recibe pequeños mensajes de gracia todos los días

lunes, 25 de marzo de 2019

No Llenos De Nosotros Mismos Sino Llenos De Cristo

Medita En
Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí, y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y Se entregó a Sí Mismo por mí.  (Gálatas 2:20)
A medida que profundizamos en el poder de creer correctamente, quiero mostrarte formas prácticas en las que tú puedes ser transformado por la renovación de tu mente.  Creer correctamente consiste en renovar tu mente y eliminar las creencias equivocadas que dieron forma a tu pensamiento y comportamiento.  Es por eso que la Palabra de Dios dice: “No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar”.  (Rom. 12:2, NTV)
Dios quiere cambiar la forma en que pensamos cambiando nuestros pensamientos de estar llenos de nosotros mismos, a estar llenos de Cristo.  Nuestra tendencia humana es enfocarnos en nosotros mismos.  Somos propensos a la introspección excesiva y somos fácilmente susceptibles de preocuparnos por nosotros mismos y no por Jesús.  Muchos de nuestros mayores dolores, luchas, fracasos y miserias resultan de vivir centrados en el “Yo”.  A menudo, estamos absortos en pensamientos como “¿Habré hecho lo suficiente?”, “¿Qué hay de malo conmigo?” y “¿Por qué soy tan débil?”  Desafortunadamente, cuando nos ocupamos demasiado en nosotros mismos, nos obsesionamos, nos sentimos oprimidos e inevitablemente nos deprimimos.
Mi amigo, ¿está tu mente llena constantemente de pensamientos sobre cómo has fallado, cuánto te has equivocado y cuán indigno eres?  Esto es sintomático de alguien que está claramente lleno de sí mismo.  Pensamientos como estos hacen que las personas desarrollen un complejo de inferioridad.  Las personas que sufren de esto están siempre listas para condenarse a sí mismas.  Sus mentes están nubladas por la negatividad y el pesimismo.
Pero la llenura de sí mismos también puede manifestarse en el otro extremo como un complejo de superioridad.  Hay personas que piensan que siempre son mejores que los demás.  Son dolorosamente arrogantes y creen que sus perspectivas y opiniones son siempre correctas.  Ya sea que te sientas superior o inferior, tu enfoque sigue estando en ti mismo y al final eso te causa mucho dolor, desdicha y angustia
Solo en Cristo vas a experimentar la verdadera transformación y no caminarás en orgullo ni en falsa humildad.  Cuando estás lleno de Cristo, la carne en ti se vuelve intrascendente y comienzas a manifestar inconscientemente todos los atributos adorables y preciosos de la plenitud de Jesús.  El fruto del Espíritu, como el amor, la alegría, la paz y la bondad, fluyen a través de ti sin esfuerzo cuando tu mente es renovada y se llena de la persona de Jesús.  ¡Es algo inevitable!  No podemos tocar Su gracia y no volvernos santos, así como tampoco podemos tocar el agua y no mojarnos.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

No hay comentarios:

Publicar un comentario