Medita En
Por tanto, no os preocupéis, diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿qué beberemos?”
o ¿con qué nos vestiremos?” Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas
cosas; que vuestro Padre celestial sabe que necesitáis de todas estas cosas. (Mateo 6:31–32)
Nuestro Dios es un
Dios práctico, que está interesado
en proveer de manera práctica para tus necesidades diarias. Echa un vistazo a Jesús a lo largo del relato
de los cuatro Evangelios.
A los que tenían
hambre, Él les proveyó alimento
multiplicando los panes y los peces. A
los pescadores que trabajaron toda la noche y no pescaron nada, Él les dio peces en una cantidad superior a la capacidad de carga de su barca.
Jesús no se detuvo allí —todos los que
se encontraron con Él, recibieron de
Él lo que les hacía falta. Él sanó a los quebrantados de corazón y dio vista a los ciegos. Todos los enfermos que vinieron a Él fueron sanados. ¡Incluso los muertos recibieron la resurrección de su vida!
Amigo mío, ¡Jesús es
el mismo, ayer, hoy y siempre! Él aún
está proveyendo. Así que, lo que sea que
necesites hoy, si es sabiduría, favor, sanidad divina o fortalecimiento divino,
ve a Él. Él es un Dios práctico.
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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