recibe pequeños mensajes de gracia todos los días

martes, 30 de abril de 2019

Párate Sobre Las Promesas De Dios


Medita En
Su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de Aquel que nos llamó por Su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha concedido Sus preciosas y maravillosas promesas, a fin de que por ellas lleguéis a ser partícipes de la naturaleza divina.  (2 Pedro 1:3–4)
El diablo es conocido como ”el acusador de nuestros hermanos”. (Apoc. 12:10)  Él siempre tratará de mantenerte ocupado en ti mismo y con temores.  ¡Dios te quiere ocupado en Cristo y en la fe!  Puede ser que tengas un amigo de tu misma edad que quizás murió repentinamente a causa de una enfermedad, a pesar de que parecía más saludable que tú.  El diablo tratará de plantar temores en tu corazón, como que eres el próximo.  
Pero tú sabes ya qué hacer.  Toma tu escudo de la fe y declara: “Escrito está: —‘Aunque caigan mil a tu lado y diez mil a tu diestra, a ti no se acercará’.”  Sea lo que sea eso que causa temor porque está haciendo caer a muchos —cáncer, enfermedad, accidentes, ataques terroristas— ¡a ti no se acercará!  Cuando abordes un avión, ese avión no tendrá más remedio que aterrizar de manera segura porque TÚ estás a bordo, ¡Amén!
Amado, el Señor Jesús sacrificó Su vida en la cruz para que tú puedas pararte sobre Sus promesas y reclamarlas para tu vida.  Todas están completamente pagadas por la sangre de Jesús, ¡y el Padre se asegurará de que tú las disfrutes!  Si tú no sabes qué promesas reclamar, puedo recomendarte comenzar con las muchas que están enumeradas en el Salmo 91.  
Memoriza el Salmo 91 y cuando estés bajo ataque, cítalo de igual manera en que nuestro Señor Jesús citó las Escrituras.  Medita en el Salmo 91 y déjate ser fortalecido por esta Oración de Protección.  Hay gran poder y autoridad que viene cuando citamos la Palabra de Dios escrita, de manera pura y sin adulterar, ¡y hoy te invito a comenzar a caminar en ese poder y autoridad!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 29 de abril de 2019

Todos Los Que Vinieron A Jesús Fueron Sanados


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Y toda la multitud procuraba tocarle, porque de Él salía un poder que a todos sanaba.  (Lucas 6:19)
¿Sabías que cuando Jesús caminó en la tierra, más de dos tercios de Su ministerio tuvieron que ver con sanar a los enfermos?  Él anduvo sanando a los enfermos y todos los que vinieron a Él fueron sanados.  La Biblia registra que “toda la multitud procuraba tocarle, porque de Él salía un poder que a todos sanaba”.
Desearía que alguien en Hollywood produjera esa escena de Lucas 6:19.  Imagina a los enfermos, los cojos y los ciegos viniendo hacia Jesús.  Y cada vez que uno de ellos Lo toca, ¡BAM!  ¡Su virtud sanadora es poderosamente liberada y la persona es sanada y llena de alegría!  ¡Esta es una imagen poderosa para que tengas en tu mente cada vez que estás creyendo que Dios va a sanarte!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

domingo, 28 de abril de 2019

Continúa Declarando Tu Justicia


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Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne, Dios lo hizo: enviando a Su propio Hijo…  (Romanos 8:3)
Amo el versículo de hoy.  La respuesta, mi amigo, no se encuentra en la ley, sino en el Hijo.  La ley fue dada por un siervo, Moisés; la gracia vino por el Hijo, Jesús.  La revolución de la gracia comienza con una persona y Su nombre es Jesús.  Cuando tienes a Jesús como tu Señor y Salvador, y la revelación de Su gracia, lo tienes todo. Y más importante, tienes una identidad nueva de justo en Cristo.
Muchos creyentes no se dan cuenta de esto, pero las revelaciones pueden ser robadas y olvidadas.  Eso es lo que le sucedió a la iglesia de Corinto y Pablo tuvo que intervenir para recordarles su identidad de justos en Cristo.  Esta es también la razón por la cual es esencial que formes parte de una iglesia local en donde puedas seguir escuchando y escuchando mensajes que están llenos de la persona de Jesús, y estar rodeado de líderes y amigos centrados en Cristo que siempre te dirigirán de vuelta al Señor y a tu identidad de justo en Cristo.
Quiero animarte a hacer diariamente conciencia de tu justicia en Cristo, declarando y confesando tu justicia en voz alta.  Yo creo que tú sabes que eres justo en Cristo y que la justificación es un regalo que no puedes ganar.  Y aunque saber esto es fantástico, quiero que avances un paso más conmigo hoy y empieces a practicar el confesar tu justificación en Cristo todos los días.
Querido amigo, cuando estás estresado y miles de cosas gritan por ganar tu atención, susurra en voz baja: “Yo soy la justicia de Dios en Cristo”.  Cuando leas alguna noticia terrible en los periódicos de la mañana y tu corazón caiga presa de temor por tus seres queridos, solo susurra en voz baja: “Yo soy la justicia de Dios en Cristo”.  Y cuando sientas la tentación de volver a disfrutar de una adicción pasada, ahora sabes qué hacer: susurra en voz baja bajo, “Yo soy la justicia de Dios en Cristo”.
Tu permanencia en la victoria está directamente relacionada con cuán consciente eres de tu identidad de justo en Cristo.  Si tú verdaderamente deseas ver rompimientos duraderos en tu vida y vivir por encima de la derrota, ¡declara!  Declara, declara y declara sin dudar.  ¡Y te prometo que vivirás más libre del estrés, más libre de los temores, más valientemente y más victorioso que nunca!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

sábado, 27 de abril de 2019

Ora Por “Qarah” Hoy


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Y dijo: Oh Señor, Dios de mi señor Abraham, te ruego que me des éxito hoy, y que tengas misericordia de mi señor Abraham.  (Génesis 24:12)
Amado, quiero mostrarte cómo puedes orar y experimentar el posicionamiento divino de Dios para un buen éxito hoy.
Hay un principio en la interpretación de la Palabra de Dios conocido como “el principio de la primera mención”.  Cada vez que una palabra se menciona por primera vez en la Biblia, generalmente hay un significado especial y una lección que podemos aprender.  Echemos un vistazo a la primera aparición de la palabra qarah.  Se encuentra en Génesis 24, cuando Abraham envió a su sirviente a buscar una esposa para Isaac, su hijo.
El sirviente llegó a un pozo fuera de la ciudad de Nacor por la noche y decidió detenerse allí.  Allí había tantas mujeres jóvenes reunidas para sacar agua que él no sabía quién sería la mujer adecuada para Isaac.  Así que el siervo hizo esta oración: “Oh, Señor, Dios de mi señor Abraham, te ruego que me des éxito hoy, y que tengas misericordia de mi señor Abraham”.
La palabra “éxito” aquí es la palabra hebrea qarah, y esta es la primera vez que aparece en la Biblia.  El siervo esencialmente oró: “Dame qarah este día”.  No hace falta decir que con la qarah del Señor o el posicionamiento para los acontecimientos correctos, el sirviente encontró a una hermosa mujer virtuosa llamada Rebeca, que se convirtió en la esposa de Isaac.
Necesitamos que el Señor nos dé qarah todos los días.  Te animo a orar la oración de aquel siervo.  Dile al Señor: “Dame el éxito —qarah— este día”, ¡y depende de Su favor inmerecido para hacer que estés en el lugar correcto en el momento correcto!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

viernes, 26 de abril de 2019

Toma Tiempo Para Escuchar


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Y todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán, si obedeces al Señor tu Dios.  (Deuteronomio 28:2)
Hoy, a pesar de lo que estés enfrentando en tu vida, toma tiempo para escuchar a Jesús.  Si estás preocupado por los síntomas en tu cuerpo, sigue escuchando y escuchando acerca de cómo nuestro Señor Jesús amó sanar y aún continúa sanando hoy.  Escucha cómo Él soportó los crueles latigazos romanos por ti, para que por medio de Sus heridas, tú seas sanado. (Ver Isaías 53:5)  Escucha cómo Él anduvo haciendo el bien y sanó a todos los oprimidos pro el diablo (en su cuerpo, mente y emociones). (Ver Hechos 10:38, Mateo 9:35)  Escucha cómo cuando Él vio a la multitud esperando Su toque sanador, fue movido a compasión —Él no los veía como personas con peticiones imposibles, sino como ovejas sin pastor. (Ver Mateo 9:36)  Y escucha cómo Él es el mismo ayer, hoy y para siempre. (Ver Hebreos 13:8)  ¡La fe inyectará tu espíritu y Su sanidad y salud divinas inundarán cada célula, órgano y sistema de tu cuerpo!
Amado, si estás ansioso por las necesidades y demandas del mañana, sigue escuchando cómo Dios está de tu lado y no en tu contra.  Escucha cómo Él te ha dado gratuitamente todas las cosas a través de Cristo (ver Romanos 8:31–32), de modo que todo lo que tú necesitas hacer es recibir libremente todas Sus bendiciones, incluyendo el favor, la sabiduría, la sanidad y la provisión que necesitas para cualquier problema que puedas estar enfrentando.  Escucha al Hijo recordarte de tu amoroso Padre celestial, quien conoce todas tus necesidades y promete que cuidará de ti, al tú entregarle tus cargas a Él y simplemente buscar primero Su regalo de justicia. (Ver Mateo 6:31–33)  Mi querido amigo, a medida que tú escuches y te establezcas en Su gracia hacia ti, toda preocupación y ansiedad se evaporarán como la niebla al salir el sol de la mañana, y vas a ver Su fresca provisión de favor para cada nueva necesidad.
Y si has experimentado el golpe de la traición, si ha sido lastimado por las palabras de personas cercanas a ti, o si tú simplemente te sientes desanimado, escucha las palabras de afirmación del Señor.  Escúchalo a Él decirte: “Nunca te dejaré ni te desampararé”.  Deja que estas palabras restauren tu corazón, traigan estabilidad a tus emociones y te den la fe para decir con confianza: “El Señor es el que me ayuda; no temeré. ¿Qué podrá hacerme el hombre?” (Hebreos 13:5–6)
Mi amigo, para realmente crecer en la gracia y ver su fruto manifestarse en nuestras vidas, necesitamos seguir escuchando al Hijo y Sus palabras de gracia, porque es muy fácil volver a ser conscientes de la ley y las necesidades, en lugar de ser conscientes de la gracia y la provisión.  Escucha a Jesús hoy.  ¡Escucha Sus palabras de gracia!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

jueves, 25 de abril de 2019

La Gracia Puede Desarraigar Completamente Esa Adicción


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 “… Me ha ungido el Señor para traer buenas nuevas a los afligidos; Me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los cautivos y liberación a los prisioneros.”  (Isaías 61:1)
Kate era adicta al alcohol y dependiente de un cóctel de fuertes antidepresivos, tranquilizantes, beta bloqueadores y pastillas para dormir.  A lo largo del tiempo, tratar de hacer frente a las demandas de alto octanaje que requiere el estar en un alto nivel corporativo, así como la tensión por mantener su éxito e imagen, la llevaron a buscar alivio en todas estas fuentes.  Para el resto del mundo, Kate parecía tenerlo todo junto.  Pero en realidad, su desesperación por su incapacidad para hacer frente a esas sustancias solo la sumió en un círculo vicioso de derrota.
Kate intentó todo para vencer a la botella y su depresión: Ella concertó citas con psiquiatras y psicólogos e incluso asistió fielmente a grupos de apoyo para alcohólicos.  A través de estas interminables citas y reuniones, experimentó lo que ella llama “algunos episodios de recuperación”, que duraron varios días en el mejor de los casos.
Al final, Kate se encontró a punto de rendirse.  Pero Dios tenía otros planes para ella.  Él la guio hacia uno de los líderes de mi iglesia que la animó a seguir escuchando la predicación de la Palabra y orando en el Espíritu.  Y mientras ella se mantuvo escuchando mis mensajes sobre la gracia de Dios, Dios comenzó a desarraigar las creencias equivocadas que se habían apoderado de la mente de Kate y las reemplazó con creencias correctas acerca de ella y su futuro.
Cuanto más escuchaba, más podía mantener sus ojos en Jesús, en vez de tratar de superar los síntomas.  Cuanto más escuchaba, más podía descansar, ver las bendiciones de Dios en las pequeñas cosas y sobrenaturalmente ni siquiera experimentar síntomas de abstinencia.  Y en poco tiempo, cuatro largos y traicioneros años de adicción al alcohol desaparecieron para Kate.
Lo mismo puede pasar para ti.  En un instante sobrenatural, tú también puedes experimentar la liberación de hábitos destructivos, temores y ataduras.  Es posible que no puedas comprender cómo la gracia puede liberarte de una adicción de largo plazo, ¡pero puedes experimentarlo en tu corazón y experimentar Su libertad en tu área problemática!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 24 de abril de 2019

Destinados Para Reinar


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Probad y ved que el Señor es bueno. ¡Cuán bienaventurado es el hombre que en Él se refugia!  (Salmos 34:8)
Recibí la carta de un hombre al que llamaré Patrick, quien luchó contra adicciones sexuales durante más de diez años.  Él sabía que estaba mal, pero no podía liberarse de esas adicciones por mucho que lo intentara.  Su conciencia lo atormentaba recordándole sus pecados cada vez que intentaba leer la Palabra.  Esto alimentaba su creencia de que él no era lo suficientemente bueno para Dios y que Dios no quería tener nada que ver con él debido a sus adicciones.
Este hombre vivió en ese reino de auto-tortura día tras día.  Hasta que un día leyó uno de mis libros, “Destinados Para Reinar”.  A través de este libro, él llegó a descubrir y a creer en la obra terminada de Jesús en la cruz.  Él dijo: “Simplemente decidí descansar en la obra terminada de Jesús, Su perdón, Su victoria, Su gracia y Su amor, y la pornografía y la masturbación ahora no tienen poder, ni dominio sobre mí.  Es realmente asombroso, especialmente porque yo había intentado durante más de diez años obtener la victoria, y todo lo que necesitaba era conocer la verdad y descansar en la obra terminada de Jesús.  ¡Toda la gloria sea a Dios!”
Yo no sé con qué culpa estés luchando hoy, pero Dios sí lo sabe.  Tú ya no tienes que vivir bajo lo que dicta tu conciencia, la cual te condena cada vez que pierdes el rumbo.  Mira la sangre de Jesús limpiando tu corazón y se libre de la prisión de la culpa, para experimentar la victoria como lo hizo este precioso hermano.
Te animo a llenar tu corazón con salmos, himnos y canciones espirituales que estén llenas del amor y la gracia de Dios.  Cuando tu corazón está lleno de Jesús, las creencias equivocadas comenzarán a ser reemplazadas por las creencias correctas.  Las adicciones destructivas serán reemplazadas por nuevos hábitos positivos. El temor, la vergüenza y la culpa comenzarán a disolverse en el calor de Su amor perfecto para ti.  ¡Experimenta su amor este día!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

martes, 23 de abril de 2019

Cree Bien, Vive Bien


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“… así como has creído, te sea hecho.”  (Mateo 8:13)
Sea que estés consciente de eso o no, lo que tú crees afecta la forma en que vives tu vida.  Lo que crees determina cómo piensas, cómo percibes una situación y en última instancia, qué tipo de acciones tomas.
He dicho esto una y otra vez, y una y otra vez, también he visto este principio confirmado en la vida de las personas: Creer bien siempre produce vivir bien.  Esto significa que si tú deseas ver que vives bien tu vida, necesitas comprender la importancia de creer bien, esto es creer lo correcto.  Cuando crees bien, tú no puedes sino vivir bien.
Verás, las personas están luchando por controlar sus comportamientos y acciones porque no tienen control sobre sus emociones y sentimientos.  No tienen control sobre sus emociones y sentimientos porque no tienen control sobre sus pensamientos.  Y no tienen control sobre sus pensamientos porque no están controlando lo que creen.
Lo contrario también es cierto.  Cuando tú comienzas a creer bien acerca de Dios y de Su amor por ti, comienzas a cambiar la forma en que te ves a ti mismo y a tu situación.  Dejarás de sentirte desesperanzado.  Comenzarás a perder tus miedos.  Y responderás de manera diferente a las personas y situaciones negativas.
Es por eso que Dios quiere que estés anclado en las poderosas verdades de Su Palabra, para creer en Su amor por ti.  Tu Padre celestial quiere que tú creas que Él está por ti y no en tu contra.  Él quiere que sepas y creas que Él está de tu lado, alentando tu éxito e impulsándote hacia tu avance con Su amor y tiernas misericordias.  Él quiere que abras tus ojos para que veas lo que Él ve cuando te mira a ti —Su amado hijo.
Amigo, te animo a que te tomes tiempo para meditar sobre las verdades en cada una de estas lecturas diarias.  Creo que a medida que lo hagas, vas a ver cómo los viejos hábitos de pensamiento derrotista desaparecen.  Vas a hallar a las adicciones más obstinadas, aniquiladas de manera sobrenatural.  ¡Y vas a encontrar una expectativa confiada de bien para tu futuro y tu destino en Cristo, fortaleciendo tu corazón y creando días maravillosos por delante para ti!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 22 de abril de 2019

Valorando Lo Que Tienes En Cristo


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A quienes Dios quiso dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en vosotros, la esperanza de la gloria.  (Colosenses 1:27)
Querido amigo, cuanto más crezcas en tu revelación y valoración de cómo la obra terminada de Jesús te ha puesto en Él —en el lugar secreto, donde estás a salvo, protegido y seguro— más vas a encontrar a tu corazón en reposo, en vez de que esté lleno de preocupaciones y temores.  Algo poderoso sucede en tu corazón y en tus circunstancias externas cuando comienzas a valorar el estar en Cristo, en el lugar secreto del cuidado, la protección y el amor del Padre.
Déjame darte una ilustración de lo que significa valorar algo.  Supongamos que yo te traigo un violín viejo y polvoriento, con dos cuerdas faltantes, y te digo: “¿No es esto hermoso?”  Probablemente tu reacción sería: “Eso no es hermoso; es viejo y sin valor”.  Pero si te dijera que es un Stradivarius original que solía pertenecer a un violinista de fama mundial, de pronto, tu apreciación de este polvoriento y viejo violín aumentaría y te preguntarías si puedes tenerlo.  ¿Qué pasó?  Tu apreciación del violín cambió cuando entendiste su verdadero valor.
De la misma manera, quiero animarte a que valores lo precioso que significa estar en Cristo —estar en el lugar secreto de la inseparable cercanía con Él, donde tenemos Su amorosa presencia constantemente con nosotros, cuidándonos y protegiéndonos.  Te recomiendo que sigas escuchando predicas ungidas que continúen revelándote quién eres tú y qué tienes en Cristo.  Sigue escuchando enseñanzas basadas en la gracia, acerca de la promesa de Dios de protegerte, así como experiencias de la gracia y protección de Dios sobre Su pueblo.  ¿Por qué?  Porque a medida que lo haces, comenzarás a valorar el estar en el lugar secreto cada vez más.  Mientras lo haces, vas a hallar que tu corazón y tu mente descansan en Él más y más.  Vas a despertarte cada mañana sintiéndote seguro con Su tierno cuidado, protección y preservación.  ¡Vivirás una vida llena de esperanza y entusiasmo, en vez de preocupación y miedo, y verás que Él te libera y te protege de todo lo que el enemigo pueda lanzarte!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince


domingo, 21 de abril de 2019

¡Cómo Jesús Es Hoy, Así Eres Tú!


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En esto se perfecciona el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio, pues como Él es, así somos también nosotros en este mundo.  (1 Juan 4:17)
Es maravilloso saber que Dios no te mide, ni te juzga en base a tu comportamiento actual.  En cambio, Él mira a Jesús, y como Jesús es, así es como Él te ve.  Su Palabra declara que “en esto se perfecciona el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio, pues como Él es, así somos también nosotros en este mundo”.
Como creyentes del nuevo pacto, nosotros no tenemos que temer el día del juicio simplemente porque todos nuestros pecados han sido completamente juzgados en la cruz, y como Jesús es, ¡así también somos nosotros!  Ten en cuenta que no dice que “como Jesús era en la tierra, así también somos nosotros en este mundo”.  Eso habría sido suficientemente sorprendente porque durante el ministerio de Jesús en la tierra, la sanidad, las bendiciones y la abundancia lo seguían por todas partes a donde Él iba.  Sin embargo, esto no es lo que dice la Palabra.  Lo que dice es: “como Jesús es(nota el uso del tiempo presente).  En otras palabras, como Él es ahora, así somos nosotros en este mundo.
¡Qué poderosa revelación!  Solo medita en dónde está Jesús hoy.  La Biblia nos dice:
[Dios] El cual obró en Cristo cuando le resucitó de entre los muertos y le sentó a Su diestra en los lugares celestiales, muy por encima de todo principado, autoridad, poder, dominio y de todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo sino también en el venidero. Y todo sometió bajo Sus pies, y a Él lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es Su cuerpo, la plenitud de Aquel que lo llena todo en todo. —Efesios 1:20–23
Jesús está sentado a la diestra del Padre hoy, en una posición de poder y autoridad.  Si yo fuera tú, tomaría un tiempo para meditar en este pasaje porque la Biblia nos dice que como Jesús es, así somos nosotros ahora, en este mundo.  Medita en cómo Jesús está muy por encima de todo principado, autoridad, poder, dominio y de todo nombre que se nombra”, ¡así nosotros también estamos!  Míralo en la Palabra de Dios por ti mismo.  ¡Mírate a ti mismo como Jesús está, muy por encima de todo principado y poder, muy por encima de toda enfermedad y condición física, muy por encima de todo tipo de temor, depresión y adicción; y comienza a reinar sobre cada situación negativa en tu vida hoy!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

sábado, 20 de abril de 2019

El Perdón Y La Sanidad Van De La Mano


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Mas Él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, y por Sus heridas hemos sido sanados.  (Isaías 53:5)
Hay otra razón por la que podemos celebrar y es saber que Jesús soportó el castigo que se nos debía: el perdón y la sanidad van de la mano.  La Biblia dice que Él, que nunca violó una sola ley de Dios “fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre él, y por Sus heridas, hemos sido sanados”. (Isa. 53:5)  ¿Ves cómo la sanidad y el precio por nuestro perdón están tan estrechamente relacionados en la Palabra de Dios?
Hoy, muchos están luchando por sanarse a sí mismos de sus enfermedades, dolencias, trastornos mentales y adicciones.  Yo quiero anunciarte hoy que nuestra parte es recibir el perdón de Jesús y creer cada día que somos perdonados.  Cuanto más conscientes del perdón somos, más fácilmente vamos a experimentar sanidad y libertad de toda dolencia corporal, opresión mental y hábitos destructivos.
Uno de mis salmos favoritos dice así: “Bendice alma mía, al Señor, y bendiga todo mi ser Su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de Sus beneficios. Él es el que perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus enfermedades. (Sal. 103:1–3).  Ahora, ¿qué viene primero?  ¡La conciencia de que todos tus pecados son perdonados precede a la sanidad de todas tus enfermedades!
Y la palabra operativa aquí es todos.  Algunos de nosotros estamos cómodos con recibir un perdón parcial en ciertas áreas de nuestra vida.  Pero nos rehusamos a permitir que el perdón de Jesús toque algunas áreas oscuras —áreas que no podemos soltar y áreas por las que no podemos perdonarnos a nosotros mismos.  Cualesquiera que sean esos errores, te animo a que permitas que Jesús te perdone todos tus pecados y recibas sanidad para todas tus enfermedades.
Mi amigo, suelta el pasado.  Deja ir los errores.  Permítete hoy ser libre y aprende a perdonarte a ti mismo al recibir con un corazón abierto el perdón total y completo de Jesús.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

viernes, 19 de abril de 2019

¿Qué Pasó Realmente En La Cruz?


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Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él.  (2 Corintios 5:21)
Un día, el Señor me mostró una visión de lo que sucedió en la cruz.  Yo vi cómo todos los pecados de toda la raza humana (mentiras, engaño, envidia, amargura, adulterio, adicción, esclavitud, asesinato) y todas las consecuencias de pecado (temor, enfermedades, culpa, dolor y condenación) giraban alrededor de Jesús como espíritus malignos y demonios, riéndose abiertamente, burlándose y atormentándolo.  Jesús se convirtió en un imán para todo el pecado y por Su propia voluntad aceptó todo ese pecado en Su propio cuerpo.
Tú y yo nunca seremos capaces de imaginar ese insoportable dolor que atravesó Su cuerpo en la cruz.  Todos los cánceres malignos, todos los tumores, todas las enfermedades y todos los dolores cayeron sobre Él al mismo tiempo.  Él, que no conoció pecado, tomó sobre Sí mismo el inmenso peso de todos los pecados oscuros e impíos, de todos los hombres.  Él lo tomó todo.
La Palabra dice que “Él Mismo tomó nuestras flaquezas y llevó nuestras enfermedades”. (Mateo 8:17)  Él Mismo” —un pronombre singular y reflexivo que significa la exclusión de ti y de mí.  Ya que Él Mismo recibió completamente el castigo, el juicio y la condenación por todos los pecados, tú y yo estamos excluidos de todo castigo, juicio y condenación por todos los pecados, cuando lo recibimos a Él como nuestro Salvador.
Pero la historia no terminó ahí.  Jesús no murió en la cruz mientras recibía sobre Sí Mismo todos los pecados de la humanidad.  Él los tomó todos y los aceptó todos en Su cuerpo.  Entonces, el fuego del juicio de Dios fue desatado sobre Su propio Hijo precioso, y solamente cuando todos los pecados habían sido castigados, Jesús gritó: ¡CONSUMADO ES!”, momentos antes de respirar Su último aliento. (Ver Juan 19:30)  Nota esto, Jesús se mantuvo en la cruz hasta que cada pecado que tú hayas cometido y vayas a cometer en cualquier momento, fuera castigado en Su propio cuerpo.  Es por eso que a lo que Jesús ha logrado en la cruz le llamamos, una “obra terminada”.
Hoy, tu parte es creer con tu corazón y confesar con tu boca que Jesucristo es el Señor de tu vida y que ha pagado por todos tus pecados en la cruz.  Si tú crees que todos tus pecados han sido perdonados, el pecado ya no tiene poder sobre ti.  Tú ya no tienes que andar más con “una montaña de pecado” sobre tus hombros, porque esa “montaña de pecado” estuvo colocada directamente sobre los hombros de otra persona —Jesús.  Él Mismo ya pagó el precio por tus pecados, ¡así que deja de condenarte!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

jueves, 18 de abril de 2019

Él Sigue Siendo El Mismo


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Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos.  (Hebreos 13:8)
Jesús priorizó la sanidad divina durante Su ministerio en la tierra.  La Biblia nos dice que Él “anduvo haciendo bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con Él”. (Ver Hechos 10:38)  De hecho, todos y cada uno de los que acudieron a Él para ser sanados —así fuera para sus hijos, sirvientes, amigos o para ellos mismos— recibieron su sanación.  Ni uno solo de los que vinieron a Él, se fue sin recibir sanidad de Él.
Y Jesús, que “es el mismo ayer y hoy y por los siglos”, hará lo mismo por ti hoy.  Su corazón está latiendo con compasión por ti.  ¡Él nunca perderá ninguna oportunidad para hacerte el bien —de sanarte de tu cuerpo que falla, tus cicatrices emocionales y tu espíritu cansado — y bendecirte!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 17 de abril de 2019

Dios Es Tu Refugio Del Mal


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Porque has puesto al Señor, que es mi refugio, al Altísimo, por tu habitación. No te sucederá ningún mal, ni plaga se acercará a tu morada.  (Salmos 91:9–10)
¿No es hermoso este pasaje?  Puedes hacer del Señor tu habitación.  Primera de Juan 4:16 dice: “… Dios es amor, y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios permanece en él”.  Cuanto más permanezcas en Su amor, más se convierte Dios mismo en tu morada.  Ningún mal te sucederá y ninguna plaga se acercará a tu morada.  Y al hacer de Él tu morada, Él protege tu morada.  ¡Ninguna plaga se acercará a tu casa!  En otro salmo, está escrito: “Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”. (Sal. 46:1)  Cuando hacemos del Señor nuestra ciudad de refugio y le permitimos que nos ponga sobre Sus hombros, Él se convierte en “nuestro pronto auxilio” incluso si encontramos problemas.
Iris de Australia experimentó la protección de Dios para sí misma cuando un ciclón golpeó el área donde vivía.  Mira su testimonio:
Recientemente un mini ciclón golpeó nuestra calle y los alrededores.  Mientras me acurrucaba en el pasillo con mi esposo y nuestro gato, declaré: “¡Gracias, Jesús, porque Tú eres la calma en la tormenta!”
Cuando el viento paró, salimos y vimos muchos árboles caídos en el camino.  Los árboles en nuestra calle eran enormes y tan altos como de treinta metros.  Como resultado, muchos autos fueron aplastados por los árboles y algunas casas también resultaron dañadas.  El carro de trabajo de mi esposo sufrió daños leves, pero nuestro carro familiar no sufrió ningún daño.  ¡Y alabado sea el Señor, nadie resultó herido!
Cuando los árboles dañados del camino fueron cortados, me di cuenta de algo.  La ruta del viento había atravesado algunas propiedades por este camino, pero cuando se acercó a nuestra casa, ¡se detuvo completamente!  El viento no se acercó a nosotros y nuestra casa quedó completamente intacta.
Todos en nuestra calle estaban tan sorprendidos porque el gran árbol en nuestro patio trasero estaba intacto y porque no teníamos nada que limpiar en nuestra propiedad.  ¡Alabado sea Jesús!  ¡Él es la calma, la paz y la protección que necesito!
¡Wow, alabado sea el Señor!  Me encanta este testimonio —cuando el Señor Mismo es tu refugio y tu protección, ¡incluso los ciclones tienen que detenerse su ruta cuando se acercan a ti!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

martes, 16 de abril de 2019

Revelando El Corazón Del Padre

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Y levantándose, fue a su padre. Y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión por él, y corrió, se echó sobre su cuello y lo besó… Pero el padre dijo a sus siervos: “Pronto; traed la mejor ropa y vestidlo, y poned un anillo en su mano y sandalias en los pies; y traed el becerro engordado, matadlo y comamos y regocijémonos; porque este hijo mío estaba muerto ya ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado”. Y comenzaron a regocijarse.  (Lucas 15:20, 22–24)
Una de las parábolas más hermosas de la Biblia es la Parábola del Padre del Hijo Pródigo. (Lucas 15:11–32)  Muchos comentaristas la llaman la Parábola del Hijo Pródigo, pero el verdadero héroe de esta historia es el padre y su amor por sus dos hijos.  Es una parábola que Jesús utilizó hábilmente para revelarnos el verdadero corazón de nuestro Padre celestial, amoroso y lleno de gracia.
Por favor toma unos minutos para leer la parábola completamente, y mientras la lees, considera esto: ¿Cuál es tu opinión de Dios, especialmente cuando has cometido una equivocación?  ¿Lo ves como un juez todopoderoso, distante e insensible que se enoja siempre que fallas y que constantemente tiene que ser apaciguado?  ¿O lo conoces como tu Papá, tu Padre Abba al que puedes correr en cualquier momento, incluso cuando has fallado?  ¿Lo puedes ver esperando inquebrantable y pacientemente que tú regreses a Él, y luego corriendo por el camino para encontrarte, con lágrimas sobre Su rostro, abrazándote y cubriéndote con Sus besos?
Mientras estudiaba la Palabra, el Señor me reveló que muchos creyentes han llegado a un lugar en donde han olvidado a su Padre celestial.  Se han olvidado de Su amor, Su gracia y Su amorosa bondad.  Ellos se relacionan con Dios de manera judicial y transaccional, se presentan ante Él con aprensión y temor, le presentan sus faltas y se retiran rápidamente antes de recibir el castigo y la condena que ellos creen que legalmente merecen de Él.  Lo perciben exclusivamente como un Dios de santidad, justicia y juicio —Su rostro duro y firme, Sus poderosos brazos cruzados en insatisfacción y desaprobación.  Ellos ven a un Dios que se disgusta fácilmente, que rápidamente se enoja, que permanentemente se decepciona de ellos y que está impaciente por que aplaquen Su ira.
Esta creencia equivocada de quién es realmente Dios ha llevado a muchos a sentir temor, culpa, depresión e inseguridad.  Y es por eso que es sumamente vital que nosotros podamos ver el corazón del Padre como nos lo ha revelado Jesús en esta parábola eterna.
Amado, ¿ves Su corazón amoroso atento de ti?  Hay un vacío en nuestros corazones que solo puede ser llenado por el amor del Padre.  Yo creo que si tú permites que el Padre entre a tu corazón hoy y te llene con Su amor perfecto, tú vas a encontrar la alegría, la confianza, la realización y la libertad que has estado buscando en la vida.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince