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viernes, 9 de noviembre de 2018

Solo La Expiación De Cristo Satisface A Dios


… Y si alguno peca, Abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Él Mismo es la propiciación por nuestros pecados…
1 Juan 2:1-2
Hoy en día, los judíos todavía celebran Yom Kipur o el Día de la Expiación.  Como su nombre lo indica, este es un día reservado para hacer expiación por los pecados de uno.  Pero para los cristianos, esta hermosa fiesta apunta hacia Jesús y lo que Él hizo por nosotros en la cruz.  Debido a Su sacrificio, todos nuestros pecados han sido perfectamente expiados.  Es por eso que, si hemos pecado, sabemos que “Abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”.  Y Él Mismo es la propiciación por nuestros pecados.
Ahora bien, no dice que si alguno se arrepiente, Abogado tenemos para con el Padre.  Dice que si alguno peca, Abogado tenemos para con el Padre.  En el momento en que un hijo de Dios peca, de inmediato, su Abogado, Jesucristo, entra en acción para orar por él y protegerlo.
¿Entonces qué hay del arrepentimiento?
La palabra “arrepentimiento” en griego es metanoia, que significa cambiar la mente de uno.  Por ejemplo, tú solías creer que Jesús era solo un buen hombre.  Entonces, un día, te arrepientes y crees que Él es el Hijo del Dios viviente, quien murió por tus pecados y resucitó al tercer día, y tú gustosamente lo tomas como tu Salvador.
El arrepentimiento en la Biblia no tiene la idea de golpearnos o castigarnos a nosotros mismos para expiar nuestros propios pecados.  Así que, no lo convirtamos en una obra humana, como el hombre que fue ante un sacerdote para confesar sus pecados y cuando terminaron, el sacerdote le preguntó: “Por cierto, ¿qué haces para ganarte la vida?”  Y el hombre respondió: “Soy contorsionista”, y procedió a darle una demostración.  Otro hombre llegaba con el deseo de confesar sus pecados, pero vio al contorsionista todo retorcido en el suelo y dijo: “¡Si eso es el arrepentimiento, olvídenlo!”  ¡Y salió corriendo!
Mi amigo, no hay necesidad de subir al Himalaya, ni de azotar tu espalda hasta que sangre, como expiación por tus pecados.  Ninguna cantidad de auto-castigo o llanto, puede hacer expiación por tus pecados.  Tus pecados ya fueron completamente castigados en el cuerpo de Jesús.  Sólo Su obra terminada satisface a Dios.  Así que, ¡cambia tu mente y simplemente cree que Jesús es la propiciación por tus pecados, solo Él!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

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