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domingo, 7 de abril de 2019

Lo Que Dios No Ve

Medita En
“Él no ha observado iniquidad en Jacob, ni ha visto malicia en Israel…”  (Números 23:21)
Aprende a ver lo que Dios ve.  Echa un vistazo más de cerca a lo que Dios dice en el versículo anterior y solo haz una pausa por un momento.  ¿Había iniquidad en Israel?  (Cuando Dios usó la palabra “Jacob” aquí, se estaba refiriendo a todos los hijos de Israel).  ¿Hubo algún pecado en Israel?  ¿O todo el mundo en el campamento era perfecto?
Si desde la cima de la montaña, hicieras un acercamiento enfocado en el campamento de Israel, no es difícil imaginar que una gran variedad de imperfecciones, pecados, iniquidades y maldad estaban presentes en todo el campamento.  Pero la pregunta es, ¿lo vio Dios?
Mira Números 23:21 otra vez.  Nota que Dios no dijo que no había pecado o iniquidad en Su pueblo.  Él simplemente dijo que Él no lo vio.  De la misma manera, Él no está diciendo que no hay pecado en ti.  Lo que Dios dice es: “Yo no lo veo”.
Espera un momento, ¿cómo puede un Dios infaliblemente santo no ver pecado en mí?
Mi amigo, esto es porque esos mismos ojos sagrados vieron todos tus pecados castigados en el cuerpo de Jesucristo.  Tus pecados fueron castigados hasta la inexistencia.
En el campamento israelita, aunque había iniquidades, pecados y maldad, Dios no vio ninguno de ellos debido a que la sangre de toros y cabras que ellos ofrecían diariamente al Señor cubría a los hijos de Israel.  Cuánto más cierto es esto para nosotros hoy, nosotros que hemos sido lavados para siempre por la sangre del Cordero de Dios, Jesucristo, nuestro hermoso Salvador.
Bajo el antiguo pacto, los israelitas disfrutaron de una cobertura temporal a través de los sacrificios de animales, pero para nosotros, la expiación y el pago de todos nuestros pecados por Jesucristo, es eterno.  Es por eso que Dios no observa iniquidad, ni pecado en ti, ni ha visto maldad en ti.  Cuando Dios te mira hoy, Él te ve como un hijo o hija justificado, perdonado, sanado, favorecido, bendecido, aceptado y amado, debido a la cruz de Jesús.
Ahora, ¿te ves como Dios te ve?
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

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