recibe pequeños mensajes de gracia todos los días

miércoles, 31 de octubre de 2018

Un Cuerpo Completamente Nuevo Al Sonido De La Trompeta


Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero.

1 Tesalonicenses 4:16

Alrededor del mundo, los judíos celebran el año nuevo judío o Rosh Hashaná, generalmente en el mes de septiembre.  Esta fiesta se celebra con el sonido de las trompetas —el shofar o cuerno de carnero.  Es por eso que también se conoce como la Fiesta de las Trompetas.
Los judíos celebran siete fiestas: Pascua, Panes sin Levadura, Primicias, Pentecostés, Trompetas, Expiación y Tabernáculos.  Las cuatro primeras han sido cumplidas literalmente por Jesús.  Él era el Cordero Pascual (1 Corintios 5:7), el Pan de Vida (Juan 6:35) y las Primicias de los que durmieron (1 Corintios 15:20).  Y cuando Pentecostés llegó plenamente después de Su ascensión, Él nos envió al Espíritu Santo (Hechos 2:1-4).
Así que, la próxima fiesta que estamos esperando que Jesús venga a cumplir literalmente, es la Fiesta de las Trompetas.  ¿Por qué es esta fiesta importante para nosotros?  ¡Porque cuando Jesús la cumpla, significa que vamos a encontrarnos con Él en las nubes!
Estoy hablando del rapto de la iglesia.  Cuando la trompeta suene, “en un abrir y cerrar de ojos”, nosotros los que vivimos seremos transformados.  ¡Vamos a ponernos cuerpos nuevos que serán como el de Jesús!  Los que están muertos en Cristo resucitarán y también recibirán nuevos cuerpos.  Ellos ascenderán primero, seguidos por nosotros los que vivimos, y todos vamos a encontrar al Señor en el aire. (1  Corintios 15:51-55)
¡Esto significa que hay una posibilidad de que tú no veas muerte!  La Biblia dice: “Entonces nosotros, los que estemos vivos  y  que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire”. (1 Tesalonicenses 4:17)  Una  cosa es estar vivo, pero otra permanecer con vida.
Yo creo que hay una generación de cristianos que conoce el poder de la resurrección del Señor.  Ellos saben cómo caminar en su herencia, y detener la enfermedad y la muerte hasta la venida del Señor.  Mi amigo, puedes ser considerado como uno de ellos, ¡si tomas al Señor Jesús y Su obra terminada como tu victoria sobre la enfermedad y la muerte!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

martes, 30 de octubre de 2018

No Deberá Acercarse A Ti


Aunque caigan mil a tu lado y diez mil a tu diestra, a ti no se acercará.
Salmos 91:7
Tu médico o tu agente de seguros pueden preguntarte: “¿Tienes antecedentes familiares de cáncer?”  Si respondes “Si”, probablemente te dirán que tú podrías desarrollar algún tipo de cáncer también.
Ahora, si tú estás sin Dios, probablemente estarás de acuerdo con ellos y comenzarás a preocuparte por tu salud.  ¡Pero tú no estás sin Dios!  De hecho, Su Palabra te dice: “Aunque caigan mil a tu lado y diez mil a tu diestra, a ti no se acercará.”  Por lo tanto, incluso si tú tienes antecedentes familiares de cáncer y los miembros de tu familia han muerto de cáncer, ¡tú puedes tener confianza para declarar que el cáncer no se acercará a ti!
Mi madre tenía esta actitud.  Después de un minucioso examen médico, el doctor se sorprendió y le dijo que ella no tenía la presión arterial alta, ni enfermedades del corazón, a pesar de que estas dos condiciones habían afectado a su padre y sus hermanos.  Verás, mi madre ya había declarado firmemente que ninguna enfermedad mortal se acercaría a ella, aunque esta hubiera estado relacionada a su familia.
¡Alabado sea Dios por la confianza de mi madre en la Palabra de Dios porque yo soy la generación posterior a ella!  De hecho, después de que mi madre me dijo sobre los resultados de su chequeo médico, abrí mi Biblia al azar sólo para leer acerca de Rahab la ramera que por la fe “no pereció con los desobedientes”. (Hebreos 11:31)
Amado, Dios quiere que sepas que a pesar de que tú estás en este mundo, no eres de este mundo.  Tú le perteneces a Él.   No tienes que quedar atrapado en situaciones extremas junto con la gente del mundo.  Porque ya que Dios está de tu lado: “Él te libra del lazo del cazador y de la pestilencia mortal”.  (Salmos 91:3)
Incluso cuando se trate de enfermedades generacionales, tú puedes declarar confiadamente: “¡Esta enfermedad se termina aquí!” porque tienes de respaldo a Dios y Su Palabra.  Y cuando tú crees en Dios y Su Palabra, vas a ver Sus promesas cumplirse para ti —“Aunque caigan mil a tu lado y diez mil a tu diestra, a ti no se acercará.”
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 29 de octubre de 2018

Guardado En Todos Tus Caminos Por Los Ángeles De Dios


Pues El dará órdenes a Sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos.  En sus manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.  Diré yo al Señor: “Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío.”
Salmos 91:11-12
Estás a punto de dar un paso en la carretera cuando algo te tira hacia atrás justo a tiempo para evitar ser atropellado por un automóvil que viene a toda velocidad.  Te quedas en shock.  Cuando vuelves a tus sentidos, te preguntas: “¿Podría ser que un ángel me libró de un accidente mortal?”
Yo creo que los ángeles caminan con nosotros.  El versículo nos dice que Dios ha ordenado a Sus ángeles acerca de nosotros, para que nos guarden en todos nuestros caminos.  Y nos llevarán en sus manos, de modo que ni siquiera una piedra nos pueda hacer tropezar.
Pero puede que no sepamos esto cuando nos encontramos con un ángel. (Hebreos 13:2)  Este fue probablemente el caso de una pareja de nuestra iglesia que fue a pasar sus  vacaciones a un resort de playa en la Isla de Penang, cuando un tsunami golpeó a eso de las  12:30 PM, el 26 de diciembre de 2004.
Era un poco más de las 11 AM cuando la esposa de repente tuvo un antojo de comida que solo se conseguía en la zona continental.  La pareja decidió salir antes del hotel, para poder llegar a la zona continental a tiempo para el almuerzo.  Mientras cargaban el equipaje en su automóvil a la entrada del hotel, un hombre les hacía señas impacientemente, para que se dieran prisa y se fueran.
Molestos por su impaciencia, cargaron sus cosas rápidamente y se marcharon.  En el momento en que entraron a la zona continental, se enteraron que un tsunami había golpeado la isla de Penang, en la misma playa en donde ellos habían estado hacía poco tiempo.  Mientras agradecían a Dios por su milagroso escape, ¡cayeron en cuenta de que el hombre impaciente podría haber sido un ángel enviado por Dios para apresurarlos a retirarse!
Dios nos dice que tenemos la compañía de miríadas de ángeles. (Hebreos 12:22)  Y Él les ha ordenado hacerse cargo de nosotros para protegernos de accidentes, desastres naturales, atentados terroristas y otros peligros.  Así que, no temas por estas cosas y termines encerrado en tu casa.  ¡Ve a esas vacaciones!   ¡Ve a esa cita de almuerzo!  Cree que Dios te ama, y agradécele a Él por Sus ángeles que caminan contigo y velan por ti.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

domingo, 28 de octubre de 2018

Declara La Palabra De Dios Sobre Tu Situación


Diré yo al Señor: “Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío.”
Salmos 91:2
Cuando una gran tormenta se levantó mientras Jesús y Sus discípulos estaban en un barco en el mar de Galilea, Él no dijo a Sus discípulos: “La tormenta está aquí para enseñarnos valor.”  En cambio, Él tomó autoridad sobre la tormenta y dijo: “¡Calla, enmudece!”  Y hubo una calma perfecta. (Marcos 4:39)
Cuando conoció a la viuda de Naín cuyo hijo único había muerto, y en otra ocasión, a las dos hermanas cuyo hermano Lázaro había muerto, Él no les dijo: “Dios quería llevárselo a casa.”  No, Él habló al hijo muerto: “Joven, a ti te digo: ¡Levántate!” (Lucas 7:14).  Y de pie frente a la tumba de Lázaro, El dijo: “¡Lázaro, ven fuera!” (Juan 11:43) Y ambos hombres volvieron a la vida.
¿Qué has estado diciendo acerca de tu situación?
Cuando sientas el dolor en tu cuerpo, no digas del Señor: “Dios quiere que esté enfermo para enseñarme a confiar más en Él.”  En cambio, di: “Señor Jesús, te doy gracias porque por Tus heridas yo fui sanado”. (1 Pedro 2:24)
Y mientras luchas por llegar a fin de mes, no digas del Señor: “El Señor me mantiene pobre para que permanezca humilde.”  En cambio, di: “El Señor es mi pastor; nada me falta”. (Salmos 23:1)
Estamos viviendo en los últimos días, hay ataques terroristas y virus mortales que están al acecho a nuestro alrededor, y el mundo tiene miedo.  Pero nosotros no vamos a hablar palabras negativas, ni vamos tener miedo como la gente del mundo.  En cambio, vamos a hablar la Palabra de Dios y vamos a reinar sobre estas cosas.  Al igual que el salmista, diremos del Señor: “Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío”.
Así que, averigua lo que la Palabra de Dios dice acerca de tu situación, créelo y decláralo.  Y ya que la Palabra de Dios no puede regresar a Él vacía (Isaías 55:11), ¡tú verás que lo que crees y has confesado, sucederá!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

sábado, 27 de octubre de 2018

Dale Prioridad A La Palabra De Dios Y Mira Buen Éxito


Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito.
Josué 1:8
En la vida, hay buen éxito y mal éxito.  El mal éxito es el tipo de éxito que te roba el tiempo con tu familia, amigos y la iglesia, y destruye tu salud y tus relaciones.  Con buen éxito, por el contrario, tú ves prosperidad en todas las áreas de tu vida.
Dios quiere que tú disfrutes buen éxito y la clave de esto radica en lo que Dios le dijo a Josué cuando tomó las riendas tras la muerte de su líder Moisés  —“Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito.”  Pasar tiempo en la Palabra de Dios diariamente va a darte sabiduría divina, lo que hará que tu camino sea próspero y te dará buen éxito.
Mira cómo la vida de Josué resultó al final.  Cuando Josué murió, “lo sepultaron en la tierra de su heredad, en Timnat-sera, que está en la región montañosa de Efraín, al norte del monte Gaas”. (Josué 24:30)  ¡Josué tenía toda una montaña como herencia!  ¡Esto significa que él era próspero y exitoso!
También se dijo que Israel sirvió al Señor y no a los ídolos u otros dioses, todos los días de la vida de Josué. (Josué 24:31)  Esto significa que mientras Josué estaba cerca, las personas eran impactadas por la gloria de Dios.
Y al final de su vida, un Josué satisfecho tenía esto para decir: “Pero yo y mi casa, serviremos al Señor”. (Josué 24:15)  Tener a tu familia amando a Dios y sirviéndole a Él contigo, es el éxito más importante y la mayor prosperidad que podrás tener en la vida.
Amado, cuando la Palabra de Dios tiene prioridad en tu vida diaria, no sólo serás bendecido en tus finanzas; ¡tu ministerio y tu familia también serán bendecidos!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

viernes, 26 de octubre de 2018

Las 12 Fuentes Y Las 70 Palmeras


Llegaron a Elim, donde había doce fuentes de agua y setenta palmeras, y acamparon allí junto a las aguas.
Éxodo 15:27
¿Te gustaría conocer una importante clave bíblica para la salud divina?  Se encuentra en el versículo de hoy, que viene justo después de que Dios dice: “… Yo, el Señor, Soy tu sanador.”  Él dijo esto a Su pueblo después de sacarlos de Egipto. (Éxodo 15:26)
Las fuentes de agua y las palmeras hablan de refrigerio.  Ellas pintan el cuadro de un oasis en el desierto.  Los israelitas descansaban y se refrescaban allí.  Pero ¿por qué los números 12 y 70?
No hay detalles insignificantes en la Biblia.  Las 12 fuentes de agua y 70 palmeras representan ministerios ungidos que te refrescan con la Palabra de Dios.  Así que, si quieres conocer a Jesús como “el Señor, tu sanador”, siéntate bajo la predicación ungida de la Palabra de Dios, porque cuando Su Palabra va delante, ésta va a sanarte.  ¡Su Palabra es medicina a todo tu cuerpo! (Proverbios 4:22)
¿Cómo hice esa conexión?  Permitiendo que la Biblia interprete a la Biblia.  Mateo 10:1 dice que Jesús “llamando a Sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.”  Él envió a los 12 y les dijo: “Y cuando vayáis, predicad diciendo: ‘El reino de los cielos se ha acercado.’ Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, expulsad demonios…” (Mateo 10:7-8)
Luego, en Lucas 10:1, el Señor “designó a otros setenta, y los envió de dos en dos delante de Él, a toda ciudad y lugar adonde Él había de ir.”  También dijo a los 70: “Sanad a los enfermos que haya en ella, y decidles: ‘Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.’” (Lucas 10:9)
En otras palabras, Jesús ungió a los 12 y luego a los 70 discípulos para predicar la Palabra de Dios y sanar a los enfermos.  Hoy en día, si quieres refrescarte, si quieres salud y sanidad, no te sientes bajo ministerios que te digan que Dios no siempre quiere sanar y que a veces Él te da enfermedades para enseñarte alguna lección.  Mejor siéntate bajo ministerios ungidos que predican las buenas nuevas y practican la sanidad de los enfermos.  Mi amigo, ¡así es como puedes comenzar a caminar en salud divina!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

jueves, 25 de octubre de 2018

Dios Te Favorece Porque Te Ama


Nosotros lo amamos a Él, porque Él nos amó primero.
1 Juan 4:19
¿Alguna vez te has hallado recibiendo favor de una manera tan excesiva que te hace preguntarte, por qué?  Mi amigo, es porque Dios está dándote Su gracia libremente —es decir Su favor inmerecido, que no has ganado y del cual no eres digno, sin embargo, Él te lo da porque Te ama.
Me encanta leer en el Antiguo Testamento la historia de Rut, la joven viuda moabita, porque habla de la maravillosa gracia de Dios.  En el momento en que Rut dependió de la gracia o favor de Dios, ella tuvo total acceso a Sus bendiciones.  De todos los campos en Belén, Su gracia la llevó al campo que pertenecía a Booz, que no sólo era un soltero rico, sino también un pariente de su suegro. (Rut 2:3)  Booz era, por lo tanto, su potencial pariente redentor —alguien que podía redimirla de su difícil situación como viuda pobre y sin hijos.
Booz favoreció a Rut desde el momento en que la vio.  Rut ni siquiera era judía, sin embargo, él se preocupó por su seguridad diciéndole que no espigara en otro campo y que permaneciera con sus criadas.  Él incluso ordenó a sus siervos que no la molestaran y que le permitieran beber del agua que ellos habían sacado.
Durante las horas de comida, él la sentó junto a los segadores a pesar de que ella era sólo una humilde espigadora que recogía lo que a ellos se les había caído.  Además de eso, él le dio grano tostado, asegurándose de que ella comiera y estuviera satisfecha, y que tuviera sobras para llevar para su suegra. (Rut 2:1-18)
Rut simplemente creía que iba a hallar gracia en el campo y que Dios la colocaría en el lugar correcto en el momento correcto, así Él podría abrir una gran puerta de bendiciones para ella.
¿Sabías que Booz es una hermosa imagen de alusión a nuestro amoroso Señor Jesús?  La Biblia dice que “Él nos amó primero”.  Jesús te vio y te amó primero, mucho antes de que tú lo conocieras o lo amaras a Él.  Y Él favorece a quién Él ama.
Amado, no hay necesidad de luchar o esforzarte para tener derecho al favor y las bendiciones de Dios.  Su favor está sobre ti totalmente, porque Él te amó primero.  ¡Sólo confía en Su amor por ti y vas a ver a Su favor trayendo una abundancia de bendiciones para tu vida!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 24 de octubre de 2018

No Pongas Tu Fe En Las Dietas Y El Ejercicio


Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en el hombre.
Salmos 118:8
Mucha gente piensa que la forma de estar saludable es vigilando lo que comen.  Por ejemplo, muchas personas dicen que la dieta Mediterránea es muy saludable.  Estoy de acuerdo, de manera general.  Pero ¿sabías que las personas a las que Jesús sanó también llevaban una dieta Mediterránea?  Ellos no comían carne de cerdo, ni camarones, por ejemplo, porque eran judíos y estas cosas no son kosher para ellos.
Sé que quieres caminar en salud divina.  Pero Dios no quiere que tu enfoque esté en la comida —qué comer, qué no comer— ni en hacer ejercicio —cómo ejercitarte, cuándo ejercitarte.  Estos son medios naturales en los que la gente del mundo confía.  Es mejor confiar en el Señor y en Su obra terminada, que poner nuestra confianza en los últimos planes de alimentación y regímenes de ejercicio hechos por los hombres.
En la cruz, Jesús tomó tus enfermedades y llevó tus dolores, y por Sus heridas fuiste sanado. (Isaías 53:4-5)  La Biblia incluso nos dice cómo escapar de la enfermedad y la muerte prematura —al discernir el cuerpo del Señor cuando participamos de la Cena del Señor. (1 Corintios 11:29-30)  Pero en vez de centrarnos en estas verdades, muchos de nosotros preferimos centrarnos en la dieta y el ejercicio.
Ahora, yo no estoy en contra de alimentarse bien o hacer ejercicio.  Yo mismo me ejercito y cuido lo que como.  Por ejemplo, no me gusta comer alimentos grasosos porque me hacen sentir incómodo.  Y cuando tengo que predicar, hago lo que puedo para no comer alimentos que me hacen eructar.
Pero yo como generalmente cosas saludables no porque confíe en la dieta para estar sano.  Yo no me ejercito porque confíe en el ejercicio para estar sano.  No, yo confío en la obra terminada de Cristo para estar sano.  Yo como bien, porque me gusta sentirme bien y hago ejercicio porque disfruto el ímpetu, el sudor.
Dios quiere que tú seas libre cuando se trata de comer y hacer ejercicio.  No hagas leyes para comer y hacer ejercicio y luego confíes en estas leyes para que te den salud “divina”.  Confía en la obra terminada de Cristo.  Discierne Su cuerpo cuando participas de la Santa Cena.  ¡Y simplemente disfruta de tu comida y tu jornada de ejercicios!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

martes, 23 de octubre de 2018

La Gracia De Dios Es Inmerecida


De Cristo os habéis separado, vosotros que procuráis ser justificados por la ley; de la gracia habéis caído.
Gálatas 5:4
¿Qué es la gracia de Dios?  En pocas palabras, la gracia de Dios es la bendición, la sanidad y la liberación que Dios te da a causa de Jesús.  La gracia de Dios es Su favor inmerecido, que no hemos ganado y del cual no somos dignos, pero que está dirigido a nosotros, simplemente por la obra terminada de Jesús en la cruz.
Dado que la gracia de Dios se basa en la obra de Jesús y no en nuestras obras, la única manera de que caigamos de esta gracia es creyendo que podemos ganarla, tener el mérito por ella y merecerla por medio de nuestra obediencia y nuestras buenas obras.  Por ejemplo, caemos de la gracia cuando decimos: “Dios tiene que responder a mi oración porque he orado durante bastante tiempo”.  También caemos de la gracia cuando pensamos que porque estamos sirviendo en la iglesia o porque hemos acabado con un mal hábito, Dios está complacido con nosotros y ahora tiene que bendecirnos.
Cuando pensamos que nuestros esfuerzos y nuestra obediencia hacen que recibamos las bendiciones de Dios, nos hacemos como los fariseos.  Ellos creían que el guardar la ley los justificaba y les aseguraba que Dios los bendijera. 
Pero ésta es la verdad cuando nosotros pensamos como ellos: “de Cristo os habéis separado, vosotros que procuráis ser justificados por la ley; de la gracia habéis caído.”  Esto significa que estamos separados de Cristo, que es nuestro Salvador, Redentor, Sanador y Proveedor.  ¡Cristo se convierte en alguien sin efecto para nosotros!
Mi amigo, seguramente quieres que Cristo sea alguien con efecto para ti.  Las personas para quienes Cristo es alguien con efecto en ellos, reciben de Él el milagro que necesitan.  Cuando Él es alguien con efecto para ellos, Él es su sanador y ellos son sanados.  Él es su sabiduría y ellos son sabios delante de los hombres.  Él es su buen éxito y ellos experimentan buen éxito en todo lo que hacen.
Amado, para que Cristo sea siempre alguien con efecto para ti y para no anular nunca la gracia de Dios que opera en tu vida, ¡sólo recuerda y cree que es a causa de Cristo y Su obra terminada —Su sangre, Sus llagas, Su muerte, Su obediencia— que tú eres justificado, sanado y bendecido!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 22 de octubre de 2018

Perdón Total Y Completo


En Él tenemos redención mediante Su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de Su gracia.
Efesios 1:7
Las personas me han dicho: “Pastor Prince, se me enseñó que solo mis pecados pasados —desde el día en que nací hasta el día en que me convertí en cristiano— han sido perdonados, y que mis pecados futuros no son perdonados hasta que yo los confiese y busque el perdón.”
Mi amigo, cuando Jesús murió en la cruz, ¿cuántos de tus pecados fueron pecados futuros?
A menos que tú tengas más de 2,000 años de edad, ¡todos tus pecados fueron pecados futuros en ese momento!  Jesús los tomó todos sobre Sí Mismo, los clavó en la cruz y declaró: “¡Consumado es!”  Así que, si a ti no se te ha perdonado por todo, entonces no se te ha perdonado en absoluto.
“¿Quieres decir que Jesús también murió por el pecado que acabo de cometer recientemente?”
¡Sí!
“¿Y también por los pecados que voy a cometer?”
¡Sí!  Es por eso que Él dijo: “¡Consumado es!”
Pero muchos de nosotros somos inconsistentes en lo que creemos.  Una parte de nosotros dice: “Dios me ha perdonado de todos mis pecados.”  Pero otra parte dice: “Sí, pero yo todavía debo confesar mis pecados para ser perdonado por ellos.”  ¿Acaso piensas así?
Amado, tú no eres perdonado debido a tu trabajo de confesión.  Tu confesión no puede lavarte de tus pecados.  Tú eres perdonado por la sangre de Jesús derramada por ti.  ¡Solamente Su sangre te limpia!
No puedes creer que has sido perdonado por tus pecados pasados, presentes y futuros, y aún así pensar que hay algo que tú necesitas hacer para que el perdón sea completo.  Si fuera así, entonces esto se convertiría en tu trabajo también, y no solo de Jesús.
¿Existe algún lugar para la confesión de pecados?  Mi amigo, aunque tú acabes de pecar, siempre puedes acercarte a Dios y decírselo sin sentirte condenado, porque tú sabes que ya tienes el perdón y que Jesús fue condenado en tu lugar.  Pero no confieses tus pecados a Dios con el fin de ser perdonado.  ¡Tú ya cuentas con el perdón total y completo por medio de la sangre de Jesús!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

domingo, 21 de octubre de 2018

Convierte Tus Preocupaciones En Oraciones


Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios.
Filipenses 4:6
Mi amigo, Dios no te quiere temeroso, ni inquieto, ni ansioso.  Al contrario, Él quiere que: “Por nada estéis afanosos, antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios.”
Así que, cuando tengas una preocupación o un afán, de inmediato, convierte esa preocupación en una oración.  Eso es una súplica.  Y cuando estés perturbado por una preocupación  o una situación por la que no sabes cómo orar, ora en el Espíritu, es decir, en lenguas.  Y en medio de esa oración, agradece a Dios porque Él es tu sanidad, tu provisión, tu buen éxito y tu victoria.  Eso, mi amigo, es la acción de gracias.
“Pastor Prince, si estoy preocupado por algo, ¿cuánto tiempo debo orar?”
Permanece en oración.  Ora en el Espíritu hasta que la preocupación se vaya o se disipe, “y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. (Filipenses 4:7)
Esto fue lo que uno de los miembros de nuestra iglesia hizo cuando se encontraba ansioso, tratando de tener acceso a una información importante en su unidad de memoria flash USB.  Después de un día entero en esto sin tener resultados, él finalmente dejó de estar ansioso y convirtió su preocupación en oración, pidiendo al Señor que solucionara este problema por él.  Mientras oraba en lenguas, también estaba siendo agradecido repitiendo en su corazón que tener al Espíritu Santo —el Ayudador— con él, era algo a su favor. (Juan 16:7)
Más tarde esa noche, usando la computadora de su esposa logró tener acceso a la información en su memoria flash después de varios intentos.  Él rápidamente hizo una copia de seguridad de esta información.  Fue sólo cuando en los intentos posteriores por utilizar nuevamente su  memoria flash en la computadora de su esposa falló, que él sutilmente se dio cuenta de que Dios había “resucitado” su memoria flash esa única vez, ¡para que él recuperara su información!
Amado, yo creo que todos nos preocuparíamos mucho menos y disfrutaríamos mucho más de nuestras vidas si solamente nos diéramos cuenta de esta verdad: ¡Nuestro Abba Padre es tan fuerte que no hay nada que Él no pueda hacer y es tan amoroso que no hay nada que Él no vaya a hacer por nosotros!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

sábado, 20 de octubre de 2018

Dios Quiere Que Sus Hijos Estén Bien Y Alegres


Jesús le dijo: “… El que me ha visto a Mí, ha visto al Padre…”
Juan 14:9
Imagina el siguiente escenario: Un padre le dice a su pequeña hija: “Ven acá, pequeña.  Mamá dice que has estado jugando al borde de la carretera.  ¿Es eso cierto?”  “Sí, papá.  Lo siento.”  “¿Lo siento?  ¿Cuántas veces te he dicho que no juegues cerca de la carretera?  ¡Ven acá!  ¡Acuéstate en la carretera y estira tus piernas!”
El papá conduce su automóvil sobre las piernas de su hija.  Tú puedes escuchar el sonido de los huesos siendo triturados, ¡y a la pobre niña gritando de dolor!
“Ahora, querida, sabes que papá te ama.  Y papá hizo esto para enseñarte una lección, que jugar al borde de la carretera es peligroso.”
Probablemente estás sacudiendo la cabeza con horror en este momento, preguntándote: ¿Qué padre enfermo haría eso?  Sin embargo, hay muchos cristianos que creen que nuestro Padre celestial hace eso mismo.  Dicen que Él da a la gente las enfermedades, accidentes, terremotos y la muerte, para enseñarles lecciones.
Pero Jesús dijo: “El que me ha visto a Mí, ha visto al Padre.”  Jesús es la naturaleza de Dios en acción.  A lo largo de los Evangelios, vemos a Jesús o a Dios moviéndose para sanar a los enfermos.  Si Dios quiere que algunas personas estén enfermas, entonces debe haber al menos una ocasión en los Evangelios en donde se vea a Jesús diciendo: “Espera, tu cutis es demasiado hermoso, recibe lepra,” o “La ceguera es buena para ti.  Permanece ciego.”  ¡Pero no, ni una sola vez!  De hecho, Jesús “anduvo haciendo bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo”. (Hechos 10:38)  Ese es el corazón de Dios.
Como padre, si tu hijo está enfermo y con dolor, tu corazón sólo quiere que esté bien¡Cuánto más nuestro Padre celestial!  Mi amigo, Dios no le da a tu hijo una enfermedad para enseñarle a alguno de ustedes una lección, o para glorificarse a Sí Mismo.  Pensar así es hablar desde una mentalidad deformada vinculada a la religión.  Y el cristianismo no es una religión.  Es una relación de “amor” con tu Padre celestial.
Amado, escucha a Dios hoy hablando esto a tu corazón: “Yo nunca te castigaré por tus pecados, porque estos han sido castigados en el cuerpo de Mi Hijo.  No te deseo mal.  No voy a quitarte a tu hijo, ni a darte un accidente de auto que te enseñe alguna lección.  ¡Mi corazón siempre quiere que Mis hijos estén bien y alegres!”
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

viernes, 19 de octubre de 2018

Jesús, La Medida De Tu Justicia


Al que no conoció pecado, Le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El.
2 Corintios 5:21
Dios quiere que busquemos Su justicia, y no nuestra propia justicia.  Cuando buscamos nuestra propia justicia, siempre terminamos sintiéndonos miserables porque nunca podremos ser justos por nuestras obras, no importa cuánto nos esforcemos.  Es por eso que nuestro Padre amoroso quiere que recordemos que la justicia no es un comportamiento correcto, sino una persona Jesús  (1 Corintios 1:30), y que hemos sido “hechos justicia de Dios en Él”.
Yo sé de una señora que antes de venir a nuestra iglesia, trató de establecer su propia justicia al confesar todos sus pecados para “limpiarse” a sí misma.  Pero halló que mientras más confesaba sus pecados, más pecados descubría en sí misma.  Esto se convirtió en un sentimiento de culpa que la hacía sentir miserable.  Sintiéndose estresada y cansada de confesar sus pecados todo el tiempo, ella finalmente dejó la iglesia a la que asistía.  De hecho, no regresó a otra iglesia de nuevo, durante los siguientes 10 años.
Un día, alguien le dio uno de mis mensajes en audio, titulado “Nunca Perderás La Justicia Eterna De Dios Que Te Fue Dada”, y ella comenzó a escucharlo.  Una vez que se enteró que Jesús era la medida de su justicia y aceptación ante Dios, ella comenzó a buscar la justicia de Dios a través de Cristo como su justicia.  En poco tiempo, la paz y la alegría vinieron a inundar de nuevo su vida.  Hoy, ella adora en nuestra iglesia.  Ella testificó sobre cómo Dios la sanó sobrenaturalmente de una enfermedad de largo plazo que sufría.  Incluso su marido, que estaba calvo,  resultó con cabello que le brotaba sobrenaturalmente.  Dios estaba añadiendo para ella todas estas cosas conforme a Su promesa —“Mas buscad primeramente el reino de Dios y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. (Mateo 6:33)
Amado, buscar la justicia de Dios significa que tú ves a Jesús como alguien que no conoció pecado, pero se hizo pecado por ti para poder darte Su justicia, ¡y hacerte la justicia de Dios en Él!  ¡Mientras proclamas diariamente la verdad de que tú eres la justicia de Dios en Cristo, vas a ver “todas estas cosas” (Mateo 6:33)  añadidas para ti, sin que siquiera hallas pedido por ellas!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince