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sábado, 31 de agosto de 2019

Recibe El Shalom De Jesús


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El corazón tranquilo da vida al cuerpo.  (Proverbios 14:30, NVI)
La mejor manera de saber si estás involucrado en las cosas del mundo es ser objetivo y preguntarte esto: “¿Está preocupado mi corazón?”  Yo creo que el asesino número uno en el mundo moderno es el estrés.  Algunos médicos de mi iglesia me han dicho que si un paciente tiene la presión arterial alta, ellos pueden aconsejarle al paciente reducir su consumo de sodio.  Ellos también pueden aconsejar a sus pacientes reducir otros excesos como el azúcar o el colesterol.  Pero como médicos, hay una cosa que no pueden controlar en sus pacientes, y son los niveles de estrés de estos
Personalmente, creo que la causa física de muchas afecciones médicas hoy en día es el estrés.  El estrés puede producir todo tipo de desequilibrios en tu cuerpo.  Puede hacerte envejecer prematuramente, provocarte erupciones, causarte dolores gástricos e incluso provocar crecimientos anormales en tu cuerpo.  En pocas palabras, ¡el estrés mata!  Los médicos nos dicen que ciertos síntomas físicos tienen naturaleza “psicosomática”.  Esto se debe a que estos síntomas son provocados por problemas psicológicos como el estrés.  El estrés no es de Dios.  ¡La paz viene de Él!
Confío en que comienzas a entender por qué Jesús dijo: “La paz os dejo, Mi paz os doy; no os la doy como el mundo la da.  No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”. (Juan 14:27)  Ahora, Jesús no habría usado la palabra “paz”.  El Nuevo Testamento Griego traduce “paz” como eirene, pero dado que Jesús hablaba en hebreo-arameo, Él habría usado la palabra “shalom” —“Shalom os dejo, Mi shalom os doy; no os lo doy como el mundo lo da.”
En el lenguaje hebreo, “shalom” es una palabra muy rica y cargada.  No hay una palabra en español que pueda abarcar con precisión la plenitud, riqueza y poder contenidos en la palabra “shalom”.  Por lo tanto, los traductores de la Biblia solo pudieron traducirla como “paz”.  Pero, aunque la palabra “shalom” incluye paz, significa mucho más que eso.  Veamos el Léxico Hebreo de Brown, Driver y Briggs para tener una mejor idea de lo que Jesús quiso decir cuando dijo: “Shalom, os dejo.”
El Léxico Hebreo describe “shalom” como plenitud, seguridad, solidez (en el cuerpo), bienestar, salud, prosperidad, paz, quietud, tranquilidad, satisfacción, paz en las relaciones humanas, paz con Dios especialmente en nuestra relación de pacto y paz en la guerra.  ¡Qué palabra tan poderosa!  Este es el shalom que Jesús te ha legado: Su plenitud, Su seguridad, Su solidez, Su bienestar, Su salud, Su prosperidad, Su paz, Su quietud, Su tranquilidad, Su satisfacción, Su paz en las relaciones humanas, Su paz con Dios por medio del pacto hecho en la cruz y Su paz en la guerra.  ¡Todo esto, mi amigo, es parte de tu herencia en Cristo hoy!
¿Puedes visualizar las implicaciones de lo que significa experimentar el shalom de Jesús en tu vida?  ¿Puedes visualizar tu vida libre de remordimientos, ansiedades y preocupaciones?  ¡Qué sano, vibrante, enérgico y fuerte vas a ser!  Hoy, dale gracias a Dios por esta bendición y comienza a disfrutar el shalom de Jesús en cada área de tu vida.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

viernes, 30 de agosto de 2019

Elige Bendecir Al Señor


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Bendeciré al Señor en todo tiempo; continuamente estará Su alabanza en mi boca. En el Señor se gloriará mi alma; lo oirán los humildes y se regocijarán. Engrandeced al Señor conmigo y exaltemos a una Su nombre. Busqué al Señor, y Él me respondió, y me libró de todos mis temores.  (Salmos 34:1–4)
El Salmo 34, uno de los más poderosos salmos de David, fue escrito por él en la cueva de Adulam.  Me parece realmente interesante que David lo haya escrito durante una de las temporadas más difíciles de su vida.  No es complicado para nosotros, ver que este fue uno de los puntos más bajos en la vida de David —estaba huyendo del Rey Saúl, estaba lleno de temor, se había denigrado en la presencia del rey de Gat y corrió a esconderse en una cueva.  ¡Cómo había caído el poderoso!
Después de un episodio tan degradante, en su hora más oscura, David podría haberse entregado a la autocompasión y a la condenación, pero en su lugar, él decidió no ser derrotado por sus circunstancias.  Más bien, él eligió bendecir al Señor y dejar que las alabanzas del Señor permanecieran continuamente en su boca.  ¿Tenía miedo?  ¡Absolutamente!  Sin embargo, a pesar de su temor de que el Rey Saúl lo capturara o que el rey de Gat lo matara para vengar a Goliat, él buscó al Señor en adoración en esa cueva.  Y Dios en Su fidelidad no solo liberó a David de todos sus temores, Él también transformó a todos los hombres que estaban reunidos con él en la cueva.  Ellos pasaron de estar angustiados, endeudados y descontentos, a convertirse en guerreros intrépidos, asesinos de gigantes por derecho propio, y hombres fieles y poderosos que sirvieron a David todos los días de sus vidas. (Ver 2Sam. 23:8-39)
Hoy, ¿crees tú que Dios te ama y es fiel para liberarte?  No importa si te sientes temeroso, si estás angustiado, endeudado o descontento.  Cree lo correcto.  Cree que cuando tú buscas al Señor en adoración, como David lo hizo, el Señor realmente te escuchará, te librará de todos tus problemas y te transformará.  La adoración es una de las formas más fáciles y también más poderosas para librarnos de estar ocupados en nosotros mismos.  Haz a un lado los síntomas de dolor o las circunstancias que te atemorizan y te molestan, y adora a Jesús.  Ocúpate con Él y todo funcionará sincronizadamente para tu bien.
La adoración es una de las maneras más rápidas para que te concentres en Jesús y superes tus sentimientos de derrota.
Yo creo que mientras adoras al Señor, serás liberado completamente de cualquier problema o área de derrota con la que estés luchando hoy.  Acordemos juntos que tu cuerpo será sanado, que todos tus temores desaparecerán y que todas tus adicciones se irán, en el poderoso nombre de Jesús.
¡Magnifica al Señor conmigo, adora a Jesús con las palabras de David, y experimenta Su bondad y liberación!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

jueves, 29 de agosto de 2019

Mira El Perfecto Amor Del Padre


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“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, más tenga vida eterna”.  (Juan 3:16)
Bajo el nuevo pacto de Su maravillosa gracia, tu Padre en el cielo no busca juzgarte por tus fallas porque Él ya ha juzgado cada una de tus fallas, errores y pecados en el cuerpo de Su propio Hijo, Jesucristo.  El nombre que Jesús vino a revelar en el nuevo pacto de la gracia es “Padre”.  Hoy Dios quiere acercarte a ti como un Padre amoroso y afectuoso.
¿Conoces el alcance del amor de Su corazón hacia ti?
¿Sabías que fue Su idea enviar a Jesús para ser castigado en la cruz por ti?
Lee el pasaje más famoso de la Biblia y personalízalo para que puedas ver el sentir del corazón de Dios por ti: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna.  Porque Dios no envió a Su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él”. (Juan 3:16–17)  Cree hoy, sin sombra de duda, que tu Padre te ama y envió a Su propio Hijo para salvarte.
Comprende que no estamos menospreciando la obra de Jesús en la cruz cuando hablamos del Padre y Su amor por ti.  La verdad es que Jesús vino a revelarte el amor del Padre.  Dios te amó tanto que envió a Su amado Hijo unigénito a pagar el alto precio de la cruz para limpiarte de todos tus pecados.
¿Sabes que Dios ama profundamente a Jesús?  Jesús es el amado Hijo de Dios, la niña de Sus ojos.  Ahora, si tu Padre en el cielo no retuvo a Su precioso Hijo, Jesucristo, y lo sacrificó por ti, ¿cuánto crees que Él te ama?  Tú ni siquiera puedes comenzar a comprender la intensidad y la magnitud del amor de tu Padre por ti, hasta que te des cuenta de lo mucho que el Padre ama a Jesús —porque Él entregó a Jesús para rescatarte.
¡Espero que estés comenzando a experimentar y a ver por ti mismo cuán amado eres por el Padre y cuán precioso eres para Él!  No le temas —mira el amor en el corazón de tu Padre revelado a través de la cruz del Calvario.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 28 de agosto de 2019

El Amor Íntimo Del Padre


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“Y Yo seré para vosotros Padre, y vosotros seréis para Mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso”.  (2 Corintios 6:18)
No hace mucho tiempo, Lydia, una hermana de Sudáfrica, me escribió.  Creo que muchos de ustedes podrán identificarse con lo que ella compartió acerca de sus luchas para relacionarse con Dios como su Padre:
Estimado Pastor Prince:
Yo crecí con muy baja autoestima habiendo sido etiquetada como la niña problema de mi familia.  Fui un bebé no planificado y mis padres ya tenían una hija, así que realmente querían un niño.  Ellos se decepcionaron cuando resulté ser una niña e incluso consideraron entregarme a un miembro de la familia paterna que no tenía hijos.
Mi padre proviene de una familia muy fría y estricta, y tiene muy mal carácter, así que crecí, naturalmente, temerosa de él y a su alrededor siempre sentí como que estaba caminando sobre cáscaras de huevo.  Mi madre también creció en un hogar donde no había recibido amor.  Mis dos padres son perfeccionistas extremos, muy organizados y nos criaron con disciplina militar y sin compasión.
Por lo tanto, yo no podía relacionarme con Dios como Padre.  Pensaba que Dios era inaccesible y estaba sentado con un rayo listo para golpearme cuando yo no era lo suficientemente buena, cuando no oraba lo suficiente o cuando no era lo suficientemente obediente.  Tenía la impresión de que Dios solo estaba complacido conmigo cuando yo obedecía la ley, que yo nunca alcanzaba cumplir Sus expectativas y que siempre estaba bajo condenación.
Desde que encontré sus recursos de enseñanza, el velo en mi vida se ha roto.  Por primera vez, soy libre.  Ya no camino bajo la pesada carga de la condenación.  Aprendí que Dios nos amó primero, y que ahora yo puedo tener una relación de amor con mi Padre celestial y Jesús.
He experimentado victoria sobre el temor y el pecado que me había mantenido cautivo durante años —no tratando de ser obediente, sino simplemente aprendiendo que mis pecados ya han sido perdonados en la cruz.  Y no, ya no estoy pecando más.  En realidad estoy venciendo más y pecando menos, y tengo un corazón agradecido por lo que Cristo ha hecho en la cruz.
¿Sientes que tú nunca eres lo suficientemente bueno, que nunca has podido hacer lo suficiente y ser lo suficientemente obediente para que Dios te ame y te acepte?  ¿Sientes que siempre estás viviendo bajo condenación perpetua?  Quizás no puedas relacionarte con Dios como un Padre amoroso porque nunca has experimentado el amor de tu padre terrenal o porque tu propio padre te ha lastimado terriblemente.
Amigo, oro para que cuando comiences a meditar en el versículo de hoy, tú experimentes sobrenaturalmente el amor íntimo de tu Padre celestial de una manera profunda y personal, como nunca antes.  Oro por que esta experiencia te sane, renueve, restaure y transforme de una manera espectacular porque Su amor por usted es nada menos que espectacular.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

martes, 27 de agosto de 2019

Por Sus Llagas Tú Has Sido Sanado


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Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores; con todo, nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y afligido. Mas Él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, y por Sus llagas hemos sido sanados.  (Isaías 53:4–5)
Una de las enseñanzas más malvadas que he escuchado es que Dios castiga a los Suyos con enfermedades, dolores, accidentes y tragedias.  Cuando yo era adolescente, uno de los líderes juveniles de mi iglesia anterior estuvo involucrado en un horrible accidente que casi lo mata.  Un líder de la iglesia nos reunió a algunos de los jóvenes para visitar a ese líder juvenil y comenzó a lamentar: “¿Por qué le sucedió esto a él?  ¿Qué hizo para que Dios lo castigara de esta manera?”
¿Te imaginas cómo me sentí cuando me “enteré” que Dios estaba detrás del accidente?  Honestamente, me asustó mucho pensar que Dios podía castigar a un creyente usando un método tan duro.  Recuerdo haber orado: “Dios, por favor, nunca me castigues de esta manera.  Sea lo que sea, por favor, solo dime, ¿de acuerdo?  ¡Yo escucharé, te lo prometo!”  Yo ya no quería acercarme a Él porque le tenía miedo, temía que si cometía un error, Él no dudaría en castigarme con un accidente que podría dejarme paralítico de por vida o incluso muerto.
¿Sabías que esta enseñanza errónea realmente se basa en el antiguo pacto y no en el nuevo pacto?  En Levítico 26:28, Dios les dice a aquellos que no obedecen Sus mandamientos: “Los castigaré siete veces por sus pecados”.  Pero, por favor recuerda esto: ¡Tú ya no estás bajo el pacto de la ley!  ¡Tú estás bajo el pacto de la gracia!  Jesús ya llevó todos tus castigos y penalidades en la cruz.  Léelo por ti mismo en los versículos de hoy, luego vuelve a leerlo y vuelve a leerlo una vez más.
El profeta Isaías vio una visión profética de nuestro Señor Jesús en la cruz, llevando el castigo por nuestras transgresiones.  Él declaró que el castigo que nosotros merecíamos vino sobre Jesús para que tú y yo nunca tengamos que pasar por lo que Él soportó en nuestro nombre.  ¡Y por las llagas que fueron hechas en Su cuerpo cuando Él llevaba nuestro castigo, nosotros fuimos sanados!  ¡Aleluya!
Así que, ¿cómo puede alguien hoy tener el atrevimiento de decir que Dios aún nos castigará con enfermedades, dolores y accidentes?  ¡Decir esto es negar la obra terminada de Jesucristo!  ¡Bajo el nuevo pacto, Dios nunca más castigará al creyente por sus pecados!
¡Cualquiera que sea la condición que tienes hoy, ésta no vino del Señor!  Mira a Jesús en la cruz.  Míralo golpeado y azotado en tu lugar, y recibe de Él, sanidad y plenitud.  Él ha pagado el precio por tu sanidad completa.  ¡Por Sus llagas tú has sido sanado!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 26 de agosto de 2019

Dios Te Saciará Con Larga Vida


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Lo saciaré de larga vida, y le haré ver Mi salvación.  (Salmos 91:16)
El corazón de Dios no está en que tú mueras prematuramente, ni en que vivas una vida miserable.  El Salmo 91:16 dice: “Lo saciaré de larga vida, y le haré ver Mi salvación”.
¡Esto significa que Dios no solo quiere que tú tengas una vida larga, Él también quiere que tú tengas una vida satisfactoria que esté llena de Su paz, provisión y alegría!  En este versículo, la palabra “salvación” es la palabra hebrea Yeshua, el nombre de Jesús.  ¡Así que, Dios te satisfará con una larga vida llena de Jesús y Su gracia!
Las enfermedades crónicas, la depresión y la vida corta, no son y nunca serán parte del plan de Dios para ti.  ¡Él quiere que tú experimentes una vida larga y plena, en la que camines en todas las bendiciones de salud, plenitud y provisión que Él te ha dado a través de Jesús!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

domingo, 25 de agosto de 2019

Dios Es Un Buen Padre


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Y el Señor apartará de ti toda enfermedad; y no pondrá sobre ti ninguna de las enfermedades malignas de Egipto que has conocido.  (Deuteronomio 7:15, AMP)
Deja de creer la MENTIRA de que Dios te da enfermedades, dolores y accidentes para castigarte o enseñarte una lección.  Estas cosas vienen del diablo y debido a la obra terminada de Jesús, nosotros hemos sido redimidos de toda obra del maligno y de toda maldición.  Nosotros podemos recibir protección contra toda obra del mal, toda enfermedad y dolencia.  ¡Y por las llagas en la espalda de Jesús, nosotros hemos sido sanados!
¡No cedas el derecho a estar enfermo y derrotado cuando Dios que está lleno de gracia y misericordia quiere que estés sano, bendecido y protegido de toda obra del maligno!  Comienza a esperar las buenas dádivas del Señor.  Rechaza cualquier cosa que incluso remotamente sugiera que Dios está enojado contigo y te quiera disciplinar con enfermedades y accidentes.  ¡Él es un buen Dios y un buen Padre!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

sábado, 24 de agosto de 2019

Jesús Es Tu Buen Pastor


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El Señor es mi pastor; tengo todo lo que necesito. En verdes prados me deja descansar; me conduce junto a arroyos tranquilos. Él renueva mis fuerzas. Me guía por sendas correctas, y así da honra a Su nombre.  (Salmos 23:1–3, NTV)
Cuando yo era un creyente joven, escuché a un predicador decir: “Para atraer a sí mismo a un cordero extraviado, un pastor le romperá las piernas a su cordero.  Cuando este no sea capaz de caminar, él curará al cordero para que recupere su salud.  Una vez que esté sano nuevamente, el cordero se apegará a él”.  ¡Esa aterradora imagen de un pastor se quedó grabada en mi cabeza por muchos años!
Un día, tuve la oportunidad de preguntarle a un verdadero pastor si esa historia era cierta.  Horrorizado, el pastor respondió: “¡Eso no tiene sentido!  ¿Qué clase de pastor haría eso?”
Lamentablemente, hoy hay personas que todavía creen estas tonterías.  Amado, Jesús es nuestro buen pastor. (Ver Juan 10:11)  Cuando Él es tu pastor, tú no vas a querer nada.  Él es tu provisión para todo lo que necesitas.  Él no te “rompe las piernas”.  En cambio, ¡Él te lleva a lugares de descanso, refresco, sanidad y renovación de fuerza!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

viernes, 23 de agosto de 2019

Busca Primero La Justicia De Jesús


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Por tanto, no os preocupéis, diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿qué beberemos?” o “¿con qué nos vestiremos?” Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; que vuestro Padre celestial sabe que necesitáis de todas estas cosas. Pero buscad primero Su reino y Su justicia y todas estas cosas os serán añadidas.  (Mateo 6:31–33)
Te animo a hacer tiempo cada día para tomar la revelación de tu justicia en Cristo muy profundo en tu espíritu.  Medita en ella y declárala todos los días.  Esto pondrá valentía en tu corazón y traerá una paz inquebrantable a tu alma.  Energizará tu fe cuando ores y te dará una expectativa confiada para recibir cosas buenas de tu Padre celestial.
Creo que es por eso que nuestro Padre celestial, al conocer las cosas que necesitamos a diario, nos dice que no nos preocupemos por ellas.  ¿Qué se supone que debemos hacer entonces?  Primero debemos buscar “Su justicia [de Jesús]” —la justicia que Él nos ha dado— y todas las cosas que necesitamos nos serán añadidas.
Amado, cuando sabes que tu posición correcta con Dios siempre lo pone de tu lado, cada temor se derretirá como la mantequilla en un día caluroso.  Porque si Dios está por ti, ¿quién o qué puede prevalecer exitosamente contra ti? (Ver Rom. 8:31)
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

jueves, 22 de agosto de 2019

Depende Solamente De La Gracia De Jesús


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El fruto del justo es árbol de vida.  (Proverbios 11:30)
Una preciosa jovencita que había estado escuchando mis sermones, me escribió porque se regocijaba al haber recibido un milagro por el que había estado creyendo en Dios.  Ella compartió:
Esta vez, no me presenté a Dios con mis buenas obras y mi obediencia para tratar de ganar esta bendición.  Todo lo que hice fue creer y confesar cómo, por medio de la obra terminada de Cristo en la cruz, yo tengo el favor inmerecido de Dios y Su propia justicia.  Y a pesar de que fallé el examen y una entrevista, debido a Su favor, yo obtuve la admisión a una universidad bien acreditada en Alemania, con una beca completa.  Dependiendo solamente de la gracia de Jesús, yo recibí este rompimiento.  ¡Yo voy a creer y confesar Su gracia y amor por el resto de mi vida!
¿No es maravilloso que cuando dependemos solamente de la gracia de Jesús, las puertas de oportunidades, éxito y provisión se nos abren?  ¡Que este testimonio te anime en lo que sea que estés creyendo hoy que Dios puede hacer para ti!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 21 de agosto de 2019

Desea El Favor Inmerecido De Dios, No El Favoritismo


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Y los patriarcas tuvieron envidia de José y lo vendieron para Egipto. Pero Dios estaba con él, y lo rescató de todas sus aflicciones, y le dio gracia y sabiduría delante de Faraón, rey de Egipto, y éste lo puso por gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa.  (Hechos 7:9–10)
Es importante que reconozcas que hay una diferencia significativa entre el favor inmerecido de Dios y el favoritismo.  El favor inmerecido de Dios está basado completamente en el mérito de Jesús y lo recibimos por medio de Su obra terminada en la cruz.  Nosotros no hicimos nada para merecer Su favor.  Este es completamente inmerecido.  El favoritismo, sin embargo, apesta a esfuerzo propio.  Las personas que dependen del favoritismo para ser promovidos, tienen que recurrir a la adulación servil, a la política de oficina, a tácticas de manipulación, a las puñaladas por la espalda y a toda clase de compromisos, solo para obtener lo que quieren.  Ellos hacen uso de todos sus esfuerzos para abrirse puertas por sí mismos y en el proceso, se pierden.
Dios tiene una manera superior y mejor para ti.  A Él le duele ver a Sus preciosos hijos arrastrándose como aduladores solo para salir adelante en la vida.  Si una puerta se cierra, ¡que así sea!  Cree con plena confianza, que Dios tiene un mejor camino para ti. ¡Tú no tienes que depender del favoritismo para mantener las oportunidades abiertas para ti cuando tienes el favor inmerecido de Dios!
Así era como operaba José.  Él dependía del Señor para su éxito y no del favoritismo, el cual habría requerido de su parte, comprometer sus creencias.  Cuando la esposa de Potifar, que probablemente era una de las mujeres más bellas de la tierra, intentó seducir a José para que se acostara con ella, José se paró firme sobre el fundamento del favor inmerecido.
Él se negó, diciendo: “No hay nadie más grande que yo en esta casa, y nada me ha rehusado excepto a ti, pues tú eres su mujer. ¿Cómo entonces iba yo a hacer esta gran maldad y pecar contra Dios? (Génesis 39:9)
Por sus palabras, está claro que José conocía la fuente de su éxito, favor y bendiciones.  Él no veía el ceder ante la esposa de Potifar como una gran maldad y pecado solo contra Potifar, sino también contra Dios. Él sabía que cada bendición que había experimentado era el resultado del favor del Señor sobre él.  Él sabía que no fue Potifar quien lo promovió de ser un humilde esclavo para convertirse en el supervisor de todas las propiedades de Potifar.  ¡Fue el Señor!
De igual manera en tu vida, reconoce y regocíjate de que es el Señor la fuente de tus bendiciones y éxito.  No tienes que recurrir a intentar ganarte el favor de personas importantes en tu vida.  Es el favor del Señor sobre ti lo que te prepara para que recibas reconocimientos, promociones y aumentos.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

martes, 20 de agosto de 2019

Jesús Es Tu Solución


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Mientras caminaba, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento. Rabí, ¿por qué nació ciego este hombre? —le preguntaron Sus discípulos—. ¿Fue por sus propios pecados o por los de sus padres? —No fue por sus pecados ni tampoco por los de sus padres —contestó Jesús—. Nació ciego para que todos vieran el poder de Dios en él. Debemos llevar a cabo cuanto antes las tareas que nos encargó el que nos envió. Pronto viene la noche cuando nadie puede trabajar, pero mientras estoy aquí en el mundo, Yo Soy la luz del mundo. Luego escupió en el suelo, hizo lodo con la saliva y lo untó en los ojos del ciego. Le dijo: «Ve a lavarte en el estanque de Siloé» (Siloé significa «enviado»). Entonces el hombre fue, se lavó ¡y regresó viendo!  (Juan 9:1–7, NTV)
Me encanta cómo nuestro Señor Jesús es un Dios tan amoroso y práctico.  Cuando hay un problema, Él va directo a la solución.
Antes de que Jesús interviniera para sanar al hombre que había nacido ciego, la atención de Sus discípulos fue capturada respecto a descubrir el pecado de quién había hecho ciego al hombre.  ¡Jesús, por otro lado, solo estaba interesado en usar Su poder para darle al pobre hombre la vista!
De la misma manera en que Jesús no fue distraído por el “juego de la culpa”, es la manera en la que Él quiere que tú lo hagas.  Así que no preguntes qué pecado o de quién es el que causó tu enfermedad.  Olvídate de lo que deberías o no deberías haber hecho, o por qué sucedió.  En cambio, ocúpate de tu solución —¡Jesucristo, quien por medio de la cruz eliminó todos los pecados de tu vida, y quien quiere hacer un milagro en tu cuerpo!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 19 de agosto de 2019

¡Elige La Vida Hoy!


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Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto.  (Proverbios 18:21)
Tú puedes elegir la vida hoy.  ¿Cómo?  Al darte cuenta que la vida y la muerte están en el poder de tu lengua.  Así es que puedes andar y reinar en la vida todos los días: En vez de quejarte de tus síntomas, simplemente agradece a Dios por Su regalo de justificación y declara tu justicia en Cristo.
Di esta oración conmigo:
Jesús, gracias por no solo amarme y quitar mis pecados, sino también por darme Tu justicia eterna.  Tú ERES mi justicia —hoy, mañana y para siempre.  Y debido a que yo soy justo, REINARÉ EN LA VIDA a través de Ti.  ¡Yo reinaré sobre el pecado y la enfermedad, y viviré una vida que Te glorifique!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

domingo, 18 de agosto de 2019

Considera Fiel A Dios


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También por la fe Sara misma recibió fuerza para concebir, aun pasada ya la edad propicia, pues consideró fiel al que lo había prometido.  (Hebreos 11:11)
A menudo escuchamos sobre la fe de Abraham, pero ¿sabías que su esposa, Sara, también tuvo fe?  ¡Ella recibió fuerza divina para concebir a Isaac, aunque para entonces, como mujer que nunca había concebido, ella era doblemente estéril!
¿Cómo halló fe Sara?  La Biblia nos dice que ella “consideró fiel al que lo había prometido.”  ¡Ella era consciente de la fidelidad del Señor, no de su propia fidelidad!
Amigo, descansa en la fidelidad de Jesús.  No es tu fe, sino Su fidelidad —Su fidelidad en amarte siempre y en cumplir Su promesa de sanarte.  Cuando te encuentres vacilando en la fe, considéralo a Él fiel y descansa.  ¡Él no puede fallar y hará lo que Su Palabra ha prometido!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

sábado, 17 de agosto de 2019

La Justicia Por La Fe Dice Así

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Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas. Pero la justicia que es por la fe dice así…  (Romanos 10:5–6)
Déjame decir algo sobre la fe.  No puedes tener fe sin hablarla.  Cuando estudies Romanos 10, notarás que dice que “la justicia que es por la ley… que haga… Pero la justicia que es por la fe dice así…”  La ley se trata de hacer, mientras que la fe se trata de decir.  No es suficiente solo saber en tu mente que eres justo.  No es suficiente solo leer este capítulo o escuchar una prédica acerca de la justificación y estar mentalmente de acuerdo con que eres justo.  Es necesario que abras tu boca y digas por fe: “Yo soy la justicia de Dios en Cristo”. (2Cor. 5:21)  Es aquí donde muchos creyentes se están perdiendo la bendición de Abraham.  Ellos no están hablando de su justicia que es por la fe.
Nuestra primera respuesta a una situación difícil es muy importante.  Nuestra primera respuesta cuando descubrimos un síntoma en nuestro cuerpo, cuando recibimos un diagnóstico médico difícil o cuando nos enfrentamos a una prueba, debe ser siempre decir: “Yo soy la justicia de Dios en Cristo”.  Vamos ahora, aquí es donde el caucho se encuentra con la ruta.  Es aquí cuando necesitamos decirlo.  Tú no solo debes saber que eres justo, sino que necesitas creer y hablar tu justicia en Cristo.  ¡No es fe hasta que la hables!  Pablo dijo: “Pero teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: ‘Creí, por tanto hablé’, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos”. (2Cor. 4:13)  El espíritu de fe claramente se trata de creer y hablar.  Por lo tanto, no importa cuántas prédicas o libros sobre justificación hayas escuchado y leído.  Es necesario que lo creas y lo hables.
Cuando fallas y no cumples con el estándar perfecto de la ley, es el momento el en que debes ejercitar tu fe para decir: “Yo soy la justicia de Dios en Cristo”.  En el preciso momento en que estás furioso con tu cónyuge o cuando acabas de perder la calma en la carretera, se necesita de fe para decir que eres justo porque sabes que te lo echaste a perder.  ¿Y sabes qué?  En el momento en que lo dices, incluso si todavía estás en medio de la ira, sentirás que has introducido algo bueno a esa situación.  Da un paso atrás y comienza a relajarte, y la ira se disipará a medida que comienzas a darte cuenta de tu verdadera identidad en Cristo.
Hombres, si ven a una mujer con poca ropa en la televisión o en la portada de una revista y se sienten tentados, ¿cuál es su primera respuesta?  ¿Estás consciente de pecado o consciente de justicia?  La conciencia de pecado te arrastrará a sucumbir a tu tentación, mientras que la conciencia de justicia te da el poder de superar toda tentación.  Es por eso que el enemigo quiere mantenerte consciente de pecado.  Confesar tus pecados todo el tiempo te mantiene consciente de pecado.  Es como si Jesús no se hubiera convertido en tu pecado en la cruz.  La conciencia de justicia te mantiene consciente de Jesús.  Cada vez que tú lo dices, magnificas la obra de Jesús en la cruz.  Así que cree y habla la verdad: “Yo soy la justicia de Dios en Cristo”.  De esta manera, no podrás evitar ver los resultados de magnificar al Señor Jesús y Su obra terminada.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince