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viernes, 29 de mayo de 2020

Continúa En La Gracia De Dios

Inspiración de Gracia
… porque la letra mata, pero el Espíritu da vida.  (2 Corintios 3:6)
Para los judíos, la fiesta de Pentecostés es una celebración de la entrega de la ley de Dios.  Se lleva a cabo 50 días después de la fiesta de la Pascua.  Cuando Dios les dio a los israelitas los Diez Mandamientos en el Monte Sinaí, habían pasado 50 días luego de que ellos celebraron su primera Pascua y salieron de la esclavitud en Egipto.
¿Pero qué sucedió después de que Dios les dio la ley en el primer Pentecostés?  ¡Tres mil personas murieron! (Ver Éxodo 32:28)  Compara esto con otro Pentecostés en el Nuevo Testamento.  En el libro de los Hechos, dice que cuando Pentecostés llegó completamente, Dios no dio la ley sino al Espíritu Santo, ¿y qué pasó?  Tres mil personas fueron salvadas (ver Hechos 2:41), lo que demuestra que “la letra [la ley] mata, ¡pero el Espíritu da vida!”
La ley, que estaba “grabada con letras en piedras,” ministraba muerte.  Esta mató a 3,000 personas.  Es por eso que el apóstol Pablo la llama “el ministerio de muerte” y “el ministerio de condenación.” (2 Corintios 3:7–9)  Por otro lado, el Espíritu ministró  vida —3,000 personas fueron salvadas.
Amigo, cuando estás bajo la ley tratando de guardar los mandamientos de Dios para ser bendecido, esto te llevará a la muerte.  Habrá muerte en tu matrimonio, ministerio, salud, carrera... en tu vida.  Pero cuando tú dependes del Espíritu de gracia, éste te dirigirá a la vida.  Verás rompimientos y milagros (ver Gálatas 3:5), y manifestarás el fruto del Espíritu.
Entonces, si quieres ser bendecido, asegúrate de estar en el monte correcto.  Verás, la ley fue dada en el Monte Sinaí, pero el Espíritu en el Monte Sión.  Es por eso que la Biblia dice que “porque no os habéis acercado a un monte que se puede tocar [Sinaí], ni a fuego ardiente, ni a tinieblas, ni a oscuridad, ni a torbellino… en cambio, os habéis acercado al monte Sión y a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles.” (Hebreos 12:18, 22)  ¡El Señor te bendice desde Sión (ver Salmo 128:5), y no desde el Sinaí!
Amado, por gracia tú has sido salvo por medio de la fe. (Ver Efesios 2:8)  Ahora, continúa en el Espíritu de gracia.  ¡Permanece en el monte correcto y Él continuará proveyendo milagros en tu vida!
Viendo a través de los ojos de la fe, 
Joseph Prince

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