… se libraron de sus enemigos… se convirtió de
tristeza en alegría y de duelo en día festivo...
Ester 9:22
Hoy en día, muchos judíos todavía celebran la
fiesta de Purim. El nombre Purim se
deriva de “la suerte” que un gentil, Amán, echó acerca del destino de los
judíos cuando ellos estaban en Persia bajo el Rey Asuero.
Amán, el villano en esta historia del libro de
Ester, odiaba a los judíos y buscaba exterminarlos. Él logró que el Rey Asuero le permitiera
emitir un decreto para aniquilar a todos los judíos en un mismo día —el día
trece del mes duodécimo de Adar. Pero Dios usó a la Reina Ester y a su tío Mardoqueo, ambos judíos, para voltear la situación en contra de Amán
y salvar a los judíos.
Amán fue colgado en la horca que él mismo había
construido para Mardoqueo. Luego, el rey
le permitió a la Reina Ester y a Mardoqueo que emitieran un decreto contrario, para permitir a todos los judíos defenderse a sí
mismos y destruir a sus enemigos en ese mismo día —¡el día trece del mes
duodécimo de Adar!
Así que, en vez de que los judíos fueran
exterminados en ese fatídico día, ¡sus
enemigos fueron destruidos! Dios cambió un
día malo para los judíos, en días buenos.
Él cambió su tristeza en alegría y les dio la victoria sobre sus
enemigos.
Mi amigo, Dios
puede hacer lo mismo para ti este día.
Él solo quiere que tú permanezcas en tu posición de descanso en Cristo. Porque por
la obra terminada de Jesús en la cruz, tú estás sentado en lugares celestiales en
Cristo, por encima de todo principado y todo ataque que el diablo pueda lanzar
sobre ti. (Efesios 2:6) Así como
Mardoqueo se sentó frente a la puerta del rey, y se rehusó a levantarse e
inclinarse ante Amán, no te “inclines”
ante el diablo dejando que te
convenza de dejar tu posición de
descanso en Cristo. No permitas que él te haga que te
preocupes, te desesperes y comiences a hacer las cosas por ti mismo.
La Reina Ester también estaba en una posición de descanso antes de que Amán
fuera ejecutado. (Ester 7) Ella estaba
postrada en un sofá mientras Amán le suplicaba por su vida. Mientras lo hacía, él accidentalmente cayó
sobre el sofá en el que la reina se encontraba.
El rey, pensando que Amán estaba agrediendo a su reina, ¡lo envió a la
horca!
Amado, permanece
en descanso en la obra terminada de Cristo, ¡y Él cambiará tus días malos en
días de regocijo y celebración!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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