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martes, 31 de mayo de 2016

Aliméntate De Jesús Y Vive

Como el Padre que vive Me envió, y Yo vivo por el Padre, asimismo el que Me come, él también vivirá por Mí.
Juan 6:57

Hace algún tiempo visité al amigo de un miembro de la iglesia, quien tenía cáncer y quería ser sanado.  Él era todo oídos, tomando y absorbiendo todo lo que yo compartía con él.  Hoy, él alaba con nosotros en nuestra iglesia y está completamente sano del cáncer.
Recuerdo también haber visitado el hogar de otro hombre por invitación de los miembros de su familia.  Él también estaba sufriendo de cáncer.  Cuando entré a su casa, el hombre tenía encendida su televisión.  Yo comencé a compartirle a Cristo, pero él no estaba interesado del todo en lo que yo estaba diciendo.  Él continuó viendo su programa de televisión.  Yo sabía que su sanidad era una causa perdida porque la fe para sanidad viene por escuchar la Palabra de Dios, no por ver televisión, leer el periódico o escuchar tu música favorita.
No me mal entiendas.  No estoy en contra de esas cosas, pero estas cosas no van a sanarte.  Cuando tú estás enfermo, lo que quieres es que la sanidad de Dios fluya en tu cuerpo.  ¿Y cómo sucede eso?
Una de las principales maneras en las que esto sucede es cuando tú lees tu Biblia y absorbes todo acerca de Jesús.  Antes de que te des cuenta, Su sanidad divina fluye en tu cuerpo, echando fuera todo síntoma de dolor, enfermedad y mal estar.  Aún tu desánimo se desvanece sin esfuerzo alguno.  Te hallas a ti mismo animado y fresco, tus tinieblas le están dando paso a la luz.  Verás, no hay manera de que tú estés alimentándote de Jesús al leer Su Palabra, y permanezcas igual.  Él dijo: “Las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida” (Juan 6:63).
Mi amigo, Dios quiere que Jesús sea tu alimento.  Nos alimentamos de Cristo al verle revelado en la Palabra, al verle y meditar en lo que el Espíritu Santo nos revela sobre Su belleza, Su gloria, y Su obra terminada en el Calvario.  Así es como nosotros disfrutamos de Jesús.  Es como tener una buena comida.  Y cuando tú haces eso, Jesús Mismo promete que, “¡El que Me come, él también vivirá por Mi!”
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

Pensamiento Del Día

No hay manera de que tú te alimentes de Jesús al leer y escuchar Su Palabra, y permanezcas igual.


lunes, 30 de mayo de 2016

No Más Noches Sin Sueño

Es en vano que os levantéis de madrugada, que os acostéis tarde, que comáis el pan de afanosa labor, pues Él da a Su amado aun mientras duerme.
Salmo 127:2

¿Eres tú una de esas personas con problemas para dormir de noche?  Tal vez esta misma mañana dijiste: “Estuve despierto toda la noche —mi hijo tuvo una fiebre muy alta”, o “Dormí solamente durante dos horas —estuve despierto puliendo mi presentación”, o “No pude dormir para nada —estaba preocupado por los recibos que se están acumulando”.
Dios “da a Su amado aun mientras duerme”.  ¿Quién es Su amado¡Tú y yo!  Ya que estamos en Cristo, nosotros somos Su amado (Efesios 1:6; 2ª Tesalonicenses 2:13).
Dios dice: “Es en vano que os levantéis de madrugada, que os acostéis tarde, que comáis el pan de afanosa labor…”  En otras palabras, no tiene caso preocuparse y perder el sueño, porque la verdad es: “Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el Señor no guarda la ciudad, en vano vela la guardia” (Salmo 127:1).
Así que, permite que Dios sea quien edifica tu carrera y quien guarda tu salud, tu matrimonio y a tus hijos.  No te preocupes, ni te quedes sin dormir hasta tarde como si tú fueras la fuente del crecimiento financiero, o quien tiene el poder de hacer que las cosas sucedan para arreglar las situaciones.  No, Dios es el único, y Él te dice: “Mi amado hijo, echa esa carga sobre Mi y ve a dormir.”  Y mientras estás durmiendo, Él está trabajando en tu situación“Él, no se adormecerá ni se dormirá” (Salmos 121:3-4), ¡Él trabajará el turno de noche por ti mientras tú duermes!
Pero ya que nosotros somos los hacedores y ejecutores, es difícil para nosotros soltar algo y permitir que Dios se haga cargo.  Pero cuando nosotros realmente echamos nuestras preocupaciones, ansiedades y temores, de una vez por todas en Sus manos, entonces vemos como Él cuida de nosotros con afecto y especial atención (1ª Pedro 5:7).  Vamos a verle haciéndose cargo de nuestros problemas y haciendo que todas las cosas nos ayuden para bien (Romanos 8:28).
Amado, confía en el amor de tu Padre por ti.  Echa tus ansiedades sobre Él y ya no tengas más noches sin sueño.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

Pensamiento Del Día

Deja todas tus ansiedades y preocupaciones en las manos de Dios, y mira cómo Él cuida de ti con afecto y especial atención.


domingo, 29 de mayo de 2016

Jesús Tiene La Última Palabra

Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios—
el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
Apocalipsis 1:8

El doctor te acaba de decir que tienes una enfermedad incurable.  Los exámenes de Rayos X y de sangre, lo confirman.  Tus peores temores se han hecho realidad y sientes como que tu futuro ha sido sellado.
Mi amigo, el diagnóstico del doctor no es el fin.  Jesús declara para ti: “Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin” (Apocalipsis 1:8).  Él tiene la primera palabra, así como tiene la última palabra en tu situación.  ¡Ni los expertos, ni los reportes médicos la tienen!
Alfa y Omega, son las primera y última letras del alfabeto griego.  Pero Jesús no hablaba griego.  Él hablaba arameo o hebreo.  Así que, Él hubiera dicho: “Yo soy el Aleph y el Tav”.  Aleph y Tav son la primera y última letras del alfabeto hebreo.  Así que, lo que Jesús está declarando para nosotros es esto: “¡Yo tengo la primera palabra en tu situación!  ¡Y también tengo la última palabra en tu situación!”
Cada letra hebrea tiene una imagen correspondiente.  Interesantemente, Aleph está asociada con un buey, y Tav con una cruz.  Juntas, ambas hacen una hermosa figura sobre lo que Jesús hizo por nosotros —Él es el “animal” sacrificial en la cruz.  Fue por nosotros que Él sufrió, se desangró y murió.
Cuando Jesús colgaba de la cruz, Él tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias (Mateo 8:17).  Es por eso que tus enfermedades no tienen la última palabra en tu vida.  Jesús la tiene, porque Él llevó tus enfermedades sobre Su cuerpo y pagó por tu sanidad con Su sangre.
Cuando Jesús colgaba de la cruz, Él tomó nuestra maldición (Gálatas 3:13).  Nosotros estábamos supuestos a ser malditos a causa de nuestros pecados, pero Él tomó nuestro lugar y la maldición cayó sobre Él.  Hoy, nosotros tomamos Su lugar y Sus bendiciones cayeron sobre nosotros.
Entonces, ¿por qué conformarte con la maldición de tu enfermedad, o incluso pobreza, cuando el precio por tu sanidad y tu provisión ya fueron pagados por Jesús?  La enfermedad y la pobreza no tienen la última palabra en tu vida.  ¡Jesús la tiene porque Él te redimió de toda maldición!
Amado, cuando el hombre dice que eso es imposible, Jesús dice que es posible.  ¡El Alfa y la Omega, el Principio y el Fin, tiene la última palabra en tu situación!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

Pensamiento Del Día

¡Jesús, el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin, tiene la última palabra en tu situación!


sábado, 28 de mayo de 2016

Dios No Recuerda Lo Malo Que Fuiste

Pues tendré misericordia de sus iniquidades, y nunca más me acordaré de sus pecados.
Hebreos 8:12

Quizá has escuchado a personas decir de otros: “Ah, sí hubieras visto a mi esposo durante los primeros años de nuestro matrimonio.  Tenía un temperamento tan explosivo, que yo solía buscar refugio en la casa de mi madre”.
 “Nadie se habría imaginado que ella tuviera un pasado tan promiscuo”.
“Cuando era un muchacho, él siempre mentía entre dientes, sin siquiera pestañear”.
El hombre te mira y recuerda cómo eras en el pasado.  Pero cuando Dios te mira a través del nuevo pacto, Él declara: “Yo tendré misericordia de tus iniquidades, y nunca más me acordaré de tus pecados”.
Él asegura esto claramente en Su Palabra, como para afirmarnos: “Cuando vengas a Mí, no pienses que Yo estoy pensando en tus pecados.  No pienses que cada vez que te veo, Yo me acuerdo de tus pecados.  Yo no solo no estoy llevando un registro, sino que tampoco estoy siendo consciente de tus faltas y defectos.  ¡Te estoy diciendo que Yo nunca más me acordaré de tus pecados, para siempre!
Dios puede decir que Él nunca más se acordará de todos tus pecados porque hubo un tiempo en el que Él se acordó y castigó cada uno de ellosen el cuerpo de Su Hijo en la cruz.  Él castigó cada uno de ellos hasta que Jesús clamó: “¡Consumado es!” (Juan 19:30).  Es por eso que hoy, Dios puede decir en justicia: “Nunca más me acordaré de tus pecados.”
Todos nosotros sabemos que de cuando en cuando pecamos.  Pero la buena noticia es que todos nuestros pecados ya fueron tratados en la cruz.  Fueron lavados con la sangre de Cristo.  Ahora, cuando nos acercamos a la presencia de Dios, Él nos ve sin nuestros pecados.  Así que, amado, no te olvides de tus faltas del pasado.  “Cree que Dios no se acuerda de tus pecados nunca más, y sé la persona justa que ya eres en Cristo!”
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

Pensamiento Del Día

Todos nuestros pecados fueron tratados en la cruz, para que nosotros pudiéramos entrar confiadamente a la presencia de Dios.


viernes, 27 de mayo de 2016

Jesús Es La Satisfacción De Dios

… Y el sacerdote lo quemará todo sobre el altar como holocausto; es ofrenda encendida de aroma agradable para el Señor.
Levítico 1:9

Cuando Jesús estaba en la cruz, Él hizo más que solo morir por tus pecados.  Su sacrificio no solo removió tus pecados, sino también te vistió de Su justicia y perfección.  Jesús se convirtió en el verdadero “holocausto.” 
En el Antiguo Testamento, cuando alguien ofrecía un holocausto, la perfección del animal venía sobre él.  De la misma manera, cada atributo perfecto de Jesús, tu “holocausto”, viene sobre ti cuando tú lo tomas a Él como tu Salvador.  Y, ¡debido a que Dios te ve vestido con Cristo, tú tienes la misma aceptación y favor que Jesús tiene con Él!
Cuando Jesús fue ofrecido en la cruz, el fuego de Dios sacó Su perfección, como un perfume para Dios.  En ese sacrificio, la obediencia y la perfección de Jesús subieron como “aroma agradable para el Señor,” que es lo que se emite cuando la ofrenda es quemada.  Este “aroma agradable” nos habla de una fragancia de descanso para Dios.  El sacrificio perfecto de Jesús, le dio a Dios tanta satisfacción, que Él descansó.
Tú también puedes descansar en el sacrificio perfecto de Jesús, sabiendo que lo que Él hizo, lo hizo por ti —“Cristo nos amó y se dio a Sí Mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma.” (Efesios 5:2)  Tú puedes descansar sabiendo que Dios el Padre está satisfecho contigo porque el sacrificio de Su Hijo ha hecho que Su corazón descanse con respecto a ti.  Tú puedes descansar  porque Jesús ha satisfecho a Dios en tu lugar.
Hoy, al venir delante de Dios, dile: “Padre, te doy gracias porque Jesús es un gran deleite y alegría para Ti.  Él satisface Tu corazón completamente.  Y lo que Él hizo, lo hizo por mí.  Debido a que Jesús te ha satisfecho completamente, yo se que Tú estás satisfecho conmigo.  Debido a que Jesús es Tu deleite, yo también soy Tu deleite.  Debido a que Jesús te complace tanto, yo se que yo te complazco también.  Y debido a que Jesús es mi justicia y perfección, yo soy justo y perfecto delante de Ti.”
Amado, cuando tú hablas de Cristo y de Su obra terminada, esto sube a Dios como un aroma agradable, una fragancia de descanso.  ¡Y si Dios puede descansar en el sacrificio perfecto de Su Hijo, tú también puedes!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

Pensamiento Del Día

Tú puedes descansar porque Jesús es satisfacción, deleite, justicia y perfección para Dios en tu lugar.


jueves, 26 de mayo de 2016

El Sumo Sacerdocio De Jesús Es Para Siempre

Donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho, según el orden de Melquisedec, Sumo Sacerdote para siempre.
Hebreos 6:20

Jesús es nuestro Sumo Sacerdote para siempre.  Este aspecto “para siempre” cambia la manera en que somos bendecidos y la manera en que recibimos nuestras bendiciones de parte de Dios.  Como nuestro Sumo Sacerdote, Jesús nos representa delante de Dios.  Ya que Su sacerdocio es según el orden de Melquisedec, el cual es de justicia, Su justicia se vuelve nuestra justicia, para siempre.  Esto significa que ante los ojos de Dios, ¡nosotros somos justos para siempre!
Y ya que Él nunca va a morir, sino que continuará como nuestro Sumo Sacerdote para siempre, nosotros tenemos una justicia eterna, no simplemente una justicia que está aquí hoy pero mañana no está, porque se basa en nuestras obras.  No, nosotros tenemos una justicia perpetua y eterna, porque Jesús es nuestro Sumo Sacerdote para siempre.
Esto también significa que las bendiciones están perpetuamente sobre tu cabeza, porque la Biblia dice que, “hay bendiciones sobre la cabeza del justo” (Proverbios 10:6), ¡y tú eres justo para siempre!
A diferencia del sacerdocio según el orden levítico, que bendice al igual que maldice, el sacerdocio de Jesús de acuerdo al orden de Melquisedec, solamente bendice.  No hay maldición en éste, solo bendición¡por siempre y para siempre!
Y ya que Jesús es nuestro Sumo Sacerdote para siempre, las bendiciones no vienen a nosotros como gotas intermitentes, sino como ríos sobre nuestras vidas, en un fluir que nunca se acaba.  Debido a que Él es nuestro Sumo Sacerdote para siempre, nosotros no podemos detener Sus bendiciones, nunca.
Siendo nuestro Sumo Sacerdote para siempre, Jesús también toca las bendiciones que Él nos da, con el efecto “para siempre.”  Él toca nuestras vidas y nosotros recibimos vida eterna.  Él toca nuestro ministerio y su impacto se vuelve eterno.  Y mientras más veamos que Su sacerdocio tiene el efecto “para siempre,” más permanentes serán nuestras bendiciones.
Verdaderamente, no hay nada temporal acerca de lo que Jesús, nuestro Sumo Sacerdote hace.  No es un caso de bendito hoy, maldito mañana.  Las bendiciones que recibimos son seguras y firmes porque Jesús es nuestro Sumo Sacerdote hoy, mañana y siempre.
Así que, ¡alégrate porque Jesús, tu Sumo Sacerdote, cambia la manera en que tú eres bendecido para siempre!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

Pensamiento Del Día

Las bendiciones de Dios son seguras y firmes porque Jesús es nuestro Sumo Sacerdote, hoy, mañana y siempre.


miércoles, 25 de mayo de 2016

Mira La Bondad De Dios En Medio De Lo Malo

… Un ángel del Señor se le apareció a José en sueños, diciendo: “Levántate, toma al Niño y a su madre y huye a Egipto, y quédate allí hasta que yo te diga; porque Herodes va a buscar al Niño para matarle.”
Mateo 2:13

Dios no juega un juego de contraataque con el diablo —no es que el diablo hizo algo malo, y Dios interviene para que algo bueno resulte de eso.  La verdad es que, cuando algo malo sucede, es el diablo quien está reaccionando a algo bueno que Dios ha iniciado.  El Señor me dijo una vez: “Dile a Mi pueblo que si ellos quieren comprender lo que Yo estoy haciendo, solamente vean lo que el diablo está haciendo y mírenlo a la inversa.  Eso es lo que Yo estoy haciendo, multiplicado por mucho.”
Yo veo esta verdad en la Biblia.  Cuando Cristo nació, los soldados fueron enviados a matar a todos los bebés menores de dos años, en Belén.  Las personas en Belén para entonces solo habían visto el mal.  Pero existían personas como María, que vio la bondad de Dios.  ¡Ellos sabían que Dios había enviado a un Salvador al mundo!  El asesinato de los bebés fue solo la reacción del diablo, al regalo de salvación que Dios había enviado.
El Señor me mostró que así era como nosotros íbamos a ver la gripe aviar cuando ésta golpeara nuestra región, no hace mucho.  Mientras yo estaba pensando en la importancia de las aves, el Señor me mostró Mateo 6:26, “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta.  ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas?
Si Dios cuida de las aves, ¡cuánto más cuidará Él de ti!  Así que, atacar a las aves con una enfermedad, es en esencia la reacción a la provisión de Dios para Su pueblo.  En otras palabras, Él vio que la provisión de Dios ha sido ya liberada en Su pueblo, en gran manera.
Con cada nuevo virus que el diablo nos lanza, tú debes discernir que el diablo está tratando de pervertir y revertir lo que Dios ya está haciendo.  Entonces, tú sabrás que algo bueno va a resultar de ello.  Ves, cada nueva cepa de virus, nos dice que Dios ya ha liberado una nueva unción de sanidad para Su pueblo.  Y yo creo que Él también libera nuevos niveles de promociones para Su pueblo.  Así que, no solo veas al diablo.  ¡Mira lo bueno que Dios ya está haciendo!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

Pensamiento Del Día

No solo mires al diablo a tu alrededor.  ¡Mira la lo bueno que Dios ya está haciendo! 


martes, 24 de mayo de 2016

Jesús, Tu Buen Pastor Y Puerta

Entonces Jesús les dijo de nuevo: En verdad, en verdad os digo:
Yo Soy la puerta de las ovejas.
Juan 10:7

Jesús dijo que Él es la “puerta de las ovejas.”  ¿Qué quería Él decir?  Bien, un redil en los tiempos de Jesús, no tenía una puerta que pudiera abrirse, ni cerrarse.  La puerta del redil era solo una abertura.  En esta clase de redil, luego de que las ovejas hubieran entrado, el pastor iría a dormir en esa entrada.  El pastor se volvía, en efecto, la “puerta” del redil.
Cuando Jesús le dijo a Sus discípulos: “Yo Soy el buen pastor.”  (Juan 10:11.  Él también estaba asegurándoles enfáticamente que Él era la “puerta de las ovejas.”  Él estaba diciéndole a ellos y a nosotros: “Dentro de Mi redil, Mis ovejas están siempre seguras, completamente protegidas y cercanas a Mis ojos que las cuidan.  Y ya que Yo estoy justo en la entrada del redil, nada, incluso el gemido ahogado de una de las Mías, puede escapar de Mis oídos.  Además, nada malo fuera del redil puede entrar y tocar a Mis ovejas, sin antes pasar por Mí, porque Yo Soy la puerta de Mis ovejas.”
Así que, ¡cuando las luchas de la vida vengan a tocar a tu puerta y cuando el pánico amenaza con levantarse dentro de ti, mírate a ti mismo doblemente protegido!  Él es ambos, el buen pastor y la puerta de Sus ovejas.  Como tu buen pastor, Él dio Su vida por ti para redimirte de la pobreza, la enfermedad y de cualquier otra maldición.
Como tu puerta, Él mantiene afuera todo lo malo de lo cual Él ya te ha redimido.  Debido a que Él derramó Su sangre por ti, tú estás cubierto y protegido dentro del redil por una puerta manchada de sangre.  Desastres, destrucción y muerte deben pasar sobre ti y tu familia debido a Su sangre en tu puerta.  Recuerda que la noche de la primera Pascua en Egipto, el destructor no pudo entrar a las casas de los israelitas debido a la sangre del cordero en sus puertas.  (Éxodo 12:13, 23)
Hoy, tú puedes vivir la vida sin problemas y sin temor, sabiendo que Jesús, tu buen pastor y puerta, te protege y te preserva a ti y a tu familia.  ¡Ningún mal vendrá sobre ti, ni sobre tus seres amados, porque Él es tu morada y tu lugar de refugio!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

Pensamiento Del Día

Jesús, tu buen pastor y puerta, te protege y te preserva a ti y a tu familia.


lunes, 23 de mayo de 2016

No Hay Defecto En Ti

Toda tú eres hermosa, amada mía, y no hay defecto en ti.
Cantares 4:7

Jesús nos dice a nosotros Su novia, “Toda tú eres hermosa, amada Mía, y no hay defecto en ti.”  Pero nuestra respuesta a Él tiende a ser: “¿Yo?  ¿Hermosa toda y sin defecto?  ¡Tú no me conoces Señor!”
¿Realmente piensas que Dios no te conoce?
Dios ve la realidad como nadie más la ve.  Él ve la perfección de la obra terminada de Su Hijo en tu vida.  Por la ofrenda de Sí Mismo en la cruz, ¡Jesús te ha perfeccionado para siempre!  (Hebreos 10:14)  Tú has sido hecho justicia de Dios en Cristo (2ª Corintios 5:21).   Y nunca vas a encontrar ningún defecto en la justica que Jesús murió para darte.
Así que, Dios quiere que tú te veas a ti mismo justo —hermoso todo y sin defecto en Cristo.  Cada día, se consciente de tu justicia en Cristo.  Di: “Yo soy la justicia de Dios en Cristo.  No hay ningún defecto en mi, a quien Él ha perfeccionado con Su sangre.”  Cuando haces esto, estás honrando a Jesús y Su obra terminada.
Si eres consciente de tus pecados, entonces no estás honrando la obra de Cristo.  Puedes pensar que estás siendo humilde o santo, al ser consciente de pecado.  Pero, sabías que la Biblia llama a la consciencia de pecado una “mala consciencia”?
Hebreos 10:21-22 nos dice que ya que tenemos a Jesús como nuestro Sumo Sacerdote, “acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala consciencia.”  ¿Qué quiere decir el escritor de Hebreos con “mala consciencia”?  Si lees el inicio del mismo capítulo, encontrarás que él está hablando sobre una “consciencia de pecado” (Hebreos 10:2).  Pablo llama a esto una “consciencia cauterizada” (1ª Timoteo 4:2).  La palabra griega utilizada aquí para “cauterizada” es kauteriazo, que significa cargar sobre ti permanentemente una consciencia de pecado.
Así que, no cargues contigo una mala consciencia o consciencia cauterizada.  Tu vida de pecado ya ha sido castigada totalmente en el cuerpo de Jesús en la cruz.  En vez de eso, se consciente de tu perfección y justicia en Cristo.  Debido a lo que Jesús ha hecho por ti, tú puedes declarar confiadamente: “Yo soy hermoso todo.  ¡Y no hay defecto en mi!”
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

Pensamiento Del Día

Mírate a ti mismo justo —hermoso todo y sin defecto, en Cristo.


domingo, 22 de mayo de 2016

No Te Preocupes Por Lo Perdido, Ni Lo Malgastado

Pero el padre dijo a sus siervos: “Pronto; traed la mejor ropa y vestidlo,
y poned un anillo en su mano y sandalias en los pies;
y traed el becerro engordado, matadlo, y comamos y regocijémonos"
Lucas 15:22-23

¿Qué dirías si tu hijo, a quien le has dado una gran herencia, viene gateando a casa un día después de haber perdido todo su dinero en una vida desenfrenada?
En la parábola del hijo pródigo (Lucas 15:11-24), el padre no dice una palabra sobre perder, ni malgastar, a pesar de que su hijo de hecho ha perdido su herencia en una vida desenfrenada.  El padre solamente mira a su hijo viniendo a casa, como una oportunidad para demostrarle lo mucho que lo ama y para restaurar para él, lo que había perdido.
Como el padre de la parábola, es el deseo de tu Padre abrazarte y mostrarte lo mucho que eres amado.  Y es Su gran placer, restaurar para ti todo lo que tú has perdido.
Tal vez hayas perdido a alguien recientemente, o estás frustrado porque algo se va a echar a perder debido a una mala decisión que has tomado.  Mi amigo, Dios no ve el propósito de perder o desperdiciar, de la manera que tú lo haces.  Cuando tú te acercas a Él con eso, Él lo ve como una oportunidad para restaurar para ti “lo que habías perdido o desperdiciado.”
Aún si, como el hijo pródigo, te sientes muy lejos de tu Padre celestial, o incluso sientes que lo has decepcionado, no te desanimes.  La verdad es que en el momento en que viniste a Él, Él inmediatamente restauró para ti el manto de honor, para vestir tu desnudez, el anillo de autoridad, para declarar tu posición de poder y dominio, y las sandalias en tus pies (lo cual los sirvientes no usan), para reinstalarte como a un hijo en Su casa. 
Él te reconfirma que tú nunca has perdido tu posición de hijo.  Y celebra tu regreso a Él matando un ternero engordado, porque tú eres Su hijo amado, a quien Él aprecia.
Amado, en la casa de tu Padre.  Tú no solo recibes Su protección completa, sino también puedes disfrutar Su inagotable provisión y Su amor incondicional.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

Pensamiento Del Día

Es el deseo de tu Padre, demostrarte lo mucho que eres amado, y restaurarte lo que has perdido.


sábado, 21 de mayo de 2016

La Buena Vida Sin El Sudor

Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros,
y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta.  
No sois vosotros de mucho más valor que ellas?
Mateo 6:26

Muchas personas son de la opinión que la buena vida no sucede sin el trabajo duro y toneladas de sudor.  Ellos creen que para alcanzar el éxito, tú primero necesitas tener cierto certificado de estudios, cierta formación profesional, cierto trabajo en particular y cierto número de años de trabajo duro.  Yo tengo buenas noticias para ti: Dios tiene un mejor camino.
Todos debemos trabajar, pero el mundo quiere que tú creas que hay un proceso natural de sembrar, segar y recolectar, acompañado por esperar, trabajar y estresarse, antes de que la buena vida realmente llegue.  Pero Dios dice: “Mi pueblo no necesita pasar por este proceso natural para disfrutar la buena vida, porque ellos no pertenecen al sistema de este mundo.  ¡Ellos pueden actuar desde Mi economía y Yo puedo darles la buena vida de inmediato!”
De la misma manera en que Dios alimenta a las aves, que no pasan por el sistema del mundo, sembrar – luego – segar – luego – recolectar, ¡Él quiere y hará mucho más por ti!
Tu Padre celestial quiere que tú conozcas la generosidad de Su corazón para ti, y sepas lo mucho que Él quiere hacerte exitoso.  Un ejemplo de ello es lo que le sucedió a un miembro de la iglesia que creía en esta verdad.  Después de dejar su trabajo, él confió en que Dios le proveería uno mejor.  Luego de solo cuatro meses, él se encontraba dirigiendo dos empresas.
Su recién formada empresa de distribuciones, no solo consiguió un gran proyecto en Singapur, sino que también se convirtió en la principal distribuidora para el Sureste Asiático, de una línea popular de productos de Estados Unidos.  Su segunda empresa, que proveía servicios de consultoría, recibió dos proyectos, uno de una empresa de Corea y uno de una empresa de Hong Kong, por una suma de seis cifras, en dólares estadounidenses.
Hoy, Dios quiere que tú sepas que no perteneces al sistema del mundo.  Tú eres del reino de Dios —el mismo reino que alimenta a las aves que no trabajan, sino que simplemente confían en su Creador por la provisión de su vida.  Convéncete de que tú tienes más valor que las aves para tu Padre celestial, y permítele darte la buena vida sin el trabajo y el esfuerzo del mundo.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

Pensamiento Del Día

Actúa desde la economía de Dios, confiando en Su corazón por ti, y disfruta la buena vida.


viernes, 20 de mayo de 2016

Permite Que Jesús Lave Tus Pies

Pedro le contestó: “¡Jamás me lavarás los pies!” 
Jesús le respondió: “Si no te lavo, no tienes parte conmigo.”
Juan 13:8

Quiero que te fijes en lo que el Señor le dijo a él: “Pedro, si no te lavo, no tienes parte conmigo.”  Lo que el Señor realmente le estaba diciendo a Pedro era: “Pedro, tú no puedes fluir junto conmigo, no puedes caminar junto a Mí en el ministerio, ni en el servicio, ni en efectividad, si no me permites lavar tus pies.”  Entonces Pedro le dijo: “Señor, [lávame] entonces no solo los pies, sino también las manos y la cabeza.” (Juan 13:9)
Pero Jesús le respondió diciendo: “El que se ha bañado no necesita lavarse, excepto los pies, pues está todo limpio; y vosotros estáis limpios...” (Juan 13:10)
¡Una vez que hemos aceptado a Cristo como nuestro Señor y Salvador, estamos bañados por completo, y limpios por Su sangre, de una vez y para siempre!  Su sangre nos ha perfeccionado para siempre, (Hebreos 10:14) así que, nosotros solo necesitamos lavar nuestros pies porque caminamos en el mundo y nuestros pies recogen polvo y suciedad, haciéndonos tropezar.
Así que, ¿cómo está Jesús lavando tus pies hoy?  Efesios 5:25-26 nos dice que “Cristo amó a la iglesia y Se dio a Sí Mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la Palabra.”
Nosotros, la iglesia, hemos sido limpiados con el lavamiento del agua con la Palabra.  Cuanto más nos ponemos bajo la enseñanza ungida que revela a Cristo por medio de la Palabra, más continuará la limpieza.  Y a medida que nuestros pies son lavados, ¡en vez de tropezar, estaremos caminando e incluso corriendo!
Hoy, levantado hasta lo más alto y exaltado en el cielo, Jesús está vestido con una túnica y un cinto de oro alrededor de su pecho. (Apocalipsis 1:13)  Como un siervo que utiliza su cinturón como una toalla para servir, Jesús quiere que nos sentemos y le permitamos a Él servirnos —lavando nuestros pies con una profunda revelación de Sí Mismo por medio de Su Palabra.  Amado, ¡esto es lo que nos da la victoria en nuestro diario caminar!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

Pensamiento Del Día

Mientras recibimos una profunda revelación de Cristo por medio de Su Palabra, ¡vamos a ver la victoria en nuestro diario caminar!


jueves, 19 de mayo de 2016

Comienza A Usar Tu Medida De Fe

… la medida de nuestra fe dada por Dios.
Romanos 12:3 (NTV)

Como hijos de Dios, nosotros nunca debemos decir: “Yo no tengo nada de fe.”  Decir esto es lo mismo que decir que Dios es un mentiroso porque Su Palabra nos habla sobre “la medida de nuestra fe dada por Dios.
¿Por qué entonces la fe de algunos parece ser más fuerte que la de otros?
Bien, la fe es como los músculos.  Todos hemos nacido con una medida de músculos.  Pero algunos de nosotros desarrollamos nuestros músculos mejor que otros.  Los fisicoculturistas, por ejemplo, ejercitan sus músculos muy constantemente para hacerlos crecer grandes y fuertes.
De la misma manera, tu medida de fe crece cuando tú la alimentas y la utilizas.  Cada vez que tú escuchas o lees la Palabra de Dios, estás alimentando tu fe.  Cuando confiesas la Palabra de Dios y esperas que buenas cosas te sucedan, estás utilizando tu fe.  Y mientras más la uses, más crecerá.
Así que, utiliza tu fe.  Puedes comenzar con dolores de cabeza, por ejemplo.  Cuando tengas dolor de cabeza, en vez de ir corriendo hacia tus pastillas, utiliza tu fe.  Pídele a Dios sanidad, confía en Él y dale gracias por esa sanidad.
Ahora bien, no me mal entiendas, no hay nada de malo en tomar medicina.  Y si debes ir al doctor, tampoco te sientas condenado.  Solo comienza a utilizar tu fe en un nivel en el que te sientas cómodo haciéndolo.  Si necesitas ir al doctor, entonces ve con fe, orando: “Abba Padre, voy a ir al doctor.  Te pido a Ti en el nombre de Jesús que le des sabiduría al doctor, para darme un diagnóstico acertado.  Mi confianza no está en él, sino en Ti.”
Y cuando tomes tu medicina, no solo tragues las pastillas.  En fe, di: “Señor, santifica esta medicina,”  entonces tómala.  Esto es porque algunas medicinas tienen efectos secundarios negativos.  Así que, cuando tú le pides a Dios que la santifique, Él bendice esa medicina.  ¡Y lo que va a suceder en ti, haciéndose más grande y poseyendo tu cuerpo hasta que esté totalmente extendida, es salud divina!
Amado, te ha sido dada una medida de fe.  Comienza a usarla, creyendo que es esta medida de tu fe es la que hará que tú tomes del inagotable poder de un Dios fiel y amoroso.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

Pensamiento Del Día

Tu medida de fe crece cuando tú la alimentas y la utilizas.


miércoles, 18 de mayo de 2016

Cuando Es Más Bendecido Recibir

… María ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada.
Lucas 10:42

Si Jesús viniera a tu casa, ¿qué harías?  ¿Le pedirías que se siente y comenzarías a servirle?  ¿O te sentarías con Él y comenzarías a tomar de Él?  ¿Le permitirías servirte y llenarte?
Jesús llegó a la casa de dos hermanas, Marta y María. (Lucas 10:38)  Marta vio Su cansancio.  Ella sabía que Jesús había estado caminando varias millas, haciendo el bien, sanando a los enfermos y satisfaciendo las necesidades de las personas.  Obviamente, Él debe estar cansado, pensó ella, así que lo vio como a alguien de quien tenía que hacerse cargo.
María, sin embargo, vio más allá del cansancio externo de Jesús, ella vio Su divinidad.  Vio que Él era alguien de quien ella necesitaba tomar.  Y al hacer esto, ella lo hizo sentir a Él como Dios —el Salvador que había venido para servirla y no para ser servido por ella. (Mateo 20:28)  ¡Jesús incluso la elogió por haber escogido la mejor parte!
Nuestras mentes humanas simplemente encuentran esto difícil de creer.  Algunas personas me dicen: “Pero Pastor Prince, la Biblia dice que es más bienaventurado dar que recibir.” (Hechos 20:35)  Y cuando se trata de los hombres, esto es verdad.  Pero cuando se trata de Dios, Él quiere dar.  De hecho, a menos que tú aprendas a recibir de Dios, no vas a tener nada para dar a las personas.
¿Cuál de las hermanas le dio a Jesús el banquete más dulce, que lo llenó?  ¡Marta, que estaba muy ocupada preparando comida para Él?  ¿O María, que se sentó sin moverse, y tomó profundamente de Él?  Fue María.  Ella hizo que Jesús tuviera esa sensación de Su gloria divina.  Ella permitió que Jesús fuera el dador, para ser Dios.
Al igual que Marta, nosotros siempre confundimos los roles.  De alguna manera pensamos que Dios necesita nuestro servicio, pero Él realmente quiere llenarnos primero.  Los oídos y el corazón de María eran más preciados para Jesús, que las manos y pies de Marta.
Nosotros utilizamos nuestros oídos y corazones para tomar de Jesús.  Usamos nuestras manos y pies para servirle a Él, y hay lugar para eso.  Pero nuestro sentido y apreciación de la llenura divina de Dios, es más preciada para Él que todo el servicio que podamos rendirle.  Y cuando tú tomas de Él, no puedes evitar convertirte en un gran dador y siervo.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

Pensamiento Del Día

A menos que aprendas cómo recibir de Dios, no vas a tener nada que dar a las personas.