recibe pequeños mensajes de gracia todos los días

domingo, 31 de marzo de 2019

Toma De Él

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Mientras iban ellos de camino, Él entró en cierta aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Y ella tenía una hermana que se llamaba María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba Su palabra. Pero Marta se preocupaba con todos los preparativos; y acercándose a Él, le dijo: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.” Respondiendo el Señor, le dijo: “Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas cosas; pero una sola cosa es necesaria, y María ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada.”  (Lucas 10:38–42)
Marta estaba ocupada sirviendo a Jesús mientras su hermana, María, sentada a Sus pies, tomaba de Él palabras de vida.  A Marta no le gustó que María no estuviera ayudándola, así que se quejó al respecto con Jesús.  ¿A quién crees que Jesús defendió?  ¡A María!
Mi amigo, algunos creyentes piensan que es mejor dar que recibir.  Eso es cierto en nuestras relaciones con las personas.  Pero cuando se trata de nuestra relación con el Señor, ¡es mejor RECIBIR de Él que tratar de darle!  Jesús se describe a Sí Mismo como el “pan de vida”, diciéndonos en esencia que Él quiere que nosotros tomemos de Él y recibamos de Él todo el sustento, fortaleza, sanidad, provisión y vida abundante que podamos tomar.
Nuestro Señor disfruta cuando nosotros tomamos de Él.  Es por eso que María complació al Señor.  Amado, te animo a ser hoy como María.  ¡Nuestro amoroso Padre celestial disfruta cuando nosotros tomamos de Su infinita reserva de fortaleza, sabiduría, favor, paz y vida!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

sábado, 30 de marzo de 2019

Ve A La Fuente

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Compasivo y clemente es el Señor, lento para la ira y grande en misericordia… No nos ha tratado según nuestros pecados, ni nos ha pagado conforme a nuestras iniquidades. Porque como están de altos los cielos sobre la tierra, así es de grande Su misericordia para los que le temen. Como está de lejos el oriente del occidente, así alejó de nosotros nuestras transgresiones.  (Salmos 103:8, 10–12)
El Salmo 103 es uno de mis salmos favoritos, un hermoso salmo que describe quién y qué es realmente Dios —un Salvador clemente y misericordioso.  Creer correctamente comienza con lo que tú crees acerca de Dios y debe estar basado en el fundamento sólido de la Palabra de Dios.  Para conocer la verdad acerca de quién y qué es Dios, no podemos seguir los sentimientos, las circunstancias, las conjeturas humanas o lo que hemos escuchado decir a alguien acerca de Dios.  ¡Tenemos que ir a la fuente!
Si escuchas el rumor de que alguien que tú conoces estaba diciendo cosas horribles y negativas acerca de ti, no lo creas de inmediato.  Ve a la fuente primero.  Pregúntale a esa persona si es eso lo que realmente dijo o si es eso lo que realmente quiso decir.  Muchas personas permiten que sus amistades y relaciones valiosas se fracturen porque creen en los rumores.  Se vuelven amargados, enojados y decepcionados sin siquiera verificar con la persona si él o ella realmente ha dicho esas cosas desagradables.
De la misma manera, en el mundo en que vivimos, hay todo tipo de creencias equivocadas acerca de Dios que se han mantenido: “Dios está enojado contigo”.  "Él está decepcionado de ti”.  “Dios está permitiendo que todas estas cosas negativas te sucedan porque Él te está castigando por tus pecados del pasado”.
¡Por favor NO creas todos estos chismes sin fundamento acerca de Dios!  Tales impresiones de Dios han dañado la relación de muchas personas con Él y ellos viven con una perspectiva distorsionada de quién es Dios realmente.  En lugar de recibir Su amor, gracia y perdón, se vuelven inseguros, distantes y temerosos de Él.  En lugar de permitir que Jesús entre en sus situaciones, viven sus vidas huyendo, evitándolo y escondiéndose de Él.
Vamos, honremos a Dios y vayamos a la fuente.  Mira nuevamente lo que la Biblia dice acerca de Él en la escritura de hoy: Él es “lento para la ira y grande en misericordia… Como está de lejos el oriente del occidente, así alejó de nosotros nuestras transgresiones”.  ¡Este es nuestro Dios!  ¡Es por eso que siempre puedes correr hacia Él y creer que puedes recibir Su ayuda gratuitamente!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

viernes, 29 de marzo de 2019

Conociendo Su Nombre

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«Protegeré a lo que confían en Mi nombre».  (Salmos 91:14, NTV)
Nuestro Señor Jesús vino a revelar el nombre “Padre”.  Padre habla de la familia y de cercanía e intimidad.  Podemos conocer a Dios como Elyon, el Altísimo.  Como El Shaddai, Dios Todopoderoso.  Como Yehovah, el Señor, el Dios que guarda el pacto.  Como Elohim, poderoso Creador de los cielos y la tierra.  Cada nombre es muy importante porque cada uno revela un maravilloso aspecto de nuestro Dios.  Pero cuando tú conoces a Dios como Padre, todas Sus virtudes, atributos y poder trabajan para ti, para que ponerte en alto y liberarte.
Nuestro Señor Jesús oró: “Ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y Yo voy a Ti. Padre santo, guárdalos en Tu nombre, el nombre que me has dado, para que sean uno, así como Nosotros”. (Juan 17:11)  La palabra griega para “guárdalos” aquí es la palabra tereo, que significa atender con cuidado, cuidar, vigilar, observar y preservar.  ¿Cuál es el nombre por medio del cual serás guardado y protegido?  PADRE.  Amado, quiero que sepas sin lugar a dudas, que tienes un Padre celestial que te ama, que renunció a todo por ti y que está cuidando de ti vigilante.
Él es tu Padre.  Tu papi.  Tu Abba.
Ese es el nombre por el cual Él quiere que lo llames.  Cuando mi hijo, Justin, tiene una pesadilla, él no grita: “¡Pastor Prince!”  Él simplemente grita: “¡Abba!” y yo estoy allí, listo para hacerme cargo de cualquier monstruo que se esconde debajo de su cama.  De la misma manera, tú puedes tener plena seguridad de que cuando llames a tu Padre, Él te responderá.  Puedes tener total confianza en la protección y liberación de tu Padre para ti y tu familia, no debido a tu amor por Él, sino debido a Su amor por ti.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

jueves, 28 de marzo de 2019

Conoce A Tu Comandante En Jefe

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Levántese Dios; sean esparcidos Sus enemigos.  (Salmos 68:1)
Es interesante escuchar cómo hablan algunos cristianos.  Se les escucha hablar sobre lo que el diablo les hizo, cómo realmente se enojaron con el diablo y cómo pasaron toda la noche reprendiendo al diablo.  Tales cristianos también andan por la ciudad diciéndole a las personas lo que el diablo les ha estado diciendo, pero realmente no se les escucha hablar sobre lo que el Señor les ha estado diciendo.  ¿Y qué es lo que les pasa?  ¡Es que están sintonizados en la frecuencia incorrecta!
En lugar de magnificar a Jesús y Su presencia, y ser conscientes de Él, están magnificando al diablo y siendo más conscientes del diablo que conscientes de Jesús.  ¡Esto es muy triste!  Ellos siempre están hablando de guerra y del diablo.  ¿Sabías tú que la mejor guerra en la que podemos participar es magnificar al Señor Jesús en nuestra vida?  La Biblia declara: “Levántese Dios; sean esparcidos Sus enemigos.  ¡Amén!
Recientemente, tuve una conversación con una médico acerca de guerra espiritual.  Ella me dijo: “Cuando hay una condición en tu cuerpo, tú debes saber cuál es el nombre médico correcto para que puedas orar contra ella con precisión”.  Luego, me dijo con cierta altivez: “Como alguien que estuvo en el ejército, tú debes saber esto: La estrategia militar más importante es conocer a tu enemigo”.
Le sonreí y respondí: “En realidad, yo creo que la estrategia militar más importante no es conocer a tu enemigo, sino conocer a tu comandante en jefe y sus instrucciones para ti”.
Mi amigo, ¿conoces a tu comandante en jefe, Jesucristo?  ¿Sabes con total seguridad que Su presencia y Su favor inmerecido están contigo?  ¡Comienza a practicar la presencia de Jesús en tu vida hoy, y mira la diferencia que Él traerá a tu situación!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 27 de marzo de 2019

Construye Un Escudo De Fe

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Toda palabra de Dios es probada y purificada, El es un escudo para aquellos que confían y se refugian en El.  (Proverbios 30:5, AMP)
Intencionalmente llénate con las promesas de la protección de Dios.  La fe viene por oír, y oír la palabra de Cristo. (Ver Rom. 10:17)
¿Qué estás escuchando hoy?  ¿La palabra del mundo?  ¿La palabra de Wall Street?  ¿O la palabra de Cristo?
Quiero animarte hoy a construir un escudo de fe alrededor de tu familia.  Escucha, cree, declara.  ¿Lo dirías conmigo?  Escucha, cree, declara.  Escucha mensajes centrados en Cristo, cree la Palabra de Dios y declara en voz alta las promesas que deseas ver en tu vida.
Yo creo que el Señor quiere sellar esta verdad en tu vida hoy.  Di esto en voz alta conmigo ahora mismo:
Señor Jesús, Tú eres el refugio de nuestra familia, nuestra fortaleza, nuestro Dios —en Ti confiamos.  Nosotros no confiamos en nuestra propia sabiduría, ni en nuestra propia inteligencia limitada, ni en nuestras propias habilidades.  Confiamos en Ti.  Confiamos en Tu gracia y Tu amor por nosotros.  Confiamos en que Tú nos guardas en Tu salud y fortaleza divinas todos los días de nuestras vidas.  Confiamos en que Tú nos guardas del terror, del temor, de los peligros, de las enfermedades y de los accidentes.  En Ti confiamos.  Amén.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

martes, 26 de marzo de 2019

Gana La Batalla Por Tu Mente

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Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.  (Proverbios 23:7)
Recibe ánimo al saber que tú no tienes que tener miedo por las batallas en tu mente. Jesús dijo: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. (Juan 8:32)  En base a la Palabra de Dios, creer correctamente es la clave que abre los tesoros de Dios en tu vida, dándote acceso a la plenitud de Su amor, Su gracia, Su favor, Sus bendiciones y Su perdón.  Jesús ya pagó el precio en el monte Calvario.  De manera que el obstáculo entre tú y tu victoria son tus creencias equivocadas.  La batalla tiene que ver con lo que tú crees.
El enemigo sabe que si puede controlar tu vida mental, él puede manipular tus emociones y sentimientos.  Por ejemplo, si él puede hacerte que entretengas pensamientos de culpa, fracaso y derrota, tú comenzarás a sentirte frustrado contigo mismo, físicamente débil e incluso deprimido.
Nuestras emociones son banderas que nos indican cuáles son nuestros pensamientos.  Gracias a Dios por las emociones.  Estas nos dicen si algo está terriblemente mal con nuestros pensamientos.  Muchos de nosotros no somos conscientes del momento en el que nuestros pensamientos se deslizan por una pendiente resbaladiza hacia el temor, la duda, el pesimismo y la ansiedad.  Sin embargo, Dios nos ha diseñado de tal manera que podamos reconocer rápidamente nuestros pensamientos por medio de nuestras emociones.  Intenta esto: cuando comiences a sentir emociones negativas, como temor, preocupación, culpa e ira, detente y pregúntate a ti mismo: “¿Qué es lo que estoy pensando?”
Tus emociones le siguen rápidamente los talones a tus pensamientos.  Si tus pensamientos son negativos, naturalmente producirás emociones negativas.  Contrariamente, si tus pensamientos son positivos en Cristo, producirás emociones positivas.
Es por eso que hay una batalla por tu mente.  El diablo quiere mantener tus pensamientos negativos para poder mantenerte derrotado.  Él es un maestro de los juegos mentales y no juega limpio.  Cuando él tentó por primera vez a Adán y Eva en el jardín, les hizo dudar de los motivos de Dios al insinuar que Dios les estaba ocultando deliberadamente algo bueno, cuando en realidad Dios los estaba protegiendo.  La estrategia del diablo no ha cambiado —él todavía está utilizando temores, mentiras, acusaciones, culpa y condenación para atrapar a los creyentes de hoy y hacerles dudar del perfecto amor, perdón y sobreabundante gracia de Dios.
Mi amigo, ¿hay algo por lo que sientas temor o ansiedad hoy?  Date cuenta que esos temores y ansiedades indican la presencia de creencias equivocadas en tu vida, de las que Dios quiere que seas liberado.  Reemplaza esas creencias equivocadas con creencias correctas basadas en la Palabra de Dios y vas a erradicar esos temores y ansiedades.  A través del poder de creer correctamente, tú vas a ganar la batalla por tu mente.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 25 de marzo de 2019

No Llenos De Nosotros Mismos Sino Llenos De Cristo

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Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí, y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y Se entregó a Sí Mismo por mí.  (Gálatas 2:20)
A medida que profundizamos en el poder de creer correctamente, quiero mostrarte formas prácticas en las que tú puedes ser transformado por la renovación de tu mente.  Creer correctamente consiste en renovar tu mente y eliminar las creencias equivocadas que dieron forma a tu pensamiento y comportamiento.  Es por eso que la Palabra de Dios dice: “No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar”.  (Rom. 12:2, NTV)
Dios quiere cambiar la forma en que pensamos cambiando nuestros pensamientos de estar llenos de nosotros mismos, a estar llenos de Cristo.  Nuestra tendencia humana es enfocarnos en nosotros mismos.  Somos propensos a la introspección excesiva y somos fácilmente susceptibles de preocuparnos por nosotros mismos y no por Jesús.  Muchos de nuestros mayores dolores, luchas, fracasos y miserias resultan de vivir centrados en el “Yo”.  A menudo, estamos absortos en pensamientos como “¿Habré hecho lo suficiente?”, “¿Qué hay de malo conmigo?” y “¿Por qué soy tan débil?”  Desafortunadamente, cuando nos ocupamos demasiado en nosotros mismos, nos obsesionamos, nos sentimos oprimidos e inevitablemente nos deprimimos.
Mi amigo, ¿está tu mente llena constantemente de pensamientos sobre cómo has fallado, cuánto te has equivocado y cuán indigno eres?  Esto es sintomático de alguien que está claramente lleno de sí mismo.  Pensamientos como estos hacen que las personas desarrollen un complejo de inferioridad.  Las personas que sufren de esto están siempre listas para condenarse a sí mismas.  Sus mentes están nubladas por la negatividad y el pesimismo.
Pero la llenura de sí mismos también puede manifestarse en el otro extremo como un complejo de superioridad.  Hay personas que piensan que siempre son mejores que los demás.  Son dolorosamente arrogantes y creen que sus perspectivas y opiniones son siempre correctas.  Ya sea que te sientas superior o inferior, tu enfoque sigue estando en ti mismo y al final eso te causa mucho dolor, desdicha y angustia
Solo en Cristo vas a experimentar la verdadera transformación y no caminarás en orgullo ni en falsa humildad.  Cuando estás lleno de Cristo, la carne en ti se vuelve intrascendente y comienzas a manifestar inconscientemente todos los atributos adorables y preciosos de la plenitud de Jesús.  El fruto del Espíritu, como el amor, la alegría, la paz y la bondad, fluyen a través de ti sin esfuerzo cuando tu mente es renovada y se llena de la persona de Jesús.  ¡Es algo inevitable!  No podemos tocar Su gracia y no volvernos santos, así como tampoco podemos tocar el agua y no mojarnos.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

domingo, 24 de marzo de 2019

Tu Respuesta Se Encuentra En Una Persona

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¡Miserable de mí! ¿Quién me libertará de este cuerpo de muerte? Gracias a Dios, por Jesucristo Señor nuestro.  (Romanos 7:24–25, NTV)
La carne en nosotros puede producir toda una gama de emociones y pensamientos, desde la derrota, los celos, la codicia y la lujuria hasta la ira, la inferioridad, la condenación y la arrogancia.  Mientras estemos en este cuerpo físico, la carne estará activa en nosotros.
Pero podemos regocijarnos porque cuando Jesús murió en la cruz, la Palabra de Dios nos dice que Él “condenó el pecado en la carne”. (Rom. 8:3)  Todos los pensamientos negativos y las emociones tóxicas de la carne ya fueron juzgados y castigados en la cruz.  Hoy nosotros podemos experimentar victoria sobre la carne por medio del poder de la cruz.
Puedes leer todo acerca de la lucha del apóstol Pablo con la carne en Romanos 7:18–19: “Porque yo sé que en , es decir, en mi carne, no habita nada bueno; porque el querer está presente en , pero el hacer el bien, no. Pues no hago el bien que deseo, sino el mal que no quiero, eso practico.”
¿Notaste cuántas veces se mencionan las palabras “yo” y “mi” en los dos versículos anteriores?  Estoy seguro que puedes identificarte con el apóstol Pablo en su lucha con la carne.  Es la lucha que todos enfrentamos cuando estamos ocupados en nosotros mismos y batallamos con la carne en nuestro interior.  Es una vida de aflicción, angustia, derrota y desesperación.
Pero no es allí donde Dios quiere que vivas, amigo.  Un creyente no vive en el capítulo 7 de Romanos.  Por medio de Cristo Jesús, nosotros deberíamos estar viviendo en el capítulo 8 de Romanos.  Leámoslo y vamos a descubrir cómo Pablo se liberó de esa esclavitud del yo.
Sólo unos pocos versículos después, Pablo grita: “¡Miserable de mí! ¿Quién me libertará de este cuerpo de muerte?” (Rom. 7:24).  La respuesta, amigo mío, se encuentra en una persona, y Pablo nos dice que esta persona es Jesús: “Gracias a Dios, por Jesucristo Señor nuestro”. (Rom. 7:25)
Solo nuestro hermoso Salvador, Jesucristo, puede librarnos de la carne.  Y en Cristo nosotros podemos adentrarnos en el primer versículo del capítulo 8 de Romanos, que proclama: “Por consiguiente, no hay ahora condenación para los que están en Cristo Jesús”.  Aquí es donde nosotros, como creyentes del nuevo pacto, debemos vivir.  No en el dominio de la lucha constante y la desesperación, sino en el dominio de la no condenación y la victoria.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

sábado, 23 de marzo de 2019

Dios Es Un Dios Práctico

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Por tanto, no os preocupéis, diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿qué beberemos?” o ¿con qué nos vestiremos?” Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; que vuestro Padre celestial sabe que necesitáis de todas estas cosas.  (Mateo 6:31–32)
Nuestro Dios es un Dios práctico, que está interesado en proveer de manera práctica para tus necesidades diarias.  Echa un vistazo a Jesús a lo largo del relato de los cuatro Evangelios.
A los que tenían hambre, Él les proveyó alimento multiplicando los panes y los peces.  A los pescadores que trabajaron toda la noche y no pescaron nada, Él les dio peces en una cantidad superior a la capacidad de carga de su barca.  Jesús no se detuvo allí —todos los que se encontraron con Él, recibieron de Él lo que les hacía falta.  Él sanó a los quebrantados de corazón y dio vista a los ciegos.  Todos los enfermos que vinieron a Él fueron sanados.  ¡Incluso los muertos recibieron la resurrección de su vida!
Amigo mío, ¡Jesús es el mismo, ayer, hoy y siempre!  Él aún está proveyendo.  Así que, lo que sea que necesites hoy, si es sabiduría, favor, sanidad divina o fortalecimiento divino, ve a Él.  Él es un Dios práctico.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

viernes, 22 de marzo de 2019

Solo Cree

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“Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”  (Juan 3:14–15)
¿Sabes por qué Jesús eligió la cruz?  Él fue a la cruz para que todo aquel que cree en Él pueda recibir el regalo de la vida eterna.
Todo aquel que cree.  Eso es todo lo que necesitas hacer para entrar en la herencia que fue comprada para ti con la sangre del Hijo de Dios.  Cree en ÉL.  Cree en Jesús.  Cree en lo que Él ha hecho por ti en la cruz.  Cree que todos tus pecados le han sido imputados a Él y toda Su justicia te ha sido imputada a ti. (Ver 2 Cor. 5:21)  Cree en el intercambio divino.  Cree en Su amor.  Cree que todos tus pecados ya fueron castigados en la cruz y que por medio de Jesús, tú has recibido los regalos de justicia y vida eterna.
Lee nuevamente Juan 3:15.  Dime, ¿quién califica para ser salvo?  La Palabra de Dios no dice: “Todo aquel que le obedece perfectamente y guarda todos Sus mandamientos”.  Tampoco dice: “Todo aquel que nunca vuelve a fallar”.  Simplemente dice: “Todo aquel que en Él cree”.  Todo aquel que cree en Él no se perderá sino tendrá vida eterna.  ¡La única acción necesaria de tu parte es creer!
Pastor Prince, ¿cómo puede el simple hecho de creer en Jesús hacerme justo?  Debe haber algo más que yo deba hacer para ganarme y merecer el amor de Dios por mí.
No lo pases por alto solo porque suena simple, y no subestimes el poder de creer correctamente.  Cuando tú crees correctamente —cuando crees que tú eres hecho justo por medio de Jesús— terminarás produciendo el fruto de justicia.  El apóstol Pablo se refiere a “el fruto de justicia” en Filipenses 1:11, y especifica que éste es “por medio de Jesucristo”.  Cuando pongas tus ojos en Jesús y solamente en Jesús, como la fuente de tu justicia y perdón, terminarás produciendo los frutos de justicia, santidad y carácter moral.
De hecho, la Biblia nos dice que es cuando nosotros no vemos u olvidamos que hemos sido limpiados de nuestros pecados antiguos, que terminamos careciendo de autocontrol, piedad y amor fraternal. (Ver 2 Pedro 1:5–9)  ¿Puedes ver cómo es que cuando crees correctamente, vas a terminar viviendo correctamente?  ¡Así que haz de Jesús, Su perdón y Su amor, el centro de cada parte de tu vida!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

jueves, 21 de marzo de 2019

El Regalo De Justicia

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Porque si por la transgresión de uno, por éste reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por medio de Uno, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y el don de la justicia.  (Romanos 5:17)
Si estás luchando, como muchos de los creyentes, con si te mereces ser bendecido, favorecido y victorioso, te estás haciendo la pregunta equivocada.
La pregunta que deberías estarte haciendo es: ¿merece Jesús ser bendecido, favorecido y victorioso?  Debido a que tú estás en Cristo, tener un futuro bendecido no depende de cuánto tú te esfuerces por ser perfecto, ni de lo mucho que te esfuerces por cambiarte a ti mismo.  Solo depende de la persona de Jesús.
La Biblia proclama: “como Él es, así somos también nosotros en este mundo”.  (1 Juan 4:17)  ¿Merece Jesús ser bendecido, favorecido y victorioso?  ¡Entonces tú también!  Esto es lo que significa estar en Cristo Jesús.  Significa que hoy, Dios te examina y te mira, en base a la perfección de Jesucristo.  La justicia de Jesús es tu justicia.  De hecho, la Biblia explica que debido a que Jesús, quien no conoció pecado, se hizo pecado por nosotros, nosotros ahora somos la justicia de Dios en Cristo. (Ver 2 Cor. 5:21)
Justicia” es un término legal.  Significa tener una posición de derecho delante de Dios.  El Diccionario Expositivo de Palabras Bíblicas de Vine, define la justicia como “el don de gracia de Dios a los hombres por el cual todos los que creen en el Señor Jesucristo son introducidos a la correcta relación con Dios”.  En otras palabras, tu posición de derecho delante de Dios se basa en la posición de derecho de Jesús
Hoy, tú eres tan justo como Jesús es, porque tu justicia es la de Él.  Él la compró para ti en la cruz.  Cuando tú lo recibiste a Él como tu Señor y Salvador, Él quitó todas tus injusticias de una vez por todas y te dio Su regalo de justicia.  Esta justicia es algo que tú nunca podrás obtener o lograr a través de hacer lo correcto, ésta solo puede ser recibida a través de creer correctamente en Jesús.
¿Y sabes lo que sucede cuando recibes este regalo de justicia?  La Biblia declara que “reinarán en vida por medio de Uno, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y el don de la justicia”. (Rom. 5:17)  Oye, cuando tú reinas, tus adicciones no.  Cuando tú reinas, la enfermedad no.  ¡Cuando tú reinas, el temor, la depresión y todos los obstáculos que te impiden vivir tu vida al máximo serán destruidos y eliminados!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 20 de marzo de 2019

Nuestro Dios Guardador De Pactos

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Entonces el Señor le dijo: “Yo Soy el Señor que te sacó de Ur de los caldeos para darte esta tierra como posesión.” Pero Abram respondió: “Oh Señor Soberano, ¿cómo puedo estar seguro de que realmente voy a poseerla?”... Entonces el Señor hizo un pacto con Abran aquel día y dijo: “Yo he entregado esta tierra a tus descendientes, desde la frontera de Egipto hasta el gran río Éufrates…”  (Génesis 15:7–8, 18, NTV)
Cuando Dios prometió a Abraham que le daría la tierra, Abraham le preguntó: “Dios, ¿cómo puedo estar seguro?”  Y como si Su palabra no fuera lo suficientemente buena, Dios dio un paso más allá e hizo un pacto con Abraham, uniéndose a Sí mismo irrevocablemente a éste, para. asegurarle a Su amigo que Él haría conforme a lo prometido.
Permíteme decir algo acerca de los pactos de Dios.  Éstos nunca pueden romperse, solo reemplazarse por uno mejor.  Amigo mío, Dios hará conforme a lo que Él te ha prometido, y para tranquilizar tu corazón, Él se ató a Sí mismo al pacto contigo cuando lo cortó con tu representante, Jesús, en el Calvario.
Así que descansa tranquilo sabiendo que tienes un Dios que guarda Sus pactos y que NO PUEDE romper Su pacto, ni renegar de Sus promesas.  Simplemente apóyate en SU fidelidad y como Abraham, caminarás en tu herencia y sanidad.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

martes, 19 de marzo de 2019

Jesús, Nuestro Héroe Perfecto

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Su paladar, dulcísimo, y todo Él, deseable. Éste es mi amado y éste es mi amigo, hijas de Jerusalén.  (Cantar de los Cantares 5:16)
Jesús es alguien con quien tú puedes ser completamente real.  Puedes salir con Él y ser tú mismo, sin pretensiones ni actuaciones.  Jesús es siempre amante de ti y puedes hablar con Él de todas las cosas.  Él disfruta conversar contigo acerca de tus sueños, aspiraciones y esperanzas.  Él quiere sanarte de cosas en tu pasado con las que puedes estar luchando.  Él está interesado en tus problemas actuales.  Él quiere llorar contigo cuando estás triste y alegrarse contigo en todas tus victorias.
Jesús es el amor y la ternura personificados.  Ten cuidado de no confundir Su ternura con la imagen afeminada y débil con la que lo representan en algunas pinturas tradicionales.  Él es ternura y fuerza envueltas en uno.  Él es mansedumbre y majestad, humanidad y deidad, terciopelo y acero.  Verás, algunas veces, cuando nosotros intentamos ser asertivos y fuertes, hacemos pedazos los sentimientos de las personas y terminamos lastimándolos con nuestras palabras.  Cuando intentamos ser tiernos, caemos en una sobredosis de amabilidad que nos reduce a meros juguetes de felpa de los que otros se aprovechan.
Apartémonos de nosotros mismos y busquemos a Jesús.  Él pudo forzar duramente a un grupo de fariseos intrigantes a retroceder en un caso, cuando los desafió al decir: “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.” (Juan 8:7)  En el momento siguiente, este mismo Jesús miró directamente a los ojos a una mujer quebrantada que había sido atrapada en adulterio y con tal compasión que resonaba profundamente en Su voz, le preguntó: “Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?... Ni Yo te condeno; vete, y no peques más”. (Juan 8: 10–11).
¡Este es nuestro Dios!
En un momento, un Jesús cansado estaba profundamente dormido en una barca de pescadores que era barrida por el viento, ajeno a la bravura de las aguas de Galilea que se estrellaban contra la infortunada barca.  Pero en el momento siguiente, podemos verlo mirando resueltamente el azote las olas y Sus bien formados brazos de carpintero levantados hacia el cielo.  Y con esa única declaración de Su autoridad absoluta sobre el cielo y la tierra, las olas se sometieron y se calmaron instantáneamente en un plácido espejo de quietud. (Marcos 4:37–39).
Jesús es 100% hombre y al mismo tiempo 100% Dios.  Como Hombre, Él comprende y se identifica con todo lo que tú has pasado, estás pasando y con lo que pasarás en esta vida.  Pero como un Dios amante, todo Su poder, autoridad y recursos están de tu lado.  Amado, sea lo que sea que estás enfrentando hoy, permite que tu corazón descanse en Su amor perfecto por ti.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 18 de marzo de 2019

Pide En Grande

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“Y todo lo que pidáis en Mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.”  (Juan 14:13)
Quiero comenzar este día dándote este desafío: ¡Pide a Dios cosas grandes!  ¿Qué deseas ver en tu vida —en tu familia, salud, finanzas y carrera?  ¿Qué le pedirías a Dios si supieras sin sombra de dudas que Él es bueno y que Su amor por ti es para siempre?  ¡Pídeselo a Dios!  Jesús vino para que tú pudieras vivir una vida que está marcada no por la escasez, sino por la abundancia; no por la desesperación, sino por la plenitud de Su amor, gozo y paz.
Me gustaría que escribieras en tus notas lo que le pedirías a Dios si supieras que Él escucha tus oraciones.  ¿Cuáles son tus sueños, esperanzas y aspiraciones?  ¿Qué te gustaría ver suceder en tu vida?  ¿Con qué estás luchando hoy?  ¿En qué área de tu vida te gustaría ver el poder de Dios manifestándose?  Escríbelo.  Escríbelo todo.  Escribe lo que quieres ver que suceda con la esperanza bíblica en tu corazón de que Él te escucha y Él proveerá.  Escribe con una alegre, positiva y confiada tu expectativa de bien.
No sólo le pidas a Dios cosas pequeñas.  ¡Pídele cosas grandes!  Por ejemplo, no sólo le pidas un trabajo.  Pídele una posición de influencia.  No solo le pidas que restaure tu salud.  Pídele una vida larga y saludable llena de muchos días buenos.  Extiende tu fe para creer en la bondad de Dios.  Él se complace cuando nuestra fe es grande.  Él no se ofende cuando le pedimos cosas grandes.
¿Harías eso ahora?  Solo toma unos minutos y escribe tus peticiones a Dios —Dios, que es todopoderoso y más poderoso de lo que podemos imaginar.  Dios, que colgó a los planetas en su lugar y habló orden en el mundo.  Dios, quien guió a Su pueblo en una columna de nube durante el día y una columna de fuego en la noche.  Dios, que hizo llover maná del cielo y sacó agua de la roca seca.  Dios, que convirtió agua simple en el mejor vino.  Dios, que hizo que los cojos caminen, los ciegos vean y los sordos oigan.  Dios, que multiplicó cinco panes y dos peces pequeños para alimentar a cinco mil hombres.  Dios, que resucitó a los muertos y conquistó el sepulcro.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

domingo, 17 de marzo de 2019

Gratuita E Inmerecida

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Y como es mediante la bondad de Dios, entonces no es por medio de buenas acciones. Pues, en ese caso, la gracia de Dios no sería lo que realmente es: gratuita e inmerecida.  (Romanos 11:6, NTV)
Me encanta la descripción que hace el apóstol Pablo de la gracia de Dios: ¡gratuita e inmerecida!  Cuando tú realmente experimentas este gratuito e inmerecido favor y amor de Dios, no tienes que preocuparte por tu comportamiento.  Su amor y Su favor inmerecido dentro de ti echarán fuera todo pensamiento equivocado y toda creencia equivocada, y tú producirás buenas obras —¡verdaderos frutos de justicia que son duraderos, sostenibles y perdurables!
Posiblemente escuchaste esa enseñanza en la que la gracia se define como “empoderamiento divino”.  Ten cuidado con definir la gracia como solo un empoderamiento —eso sería diluir y reducir lo que realmente es la gracia.
La gracia produce el empoderamiento divino, pero en sí misma, la esencia de la gracia es Su favor inmerecido, que no hemos ganado y del cual no somos dignos.  ¿Cuándo te encuentras en tu estado más indigno?  Cuando has fallado.  Favor inmerecido significa que cuando has fallado y te encuentras en tu estado más indigno, tú puedes recibir el favor, las bendiciones, el amor y la aceptación perfecta de Jesús en tu vida.  Déjame decirte que cuando comprendes y recibes la gracia como el favor inmerecido de Dios, tú no solo vas a ser empoderado, sino que serás sanado y serás cambiado desde tu interior.
El verdadero peligro de definir la gracia solo como empoderamiento divino es que inconscientemente podemos darle vuelta a la gracia y en lugar de verla como la obra de Dios en nuestra vida, la convertimos en nuestra obra.  De estar centrada en lo que Jesús hizo, la definición errónea de la gracia como un “empoderamiento”, la convierte en el concepto de lo que tú debes hacer y la manera en que debes comportarte ahora que has recibido esta gracia, este “empoderamiento divino”.  ¿Puedes notar esto?  Con tal definición de la gracia, la responsabilidad de vivir la vida de Cristo recae sobre tus hombros.
Mi amigo, asegúrate de que lo que estás creyendo en tu corazón siempre te remita a Jesús y solamente a Jesús, no a ti mismo.  Recuerda, se trata completamente de Su trabajo, Su obra, Su comportamiento y Su amor en nuestras vidas.  Ésta nunca apunta a ti de regreso.  No te dejes engañar por aquellos que se apartan de la definición prístina de la gracia como el favor inmerecido de Dios y terminan hablando de ti y de lo que debes hacer.  Eso no es gracia.  La gracia es lo que Dios hace —desde el principio y hasta el final.
Hoy, recibe Su gracia abundante —mira que Dios ya comenzó una buena obra en tu vida y solo Él te guiará y te dará la victoria en el área de tu necesidad.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

sábado, 16 de marzo de 2019

Practica La Sabiduría Y Camina Protegido

Medita En
No se olviden de brindar hospitalidad a los desconocidos, porque algunos que lo han hecho, ¡han hospedado ángeles sin darse cuenta!  (Hebreos 13:2, NTV)
Si observas detenidamente las Escrituras que Satanás usó para intentar que nuestro Señor Jesús se arrojara desde el pináculo del templo, descubrirás que no tenía nada que ver con ponerse en peligro para poner a prueba la protección de Dios.  Los Salmos 91:11–12 no están animándote a que te lances al peligro.  Lo que dicen es que a medida que avanzas en el transcurso de tu vida diaria, el Señor te protegerá “en todos tus caminos”.  La palabra hebrea para “caminos” en el versículo 11 muestra esto claramente —es la palabra derek, que significa camino, ruta o viaje.
A medida que avanzas en tu diario caminar, hay ocasiones en las que el enemigo puede haber puesto trampas delante de ti, de las que no estás al tanto.  Pero Dios dará a Sus ángeles órdenes acerca de ti, de que vayan delante de ti para protegerte de esas trampas.  ¡No significa que debas ir y hacer algo estúpido y perjudicial para ti mismo, a fin de poner a prueba la protección de Dios!  Incluso aunque confiemos en el Señor acerca de tener Su protección divina, ejercitemos la sabiduría también.
Puede ser que estés familiarizado con la cita de Marcos 16:18, que dice: “Aunque beban algo mortífero, no les hará daño”.  Ahora, si alguien te reta a tomar veneno y tú lo bebes voluntariamente para demostrar que no te hará daño, eso es sencillamente algo tonto.  El Salmo 91:11 se refiere a los caminos que tomamos como parte de nuestra vida normal.  Beber veneno intencionalmente, ciertamente no es parte de tu vida normal.  Lo que Marcos 16:18 está diciendo es que si en el transcurso de tu día, bebes algo dañino sin darte cuenta, ¡el Señor te protegerá para que eso no te haga daño!
Tengo un amigo misionero que me contó cómo alguien había intentado envenenarlo mientras estaba en el campo misionero.  Al final, la persona se convirtió en creyente del Señor Jesús porque vio al misionero bebiendo inocentemente todo el vaso de veneno —sin sufrir efectos adversos. ¡Así es como se aplica Marcos 16:18!
Y espero que te des cuenta que la protección de Dios no siempre tiene que llegar en forma de intervenciones angelicales espectaculares. Creo que cada día, Su protección sobre nosotros es tan sobrenaturalmente natural que muchos de nosotros ni siquiera nos damos cuenta de que hemos sido protegidos.  Tal vez cuando ibas a salir de la acera, sentiste que algo te sujetaba o jalaba hacia atrás, y en ese momento, un automóvil pasó a tu lado.  ¿Qué crees que te detuvo o te hizo retroceder?  ¡Esto bien pudo haber sido un ángel protegiéndote no necesariamente de manera espectacular, pero si sobrenaturalmente!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince