recibe pequeños mensajes de gracia todos los días

domingo, 31 de mayo de 2020

‘¡Señor, Yo No Puedo, Pero Tú Puedes!’


Inspiración de Gracia
Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por Su Buena voluntad.  (Filipenses 2:13)
¿Alguna vez has tratado de romper un mal hábito por tu cuenta?  Probablemente descubriste que cuando trataste de detenerlo por pura fuerza de voluntad, viste una mejora por un tiempo y luego volviste al punto de partida.  Peor aún, te encontraste atrapado en eso que estabas tratando de no hacer.  ¡Y tu condición es peor que antes de comenzar tu programa “voy a renunciar”!
Los cambios fueron temporales porque eras tú quien los hacía.
Un miembro de la iglesia que era un fumador en cadena solía creer que con fuerza de voluntad podía dejar de fumar.  Él se decía a sí mismo: “¡Si está la voluntad, está la manera!”  Pero descubrió que con fuerza de voluntad, él solo podría dejar de fumar durante una semana o dos y luego sucumbiría nuevamente a la atracción de la nicotina.
Cuando entregó su vida a Dios y aprendió sobre la gracia de Dios, le dijo a Dios: “Me he dado cuenta de que no puedo dejar de fumar.  Yo no puedo, pero Tú puedes romper mi hábito, Señor.”  Y cada vez que encendía un cigarrillo decía: “Señor, estoy tratando de dejar de fumar, pero no puedo.  Estoy confiando en Ti.”  Incluso decía: “¡Yo aún soy justo por la sangre de Jesús!”
Bien, en ese mismo año, ¡todos sus deseos de fumar desaparecieron!  Cuando le preguntaron cómo había tenido éxito, él dijo: “¡Es Dios completamente, nada de mí!  Es todo por Su gracia.”  Este hombre perdió todo el deseo de fumar.  Esa es la verdadera transformación.
Cuando tú recibes la gracia de Dios para hacer por ti lo que tú no puedes hacer, vas a experimentar en tu interior un cambio que no requiere tu esfuerzo y que es permanente, el cual cambia tus acciones en el exterior.  La Biblia nos dice que Dios obra en nosotros para darnos tanto la voluntad como la capacidad para hacer lo que Él desea.  Es Dios quien elimina los viejos deseos y nos da nuevos.  ¡Y hasta nos da el poder para llevarlos a cabo!
Amado, mira hacia Su gracia para hacer lo que no puedes hacer.  Di: “Señor, yo no puedo, ¡pero Tú puedes!”  ¡Entonces, lo que experimentes no será una simple modificación del comportamiento, sino una transformación interna verdadera y duradera!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

sábado, 30 de mayo de 2020

Tú Eres Una Bendición Yendo A Algún Lugar Para Suceder


Inspiración de Gracia
Entonces verán todos los pueblos de la tierra que sobre ti es invocado el nombre del Señor; y te temerán.  (Deuteronomio 28:10)
Hoy, somos llamados por el nombre de Cristo —Cristianos.  Por lo tanto, la bendición de Deuteronomio 28:10, que dice: “Entonces verán todos los pueblos de la tierra que sobre ti es invocado el nombre del Señor,” ¡ya no es solo una promesa sino una realidad!
La segunda parte del versículo —“y te temerán” — también es verdad para ti.  Las personas van a respetarte.  Tu jefe te favorecerá e incluso tus competidores te apreciarán mucho.  ¡Ellos sabrán que hay algo especial en ti porque suceden cosas buenas cuando tú estás cerca!
Yo experimenté esta bendición cuando comencé a trabajar.  Trabajaba en una pequeña oficina del tercer piso que olía constantemente a pescado salado porque había un puesto de pescado salado en la planta baja.  Fue en esa pequeña y lúgubre oficina en donde me mantuve confesando que yo era bendecido por el Señor y en donde experimenté favor divino con mis clientes.  Mi jefe pudo ver que había algo diferente en mí.
El negocio de la compañía floreció y en poco tiempo, nos mudamos de esa pequeña oficina a un edificio que a mediados de los años ochenta se consideraba un centro de actividades de tecnología de la información.  Allí, ocupamos un par de oficinas y comenzamos a especializarnos en software y cursos.  ¡Pronto ocupamos todo el piso!  Así era lo mucho que Dios nos estaba prosperando.
Dios también me estaba bendiciendo tremendamente.  Yo estaba obteniendo un ingreso mensual muy bueno, disfrutando del favor de mi jefe y estaba en su círculo íntimo.  Unos años más tarde, decidí ingresar al ministerio a tiempo completo.  Cuando le di la noticia a mi jefe, él lloró.  Yo nunca supe cuánto significaba para él hasta entonces.  Fue solo entonces que me di cuenta de la bendición que por la gracia de Dios yo había sido para él.
Amado, debido a que tú también eres llamado por el nombre del Señor, donde quiera que vayas, tú eres una bendición.  Su bendición está en ti.  ¡Las personas alrededor de ti te mirarán y sabrán que tú eres una bendición yendo a algún lugar para suceder!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

viernes, 29 de mayo de 2020

Continúa En La Gracia De Dios

Inspiración de Gracia
… porque la letra mata, pero el Espíritu da vida.  (2 Corintios 3:6)
Para los judíos, la fiesta de Pentecostés es una celebración de la entrega de la ley de Dios.  Se lleva a cabo 50 días después de la fiesta de la Pascua.  Cuando Dios les dio a los israelitas los Diez Mandamientos en el Monte Sinaí, habían pasado 50 días luego de que ellos celebraron su primera Pascua y salieron de la esclavitud en Egipto.
¿Pero qué sucedió después de que Dios les dio la ley en el primer Pentecostés?  ¡Tres mil personas murieron! (Ver Éxodo 32:28)  Compara esto con otro Pentecostés en el Nuevo Testamento.  En el libro de los Hechos, dice que cuando Pentecostés llegó completamente, Dios no dio la ley sino al Espíritu Santo, ¿y qué pasó?  Tres mil personas fueron salvadas (ver Hechos 2:41), lo que demuestra que “la letra [la ley] mata, ¡pero el Espíritu da vida!”
La ley, que estaba “grabada con letras en piedras,” ministraba muerte.  Esta mató a 3,000 personas.  Es por eso que el apóstol Pablo la llama “el ministerio de muerte” y “el ministerio de condenación.” (2 Corintios 3:7–9)  Por otro lado, el Espíritu ministró  vida —3,000 personas fueron salvadas.
Amigo, cuando estás bajo la ley tratando de guardar los mandamientos de Dios para ser bendecido, esto te llevará a la muerte.  Habrá muerte en tu matrimonio, ministerio, salud, carrera... en tu vida.  Pero cuando tú dependes del Espíritu de gracia, éste te dirigirá a la vida.  Verás rompimientos y milagros (ver Gálatas 3:5), y manifestarás el fruto del Espíritu.
Entonces, si quieres ser bendecido, asegúrate de estar en el monte correcto.  Verás, la ley fue dada en el Monte Sinaí, pero el Espíritu en el Monte Sión.  Es por eso que la Biblia dice que “porque no os habéis acercado a un monte que se puede tocar [Sinaí], ni a fuego ardiente, ni a tinieblas, ni a oscuridad, ni a torbellino… en cambio, os habéis acercado al monte Sión y a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles.” (Hebreos 12:18, 22)  ¡El Señor te bendice desde Sión (ver Salmo 128:5), y no desde el Sinaí!
Amado, por gracia tú has sido salvo por medio de la fe. (Ver Efesios 2:8)  Ahora, continúa en el Espíritu de gracia.  ¡Permanece en el monte correcto y Él continuará proveyendo milagros en tu vida!
Viendo a través de los ojos de la fe, 
Joseph Prince

jueves, 28 de mayo de 2020

Jesús Siempre Tiene Tiempo Para Ti

Inspiración de Gracia
“Yo Soy el Alfa y la Omega –dice el Señor Dios– el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.”  (Apocalipsis 1:8)
¿Alguna vez has estado demasiado ocupado para hacer algo y luego descubres que es demasiado tarde cuando finalmente puedes empezar a hacerlo?  Como seres humanos, nosotros vivimos nuestras vidas limitadas por el tiempo.  Pero Jesús, el que creó el tiempo, no está sujeto al tiempo.  ¡Él siempre tiene tiempo para cada uno de nosotros!
Incluso en Su ministerio terrenal, en Su forma limitada como Hombre, Él siempre tuvo tiempo para ministrar a las personas.  Considera un día típico en Su ministerio: Cuando un hombre severamente poseído por demonios gritó desde las tumbas de una región distante, Él tuvo tiempo para navegar desde Galilea hasta el país de los gadarenos para salvar a ese atormentado hombre solitario.  En camino hacia allá, Él tuvo tiempo para responder a los gritos de Sus discípulos cuando una fuerte tormenta surgió.  Él se despertó de Su bien merecido sueño y calmó la tormenta para ellos.
Después de salvar al hombre endemoniado y regresar a Galilea, otro hombre, Jairo, acudió a Él en busca de ayuda.  La hija de 12 años de Jairo se estaba muriendo y él le rogó a Jesús que fuera a su casa para sanarla.  Jesús estuvo de acuerdo en hacerlo —Él tuvo tiempo.  Pero en camino hacia allá, una mujer con un flujo de sangre desde hacía 12 años, tocó secretamente el borde de Su manto y recibió su sanidad.  Aunque la hija de Jairo estaba agonizando, Jesús tuvo tiempo para buscar a quién lo había tocado, para poder ministrar a esa persona.
Mientras Jesús estaba ministrando a la mujer, Él recibió la noticia de la muerte de la hija de Jairo.  Ahora, en lo natural, Jesús estaba “demasiado tarde.”  Sin embargo, Él no consideró una pérdida de tiempo animar a Jairo: “No temas; cree solamente, y ella será sanada.” (Lucas 8:49–50)  Él no estaba preocupado, ni apurado.  Él se tomó el tiempo para ir a la casa de Jairo y levantó a la pequeña damisela de entre los muertos.
Amigo, este mismo Jesús amoroso siempre tiene tiempo para ti, Su amado.  Él escucha tu llanto, se preocupa por las pequeñas y grandes cosas que te preocupan, y vendrá y te salvará.  Incluso cuando Él está “ocupado”, Él tiene tiempo para detenerse y ministrarte.  Incluso cuando parezca “demasiado tarde,” ¡Él aún se verá que tú recibas tu milagro!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 27 de mayo de 2020

Dios Recuerda Lo Que Tú Dices En Fe

Inspiración de Gracia
Así será Mi palabra que sale de Mi boca, no volverá a Mí vacía sin haber realizado lo que deseo, y logrado el propósito para el cual la envié.  (Isaías 55:11)
Hace algunos años, yo tenía una afección de la piel que se negaba a sanar.  Le hablé a Dios acerca de ello y comencé a tomar la Santa Cena creyendo y confesando que por las llagas de Jesús yo había sido sanado.  No pasó nada, o eso parecía.
Pero el Señor no se olvidó de mi afección de la piel.  Un día, Él me impulsó a que revisara mi cuerpo para ver si esa afección todavía estaba allí.  ¡Lo hice y me di cuenta de que había desaparecido!  Dios no había olvidado la Palabra que yo había confesado en fe.
Una pareja de los Estados Unidos que me ha estado escuchando predicar acerca de la gracia de Dios comenzó a captar la revelación del amor de Dios por ellos.  Ellos empezaron a confesar su justicia en Cristo, a meditar en las escrituras de provisión y a declarar que estaban libres de deudas a través de la obra terminada de Jesús.  No mucho tiempo después, la esposa llamó a la compañía hipotecaria para hacer un pago a las dos hipotecas que tenían sobre su casa.  Aún les quedaba un total aproximado de US$80,000 por pagar.  Para su total sorpresa y deleite, le dijeron que ambas cuentas tenían un saldo de cero.  ¡La compañía había perdonado ambos préstamos hipotecarios!  De hecho, Dios no olvidó la Palabra que esta pareja había hablado en fe.
Quizás tú compartiste la Palabra de Dios con un amigo en problemas hace algunos años.  Te encuentras con él un día y él te dice: “¿Recuerdas ese día?  ¡Tú dijiste algo que transformó mi vida!”  Tu mente se queda en blanco porque has olvidado lo que dijiste.  Pero Dios no lo olvidó.  Él recordó lo que tú dijiste ese día en fe.
Verás, si las palabras que tú confiesas en fe sobre ti mismo o sobre tus seres queridos son las propias palabras de Dios, Él dice: “Así será Mi palabra que sale de Mi boca; no volverá a Mi vacía sin haber realizado lo que deseo, y logrado el propósito para el cual la envié.”  Debido a que lo que se te ha prometido es la Palabra de Dios, tú vas a ver la manifestación de Su promesa.  ¡Él ciertamente velará para que Su Palabra se cumpla!  (Ver Números 23:19)
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

martes, 26 de mayo de 2020

Siendo Llenos De Toda La Plenitud De Dios


Inspiración de Gracia
Y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que seáis llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios.  (Efesios 3:19)
A todos nos gustaría experimentar más salud, abundancia y éxito en nuestras vidas. Dios, siendo Dios, tiene todas estas cosas, ¿no estás de acuerdo?  Entonces estar lleno de Dios es estar lleno de salud, abundancia y éxito.  Pero, ¿cómo se llena uno de Dios?
En el pasado, me dijeron que para estar “lleno hasta la medida de toda la plenitud de Dios,” ¡yo tenía que ayunar cierto número de días, orar cierto número de horas y hablar en lenguas incesantemente!  Y no estoy menospreciando el ayuno, la oración y el hablar en lenguas, pero estar lleno de toda la plenitud de Dios no se trata de lo que tú haces.  Ni siquiera se trata de tu amor por Cristo.  ¡En realidad se trata de conocer el amor de Cristo!  Nadie nunca me dijo que si yo sabía cuánto Dios me ama y me enfocaba en Su amor por mí, estaría lleno de Él.
Cuando Dios te hizo, Él te diseñó para que corras a un nivel óptimo cuando estás lleno de Su amor, como un automóvil que corre a su máximo nivel cuando está lleno con el tipo correcto de gasolina.  Cuando te des cuenta de cuánto te ama Dios y te alimentes de Su amor por ti, estarás sobrenaturalmente lleno de la plenitud de Dios.
Y estar lleno de Dios es estar lleno de todo lo que Dios es para ti y tiene para ti.  Estar lleno de Dios es venir a un lugar de vida, salud, paz, abundancia —bienestar total.
Además, cuando tú eres consciente de cuánto te ama Dios y estás lleno de la plenitud de Dios, lo que sigue es el siguiente versículo —Dios haciendo mucho más abundantemente de lo que pides o piensas, según el poder que obra en ti.  (Ver Efesios 3:20)  ¡Tú vas a experimentar las tremendas bendiciones de Dios explotando en tu vida!  ¡Te convertirás en un imán de bendiciones!
¡Así que, como amado de Dios, continúa nutriéndote de Su amor por ti y experimenta más salud, abundancia y éxito en su vida!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 25 de mayo de 2020

¡Déjalo Ir!

Inspiración de Gracia
… no te enviaré ninguna de las enfermedades que envié sobre los egipcios; porque Yo, el Señor, Soy tu sanador.  (Éxodo 15:26)
Después de cruzar el Mar Rojo, los hijos de Israel llegaron a un lugar llamado Mara.  Las aguas allí eran amargas.  Es por eso que el lugar se llamaba Mara, que significa “amargo.”  Los israelitas no podían beber esa agua, así que el Señor hizo que las aguas amargas se convirtieran en aguas dulces. (Ver Éxodo 15:23–25)  Luego, Él trajo a colación el tema de las enfermedades de Egipto y, por primera vez, Él se reveló a Su pueblo como “Yo, el Señor, Soy tu sanador.”
¿Por qué el Señor mencionó repentinamente las enfermedades del mundo (Egipto representa al mundo en la Biblia), en un lugar llamado “amargo”?  ¿Qué tienen que ver las enfermedades con las aguas amargas?  ¡Yo creo que es porque Él quiere que Su pueblo sepa que una de las principales causas de enfermedades en sus cuerpos es albergar amargura y resentimiento!
Hace algunos años, una señora compartió conmigo acerca de su hermana que había muerto de cáncer a una edad temprana.  Ella dijo: “Pastor Prince, varios años antes de fallecer, ella pasó por un divorcio muy amargo.  Estaba muy amargada con su ex marido.”  Luego, ella me preguntó: “¿Existe alguna relación entre su amargura y el cáncer?”
He estudiado el tema de sanidades durante muchos años.  He leído muchos libros.  He escuchado muchos sermones y me he sentado bajo la cobertura de muchos ministerios de sanidades.  Y todos dicen lo mismo: Si tú tienes falta de perdón en tu corazón durante el tiempo suficiente, esa falta de perdón algunas veces puede traducirse en una enfermedad en tu cuerpo.
Entonces, si has estado amargado por algo o por alguien, ¡es hora de dejarlo ir!  Tu salud, tu alegría y tu vida son más importantes.  Si tú ya estás enfermo y sabes que la amargura tiene algo que ver con eso, ¡déjala ir!  Mira a Jesús como tu sanador.  Él está de pie en tu lugar de amargura hoy y te está diciendo: “Hijo Mío, Hija Mía, Yo puedo hacer que tus aguas amargas se conviertan en aguas dulces.  Yo Soy el Señor que te sana.”
¡Amigo, déjalo ir y permite que Jesús sane no solo tus enfermedades, sino tu corazón roto también!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

domingo, 24 de mayo de 2020

Jesús Llevó La Corona De Espinas Por Ti


Inspiración de Gracia
Y los soldados tejieron una corona de espinas, la pusieron sobre Su cabeza…  (Juan 19:2)
Si el trabajo duro es la fórmula para la prosperidad, entonces todos los que trabajan duramente deberían ser prósperos.  Pero este ciertamente no es el caso.  ¡Muchas personas que trabajan muy duro aún están en escasez!
Yo no estoy abogando por la pereza.  Lo que estoy diciendo es que trabajar duro, con el sudor de tu frente, no es la manera en que la provisión de Dios viene.  De hecho, si tú tienes que trabajar horas extras todo el tiempo y estás estresado, tú probablemente estás operando bajo la maldición.
¿Qué maldición es esa?  Es esta maldición: “Con el sudor de tu rostro comerás el pan.” (Génesis 3:19).  Y se refiere al estrés, la lucha y las ansiedades que conlleva trabajar duro y aun así, producir poco.  Ahora, el trabajo en sí no es una maldición ya que Dios le dio a Adán trabajo antes de la caída —Adán debía cuidar el jardín del Edén.  Fue solo después de que él pecó que la tierra fue maldecida y produjo espinas, y el hombre tuvo que trabajar duro para comer de ella. (Ver Génesis 3:17-18)
Pero alabado sea Dios, Jesús usó las espinas en Su cabeza para mostrarte que Él llevó esta maldición por ti y te redimió de ella.   Él llevó la corona de espinas para que tú puedas trabajar sin estrés y aun así, alcanzar los resultados.  Tú no tiene que estar preocupado y estresado día y noche como la gente del mundo solo para salir adelante en la vida.  Tu Padre celestial puede llevarte allí sin las preocupaciones y el estrés. (Ver Mateo 6:31–33)
Amado, cada maldición que se suponía que caería sobre tu cabeza cayó sobre la cabeza de Jesús, tipificada por la corona de espinas.   Él llevó la corona de espinas por ti, para que tú puedas tener paz mental.  ¡Él llevó la corona de espinas por ti y tomó tu maldición, para que tú puedas usar la corona de gloria y tomar Su justicia, y todos los beneficios de esa justicia!
Hoy, no trabajes ni luches como la gente del mundo.  En cambio, ¡espera ver las bendiciones de Dios venir a tu vida sin sangre, sudor y lágrimas, porque Jesús llevó la corona de espinas por ti!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

sábado, 23 de mayo de 2020

¡El Doble Por Tu Problema!

Inspiración de Gracia
Volved a la fortaleza, oh cautivos de la esperanza; hoy mismo anuncio que el doble te restituiré.  (Zacarías 9:12)
Estoy seguro de que has escuchado la expresión: “Cuando la vida te arroje limones, ¡haz limonada!”  Bueno, yo quiero que sepas que cuando el diablo te arroje limones, ¡Dios mismo hará limonada para ti!  Después de todo, la Biblia dice que Dios opera todas las cosas juntas para tu bien. (Ver Romanos 8:28)
Y Él lo hace con estilo —¡Él te restituye el doble por tus problemas!  Amado, si tu perdiste a tu esposa o esposo a causa de un divorcio, o a un hijo preciado a causa de su muerte, Dios puede devolverte el doble, para que tú termines teniendo más que antes, si no en cantidad, ¡entonces en calidad!
Considera a Job en el Antiguo Testamento.  Cuando él perdió todo, su esposa le dijo que maldijera a Dios y se muriera.  Él se negó y en cambio, respondió a Dios con fe, y “el Señor aumentó al doble todo lo que Job había poseído.” (Job 42:10)
Cuando David perdió al hijo que tuvo con Betsabé, él dejó de suplicar y comenzó a adorar a Dios porque confiaba en las misericordias de Dios.  Más tarde, Dios bendijo a David y Betsabé con otro hijo llamado Salomón, quien se convirtió en el rey más sabio y rico que el mundo haya conocido.
Hoy, Dios promete restituirte el doble por tus problemas —“Hoy mismo anuncio que el doble te restituiré.”  ¡Si Él lo declaró, Él lo hará!  Por lo tanto, tú no puedes dejar de tener la esperanza de que las cosas serán aún mejores que antes.  Es por eso que en el mismo versículo, Él te llama “prisionero de esperanza.”  Amigo, la esperanza en el sentido bíblico significa una expectativa segura de que sucedan cosas buenas en tu vida. ¡Y tú eres un prisionero de eso!  Tú no puedes evitar despertarte sintiéndote esperanzado.  ¡Tú no puedes evitar esperar que te sucedan cosas buenas!
Entonces, cuando lleguen los problemas de parte del diablo, no te rindas y digas: “¡No hay esperanza!”  No te preocupes ni te enfades.  Adora a Dios como lo hizo David y mira ese problema como una oportunidad para que Dios te bendiga con más de lo que originalmente tenías.  Y como Dios lo ha declarado, ¡ten la confianza de que obtendrás el doble por tus problemas!
Viendo a través de los ojos de la fe, 
Joseph Prince

viernes, 22 de mayo de 2020

Dios Ciertamente Te Mostrará Bondad


Inspiración de Gracia
David le dijo: “No temas, porque ciertamente te mostraré bondad por amor a tu padre Jonatán, y te devolveré toda la tierra de tu abuelo Saúl; y tú comerás siempre a mi mesa.”  (2 Samuel 9:7)
Cuando la gente en el palacio escuchó que el rey Saúl y su hijo Jonathan habían muerto en la batalla, entraron en pánico.  Temerosos de que David viniera a tomar el trono y a matar a todos los hijos y nietos de Saúl, ellos corrieron por sus vidas.  Una enfermera tomó a Mefiboset, el hijo de Jonatán, y corrió.  Pero mientras ella huía, el niño de cinco años se cayó y quedó cojo de ambos pies. (Ver 2 Samuel 4:4)
El pobre muchacho no habría quedado lisiado si ellos hubieran sabido que David realmente amaba a Jonatán y a Saúl, y que iba a cuidar al hijo de Jonatán porque él  había hecho un pacto con Jonatán. (Ver 1 Samuel 18:3)
En esta historia, el rey Saúl representa a la raza humana.  Él es como Adán que pecó contra Dios y perdió todo lo que Dios le dio al hombre.  Él tenía la posición, pero debido al pecado ya no tenía el poder.  Jonatán, que vino después de Saúl, representa a Jesús, quien vino como humano.  Jonatán no era como Saúl —él era bueno, así como Jesús no es como Adán— Jesús es el hombre perfecto.  David representa a Dios.  Así que el pacto de Jonatán con David habla del pacto de Jesús con Dios.  Mefiboset representa a los creyentes de hoy que están de alguna manera “cojos” —enfermos, deprimidos, temerosos, pobres, etc.
Ahora, Mefiboset se quedó cojo debido a las malas noticias que estaban basadas en una mentira.  Muchos creyentes de hoy sufren innecesariamente porque creen cosas equivocadas acerca de Dios.  Piensan: “¡Mi pecado me ha descubierto!  ¡Ahí viene Dios detrás de mí!
Bueno, yo tengo buenas noticias para todos los Mefibosets: ¡David no te persigue por tu vida!  Cuando David buscó a Mefiboset, fue para mostrarle bondad, para cuidarlo y para restaurarle la tierra que había pertenecido a Saúl, su abuelo.
De la misma manera, Dios no anda fuera para atraparte.  Él conoce todo sobre tus pecados y aun así te ama.  Es por eso que Él envió a Jesús como pago por tus pecados.  Y debido al pacto de Jesús con Él, Él te dice: “No tengas miedo, Yo ciertamente te mostraré bondad.  ¡Te devolveré todo y tú comerás siempre a Mi mesa!”
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

jueves, 21 de mayo de 2020

¿Qué Es Más Fácil Decir?


Inspiración de Gracia
Y cuando estabais muertos en vuestros delitos y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con Él, habiéndonos perdonado todos los delitos.  (Colosenses 2:13)
Permíteme hacerte una pregunta que Jesús le hizo a los fariseos: “¿Qué es más fácil decir [al paralítico]: «Tus pecados te son perdonados», o decir: «Levántate y anda»?” (Lucas 5:23)
En el contexto de ministrar a un paralítico, decir “Tus pecados te son perdonados” probablemente sea más fácil.  ¿Por qué?  Porque tú no necesitas una manifestación exterior para probar que tus pecados están perdonados.  Pero cuando tú le dices: “Levántate y anda,” él debe levantarse y caminar, ¡o tú te verás muy tonto!  Eso hace que decir: “Tus pecados te son perdonados” sea más fácil que decir que “Levántate y anda.”
La verdad es que lo que aparentemente es más difícil para el hombre en lo natural, no lo es para Dios.  Con Dios, la sanidad física es claramente “más fácil” para Él que el perdón de los pecados.  Este último es el milagro “más difícil” y mayor porque requería que Dios entregara a Su amado Hijo para que asumiera todos nuestros pecados y derramara Su sangre en la cruz.
Sin embargo, cuando nos enfrentamos a un ser querido que padece cáncer, o cuando nos enfrentamos a deudas crecientes después de estar desempleados durante mucho tiempo, parece que encontramos más difícil creer y decir que Dios ya nos ha dado los rompimientos que necesitamos, en lugar de creer y decir que nuestros pecados están perdonados.  Decir que nuestros pecados están perdonados parece más fácil que decir que Dios ya nos ha dado la sanidad física milagrosamente, el rompimiento financiero sobrenatural o favor divino en nuestra próxima entrevista de trabajo.
Pero como Dios ha hecho el milagro “más difícil” y mayor de “haberte perdonado todas tus transgresiones,” ¡no hay nada que Él no haga por ti! (Ver Romanos 8:32)  De hecho, si crees que hay algo que Dios está reteniendo de ti, ¡estás implicando que hay algo que es más grande que el perdón de los pecados que Jesús murió para darte!  Pero nada puede ser más grande que el sacrificio perfecto de Jesús.
Así que, escucha al Señor diciéndole hoy: “Tus pecados te han sido perdonados.  Tú tienes aceptación perfecta ante Dios.  ¡Levántate y sana!  ¡Levántate y camina en salud, sabiduría, favor, protección y plenitud!”
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 20 de mayo de 2020

Se Consciente De Tu Posición En Cristo


Inspiración de Gracia
Yo Soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de Mí nada podéis hacer.  (Juan 15:5)
En este versículo, Jesús dice: “Yo Soy la vid, ustedes son las ramas.”  No dijo: “Yo Soy la vid, ustedes traten de ser las ramas.”  En otras palabras, Él quiere que nos demos cuenta de que nosotros ya somos las ramas.  Nosotros no tenemos que luchar por convertirnos en las ramas.
Como Sus ramas, nosotros solo tenemos que perseverar o permanecer en Cristo, nuestra vid.  ¿Cómo hacemos eso?  Hacemos eso simplemente siendo conscientes todos los días de nuestra posición en Cristo.  Debido a que hemos recibido a Cristo, nosotros estamos en Cristo y somos aceptados en el Amado (ver 2 Corintios 5:17, Efesios 1:6), Dios nos acepta porque nosotros estamos en el Amado y Él está en nosotros.  Y así es como Dios nos ve hoy cuando venimos a Su presencia.
Entonces lo que el diablo quiere hacer es que tú te enfoques en tu condición, en vez de en tu posición en Cristo.  La condición que tú enfrentas puede ser escasez financiera o deterioro de tu salud.  El diablo quiere que tú te concentres en tu condición y olvides tu posición —que eres la justicia de Dios en Cristo y que estás sentado con Él en lugares celestiales a la diestra del Padre (ver 2 Corintios 5:21, Efesios 2:6).  Él quiere que tú olvides que eres heredero de Dios y coheredero juntamente con Cristo. (Ver Romanos 8:17)
El diablo sabe que una vez que tú te enfocas en tu posición en Cristo, esto te dará el poder de cambiar tu condición y tus circunstancias.  Juan 15:5 dice que tú “darás mucho fruto.”  Esto significa que cuando tú oras en contra de cualquier escasez, la abundante provisión va a fluir.  Cuando ores por sanidad, la enfermedad se va a ir.
Amigo, ninguna de estas cosas puede suceder por tu propia voluntad, sino por Su vida que fluye a través de ti.  Así como la savia que fluye a través de las ramas de una enredadera hará que éstas den fruto, Su vida que fluye a través de ti, producirá una abundante cosecha de provisión, sanidades y milagros.  ¡Tú solo necesitas permanecer consciente de quién eres tú en Cristo!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

martes, 19 de mayo de 2020

Movido Por El Espíritu, No Por La Miel Humana


Inspiración de Gracia
»Ninguna ofrenda de cereal que ofrezcáis al Señor será hecha con levadura, porque no quemaréis ninguna levadura ni ninguna miel como ofrenda encendida para el Señor.  (Levítico 2:11)
Imagina ir caminando y pasar junto al hijo pródigo sentado en el corral de los cerdos. (Ver Lucas 15:11–24)  Te detienes a verlo y ves que está salivando por la comida de los cerdos.  Creyendo que es bueno mostrarle amabilidad, le das dinero para que se compre comida.
Esa es la bondad humana que dice: “Yo soy cristiano.  Debería ser amable, bueno y perdonador.”  Tal dulzura o amabilidad humana puede compararse con la miel.  Curiosamente, mientras nosotros lo consideramos valioso, Dios le dice a Su pueblo que no le traigan una ofrenda de granos con miel en ella.
La ofrenda de granos habla de la vida de Jesús en la tierra.  No mezclar miel a la ofrenda de granos habla de cómo la compasión y la bondad que vemos en Jesús durante Su ministerio terrenal eran divinas.  No había “miel” de bondad humana, que inevitablemente está contaminada con la debilidad humana.
En retrospectiva, lo peor que uno podría haber hecho por el hijo pródigo era darle dinero cuando él estaba en el corral de cerdos.  Él no solo no se habría ido a casa, sino que lo que el Señor estaba haciendo en su corazón también se habría echado a perder.  Esto es lo que sucede cuando nos dejamos llevar por la bondad de nuestros corazones humanos en lugar de la bondad de Dios en nuestros corazones, que está dirigida por Su amor, sabiduría y tiempo perfecto.
Amigo, Dios no quiere que seas movido por lo que ves, sino por Su Espíritu.  Había mucha gente necesitada rodeando a Jesús durante Su tiempo en la tierra.  Pero Él no sanó a todas las personas enfermas a Su alrededor, ni alimentó cada estómago hambriento por donde pasó, ni resucitó a todos los que estaban muertos.  Isaías 11:2–3 nos dice que el Señor no fue movido por lo que Él vio o escuchó.  Él fue movido solo por el Espíritu.
Tú también tienes el Espíritu en ti. (Ver 1 Corintios 3:16)  Se movido por Él.  Sigue la paz que Él pone dentro de tu espíritu para hacer o abstenerte de hacer algo.  Esa paz es la paz de Dios.  ¡Actuar sobre esa paz hará que Dios sea exaltado, y que Su divina bondad y amabilidad sean realmente una bendición para ti y los demás!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 18 de mayo de 2020

Agradecer Es Tu Camino A Mayores Bendiciones


Inspiración de Gracia
Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, se volvió glorificando a Dios en alta voz.  (Lucas 17:15)
Las personas que tienen un corazón agradecido siempre están alabando a Dios.  A menudo los escuchas decir: “¡Dios es bueno!”  Ellos saben que Dios es la razón de cada bendición que ellos reciben.
Pero hay quienes buscan a Dios por las bendiciones y cuando son bendecidos, ellos simplemente siguen su camino alegres.  Sus corazones están cautivados por las bendiciones en lugar de por Aquel que los ha bendecido.
Jesús tuvo un encuentro con ambos tipos de personas un día cuando un entró en un pueblo.  Diez leprosos le gritaron: “¡Jesús, Maestro! ¡Ten misericordia de nosotros!” (Lucas 17:13)  Ahora, cuando tú clamas a Jesús por misericordia, Él siempre te escucha.  En otra ocasión, cuando dos ciegos le gritaron: “¡Hijo de David, ten misericordia de nosotros!”  Él se tomó el tiempo para darles sus milagros. (Ver Mateo 9:27–30)
Entonces, estos diez leprosos clamaron a Él por misericordia.  Él se detuvo, los vio y les dijo: “Id y mostraos a los sacerdotes.”  Y “sucedió que mientras iban, quedaron limpios.” (Lucas 17:14)  Pero solo uno de ellos regresó y cayó a los pies de Jesús, dándole gracias.  Fíjate en las muy tristes palabras de Jesús que siguieron: “¿No fueron diez los que quedaron limpios? Y los otros nueve, ¿dónde están?” (Lucas 17:17)
Los otros nueve obviamente sabían que era Jesús quien los había limpiado.  Sin embargo, ellos no se molestaron en regresar y agradecerle.  Amigo, que se diga de ti que cuando las bendiciones llegan, tú recuerdas darle a Dios alabanza, gloria y honor, y reconoces que Él es la fuente de todas las bendiciones en tu vida.
¿Sabías que cuando el hombre regresó para agradecer a Jesús, él recibió la bendición adicional de volverse perfecto?  Jesús le dijo: “Levántate y vete; tu fe te ha sanado.” (Lucas 17:19)  Él no solo fue limpiado de la lepra, ¡Él recuperó los dedos de sus manos y pies que había perdido!
Amigo, cuando tu corazón está agradecido con Dios, ¡tú te posicionas a ti mismo para recibir bendiciones aún mayores!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince