recibe pequeños mensajes de gracia todos los días

sábado, 30 de junio de 2018

Cómo Sabes Que Heredarás


No quebrantaré Mi pacto, ni cambiaré la palabra de Mis labios.
Salmos 89:34
Cuando Dios te promete algo, ¿crees en Su Palabra?  O al igual que Abraham, preguntas: “Oh Señor Dios, ¿cómo puedo saber que la heredaré?”  (Génesis 15:8)
Dios no reprendió a Abraham por no creer en Su Palabra.  Así es cuán clemente es Dios hacia Su pueblo.  Él incluso descendió hasta el nivel de la fe de Abraham e hizo algo para asegurarle a Abraham que Él siempre guardaría Sus promesas –Él hizo un pacto con Abraham. (Génesis 15: 9-17)
Dios no lo hizo para Su propio beneficio.  Dios es un Dios de Su Palabra.  Él no rompe Su Palabra.  Sino que, Él se ató a Sí Mismo a un pacto porque sabía que Abraham necesitaba saber en su corazón que Dios haría lo que le había prometido.
Al hombre le resulta difícil simplemente creer en palabras.  Por ejemplo, cuando tú compras una casa, un contrato es redactado y firmado por ambas partes, y esto involucra a abogados.  Un contrato es necesario porque tú no puedes confiar en las palabras de la otra persona y esa persona tampoco puede confiar en las tuyas.
Del mismo modo, se nos hace difícil creerle a Dios por Su Palabra.  Así que, Dios hizo un pacto con nosotros, no porque no se pueda confiar en Él, sino porque Él sabe que a nosotros nos resulta difícil simplemente creer lo que Él dice.  Dios sabía que el hombre se preguntaría: “¿Qué pasaría si Dios se levanta del lado equivocado de la cama mañana y decide freírme en lugar de bendecirme?”
Pero ya que Dios ha hecho un nuevo pacto con nosotros, que ha sido establecido por la sangre de Su Hijo, nosotros, como Abraham, podemos no dudar por nuestra incredulidad de las promesas de Dios, sino ser fortalecidos en la fe, y estar plenamente convencidos de que Dios va a hacer lo que ha prometido.  (Romanos 4:20-21)  Tenemos la seguridad de que Dios no va a despertar un día y decir: “Olvídate del nuevo pacto.  ¡Yo quiero recordar tus pecados ahora y maldecirte en lugar de bendecirte!”
Mi amigo, las bendiciones del nuevo pacto para ti están garantizadas porque Dios se ha unido a Sí Mismo al pacto.  Y, ¡Él es un Dios que guarda Sus pactos y que está deseoso, y es más que poderoso para hacer todo lo que Él te ha prometido!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

viernes, 29 de junio de 2018

Todo Lo Que Jesús Es Delante De Dios, Tú También Lo Eres


Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El.
2 Corintios 5:21
Cuando un israelita ofrece un animal como ofrenda por su pecado, él pone su mano sobre este antes de matarlo. (Levítico 4:1-4)  Al poner su mano sobre la ofrenda por pecado, sus pecados se transfieren al animal inocente.  El animal muere por sus pecados y él se va libre.
En contraste con esto, si la ofrenda es un holocausto, cuando el israelita pone su mano sobre el animal (Levítico 1:3-4), la belleza, dignidad y aceptación del animal sin defecto, se transfieren a él.  Dios acepta la perfección del animal sacrificado en su lugar, para hacer expiación por él.  Debido a que Dios acepta el holocausto ofrecido sin defecto, el ofrendante ahora tiene derecho a estar delante de Dios.
¿Sabías que las dos ofrendas hablan de la ofrenda única que Jesús hizo de Sí Mismo cuando colgaba de la cruz?  Él es ambas ofrendas, nuestra ofrenda por pecado y nuestro holocausto —“Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros [como nuestra ofrenda por pecado], para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él [como nuestro holocausto].”  En el momento en que pusiste tu fe en Él, tus pecados fueron transferidos a Él, y Su justicia fue transferida a ti, a causa de Su sacrificio único.  ¡Esa es la gracia de Dios para ti!
Como nuestra ofrenda por pecado, Él se ofreció a Sí Mismo de una vez para siempre. (Romanos 6:10)  La ofrenda por pecado nunca fue un ofrecimiento diario porque Dios no quería que Su pueblo viviera consciente de pecado.  Sin embargo, el holocausto era un sacrificio de la mañana y de la noche (2 Crónicas 13:11), porque Dios quería que Su pueblo viviera consciente de su justicia.
Amado, Dios quiere que reclames diariamente a Jesús como tu holocausto, y digas: “Padre, te doy gracias porque Jesús es mi holocausto.  Todo lo que Jesús es delante de Ti –Su justicia, excelencia, belleza y perfección– ha sido transferido a mí.  Jesús tiene despejado Tu favor, así que yo disfruto Tu favor despejado en mi vida.  Jesús es la justicia de Dios, así que yo soy la justicia de Dios en Cristo.  Así como Él es delante de Ti, yo también soy.”
Ya que Jesús se convirtió en tu holocausto, lo que Él es para el Padre hoy, ¡tú también eres!   Eso es lo que significa estar en Cristo.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

jueves, 28 de junio de 2018

Cuenta Con El Perdón De Dios

… Ya que los adoradores, una vez purificados, no tendrían ya más conciencia de pecado.
Hebreos 10:2
¿Acerca de qué estás más consciente hoy?  ¿De tus pecados o del hecho de que has sido perdonado?  Mi amigo, no estés consciente de tus pecados.  En vez de eso, se consciente de Jesús y de Su obra terminadaEl Cordero de Dios ha llevado todos tus pecados en la cruz, así que, ¡cuenta con el hecho de que tú eres un hijo de Dios perdonado!
Sin importar lo que haya sucedido, ni lo que hayas hecho, Dios quiere que sepas que debido a la obra terminada de Su Hijo, Él tendrá misericordia de tus iniquidades y nunca más se acordará de tus pecados. (Hebreos 8:12)
Es por eso que tú no debes permanecer consciente de tus pecados.  De hecho, cuando tú eres consciente de pecado, el diablo te trae condenación y mientras más la recibes y te condenas a ti mismo, más vas a tardar en perdonarte a ti mismo, e incluso a otros.
Un pastor amigo me contó que cuando una mujer, que tenía cáncer en el rostro, pidió oración por sanidad, el Señor le reveló que era el odio a sí misma el que no le permitía recibir su sanidad.  Ella no podía perdonarse a sí misma, y estaba llena de auto-condenación.
Cuando se dio cuenta de su problema, ella aceptó el hecho de que Dios tenía misericordia de sus iniquidades y que ya había sido perdonada.  Ella recibió el amor de Dios.  Entonces, justo delante de los ojos del pastor, su rostro completo cambió —¡ella recibió su sanidad en ese preciso momento!
Algo sucede cuando tú crees que has sido perdonado.  Es por eso que Dios te dice: “Yo quiero que tú creas que Yo no me acordaré de tus pecados nunca más.  Quiero que creas que tú eres Mi hijo, que tienes Mi misericordia, y que siempre puedes contar con Mi perdón.”
Amado, recuerda que todos tus pecados han sido pagados ya por Jesús en la cruz.  Y mientras más aceptes el hecho de que tú tienes el perdón del Padre y que Él no te condena debido a la obra terminada de Jesús, el pecado y sus efectos —enfermedad, odio, escasez, y más— van a perder su control sobre ti.  ¡Vas a descubrirte caminando en una más grande medida de la gracia y las bendiciones de Dios!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 27 de junio de 2018

Dios Es Tu Fortaleza


Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de Su fuerza.
Efesios 6:10
Cuando tú dices: “Yo puedo manejar este problema por mí mismo, Señor,”  Dios dice: “Ok, hazlo entonces.”  Pero cuando dices: “¡Ayúdame Señor!  Te necesito.  No puedo hacer esto por mí mismo,”  Dios dice: “Bien, Yo estaba esperando a que dijeras eso.  Tú no puedes, pero Yo puedo.  ¡Ahora, obsérvame!”  Así es como Dios es —Él ama esos tiempos en los que tú dependes de Él.
Verás, cuando tú piensas que eres fuerte y que no necesitas a Dios, Él no puede ayudarte.  Pero cuando tú lo necesitas y lo buscas, Él no va a dejarte débil y sin ayuda.  Él viene a ti y se vuelve la fortaleza para tu vida.  Él se convierte en el rompimiento que tú necesitas.
Un miembro de la iglesia con el hábito de fumar, vino a mí un día y dijo: “Pastor Prince, por favor ore para que Dios me ayude.  Quiero parar mi hábito de fumar.”
Yo simplemente le dije: “Tú no puedes, pero Dios puede.”
Él respondió: “Si, yo sé que yo no puedo.  Pero con la ayuda de Dios, voy a ser disciplinado y haré mi mejor esfuerzo por dejar el hábito.”
Le dije: “No, tú no puedes, pero Dios puede.”   Le repetí esto unas cuantas veces, hasta que él se dio cuenta de que no sería su autodisciplina, ni su fuerza de voluntad las que lo ayudarían a vencer su hábito de fumar, sino el poder de Dios.  Finalmente, él entendió que la verdadera liberación de ese hábito destructivo no vendría por sus propias fuerzas, sino por “[ser] fuerte en el Señor y en el poder de Su fuerza.”
Cuando volví a verlo unas semanas más tarde, él dijo: “Pastor Prince, desde ese día, yo ni siquiera he intentado contenerme.  Sino que cada vez que encendí un cigarro, le dije a Dios; ‘Yo no puedo, pero Tú puedes.’  ¡Entonces un día, las ansias por fumar se fueron!  ¡Jesús me ha liberado completamente de mi esclavitud a la nicotina!”  Este hombre experimentó libertad verdadera, no solo de la manera externa que es a base de disciplina y fuerza de voluntad.
Así que, cuando tú dices: “Yo puedo hacer algo al respecto,” tú estás todavía confiando en tu fortaleza humana.  Pero cuando le dices a Dios: “Yo no puedo, pero Tú puedes,” estás aprovechando la fuente real de tu fortalezaJesús.  Y mientras descansas en Su fuerza, ¡vas a ver Su poder manifestarse en tu vida!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

martes, 26 de junio de 2018

Tu Abogado Defensor Siempre Gana Tu Caso


Hijitos míos, os escribo estas cosas para que no pequéis.  Y si alguno peca, Abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.
1 Juan 2:1
Cuando tu acusador, el diablo, viene y dice: “Tú has hecho esta cosa mala y no has hecho esto otro de la manera correcta,”  Jesús dice: “Padre, el diablo tiene razón, pero Mi sangre ha pagado por eso por lo que el diablo lo está acusando a él.”
Luego el diablo añade: “Además, tú tampoco has estado leyendo la Biblia, ni orando suficiente.  Y esta mañana, dijiste una mentira.”
Nuevamente, Jesús dirá: “Padre, ciertamente el diablo ha informado correctamente, pero Mi sangre ha pagado por todas estas fallas.”
Entonces Dios Padre golpeará el mazo de juez sobre su base y dirá: “¡Caso desestimado! ¡Siguiente!”
Necesitas comprender que Dios puede declararte inocente y completamente justo, con todo derecho, porque Jesús tomó tu lugar en la cruz, y derramó Su sangre para pagar por tus pecados y tu condenación. (2 Corintios 5:21)  Dios está simplemente siendo fiel y justo con lo que Cristo ha hecho.
Cuando Jesús se levantó de la tumba, Él se levantó como tu Abogado Defensor.  Pero a diferencia de la mayoría de abogados de la tierra, que toman casos porque les beneficia a sus propios intereses y billeteras, Él es un abogado que está interesado personalmente en tu felicidad y bienestar.  A diferencia de los abogados terrenales que no se involucran en los sentimientos y sufrimientos de sus clientes, Jesús pasó grandes sufrimientos por ti y pagó con Su propia vida, para que tú puedas recibir todas las bendiciones de Dios.
Como tu Abogado Defensor, hoy Jesús se asegura de que lo que Él murió y sufrió para darte, ¡tú lo recibas!  Hoy en el cielo, Él te defiende y te representa para asegurarse que la sanidad, plenitud, protección y otras bendiciones que Él murió para darte, están cumpliéndose en tu vida.  Amado, ¡ten confianza y descansa en las capacidades de tu Abogado Defensor!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 25 de junio de 2018

Jesús –Rey Y Señor Sobre Las Tormentas


Pero enseguida Jesús les habló, diciendo: “Tened ánimo, Soy Yo; no temáis.”

Mateo 14:27

¿Estás pasando por un momento oscuro o difícil en tu vida?  Tal vez la tormenta recién se levantó con fuerza y estás temblando de miedo.  Sientes que ahora, a partir de cualquier momento, debes cavar profundo o ir hacia abajo, porque no puedes enfrentarte a esta tormenta.
Anímate por que Jesús mira eso por lo que tú estás pasando y Él siempre viene a donde tú estás, en tu hora más oscura.  Él hizo eso por Sus discípulos, una noche de tormenta en el Mar de Galilea.  Jesús vino a ellos caminando sobre las aguas tormentosas, caminando sobre el problema que amenazaba con aplastarlos.  ¡Él es sin duda alguna, Rey y Señor sobre las tormentas!
Cuando tus ojos están en Cristo, aún si las tormentas rugen y los vientos soplan, tú sabes que estás por encima de tus problemas y circunstancias.  Cuando las personas te pregunten, ¿cómo te está yendo ante las circunstancias?  Diles: “Yo no estoy bajo las circunstancias.  ¡Yo estoy por encima de ellas porque mi Dios está por encima de todo!”
No tengas miedo.  Él va a venir a ti caminando sobre las aguas tormentosas.  Escucha Su confortante voz decirte: “¡Ten ánimo, Soy Yo; no temas!”
Y mientras contemplas a Jesús, vas a volverte como Él.  Vas a encontrarte a ti mismo, haciendo cosas que no sabías que podías hacer.  Vas a ser como Pedro, que caminó sobre el agua.  Esto sucede cuando tú estás ocupado con la persona de Jesús, con Sus recursos, Su amor, Su sabiduría, Sus habilidades, Su poder y Su majestad. 
Mi amigo, aún durante los momentos en los que tú apartas tus ojos de Jesús, Él nunca quita Sus ojos de ti.  Y cuando tú clamas a Él, Él inmediatamente extiende Su mano para sostenerte.  no vas a hundirte.
Van a haber momentos en los que no serás capaz de encontrar tu camino de regreso.  Entonces Jesús sostendrá tu mano y te llevará de regreso al barco.  Y como Pedro, ¡vas a darte cuenta que con tu mano en la Suya, la tormenta va a llegar a su fin!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

domingo, 24 de junio de 2018

Parados En Un Terreno Libre De Maldiciones


Y en el mes séptimo, el día diecisiete del mes, el arca descansó sobre los montes de Ararat.
Génesis 8:4
Durante 40 días y noches, llovió tan fuerte que el mundo entero pereció, excepto por Noé y aquellos que estaban con él en el arca.  Luego de 150 días, en el día 17 del séptimo mes, el arca descansó sobre los montes de Ararat.
En hebreo, la palabra “Ararat” significa “la maldición está revertida.”  Las aguas de juicio retrocedieron, haciendo que el arca descansara en los montes de Ararat, en tierra nueva en la que la maldición está revertida.  Y esto sucedió el día 17 del séptimo mes, durante la Fiesta de Las Primicias —¡la fecha exacta en la que Jesús resucitó de entre los muertos, 4,000 años después!
Cuando Cristo se levantó de los muertos, nosotros también fuimos resucitados con Él. (Colosenses 2:12)  Nosotros, quienes estamos en Cristo, la verdadera arca, estamos parados en un terreno de resurrección, en el que la maldición ha sido revertida (Gálatas 3:13), ¡en dónde las enfermedades, la pobreza y los fracasos no tienen derecho a operar!
Un miembro de la iglesia compartió cómo Dios lo liberó de la espondilosis cervical, una condición médica que causa que la sección del cuello en la columna vertebral, se deteriore.  Unos Rayos X tomados cuatro o cinco años atrás, mostraron que esa área de su espina dorsal estaba deteriorándose rápidamente.  Él tenía dolor y debía tomar medicina para manejar su condición.  Y cada vez que tenía una recaída, él se deprimía.
Durante su última recaída, él fue al doctor, confiando en Dios que ya estaba sano, nuevamente le tomaron Rayos X y se le recetó una medicina.  Él tomó la medicina, aun creyendo en Dios que él ya había sido sanado.  A la mañana siguiente, el dolor en su cuello se había ido y él ya podía girar su cabeza.  Cuando finalmente recogió los resultados de sus Rayos X una semana después, su doctor le dijo que su espina dorsal se veía mejor que la de él mismo.  El doctor estaba bastante sorprendido porque los pacientes con esta condición, usualmente no mejoran.  ¡Dios había revertido la maldición de la espondilosis cervical para él!
Mi amigo, como creyente, tú estás en un terreno libre de maldición.  ¡Estás parado en la zona de bendiciones, en donde es muy fácil que las bendiciones de Dios lluevan todas sobre ti!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

sábado, 23 de junio de 2018

‘Yo Soy El Que Soy’


Y dijo Dios a Moisés: “YO SOY EL QUE SOY…”
Éxodo 3:14
¿Necesitas sanidad?  Él dice: “Yo, el Señor, Soy tu sanador.  (Éxodo 15:26)  Y conforme creas en Mí, vas a ir viendo tu sanidad manifestarse al treinta, al sesenta y al cien por ciento.”
¿Estás a tientas en la oscuridad, sin saber qué hacer?  Él dice: “Yo Soy la luz del mundo.  (Juan 8:12)  Si caminas en Mí, no andarás en tinieblas, sino que tendrás la luz de la vida.”
¿Estás buscando el camino para salir de una mala situación?  Él dice: “Yo Soy tu libertador.  Yo extiendo Mi mano desde el cielo y te rescato, te saco de aguas profundas.”  (Salmos 18:2, 16)
¿Te estás preguntando si hay en la vida algo más, que solo existir día a día?  Él dice: “Yo Soy la resurrección y la vida. (Juan 11:25)  Yo he venido a darte vida.  Y en donde hay vida, no puede haber muerte.  Vas a tener vida y vida más abúndate.”  (Juan 10:10)
¿Te sientes temeroso de lo que te espera?  Él dice: “Yo Soy el buen pastor, (Juan 10:11) quien te dirige a delicados pastos, llanuras verdes y aguas de reposo.  no tendrás falta de ningún bien.”  (Salmos 23:1-3)
¿Te sientes confundido por las opiniones e informes de los hombres?  Él dice: “Yo Soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último.  (Apocalipsis 1:11)  Yo tengo la última palabra en tu vida.  Los médicos no tienen la última palabra.  Los expertos no tienen la última palabra. Yo tengo la primera palabra y la última palabra en tu situación.”
Mi amigo, no tengas miedo de los problemas que estás enfrentando.  El Gran Yo Soy declara sobre ti: “¡No tengas temor!  Porque Yo Soy para ti lo que tú necesitas que Yo sea!”
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

viernes, 22 de junio de 2018

Toda Maldición En Tu Vida Ha Sido Destruida


Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros (porque escrito está: Maldito todo el que cuelga de un madero).
Gálatas 3:13
Muchos creyentes probablemente saben que cuando Jesús murió, nuestros pecados fueron perdonados porque Él derramó Su sangre.  Sin el derramamiento de sangre, no hay perdón de pecados. (Efesios 1:7, Hebreos 9:22)  Pero, ¿por qué Jesús tuvo que morir en una cruz, si la pena capital de Israel durante el tiempo de Cristo era la lapidación y no la crucifixión?
Jesús fue colgado y muerto en la cruz porque Él conocía la ley que dice que “el colgado es maldito de Dios.” (Deuteronomio 21:23)  Él quería redimirnos de toda la maldición de la ley, así que Él fue a la cruz “habiéndose hecho maldición por nosotros.”  ¡Jesús tomó todas nuestras maldiciones en la cruz, para que nosotros podamos tomar todas Sus bendiciones!
En el momento en que tú recibiste a Jesús, toda maldición en tu vida fue destruida.  Y la manera en que tú experimentas esto es simplemente creyendo y confesando lo que Jesús hizo por ti.  Di: “Debido a Jesús, yo soy bendecido.”  Mientras más lo digas y lo creas, más lo experimentarás.
Así que, si hay un área en tu vida en la que te sientas oprimido, por ejemplo, una condición en tu piel que se niega a sanar, di: “Cristo me ha redimido de esta condición en mi piel.  Yo me niego a ella y la rechazo en el nombre de Jesús, ¡porque por Sus heridas yo fui sanado!” (1 Pedro 2:24)  ¡Créelo y confiésalo hasta que lo veas!
“Pero Pastor Prince, mi padre murió de cáncer.  Su padre murió de cáncer.  Y mi doctor me ha dicho que hay una probabilidad de que yo también pueda tener cáncer.  ¡Está en nuestra sangre!”
Mi amigo, ¡la sangre de Cristo derramada en la cruz te ha redimido de toda maldición, incluyendo enfermedades como el cáncer!  En la cruz, Dios puso la maldición del cáncer en Jesús.  Y Él Mismo puso todas las bendiciones de Jesús en ti.  Por lo tanto, ¡espera que únicamente las bendiciones de Jesús vengan sobre ti y te alcancen!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

jueves, 21 de junio de 2018

Tú Ya Eres, Tú Ya Tienes


Por eso os digo que todas las cosas por las que oréis y pidáis, creed que ya las habéis recibido, y os serán concedidas.
Marcos 11:24
La Palabra de Dios nos dice que podemos tener lo que pedimos en oración —¡simplemente creyendo que ya lo tenemos!  Mientras estás orando, debes saber que ya tienes tu respuesta, o tu rompimiento —“cree que ya lo has recibido.”  La Biblia también nos dice que nosotros ya tenemos todo por lo que estamos orando, porque ya hemos sido bendecidos con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.  (Efesios 1:3)
Y tú estás en Cristo desde el momento en el que lo recibes a Él como tu Salvador.  Así que, cuando tú oras, en realidad estás liberando tu fe para tomar posesión de lo que ya tienes en Cristo.  Y mientras permanezcas diciendo que ya lo tienes (Marcos 11:23), tú vas a ver cómo en el reino natural, eso se manifiesta.
En uno de los retiros de nuestra iglesia, una señora miembro de la iglesia compartió acerca de un problema de espalda que había tenido durante 15 años, como resultado de haberse caído de la azotea.  Ella necesitaba una operación para ayudar a detener los dolores punzantes en su espina dorsal.  También había estado tomando píldoras contra el estrés durante cinco años.
Después de estar viniendo a la iglesia, ella comprendió que ya había recibido su sanidad por medio de la obra terminada de Cristo.  Rechazando la operación e incluso las píldoras, ella reprendió al dolor que seguía volviendo, mientras decía: “En Jesús, yo creo que soy sana.  Yo no estoy intentando ser sana, ni voy a ser sana.  Yo ya soy sana.  Yo tengo una nueva columna vertebral porque estoy en Cristo.  Y así como Cristo es, soy yo en este mundo.”  No pasó mucho tiempo antes de que esta hermana viera la manifestación de su sanidad.
Algunas veces, los síntomas de una enfermedad o la falta de algo, pueden regresar y tú puedes pensar que todavía no has recibido tu bendición.  Ese es el tiempo para liberar tu fe y declarar que ya lo tienes.  No lo estás confesando para obtenerlo.  ¡Estás confesando porque ya lo tienes en Cristo!
Mi amigo, la Biblia nos dice que Cristo está en nosotros. (Colosenses 1:27)  Esto significa que justo ahora, tu sanidad, plenitud, bienestar familiar y todo lo que tu corazón desea, está en ti.  Así que di: “¡En este momento, yo tengo todo lo que necesito en Cristo!”
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 20 de junio de 2018

Es Tiempo De Usar Tu Autoridad


Entonces dijo el Señor a Moisés: ¿Por qué clamas a Mí?  Di a los hijos de Israel que se pongan en marcha.  Y tú, levanta tu vara y extiende tu mano sobre el mar y divídelo; y los hijos de Israel pasarán por en medio del mar, sobre tierra seca.
Éxodo 14:15-16
El problema con el cuerpo de Cristo hoy, no es que nosotros no estemos orando.  Si estamos orando.  Pero muchos de nosotros estamos haciendo oraciones desesperadas.  Estamos orando: “¡Dios, ayúdame Dios, por favor Dios, has algo en relación a mi problema!”
Si estás sonriendo un poquito en este momento, es casi seguro que tú sabes sobre esas oraciones y quizá tú mismo has hecho un par de ellas.  Mi amigo, Dios no quiere que tú hagas oraciones de súplica todo el tiempo.  Él quiere que uses la autoridad que Él te ha dado para hacer oraciones poderosas, para dar la orden con seguridad, y para “extender tu mano” y ver milagros suceder.
Cuando Moisés estaba frente al Mar Rojo con el ejército de Faraón persiguiéndolos, la Biblia nos dice que él clamó a Dios.  Pero Dios le dijo: “¿Por qué clamas a Mi?”
Hay un tiempo para que clames a Dios y hay un tiempo para que uses tu autoridad.  Dios le dijo a Moisés: “Di a los hijos de Israel que se pongan en marcha. Y tú, levanta tu vara y extiende tu mano sobre el mar y divídelo.”
La “vara” que tú tienes hoy es el nombre de Jesús.  Cuando tú das una orden en el nombre de Jesús, tu “mar” se abre para que tú camines en seco en medio de tu problema.
¿Has notado que Jesús no dijo: “Orad por los enfermos”?  Él dijo: “Sanad enfermos.” (Mateo 10:8)  Así que, deja de suplicar y pedir todo el tiempo, y comienza a usar la autoridad que tienes en Cristo.
Jesús dijo a la iglesia: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo como en la tierra. Id, pues…” (Mateo 28:18-19)  Mi amigo, Dios quiere que tú vayas y uses la autoridad que Él te ha dado.  Y cuando vayas, ¡los milagros van a fluir!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

martes, 19 de junio de 2018

Tu Respuesta Está En Su Palabra


Hijo Mío, presta atención a lo que te digo.  Escucha atentamente Mis palabras.  No las pierdas de vista.  Déjalas llegar hasta lo profundo de tu corazón, pues traen vida a quienes las encuentran y dan salud a todo el cuerpo.
Proverbios 4:20-22
Dios nos ha dado un camino seguro para que recibamos las respuestas a nuestras pruebas y problemas.  Éste camino es Su Palabra.  Todas las respuestas o soluciones que necesitamos se encuentran en la Biblia.
A pesar de ello, muchos cristianos no están caminando victoriosamente en ciertas áreas de su vida.  Esto es porque el diablo continuamente desarrolla una guerra de distracción contra ellos.  Él ha conseguido mantenerlos alejados de la única cosa que puede darles la victoria —la Palabra.  Él hará todo lo posible para evitar que ellos abran la Biblia, porque él sabe que la Palabra los hará libres.
La distracción puede ser muy sutil: Muchas cosas por hacer, muchos programas de televisión interesantes, o puede tomar la forma de un gran problema que te hace sentir que necesitas enfocar toda tu atención en él.  El enemigo sabe que si él puede conseguir que mantengas tus ojos apartados de la Palabra de Dios, él puede detener que tú ganes la batalla.
Cuando estás pasando por un momento difícil, no es suficiente saber que la respuesta de Dios a tu problema está “en algún lugar en la Biblia”.  Encuentra la escritura en la que Dios ha prometido la solución.  Medita en ella hasta que la verdad de esa escritura te sea revelada.  Cuando haces esto, ningún demonio, ni el diablo, podrán evitar que la Palabra de Dios de mucho fruto en tu vida.
Aún, Jesús Mismo usó la Palabra para derrotar al diablo en el desierto —“Escrito está, ‘No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.’” (Mateo 4:4)  La manera de derrotar al enemigo es usando “Escrito está…”
Mi amigo, no existe sustituto para la Palabra de Dios escrita.  Dios nos dice que encontraremos vida y salud si ponemos nuestra atención en Su Palabra y la mantenemos en nuestros corazones.  Así que, entra en la Palabra y deja que las promesas de Dios se cumplan en ti.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince