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martes, 31 de diciembre de 2019

Jesús Se Complace Cuando Tú Tomas De Él


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Y enseguida Jesús, dándose cuenta de que había salido poder de Él, volviéndose entre la gente, dijo: «¿Quién ha tocado Mi ropa?» Y Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te oprime, y dices: «¿Quién Me ha tocado?» Pero Él miraba a Su alrededor para ver a la mujer que le había tocado. Entonces la mujer, temerosa y temblando, dándose cuenta de lo que le había sucedido, vino y se postró delante de Él y le dijo toda la verdad. Y Jesús le dijo: «Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz y queda sana de tu aflicción.»  (Marcos 5:30–34)
¡En la sanación de la mujer con el problema de flujo de sangre, se podría decir que la mujer se escabulló detrás de Jesús y “robó” su sanidad!  ¿Pero ofendió eso a Jesús? ¡De ninguna manera!  De hecho, Él estaba tan complacido con su confianza que solo quería conocerla.
Jesús no la buscaba para reprenderla.  No, Él la buscó para poder afirmarla con Su amor y asegurarle que Él no estaba enojado con ella por haber tomado de Él una parte de la virtud sanadora.  Es por eso que Él incluso la llamó “hija” y la animó a caminar en su sanidad —“Vete en paz y queda sana de tu aflicción”.
Amado, ese es el corazón de tu Salvador.  Él entrega libremente Su virtud sanadora a cualquiera que tome de ella.  ¡Así que estírate para alcanzarlo, toma de Él ahora mismo y dale placer a Su corazón!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 30 de diciembre de 2019

Cómo Ser “Indevorable”


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Sed de espíritu sobrio, estad alerta. Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar.  (1 Pedro 5:8)
El diablo no quiere que tú seas fuerte en la seguridad del amor del Señor por ti.  Él en cambio, quiere que cuestiones el amor de Dios por ti.  Para lograr esto, una de sus estrategias clave es tratar de hacerte pensar que Dios está enojado contigo.
La Palabra de Dios nos dice que el diablo anda como un león rugiente, buscando a quién devorar.  Esto significa que él no puede sólo devorar a cualquiera.  Él debe buscar a aquellos a quienes pueda devorar.  Algunos de nosotros somos “indevorables”.  Puede que esta palabra no exista, pero ciertamente describe un gran lugar para estar cuando el enemigo está al acecho de su próxima víctima.
Amigo, tú puedes convertirte en “indevorable” para el diablo.  El secreto se encuentra en el versículo anterior, “echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros”. (1Pe. 5:7)  ¿Puedes verlo?  ¡El secreto para ser “indevorable” es ser libre de preocupaciones y no estar empantanado en ansiedades y perturbaciones!  Es reír mucho, disfrutar tu vida y no pensar en el mañana.
Para la mente legalista, esto suena terriblemente irresponsable.  Sin embargo, en la mente de Dios, ¡tu mayor responsabilidad es alegrarte en el Señor siempre y no preocuparte por tus fallas del pasado, tus circunstancias actuales o tus dificultades futuras!  ¿Por qué?  Es por lo que la gracia de Dios ya hizo por ti.  Y es porque Aquel que tiene el poder sobre la muerte, está cuidando de ti y está vigilante, observándote en este instante
Si tú quieres ver victoria sobre los ataques del enemigo, aprende a relajarte, a soltar y a liberar cada pensamiento opresivo, preocupación y perturbación en las manos amorosas de Jesús.  Cree con todo tu corazón que Él cuida de ti y que no estás solo en este viaje.  Tú tienes un compañero constante en Jesús, en esta gran aventura llamada vida.
Ten en cuenta que el diablo anda como un león rugiente.  El diablo es un impostor que trata de intimidarte con la impresión de que Dios está enojado contigo.  Seamos claros aquí: solo hay un verdadero león y ese es el León de Judá, Jesucristo (ver Apo. 5:5), el Rey de reyes y Él no está enojado contigo hoy.  Su ira está dirigida a todo lo que busca destruirte.  Tú no eres el objeto de Su ira; tú eres el objeto de Su amor.  Así que, sé fuerte en la seguridad de Su amor por ti.  ¡Así es como puedes resistir al diablo que no tendrá más remedio que huir de ti!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

domingo, 29 de diciembre de 2019

Practica La Presencia De Jesús En Tu Carrera


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Porque Tú, oh Señor, bendices al justo, como con un escudo lo rodeas de tu favor.  (Salmos 5:12)
Donde sea que estés, lo que sea que hagas, con la presencia del Señor y Su favor inmerecido cubriéndote, no hay manera de que tú no tengas éxito.  Cuando yo comencé a trabajar, en mis veintes, continué practicando la presencia de Jesús y en poco tiempo, me convertí en el mejor vendedor de mi empresa.  Yo no solo cerré los mayores tratos para mi empresa, sino que también aseguré la mayor frecuencia de transacciones de ventas.
Comencé como uno de los empleados con el salario más bajo de la empresa, pero el Señor me promovió constantemente y me dio diferentes flujos de ingresos dentro de la misma empresa, hasta que me convertí en uno de los empleados mejor pagados de esa organización.  Por favor, comprenda que no estoy compartiendo esto con usted para poner una pluma en mi sombrero.  Yo sé sin lugar a dudas que todos los éxitos que he experimentado en mi carrera profesional son el resultado de la presencia de Jesús y Su favor inmerecido en mi vida.
Comparto contigo acerca de mi carrera profesional (antes de ingresar al ministerio de tiempo completo), para que no te vayas pensando que yo he experimentado personalmente el buen éxito del Señor, solo porque soy pastor.  No.  Tal como mencioné anteriormente, cualquiera que sea tu vocación, tú puedes experimentar la presencia de Jesús y Su favor inmerecido, ¡y Él te hará ser exitoso!
Da igual si eres chef, conductor o consultor, no importa.  Dios está de tu lado para bendecirte y convertirte en alguien exitoso.  Por supuesto, comprendes que me estoy refiriendo solamente a profesiones moralmente rectas.  Tú no puedes depender del favor inmerecido de Dios si estás involucrado en una industria que requiere que comprometas tu moral cristiana.  Si estuvieras involucrado en una industria moralmente corrupta o en un trabajo que espera que tú mientas, engañes o defraudes, ¡mi consejo es que salgas!  Para recibir ingresos, Tú no tienes por qué depender de un trabajo que te coloque en una posición moralmente comprometedora.  Dios te ama íntimamente y Él tiene algo mucho mejor reservado para ti.  Confía en Él.
Dios está aquí para salvarte de destruirte a ti mismo.  Él quiere darte buen éxito y te ama demasiado para verte permanecer en un trabajo que te obliga a comprometerte.  La Biblia dice: “Más vale el buen nombre, que las muchas riquezas y el favor, que la plata y el oro”. (Prov. 22:1)  Dios tiene un camino más alto y un mejor plan para tu vida.  ¡Hoy, tú puedes caminar en este camino, dependiendo de Su favor inmerecido para proveer para ti y hacerte prosperar!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

sábado, 28 de diciembre de 2019

Sabiduría del Mundo Versus Sabiduría De Dios


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¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos…  (Salmos 1:1)
Hoy, quiero hablarte sobre cómo tú puedes depender de la sabiduría de Dios para tener éxito.  La sabiduría del Señor viene por el favor inmerecido de Dios.  Esta no es algo que tú pueda aprender o adquirir con tus esfuerzos.  La sabiduría del Señor es algo que el mundo no puede tener.  Esto no quiere decir que el mundo no tenga sabiduría.  Ingresa a cualquier librería hoy y encontrarás estanterías llenas de libros que contienen teorías y métodos de expertos sobre todo tipo de temas.  La mayoría de estos, sin embargo, provienen de la sabiduría humana, la cual fortalece y construye solamente la carne.
Sea que lo sepan o no, la gente del mundo está clamando por la verdadera sabiduría del Señor.  Basta con mirar la constante demanda de libros de autoayuda.  Pero lo que realmente necesitamos no es más “autoayuda”.  ¡Lo que nosotros necesitamos es la ayuda del Señor!  Leer libros escritos por creyentes llenos del Espíritu y líderes cristianos que nos alienten a mirar a Jesús y no a nosotros mismos.
El Salmo 1:1 nos menciona esto desde el principio: “¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos”.  Amado, esto significa que hay consejo que se da con sabiduría humana.  Pero el hombre que no camina según la sabiduría del mundo es el hombre que es bendecido.  Al mismo tiempo, si su deleite está en Jesús y medita en Jesús día y noche, el Salmo 1:3 dice: será como árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no se marchita; en todo lo que hace prospera”.
Amigo, toma la decisión de caminar en el consejo de los piadosos y no el consejo del mundo, y verás lo que todo lo que hagas prosperará.  Dios ha levantado hombres y mujeres que están establecidos en las verdades del nuevo pacto y que te ayudarán a mantener tus ojos en Jesús.  En Él, encontrarás toda la sabiduría pertinente a la vida.  La Biblia nos dice que en Él, “están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento” (Col. 2:2–3) para que tengas éxito.  ¡Sigue mirando a Jesús, toma de Su sabiduría divina y mira la diferencia que ésta hará para ti!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

viernes, 27 de diciembre de 2019

Camina En Sabiduría Para Mantenerte Seguro


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Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia… Lo principal es la sabiduría; adquiere sabiduría, y con todo lo que obtengas adquiere inteligencia.  (Proverbios 4:5, 7)
Me hace sentir muy seguro saber que el Señor puede librarnos de los problemas.  ¿Pero sabes qué es mejor que ser liberado de un problema?
No tener ese problema en primer lugar.
Querido lector, no solo busques los milagros y la protección de Dios sin buscar Su sabiduría para mantenerte protegido y fuera de problemas.  Hay momentos en que las dificultades que enfrentamos están fuera de nuestro control.  Pero he descubierto que a menudo, experimentamos Su protección cuando seguimos al Espíritu Santo y nos apoyamos en Su sabiduría para tomar decisiones.  Todos los días, necesitamos Su sabiduría, así como necesitamos Su protección.  Después de todo, Proverbios 4:7 nos dice que “lo principal es la sabiduría”, y en todo lo que obtengamos, necesitamos adquirir inteligencia.
La Biblia nos dice que Cristo se ha convertido para nosotros en sabiduría de Dios. (ver 1Cor. 1:30)  Entonces, lo que realmente necesitamos es al Señor Jesús.  Necesitamos apoyarnos en Él y acercarnos a Él diariamente.  Él es nuestra sabiduría y solo Él puede hacernos estar siempre en el lugar correcto, en el momento correcto.  Yo creo que muchos problemas y situaciones peligrosas se pueden evitar por completo cuando no dependemos de nuestra propia sabiduría y planificación, sino que involucramos al Señor en todo lo que hacemos. (Ver Prov. 3:6)
A menudo, la sabiduría y la protección divina trabajan de la mano.  Saber que podemos confiar en Dios por Su protección ciertamente no significa que debamos ponernos voluntariamente en situaciones irregulares.  Necesitamos aplicar la sabiduría y prestar atención al liderazgo del Señor a través del sabio consejo de las personas a nuestro alrededor, como nuestros líderes en la iglesia local y nuestros cónyuges.  Proverbios 11:14 nos dice: “Donde no hay buen consejo, el pueblo cae; pero en la multitud de consejeros hay seguridad”.  Por ejemplo, si tu cónyuge te ha estado diciendo que tienes un problema con el exceso de velocidad, por favor préstale atención.
Si bien puede haber protección divina, no seas necio al pensar que puedes hacer lo que quieras y nada malo te sucederá.  Oro por que, al involucrar al Señor y aprender a caminar en sabiduría, tú comiences a caminar en una mayor medida de paz, protección y buen éxito.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

jueves, 26 de diciembre de 2019

Jesús Es Emmanuel, Dios Todopoderoso Con Nosotros


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Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había hablado por medio del profeta, diciendo: “He aquí, la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel,” que traducido significa: “Dios con nosotros”.  (Mateo 1:22-23)
¿Sabías que el nombre de Jesús no es solo Jesús?  Su nombre también es Emmanuel, que significa que Dios Todopoderoso está con nosotros.  ¡Qué reconfortante es saber que nuestro asombroso Dios Todopoderoso, que también es nuestro Padre amoroso, está siempre con nosotros!
Un precioso hermano compartió conmigo que, incluso siendo creyente, años atrás él tenía un problema con el alcohol y todas las noches salía a beber hasta el punto en que al día siguiente, no podía recordar cómo llegó a casa.  Él intentó todo lo que pudo para dejar de beber, pero falló repetidamente.
Un día, él salió con unos amigos para un juego de squash.  Después del juego, se tumbó en el suelo para descansar.  Mientras descansaba, él sintió la presencia de Jesús venir sobre él y en ese preciso momento, ¡el Señor rompió su adicción al alcohol y eliminó por completo su deseo de beber!
Hoy, este hermano a quien el Señor liberó del alcoholismo es un líder clave en mi iglesia.  ¿No es simplemente así como Dios toma las cosas débiles del mundo para confundir a los poderosos, y las cosas tontas del mundo para confundir a los sabios?
Sabes, toda nuestra lucha, fuerza de voluntad, disciplina y esfuerzo propio, no puede hacer lo que la presencia del Señor puede hacer en un instante.  ¿Y quién podría decir que mientras estamos hablando de Jesús ahora, Su presencia no quitará de tu vida algo que es destructivo?
Verás, eres transformado cuando no luchas.  Eres transformado al contemplar a Jesús y creer que Él te ama y quiere salvarte.
Ahora, ¿qué significa decir “Dios con nosotros”?  Debemos entenderlo de la misma manera que el pueblo hebreo lo habría entendido.  Hay algo hermoso aquí —¡este es el secreto de Emmanuel!  La mente judía entiende que cuando el Señor está contigo, tú alcanzas éxito en cada iniciativa.  No solo confíes en mi palabra.  Mira a través de las crónicas de la historia judía.  La Biblia registra que cada vez que el Señor estaba con ellos en la batalla, los hijos de Israel nunca fueron derrotados y cada campaña militar terminaba con un éxito abrumador.
Amigo, no es diferente para ti hoy.  Cuando la Biblia dice que Jesús está contigo, Él está contigo para ayudarte, apoyarte, cambiar las cosas por ti y hacer que las cosas buenas pasen para ti.  ¡Él no está contigo, como algunos creen equivocadamente, para condenarte, juzgarte o encontrar fallas!  Cuando Dios Todopoderoso está contigo, las cosas buenas sucederán en ti, alrededor de ti y a través de ti.  ¡Hoy, ten la expectativa de que esto te suceda!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 25 de diciembre de 2019

El Amor De Dios Por Ti Es Personal, Detallista Y Profundo


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Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte a su debido tiempo, echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros.  (1 Pedro 5:6–7)
Hoy hay muchos creyentes que no echan su ansiedad sobre el Señor.  Yo creo que es porque ellos no tienen la revelación de que Él tiene cuidado de ellos.  Mira lo que dice Su Palabra: “echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros”.  A menos que tú tengas la absoluta confianza de que Jesús se preocupa por ti, tú no vas a echar tus ansiedades sobre Él.  Solo piensa, ¿pedirías la ayuda de un pariente o amigo en un momento de necesidad, si no estuvieras seguro de que esa persona respondería a tu llamado?  Jesús cuida de ti.  ¡Cuando lo invoques, ten la seguridad de que tienes toda Su atención, con todos los recursos del cielo respaldándote!
Tal vez en este momento pienses: “Bueno, yo estoy seguro de que Jesús tiene cosas más importantes que hacer que molestarse con mi problema”.  Espera.  Al decir eso, acabas de demostrar que tú realmente no crees que Jesús tiene cuidado de ti.  Ahora, veamos lo que dice la Biblia: “Es más, aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; vosotros valéis más que muchos pajarillos.” (Lucas 12:7)
Yo amo y tengo cuidado de mi dulce hija, Jessica.  Pero por mucho que la adoro y cuido de su bienestar, ¡nunca, ni una sola vez, conté la cantidad de mechones de cabello en su cabeza!  Ella no sabe qué gran bendición ha sido para mí.  Me encanta besarla, oler su cabello y abrazarla fuertemente.  Sin embargo, con todo mi gran amor por ella, ¡yo nunca me he tomado el tiempo para contar la cantidad de mechones de cabello en su cabeza en todos estos años!
¿Pero sabes que tu Padre celestial cuenta los cabellos de tu cabeza?  Realmente espero que tú comiences a captar el corazón de Jesús y no generalices Su amor por ti.  Su amor por ti lo abarca todo.  Si a Él le importa lo suficiente como para llevar un registro de los cabellos de tu cabeza, ¿habrá algo demasiado pequeño para Él, de lo cual no puedas hablarle?
Amigo, ¡Su amor por ti es personal, detallista y profundo!  Tu Padre celestial quiere que lo involucres incluso en los asuntos más pequeños y mundanos de tu vida, y quiere que veas que Su favor inmerecido te rodea, te protege y te lleva al buen éxito.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

martes, 24 de diciembre de 2019

Guárdate Seguro Para El Éxito —Mantén Tus Ojos En Jesús


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Pero buscad primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.  (Mateo 6:33)
La Palabra de Dios dice: “Pero busca primero el reino de Dios y Su justicia, y todas estas cosas te serán añadidas”.  Ahora, ¿qué es el reino de Dios?  El apóstol Pablo nos dice en Romanos 14:17 que “el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo.”
Cuando tú mantienes los ojos fijos en Jesús y persigues el reino de Dios, que es la justicia de Jesús, Su paz y Su gozo, la Palabra de Dios promete que “todas estas cosas te serán añadidas”.  “Estas cosas” se refieren a lo que tú comerás, beberás y usarás.  Jesús nos dice que no tenemos que ser consumidos por estas preocupaciones.  Si nuestro Padre alimenta incluso a las aves del cielo, a pesar de que estas no siembran, ni cosechan, ni guardan en graneros, ¿cuánto más cuidará de nosotros, que somos mucho más valiosos para Él que las aves? (Ver Mat. 6:25–32)
Amado, mantén tus ojos en Jesús y en Su obra terminada en la cruz.  Él te agregará las cosas que necesitas en esta vida y hará que estés seguro para el éxito.  Ahora, revisa conmigo el Libro de Jeremías para ver qué dice el Señor acerca de tener riquezas, sabiduría y poder.
Así dice el Señor: “No se gloríe el sabio de su sabiduría, ni se gloríe el poderoso de su poder, ni el rico se gloríe de su riqueza; más el que se gloríe, gloríese de esto: de que me entiende y me conoce, pues Yo Soy el Señor que hago misericordia, derecho y justicia en la tierra, porque en estas cosas me complazco”, declara el Señor.
—Jeremías 9:23–24
Seamos un pueblo que no depende de nuestra propia sabiduría, poder y riquezas (en resumen, de nuestros propios méritos), sino que hagamos alarde (hagámonos dependientes) de comprender y conocer a Jesús.  Conozcamos que Él es amable y abunda en favor inmerecido hacia nosotros.  Conozcamos que Él hace justicia contra todas las injusticias.  Conozcamos que Él Mismo es justicia y que Él nos viste con Sus ropas de justicia.  Cuanto más te concentres en contemplar a Jesús en toda su hermosura y menos te mantengas en la lucha por ganar las cosas por tus propios méritos, más seguro estarás para un mayor éxito en tu vida.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 23 de diciembre de 2019

Mira La Gracia De Jesús Y Él Mirará Tu Fe


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Cuando oyó hablar de Jesús, se llegó a Él por detrás entre la multitud y tocó Su manto. Porque decía: “Si tan solo toco Sus ropas, sanaré.” Al instante la fuente de su sangre se secó, y sintió en Su cuerpo que estaba curada de su aflicción. Y enseguida Jesús, dándose cuenta de que había salido poder de Él, volviéndose entre la gente, dijo: “¿Quién ha tocado Mi ropa?”… Entonces la mujer, temerosa y temblando, dándose cuenta de lo que le había sucedido, vino y se postró delante de Él y le dijo toda la verdad. Y Jesús le dijo: “Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz y queda sana de tu aflicción.”  (Marcos 5:27–34)
“Yo no creo tener suficiente fe para ser sanado.”
Amigo, no se trata de que tú midas cuánta fe tienes.  Ese trabajo es el departamento de Dios.  Todo lo que tú necesitas hacer es simplemente ver cuán bondadoso es Dios contigo.
La mujer con el problema del flujo de sangre no decía: “Yo debo tener fe.  Yo debo tener fe...”  No, ella no estaba consciente de su fe (o de su falta de ella).  Ella estaba consciente de Jesús y Su bondad.  ¿Cómo?  Ella escuchó acerca de Jesús.  Ella debe haber escuchado todo acerca de Su bondad hacia los enfermos y los oprimidos, y cómo Él los sanó y los liberó a TODOS.
Ella simplemente vio a Jesús en Su gracia, y Jesús vio la fe de ella y la afirmó —“Hija, tu fe te ha sanado”.  Amado, solo enfócate en la gracia de Jesús.  ¡Pon atención en cómo Él sanó a TODOS sin discriminación y mantente escuchando acerca de Su bondad!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

domingo, 22 de diciembre de 2019

Tu Deuda Fue Pagada


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Entonces, hermanos, puesto que tenemos confianza para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de Jesús, por un camino nuevo y vivo que Él inauguró para nosotros por medio del velo, es decir, Su carne, y puesto que tenemos un gran Sumo Sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado con agua pura.   (Hebreos 10:19–22)
Durante décadas y décadas, Dios ha sido retratado por el demonio como un Dios enojado, y desafortunadamente, muchos maestros de la Biblia sin darse cuenta le han ayudado, pintando una imagen de un Dios iracundo.  Esta representación de Dios está equivocada.  Nosotros estamos ahora bajo el nuevo pacto y tú no podrás encontrar una sola escritura del Nuevo Testamento que diga que Dios está enojado con los creyentes a causa de sus pecados.  Tendrías que ir al Antiguo Testamento para buscar versículos que hablen de la ira de Dios a causa de los pecados de Su pueblo.
¿Qué Dios no esté enojado contigo significa que no hay lugar para la corrección de Dios en nuestras vidas?  ¿Hay corrección y directrices sabias que vienen por la Palabra de Dios en el nuevo pacto de la gracia?  Absolutamente.  Pero en cuanto a Su ira hacia ti y tus pecados, todo eso se ha resuelto en la cruz.  Te garantizo que cuando tú entres en la dulce presencia de Jesús con todas tus dificultades, fallas y luchas, Él no va a rugirte.  Él va a amarte a plenitud y te pondrá en un camino de libertad de todos tus temores, culpas y adicciones.  ¡Jesús es el fin de todas tus luchas!
Debido a que el amor perfecto de Dios es la respuesta para superar las luchas en tu vida, el diablo está haciendo todo lo que puede para alejarte y separarte de este amor.  Él sabe que mientras más tiempo esté la deuda del pecado en tu conciencia, más vas a evitar a Dios porque piensas que Dios está enojado contigo.
Lo hermoso de Jesús es que Él no solo pagó la deuda por el pecado de tu vida entera, sino que la pagó en exceso.  A diferencia de los sumos sacerdotes del Antiguo Testamento, Él no ofreció la sangre de toros y cabras para pagar por tus pecados.  Este gran Sumo Sacerdote pagó por tus pecados con Su propia sangre perfecta y sin pecado.  ¡Dios no se ablandó hacia el pecado bajo la gracia!  De ninguna manera.  Él ofreció a Su Hijo unigénito, Jesús, quien es un pago absoluto excesivo por tus pecados.
Es como si tú tuvieras  una deuda de un millón de dólares, pero Jesús pagó mil millones de dólares para saldar esa deuda. La verdad es que si tú supieras quién es Jesús y el valor del Hijo de Dios, sabrías que Su pago en la cruz valía más de mil millones de dólares.  ¡Es un pago que ha borrado completamente los pecados de toda tu vida —pasado, presente y futuro— de una vez por todas!  Ya no hay un abismo de pecado que te separe de Dios.  La cruz manchada de sangre construyó un puente.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

sábado, 21 de diciembre de 2019

Todo Es Por El Amor De Dios


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“Por lo cual te digo que sus pecados, que son muchos, han sido perdonados, porque amó mucho; pero a quien poco se le perdona, poco ama.”  (Lucas 7:47)
La historia de ella es desgarradora.  En el relato de la Biblia, a esta mujer se le describe como “una pecadora”. (Lucas 7:37)  Muchos creen que ella era una prostituta.  Cuando ella se acercó a Jesús, Él no la apartó, ni la humilló, ni la condenó por sus pecados.  Él sabía cómo la culpa la había estado comiendo por dentro y tenía compasión por ella.
Al acercarse a Jesús, ella comenzó a llorar.  Luego, ella lavó Sus pies con sus lágrimas, se los secó con su cabello y los ungió con un ungüento precioso que le había costado el salario de todo un año.  Sin dudarlo, ella derramaba su perfume a los pies de Jesús y lo adoraba.
En respuesta, Jesús dijo que aquellos que conocen y creen cuán abundantemente Dios realmente los ama y los ha perdonado, terminarán amando mucho a Dios.  En pocas palabras, a aquellos a quienes les ha sido perdonado mucho, aman mucho.  A aquellos a quienes les ha sido perdonado poco, aman poco.  Es por eso que el énfasis del nuevo pacto no es sobre tu amor por Dios; es sobre el amor de Dios por ti.
¿Puedes ver que tu amor por Dios en el nuevo pacto nace de una relación genuina y auténtica con Él?  No se trata de una exhibición denigrante que nace del miedo al castigo o de la obligación religiosa.  Bajo la gracia, nosotros podemos amar a Dios porque Él nos amó primero.  Es por eso que las personas bajo la gracia se convierten en las personas más santas que jamás conocerás.  ¡Su santidad fluye de su relación de amor con Jesús!  Ellos han experimentado Su amor incondicional de una manera íntima y personal que los transforma.  Ellos solo quieren vivir vidas que glorifiquen y honren el nombre de Jesús.
Amigo, a todos se nos ha perdonado mucho, pero muchos no lo saben y no lo creen.  Renuncia a tratar de superar tus propias fallas, errores, adicciones y ataduras, imaginando que Dios requiere esto de ti antes de que puedas presentarte ante Él.  Cuando falles, acércate a Jesús con valentía y confianza como lo hizo esa mujer.  Siéntete libre de llorar en Su dulce presencia y simplemente adorarlo.  Derrama todo lo que está en tu corazón sobre Él.  No te preocupes, Él no acumulará más culpa y condenación sobre ti.  Él te recordará la cruz y te dirá: “Tus pecados ya están perdonados.  Yo ya pagué el precio de tus pecados en el Calvario.  Descansa en Mi perdón y amor por ti”.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

viernes, 20 de diciembre de 2019

Hablando En Fe


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Pero teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: “Creí, por tanto hablé”, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos.  (2 Corintios 4:13)
Después de leer lo que yo he dicho acerca de declarar las promesas de protección de Dios sobre ti y tus seres queridos, puede estarte preguntando: Pero Pastor Prince, ¿no puedo sólo creer la Palabra de Dios en mi corazón?  ¿Por qué también tengo que decir el Salmo 91 en voz alta?
Permíteme mostrarte algunas Escrituras sobre la fe y el hablar, que te ayudarán.  Romanos 10:9 nos dice “que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo”.  Nuestro Señor Jesús también dijo: “Cualquiera que diga a este monte: «Quítate y arrójate al mar», y no dude en su corazón, sino crea que lo que dice va a suceder, le será concedido.” (Marcos 11:23)
Ahora, vuelve a leer lo que el apóstol Pablo escribió en el versículo de hoy.  ¿Notas un patrón aquí?  Tener fe implica creer en tu corazón, así como hablar con tu boca.  Tú y yo estamos hechos a imagen de Dios.  Cuando Dios vio la oscuridad por primera vez, Él no dijo: “Mi Dios, está tan oscuro”.  ¿Qué hizo Dios?  Él llamó a existencia a la luz, hablando. Él dijo: “Hágase la luz” (Gén. 1:3)  En el Nuevo Testamento, nuestro Señor Jesús habló a la tormenta y ésta se calmó.  Él habló a la higuera y ésta se marchitó.  Él habló a los demonios y estos huyeron.  Habló a los enfermos y estos fueron sanados.  Él habló a los muertos y estos vivieron.
Del mismo modo, cuando nosotros nos enfrentamos a la oscuridad hoy, en cualquier área de nuestras vidas, o estamos atrapados en una tormenta de dificultades, no nos detengamos a estar mirando los problemas y caigamos en desesperación.  ¡Nosotros también debemos llamar a existencia lo que queremos ver!  Si nos encontramos atrapados en una situación peligrosa, nosotros debemos declarar: “El Señor es mi refugio y mi fortaleza”.  Si hay una enfermedad en nuestro cuerpo, podemos llamar a existencia nuestra sanidad, diciendo: “Gracias Jesús, ¡Por Tus llagas yo he sido sanado!”  ¡Comienza a llamar a existencia hoy, tu protección, tu salud y tu victoria!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

jueves, 19 de diciembre de 2019

Sentados Con Cristo


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El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente.  (Salmos 91:1)
En todas partes a donde veas hoy hay miedos y temores —en las noticias, en los periódicos, en las redes sociales y desafortunadamente, en los medios cristianos también.  Sin embargo, es vital que no permitamos que el miedo se apodere de nuestros corazones.  Como creyentes, no tenemos por qué estarnos alimentando del miedo.  Si tu mente está enredada con nudos de ansiedad, tal vez sea hora de que examines tu dieta mental.  ¿En qué has estado meditando, consciente o inconscientemente?  ¿Estás ingiriendo y creyendo todo lo que ves en las noticias o estás viviendo según lo que el Señor Jesús ha comprado para ti en el Calvario?
Para ayudarte a comprender el sentir del corazón de Dios por ti con respecto al miedo y a tu caminar en Su protección, quiero compartir contigo una clave poderosa del versículo de hoy, el primer versículo del Salmo 91, la Oración de Protección.  La palabra hebrea para “habitar” es yashab, que significa sentarse, permanecer o establecerse.  Ten en cuenta que la primera cosa que Dios quiere que hagas para disfrutar de Su protección es descansar.  Su protección, paz, amor y otras bendiciones fluyen en tu vida cuando te encuentras en un lugar de descanso.
Vamos a acampar en la palabra habitar solo un poco más.  Meditemos sobre lo que significa descansar o “sentarse”.  La Biblia dice que nosotros estamos sentados con Cristo a la diestra de Dios. (Ver Efe. 2:6, Heb. 1:3)  La palabra “sentado” es hermosa —significa que tú ya no estás parado, ni trabajando.
Bajo el antiguo pacto, el sacerdote tenía que ofrecer el sacrificio de la mañana a las 9 A.M. y luego permanecer de pie durante seis horas hasta después del sacrificio de la tarde a las 3 P.M.  Nuestro Señor Jesús fue crucificado a las 9 A.M. y estuvo colgado en la cruz durante seis horas hasta que murió a las 3 P.M., cumpliendo así el tipo de los sacrificios, tanto de la mañana como de la tarde. (Ver Heb. 10:11-12)  Debido a que Jesús se convirtió en el sacrificio final, el trabajo del sacerdote ha terminado y él ya no tiene que estar de pie.  Debido a que nuestro Señor exclamó: “¡Consumado es!” en el Calvario (Juan 19:30), hoy nosotros estamos sentados en Cristo.  Nosotros podemos habitar al abrigo del Altísimo, conocido también como Su lugar secreto, un lugar de paz, seguridad y protección —y podemos vivir sin temor porque la sangre de nuestro Señor Jesús ha pagado por cada bendición de protección en el Salmo 91!
Hoy, ya sea que estés lidiando con una situación financiera difícil, un trastorno del sueño o plagado de pensamientos depresivos o incluso suicidas, oro por que descubras a un Dios que te ama y cuyas fuertes manos protectoras están sobre tu vida entera y sobre cada área que tiene que ver contigo.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 18 de diciembre de 2019

“Ninguno Te Condena” Va Primero


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 “Porque Dios no envió a Su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él.”  (Juan 3:17)
El relato de la mujer atrapada en adulterio demuestra algo muy importante.  ¿Qué le permite a alguien tener el poder de vencer el pecado?  La amenaza de la ley obviamente no impidió que la mujer cometiera adulterio.  Pero recibir la aceptación de Jesús —sabiendo que a pesar de que ella merecía ser apedreada a muerte, Él no la condenó— eso le dio el poder de "ir y no pecar más".
Nota que Jesús salvó a la mujer con justicia.  Él no dijo: “No la apedreen.  Muéstrenle misericordia.”  Lo que dijo fue: “El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra”.  Y por su propia voluntad, los fariseos y la multitud religiosa se fueron.
Nota también que Jesús no le preguntó a la mujer: “¿Por qué pecaste?”  No, lo que Él le preguntó fue: “¿Ninguno te ha condenado?”  Parece cómo que Jesús estaba más preocupado por la condenación del pecado que por el pecado mismo.  Él se aseguró de que ella se fuera sin sentir condenación, ni vergüenza.  No invirtamos el orden de Dios.  Cuando Dios dice que algo va primero, esto debe ir primero.  Primero Dios dice “ninguno te condena” y luego tú puedes “ir y no pecar más”.
La religión cristiana tiene esto al revés.  Decimos: “Ve y no peques más, luego no te condenaremos.”  Lo que necesitamos entender es que cuando no hay condenación, las personas tienen el poder de vivir vidas victoriosas, vidas que glorifican a Jesús.  A través de la revelación de “ninguna condenación”, la gracia produce un empoderamiento que no requiere de nuestro esfuerzo.  Este es inmerecido y completamente infundado.  Pero nosotros podemos recibirlo —este regalo de ninguna condenación— porque Jesús pagó por él en la cruz.
A decir verdad, ninguno de nosotros podría haber lanzado la primera piedra.  Todos hemos pecado y hemos fallado.  En Cristo, todos estamos en igualdad de condiciones.  Si un hermano o una hermana se enredan en pecado, nuestra posición no debe ser juzgarlos, sino restaurarlos, guiándolos hacia el perdón y el regalo de “ninguna condenación” que se encuentran en Jesús.
La única persona que no tiene pecado y que podría haber ejercido un castigo judicial sobre la mujer era Jesús, y Él no lo hizo.  Jesús estaba en la carne para representar lo que estaba en el corazón de Dios.  No era un juicio.  Su corazón se revela en Su gracia y Su perdón.  Me gusta decirlo de esta manera cuando describo lo que sucedió mientras los fariseos esperaban para apedrear a la mujer: los fariseos lo harían si pudieran, pero no podían.  Jesús podría si quisiera, pero Él  no lo haría.  ¡Ese es nuestro Jesús!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince