Medita En
¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los
impíos… (Salmos 1:1)
Hoy, quiero hablarte sobre cómo tú puedes
depender de la sabiduría de Dios para tener éxito. La
sabiduría del Señor viene por el favor inmerecido de Dios. Esta no es algo que tú pueda aprender o
adquirir con tus esfuerzos. La sabiduría
del Señor es algo que el mundo no puede tener. Esto no quiere decir que el mundo no tenga
sabiduría. Ingresa a cualquier librería
hoy y encontrarás estanterías llenas de libros que contienen teorías y métodos
de expertos sobre todo tipo de temas. La
mayoría de estos, sin embargo, provienen de la sabiduría humana, la cual
fortalece y construye solamente la carne.
Sea que lo sepan o no,
la gente del mundo está clamando por la verdadera sabiduría del Señor. Basta con mirar la constante demanda de libros
de autoayuda. Pero lo que realmente
necesitamos no es más “autoayuda”. ¡Lo
que nosotros necesitamos es la ayuda del Señor! Leer libros escritos por creyentes llenos del
Espíritu y líderes cristianos que nos
alienten a mirar a Jesús y no a nosotros mismos.
El Salmo 1:1 nos
menciona esto desde el principio: “¡Cuán
bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos”. Amado, esto significa que hay consejo que
se da con sabiduría humana. Pero el
hombre que no camina según la sabiduría del mundo es el hombre que es
bendecido. Al mismo tiempo, si su deleite está en Jesús y medita en
Jesús día y noche, el Salmo 1:3 dice: “será como árbol firmemente plantado junto a
corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no se marchita; en
todo lo que hace prospera”.
Amigo, toma la
decisión de caminar en el consejo de los
piadosos y no el consejo del mundo, y verás lo que todo lo que hagas
prosperará. Dios ha levantado hombres y
mujeres que están establecidos en las verdades del nuevo pacto y que te
ayudarán a mantener tus ojos en Jesús. En
Él, encontrarás toda la sabiduría pertinente a la vida. La Biblia nos dice que en Él, “están escondidos todos los tesoros de la
sabiduría y el conocimiento” (Col. 2:2–3) para que tengas éxito. ¡Sigue mirando a Jesús, toma de Su sabiduría
divina y mira la diferencia que ésta hará para ti!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
Amén. Gracias padre por darnos tanto amor inmerecido. Gracias por tu sabiduría.
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