Y él le dijo: “Hijo mío, tú siempre has estado
conmigo, y todo lo mío es tuyo.
Lucas 15:31
Fe es creer que tenemos un buen Dios, y que
Él protege y provee para todos aquellos que creen en Él. ¿Recuerdas
la parábola del hijo pródigo? (Lucas 15:11-32)
Jesús la comparte para
ilustrarnos cuan bueno es nuestro Padre celestial. El hijo rebelde, despilfarró la herencia de
su padre antes de decidir volver a su casa para pedirle a su padre que lo
contratara como su sirviente.
Pero antes de que pudiera llegar a casa, su padre lo vio a lo lejos, corrió hacia él
y lo abrazó. Y en vez de hacerlo uno
más de sus sirvientes, el padre se volvió a sus siervos y les dijo: “¡Pronto; traed la mejor ropa y vestidlo, y poned un anillo en su
mano y sandalias en los pies; y traed el becerro engordado, matadlo, y
comamos y regocijémonos!”
Ahora, cuando el hijo mayor regresó del campo y
escuchó sobre la celebración, se enojó y se rehusaba a entrar a la casa. Cuando su padre salió a preguntarle ¿qué
andaba mal? Este le respondió: “Mira, por tantos años te he servido y nunca
he desobedecido ninguna orden tuya, y sin embargo, nunca me has dado un
cabrito para regocijarme con mis amigos; pero cuando vino este hijo tuyo,
que ha consumido tus bienes con rameras, mataste para él el becerro
engordado.”
Fijate en lo que su padre le respondió: “Hijo mío, tú siempre has
estado conmigo, y todo lo mío es
tuyo. Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque éste, tu
hermano, estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha
sido hallado.”
¿Puedes ver cómo el hijo mayor percibe a su
padre? Él ve a su padre como un hombre duro y tacaño. Él creía
que tenía que trabajar para obtener algo bueno de su padre. ¡Él no
se había dado cuenta de que ya contaba con una herencia! ¡Él podía haber matado al becerro engordado
en cualquier momento, para celebrar!
Como el padre en la parábola, Dios ya te ha dado una herencia en Cristo. No falles en disfrutarla al dudar de la bondad de Dios, y al creer erróneamente que debes trabajar por ella.
¡Mira el corazón amoroso de tu Padre y Su bondad para ti, y celebra tu
herencia hoy!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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