Medita
En
No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o
qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro
Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Más buscad
primeramente el reino de Dios y Su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas.
(Mateo 6:31–33, RVR1960)
Cuando hablo de no
preocuparnos y mantener nuestros ojos en Jesús, algunas personas piensan que no
estoy siendo práctico. Amado, puedes
preocuparte todo lo que quieras por tu crisis actual, pero eso no mejorará ni
cambiará tu situación en lo más mínimo. Por favor, comprende que no estoy sacando a
luz la situación por la que estás pasando. Yo solo te estoy ofreciendo la mejor solución
que sé que funciona. Tu rompimiento no
llegará como resultado de tu lucha. Vendrá
cuando tú descanses en la persona de Jesús y Su obra terminada.
Jesús
dijo: “No os afanéis por vuestra vida,
qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de
vestir…” (Mateo 6:25) Ahora, Jesús
no estaba diciendo que estas cosas —comida, bebida y ropa— no son importantes. De hecho, Él dice que “vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas
cosas.” Pero lo que Jesús quiere que
hagamos es “buscad primeramente el reino
de Dios y Su justicia”, y Él promete que “todas estas cosas os serán añadidas”.
Ahora, ¿quién es la
justicia de Dios? Jesucristo. ¿Y quién es el
rey de “el reino de Dios” que nosotros debemos buscar? ¡Jesucristo!
(Apocalipsis 19:16) Jesús en realidad se
estaba refiriendo a Sí Mismo cuando estaba predicando esto. Cuando tú lo busques a Él primero en tu vida y
lo hagas tu prioridad cada día, todas estas provisiones materiales —lo que vas
a comer, beber y vestir— se te añadirá. Dios no se deleita en quitarte las cosas. Él se deleita en añadirte, incrementarte,
promoverte y enriquecerte. El Salmo
68:19 dice: “Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios”. ¡El Señor nos carga con beneficios todos
los días! Así es lo bueno que es nuestro
Salvador. Sus misericordias y Su favor
inmerecido son nuevos cada mañana. Esa
es la manera de vivir y disfrutar de la vida, sabiendo que Jesús está contigo y para ti en cada paso del camino.
Pon a Jesús primero en
todo lo que haces. Hónrale y dale
preeminencia en tu vida diaria. Participa diariamente de Su obra terminada
leyendo Sus palabras vivas escritas para ti. Practica la presencia de Jesús y sé consciente
de que Él está contigo, de la misma manera en que José en la Biblia estaba
consciente de que el Señor estaba con él. Jesús bendecirá el trabajo de tus manos y todo
lo que tú toques sin duda prosperará y traerá buen éxito a tu vida.
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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