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lunes, 18 de marzo de 2019

Pide En Grande

Medita En
“Y todo lo que pidáis en Mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.”  (Juan 14:13)
Quiero comenzar este día dándote este desafío: ¡Pide a Dios cosas grandes!  ¿Qué deseas ver en tu vida —en tu familia, salud, finanzas y carrera?  ¿Qué le pedirías a Dios si supieras sin sombra de dudas que Él es bueno y que Su amor por ti es para siempre?  ¡Pídeselo a Dios!  Jesús vino para que tú pudieras vivir una vida que está marcada no por la escasez, sino por la abundancia; no por la desesperación, sino por la plenitud de Su amor, gozo y paz.
Me gustaría que escribieras en tus notas lo que le pedirías a Dios si supieras que Él escucha tus oraciones.  ¿Cuáles son tus sueños, esperanzas y aspiraciones?  ¿Qué te gustaría ver suceder en tu vida?  ¿Con qué estás luchando hoy?  ¿En qué área de tu vida te gustaría ver el poder de Dios manifestándose?  Escríbelo.  Escríbelo todo.  Escribe lo que quieres ver que suceda con la esperanza bíblica en tu corazón de que Él te escucha y Él proveerá.  Escribe con una alegre, positiva y confiada tu expectativa de bien.
No sólo le pidas a Dios cosas pequeñas.  ¡Pídele cosas grandes!  Por ejemplo, no sólo le pidas un trabajo.  Pídele una posición de influencia.  No solo le pidas que restaure tu salud.  Pídele una vida larga y saludable llena de muchos días buenos.  Extiende tu fe para creer en la bondad de Dios.  Él se complace cuando nuestra fe es grande.  Él no se ofende cuando le pedimos cosas grandes.
¿Harías eso ahora?  Solo toma unos minutos y escribe tus peticiones a Dios —Dios, que es todopoderoso y más poderoso de lo que podemos imaginar.  Dios, que colgó a los planetas en su lugar y habló orden en el mundo.  Dios, quien guió a Su pueblo en una columna de nube durante el día y una columna de fuego en la noche.  Dios, que hizo llover maná del cielo y sacó agua de la roca seca.  Dios, que convirtió agua simple en el mejor vino.  Dios, que hizo que los cojos caminen, los ciegos vean y los sordos oigan.  Dios, que multiplicó cinco panes y dos peces pequeños para alimentar a cinco mil hombres.  Dios, que resucitó a los muertos y conquistó el sepulcro.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

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