay una enseñanza sobre las ciudades de refugio del Antiguo Testamento que creo que te animará a tomar al Señor como tu refugio y protector, y correr hacia Él.
El Señor le dijo a Josué que cuando los hijos de Israel entraran en la tierra de Canaán, debían designar seis ciudades de refugio.  En aquellos días, si alguien mataba a una persona involuntariamente, el pariente más cercano del difunto tenía el derecho legal de vengarse.  Sin embargo, en Su misericordia, Dios nombró seis ciudades y dijo: “Cualquier persona que mate a otra por accidente y sin intención podrá huir a una de esas ciudades, serán lugares para refugiarse de parientes que busquen venganza por la muerte de un familiar.” (Josué 20: 3, NTV)
Las ciudades de refugio fueron diseñadas para personas que hubieran cometido homicidio involuntario, no para quienes cometieran homicidio premeditado.  Deuteronomio 19 explica esto, diciendo: “Si un individuo mata a otro accidentalmente y sin enemistad previa… el responsable de la muerte puede huir a una de las ciudades de refugio para vivir a salvo.” (vv. 4–5, NTV)
Las seis ciudades de refugio también son una hermosa figura de nuestro Señor Jesús, escondido para que nosotros lo descubramos.  Son sombras que apuntan a la sustancia —nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.  En el Antiguo Testamento, Él está oculto.  En el Nuevo Testamento, Él es revelado.
En la cruz, nuestro Señor Jesús puso todos nuestros pecados, incluso el pecado de crucificarlo a Él, en la categoría de “no intencional” cuando oró: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” (Lucas 23:34, KJV)  Él no solo se estaba refiriendo a Israel o a los romanos; todos nuestros pecados clavaron a Jesús a la cruz.  Él escogió los clavos y nos ofreció el perdón completo.  ¿Puedes ver lo bueno y misericordioso que es nuestro Dios?
Hoy, si invocas el nombre de Jesús, estás calificado para correr hacia Él y tomarlo como tu ciudad de refugio.  Jesús es tu ciudad de refugio y cuando corres hacia Él buscando de refugio, el que busca venganza (una figura del diablo), ya no tiene poder sobre ti.  Mi amigo, todos éramos pecadores y la paga del pecado es muerte (ver Rom. 6:23).  Antes de la cruz, el diablo tenía el derecho legal de poner una sentencia de muerte sobre tu cabeza a causa de tus pecados.  Pero la buena noticia del evangelio es que Jesús tomó esa sentencia de muerte en la cruz y en Cristo nosotros podemos recibir Su perdón y Su protección.  ¡Aleluya!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

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