Medita En
Levántese Dios; sean esparcidos Sus enemigos. (Salmos 68:1)
Es interesante
escuchar cómo hablan algunos cristianos. Se les escucha hablar sobre lo que el diablo
les hizo, cómo realmente se enojaron con el diablo y cómo pasaron toda la noche
reprendiendo al diablo. Tales cristianos
también andan por la ciudad diciéndole a las personas lo que el diablo les ha
estado diciendo, pero realmente no se les escucha hablar sobre lo que el Señor les ha estado diciendo. ¿Y qué es lo que les pasa? ¡Es que están sintonizados en la frecuencia
incorrecta!
En lugar de magnificar
a Jesús y Su presencia, y ser conscientes de Él, están magnificando al diablo y
siendo más conscientes del diablo que conscientes de Jesús. ¡Esto es muy triste! Ellos siempre están hablando de guerra y del
diablo. ¿Sabías tú que la mejor guerra en
la que podemos participar es magnificar
al Señor Jesús en nuestra vida? La
Biblia declara: “Levántese Dios; sean
esparcidos Sus enemigos. ¡Amén!
Recientemente, tuve
una conversación con una médico acerca de guerra espiritual. Ella me dijo: “Cuando hay una condición en tu
cuerpo, tú debes saber cuál es el nombre médico correcto para que puedas orar
contra ella con precisión”. Luego, me
dijo con cierta altivez: “Como alguien que estuvo en el ejército, tú debes
saber esto: La estrategia militar más importante es conocer a tu enemigo”.
Le sonreí y respondí: “En
realidad, yo creo que la estrategia militar más importante no es conocer a tu
enemigo, sino conocer a tu comandante en jefe y sus instrucciones para ti”.
Mi amigo, ¿conoces a
tu comandante en jefe, Jesucristo? ¿Sabes con total seguridad que Su presencia y Su favor inmerecido están contigo? ¡Comienza a practicar la presencia de Jesús en
tu vida hoy, y mira la diferencia que Él traerá a tu situación!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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