recibe pequeños mensajes de gracia todos los días

miércoles, 15 de octubre de 2025

Comunión Íntima

 Inspiración De Gracia


Pero el que se une al Señor, es un espíritu con Él.  1 Corintios 6:17

Permíteme compartir contigo algo que le pido a Dios, haga que tu corazón sea lleno de tal calidez a medida que tú veas más y más a Jesús.  La misma palabra comunión habla de la relación que nuestro Señor desea tener con nosotros.  El apóstol Pablo escribió:

La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo?  El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?  Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan.  Mirad a Israel según la carne; los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del altar? —1 Corintios 10:16–18, RVR60

La palabra que se usa para comunión en el griego original es la palabra koinonia, que significa “comunión”.  También tiene la idea de una participación íntima, como la intimidad que comparten un esposo y una esposa cuando dicen y hacen cosas que nadie más conoce.  ¿No es hermoso? 

Siempre que participas de la Comunión o la Santa Cena, es un momento de intimidad entre tú y el Señor.  Es un tiempo que apartas para recordar a tu Esposo celestial, quien te amó tanto que se entregó a Sí Mismo por ti. (Efesios 5:25)  Es un momento en el que tú corres hacia Él y te pierdes en Su presencia, y dejas que Su perfecto amor eche fuera todo temor que pueda estar carcomiéndote.

Él conoce los temores secretos de tu corazón cuando observas los síntomas en tu cuerpo.  Él conoce las cargas que te agobian mientras los médicos te informan sobre las complicaciones a largo plazo, los efectos secundarios y el costo financiero que el tratamiento implicaría.  Corre a Él y echa todas tus ansiedades, todas tus preocupaciones y todas tus inquietudes sobre Él, porque Él cuida de ticon el más profundo afecto y vela por ti con mucho cuidado. (1 Pedro 5:7)

Al tomarte el tiempo para tener comunión con Él y recordarlo a través de la Santa Cena, ¿sabes lo que sucede?  Tú te conviertes en un participante íntimo de los beneficios del cuerpo y la sangre.

Así como los que comieron de los sacrificios se convirtieron en “partícipes del altar” (1 Corintios 10:18), cuando tú comes el pan y bebes la copa, te conviertes en partícipe de todo lo que Jesús logró en la cruz.  Al beber la copa, eso es comunión con Cristo y participación de la sangre de Cristo. (1 Corintios 10:16)  Al comer del pan partido, tú estás participando en el cuerpo de Cristo que fue partido por ti. (1 Corintios 10:16)

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

martes, 14 de octubre de 2025

Aplicando La Palabra Escrita

 Inspiración De Gracia


Pero la justicia que es de la fe, dice así… Mas, ¿qué dice? “Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón”, es decir, la palabra de fe que predicamos.  Romanos 10:6, 8

Déjame mostrarte ejemplos de cómo puedes usar la Palabra escrita para enfrentarte a los ataques del enemigo.

Supongamos que una mañana, mientras conduces al trabajo, escuchas a un profesional decir por la radio: “Una de cada cinco mujeres desarrollará esta enfermedad a los cuarenta años.”  Ese es el momento en que tú debes decir: “Escrito está —‘Porque Él te libra del lazo del cazador y de la pestilencia mortal.’” (Salmos 91:3)

Si haces esto, estás levantando un escudo de fe y estás liberando poder al declarar que independientemente de lo que digan los informes del mundo, ¡tu Dios va a librarte de toda enfermedad mortal!

Aquí hay otro ejemplo de cuándo y cómo tú puedes citar la Palabra escrita.  Supón que, por alguna razón, estás paralizado por imágenes vívidas en su mente de ti mismo muriendo joven y dejando que tu cónyuge y tus pequeños se las arreglen solos.  Nuevamente, este es el momento de hablar la Palabra de Dios contra esos temores.  Declara: “Escrito está —‘Lo saciaré de larga vida, y le haré ver Mi salvación.’” (Salmos 91:16)

Quizá tienes un conocido que murió en un accidente fatal.  Ahora, estás temeroso de que pueda sucederte lo mismo.  Amigo, el enemigo acaba de dispararte un dardo de fuego.  Nosotros no sabemos lo que la otra persona creía.  Solo podemos ser responsables de nuestras propias creencias y vidas.

Quizá tus parientes o miembros de tu familia han muerto por la misma enfermedad y el enemigo ahora te está atacando con pensamientos de que tú también desarrollará diabetes como lo hicieron tu padre y tu tío, o que morirás por la misma afección cardíaca que ellos tenían.

Amigo, si has tenido pensamientos como estos, AHORA es el momento de levantarte y hacer esta declaración: “Aunque caigan mil a tu lado y diez mil a tu diestra, a ti NO se acercará.” (Salmos 91:7)

Para que algo suceda a tu diestra significa que eso tiene que estar muy cerca de ti.  Esto significa que incluso si algo desafortunado le sucede a alguien cercano a ti, tú no permitas que el temor te sujete y te paralice.  ¡Habla la Palabra de Dios escrita!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

lunes, 13 de octubre de 2025

Presentando Al Dios Real

 Inspiración De Gracia


Y cuando bajó del monte, grandes multitudes le seguían.  Y he aquí, se le acercó un leproso y se postró ante Él, diciendo: “Señor, si quieres, puedes limpiarme”.  Y extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: “Quiero; sé limpio”.  Y al instante quedó limpio de su lepra.  Mateo 8:1-3

Hoy en día hay muchas creencias erróneas acerca de quién es Jesús.  Yo te pido que deseches toda idea, concepto e imagen que puedas tener de un Jesús “religioso”, y me permitas presentarte al verdadero Jesús, porque aquí es donde todo comienza.

No estoy hablando del Jesús religioso del que quizá hayas oído hablar mientras crecías, sino del verdadero Jesús, quien caminó por las polvorientas calles de Jerusalén y sobre las embravecidas aguas de Galilea.

Él era Aquel a quien los enfermos, los pobres, los pecadores, los desamparados y los marginados se sentían atraídos instintivamente y con quien se sentían cómodos.  Él era Dios encarnado y Él manifestaba el amor tangible de Dios.

En Su presencia, los que eran imperfectos no se sentían atemorizados, ni se sentían juzgados o condenados de Su parte.  A aquellos que lo buscaban porque necesitaban sanidad, restauración y provisión —sin importar su pasado o su trasfondo— Él siempre les extendió Su corazón y Su mano llenos de amor y compasión, y proveyó abundantemente para sus necesidades.

Al contrario de lo que mucha gente piensa, tú no necesitas ser “religioso” para tener acceso a Dios y a Su ayuda.  De hecho, cuanto menos “religioso” seas, mejor.  El verdadero Jesús no vino para traer una nueva religión.  No vino para que lo sirvieran ni lo atendieran.  No, Él vino a servir y servir fue lo que Él hizo.

El verdadero Jesús creó el universo con una orden y orquestó los caminos de cada planeta para que ninguno chocara.  Él tenía todo el derecho de exigir servicio de aquellos a quienes Él creó, sin embargo, Él entregó Su servicio.

Él se inclinó y con Sus propias manos lavó la mugre y la suciedad de los pies de Sus discípulos.  Más tarde, esas mismas manos fueron traspasadas con unos ásperos clavos en la cruz, y Él con Su propia sangre nos lavó de la mugre y la inmundicia de todos nuestros pecados al tomarlos sobre Su propio cuerpo.  ¡Qué lejano del Dios que condena, juzga y critica, que muchos han descrito que Él es!

Este es el verdadero Jesús —totalmente diferente a lo que a muchos de nosotros se nos ha enseñado acerca de Dios.  Él quiere y tiene el poder para satisfacer tus necesidades hoy, y amarte en plenitud.

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince