Inspiración de Gracia
… porque la letra mata, pero el Espíritu da vida. (2 Corintios 3:6)
Para los judíos, la fiesta de Pentecostés es
una celebración de la entrega de la ley de Dios. Se lleva a cabo 50 días después de la fiesta
de la Pascua. Cuando Dios les dio a los
israelitas los Diez Mandamientos en el Monte Sinaí, habían pasado 50 días luego
de que ellos celebraron su primera Pascua y salieron de la esclavitud en
Egipto.
¿Pero qué sucedió
después de que Dios les dio la ley en el primer Pentecostés? ¡Tres mil personas murieron! (Ver Éxodo 32:28) Compara esto con otro Pentecostés en el Nuevo
Testamento. En el libro de los Hechos,
dice que cuando Pentecostés llegó completamente, Dios no dio la ley sino al
Espíritu Santo, ¿y qué pasó? Tres mil
personas fueron salvadas (ver Hechos
2:41), lo que demuestra que “la letra [la
ley] mata, ¡pero el Espíritu da vida!”
La ley, que estaba “grabada con letras en piedras,”
ministraba muerte. Esta mató a 3,000
personas. Es por eso que el apóstol
Pablo la llama “el ministerio de muerte”
y “el ministerio de condenación.” (2
Corintios 3:7–9) Por otro lado, el
Espíritu ministró vida —3,000 personas
fueron salvadas.
Amigo, cuando estás
bajo la ley tratando de guardar los mandamientos de Dios para ser bendecido, esto
te llevará a la muerte. Habrá muerte en
tu matrimonio, ministerio, salud, carrera... en tu vida. Pero
cuando tú dependes del Espíritu de gracia, éste te dirigirá a la vida. Verás rompimientos y milagros (ver Gálatas
3:5), y manifestarás el fruto del
Espíritu.
Entonces, si quieres ser bendecido, asegúrate
de estar en el monte correcto. Verás, la ley fue dada en
el Monte Sinaí, pero el Espíritu en el Monte Sión. Es por eso que la Biblia dice que “porque no os habéis acercado a un monte que
se puede tocar [Sinaí], ni a fuego ardiente, ni a tinieblas, ni a oscuridad, ni
a torbellino… en cambio, os habéis acercado al monte Sión y a la ciudad del
Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles.” (Hebreos
12:18, 22) ¡El Señor te bendice desde Sión
(ver Salmo 128:5), y no desde el Sinaí!
Amado, por gracia tú has sido salvo por medio
de la fe. (Ver Efesios 2:8) Ahora, continúa en el Espíritu de gracia. ¡Permanece en el monte correcto y Él
continuará proveyendo milagros en tu vida!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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