Inspiración de Gracia
… así como has creído, te sea hecho… (Mateo 8:13)
Es posible que hayas escuchado a algunas
personas decir: “¿Cómo puedo creer si no lo veo? Si tan solo pudiera verlo o sentirlo, ¡podría creer
que algo está sucediendo!”
La mujer con el
problema del flujo de sangre que vino a Jesús podría haber sentido lo mismo. Durante 12 largos años, había pasado de un
médico a otro, probando todas las curaciones imaginables que podían ofrecerle. Ella no solo empeoró, sino que terminó
perdiendo todo su dinero con esos médicos y sus “curas.”
Entonces, algo le
sucedió cuando ella “oyó hablar de Jesús.”
(Marcos 5:27) Ella comenzó a creer que Él podía curarla y que la
curaría, hasta el punto en que ella dijo: “Si
tan solo toco Sus ropas, sanaré.” (Marcos 5:28) Actuando
según lo que creía, ella se dirigió a Jesús y tocó Su manto. Al
instante la fuente de su sangre se secó, y sintió en su cuerpo que estaba
curada de su aflicción. Jesús, su
verdadero médico, también la declaró sanada.
Amado, Dios quiere que sepas que cuando tú le
creas, vas a ver tu milagro. Lo que estás creyendo que Él puede hacer,
lo vas a recibir. Cuando una miembro
de nuestra iglesia perdió su billetera en una piscina, ella oró junto con su
esposo, declarando que estaban creyendo que Dios le restituiría lo que había
perdido. Un día después, no en la
piscina, sino a sus pies en el auto, ¡ella encontró su billetera! Ella
simplemente estaba creyendo que Dios restituiría lo que perdió y vio la restitución.
En otro caso, una
mujer que tenía cáncer de piel usaba mangas largas todo el tiempo para ocultar
su condición a los demás. Durante uno de
los campamentos de nuestra iglesia, ella pasó al frente por oración, creyendo
en Dios por su sanidad. Después de que
uno de nuestros pastores, el pastor Henry, orara por ella, ella regresó a su
habitación, se arremangó la ropa, ¡y vio que todas las cicatrices cancerosas en
sus brazos habían desaparecido! Más
tarde, su médico confirmó que ella había sido sanada de cáncer de piel. Ella le
creyó a Dios por sanidad y la vio.
El mundo dice: “A
menos que pueda verlo o sentirlo, no voy a creerlo.” Pero Dios
dice: “Si tú lo crees, lo vas a sentir. De hecho, si tú lo crees, ¡lo vas a ver!”
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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