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martes, 31 de agosto de 2021

El Poder De Los Pensamientos Redentores

 Inspiración De Gracia


Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza.  Filipenses 4:8, NTV

¿Qué películas mentales estás viendo en tu cabeza hoy?  ¿Son pensamientos de derrota y desesperación o pensamientos de victoria y favor?  La fe es simplemente decir lo que Dios dice sobre ti y ver lo que Dios ve en ti y en tu situación.

Se necesita un pensamiento para sanar un pensamiento.  A diferencia del mundo, que te enseña a vaciar tu mente para lograr la paz, la manera de Dios es llenar tu mente con pensamientos frescos, poderosos y redentores.

El apóstol Pablo nos dice: “Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable.  Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza.” (Fil. 4:8, NTV)  Por lo tanto, no se trata solo de borrar los malos pensamientos con la fuerza de voluntad.  Se necesita de un pensamiento para reemplazar a otro pensamiento.  Se necesita de una creencia correcta para reemplazar a una creencia incorrecta.  Tú necesitas la verdad de Dios para reemplazar las mentiras del enemigo que te han mantenido en cautiverio.

Amigo mío, si un pensamiento equivocado, malo o negativo está alojado en tu mente hoy y parece que no puedes deshacerte de él, ¡deja de intentarlo!  Quizás estés postrado en una cama de hospital y no puedas evitar pensar en el peor escenario posible.  Estás intentando suprimirlo, pero no funciona.  Bueno, ¡detente!  Deja de intentar borrarlo de tu mente.  Eso simplemente no funcionará.  Lo que necesitas hacer es reemplazar ese pensamiento destructivo con un pensamiento que proviene de Dios.  Esa es la única manera de lidiar con un pensamiento equivocado y comenzar el proceso de sanidad.

Comienza a meditar en verdades como: “Ciertamente Él llevó mis enfermedades, y cargó con mis dolores.  El castigo, por mi plenitud, cayó sobre Él, y por Sus heridas yo he sido sanado.  Con larga vida me saciará.” (Isa. 53:4-5 y Sal. 91:16)  ¡Empieza a reproducir películas mentales acerca de ti mismo recuperándote, recibiendo el alta del hospital, divirtiéndote con tus hijos o yéndote de vacaciones!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

lunes, 30 de agosto de 2021

Toma Asiento Y Comienza A Reinar

 Inspiración De Gracia


Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia habéis sido salvados), y con Él nos resucitó, y con Él nos sentó en los lugares celestiales en Cristo Jesús.  Efesios 2:4-6

Hay muchos creyentes que son derrotados porque ellos están luchando por calificar para las bendiciones de Dios por medio de sus propias obras.  Lo que necesitas comprender es que el esfuerzo propio te privará de reinar en la vida por la gracia de Dios.  Tú no puedes ganar tu salvación, tu sanidad o tu rompimiento financiero por tus propios esfuerzos.  Si el milagro más grande —ser salvo y vivificado con Jesús— viene por gracia por medio de la fe, y no por tus obras, ¿cuánto más los milagros menores, como la sanidad, la provisión y la restauración matrimonial?

No se trata de tus obras ni de tu comportamiento, sino de la obra y el comportamiento de Jesús.  Solo Su obra es una obra terminada.  ¡Y Él no solo se sentó a la diestra del Padre, sino que las Escrituras de hoy declaran que Él también nos hizo sentarnos con Jesús!  ¿Qué significa esto? Bueno, amigo, “sentarse” en la Biblia es una imagen del creyente descansando en la obra perfecta y terminada de Jesús.  Cristo terminó toda la obra en la cruz en tu nombre y ahora está sentado a la diestra de Dios.  Como todo fue logrado en tu nombre, esto significa que tú puedes dejar de depender de tus propios esfuerzos para ganar y calificar para las bendiciones de Dios en su vida.  ¡Tú puedes sentarte con Jesús a la diestra del Padre!

Ahora, escucha atentamente lo que estoy diciendo.  Yo no estoy abogando por una vida de pasividad y pereza con respecto al estudio de la Palabra de Dios, la oración o la adoración.  Cuando se trata del éxito en tu trabajo, ciertamente tampoco estoy diciendo que tú no debas ser diligente o buscar desarrollar tus habilidades.

La gracia de Dios no te vuelve perezoso e improductivo.  Al contrario, esta te hace trabajar más abundantemente para Su gloria.  El apóstol Pablo, un predicador de la gracia de Dios y la obra terminada de Jesús, dijo que él “trabajó más que todos ellos.” (1 Cor. 15:10)  De lo que necesitas darte cuenta es que, en el nuevo pacto, la manera de Dios es bendecirte primero y el conocimiento de Su bendición te empodera luego para trabajar más abundantemente.  En otras palabras, nosotros no trabajamos para ser bendecidos, sino que nosotros tenemos el poder para trabajar porque ya estamos bendecidos.  ¿Puedes ver la premisa diferente respecto a trabajar en el nuevo pacto?

Amigo, Jesús logró todo para nosotros en la cruz.  Nuestra parte es confiar en Su obra perfecta.  Recibe con los brazos abiertos Su abundancia de gracia y Su regalo de justicia, siéntate y comienza a reinar en la vida por medio de Él.  Hoy, deja que tu oración sea que tú puedas dejar de intentar ganarte la gracia y la justicia de Dios.  Deja que el Espíritu Santo te enseñe a comenzar a depender de la obra terminada de Jesús y a comenzar a recibir por Su gracia.  ¡Este es el camino de Dios hacia el éxito, la plenitud y la vida victoriosa!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

domingo, 29 de agosto de 2021

Poco A Poco

 Inspiración De Gracia


“No los echaré de delante de ti en un solo año, a fin de que la tierra no quede desolada y se multipliquen contra ti las bestias del campo. Poco a poco los echaré de delante de ti hasta que te multipliques y tomes posesión de la tierra”.  Éxodo 23:29-30

Tú puedes recibir sanidad por medio de la oración de fe (Marcos 11:24), y muchas veces durante nuestros servicios, las personas son sanadas instantáneamente mientras los dones de sanidades fluyen. (1 Corintios 12:9)  Hay una poderosa unción corporativa operando cuando la iglesia se reúne porque Jesús dijo: “Porque donde están dos o tres reunidos en Mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos”. (Mateo 18:20)  Donde está Jesús, la muerte se convierte en vida y resurrección (Juan 11:25), la debilidad se convierte en fuerza, lo poco se convierte en mucho y en Su presencia hay plenitud de gozo y deleites para siempre. (Sal. 16:11)

Si bien me encantaría que todos recibieran sanidad inmediata y completa todo el tiempo, no es necesario que tú tengas una manifestación instantánea o que sientas algo tangible en tu cuerpo para saber que Dios te está sanando.  En el momento en que participas de la Santa Cena con fe, tu sanidad ha comenzado.

La mayoría de las personas que han enviado sus testimonios de sanidad a nuestro ministerio no fueron sanadas en una espectacular reunión de oración, ni cuando un hombre o una mujer de Dios les impuso las manos.  Ellos fueron sanados gradualmente por el Señor al participar de Su conducto establecido por medio del cual recibimos Su vida y salud sobrenaturales —la Santa Cena.

Algunas veces, las enseñanzas sobre la oración de fe pueden presionarte a que creas que tienes tu sanidad completa en el momento en que oras.  Pero a decir verdad, la mayoría de nosotros no tenemos ese tipo de fe.  En cuanto a los dones de sanidades, estos operan como el Espíritu quiere (1 Cor. 12:11) y no como el hombre quiere.  Cuando se trata de la Santa Cena, no hay presión.  Cada vez que participas de ella en fe, recibes una medida de sanidad, y mejoras más y más.

A veces nos impacientamos y queremos que el Señor eche fuera de nosotros a todos nuestros enemigos a la vez.  Pero lee los versículos anteriores de Éxodo 23 y mira lo que el Señor les dijo a los hijos de Israel mientras se preparaban para entrar en la tierra prometida.  Poco a poco.  Poco a poco.

Hoy no nos enfrentamos a los heveos, hititas o cananeos como lo hicieron los hijos de Israel.  Pero nuestros enemigos pueden ser la insuficiencia renal, la leucemia o la hipertensión arterial.  Sea lo que sea, no te desanimes.  Los síntomas pueden seguir apareciendo aunque tú ya hayas participado de la Santa Cena, pero sigue participando de ella.  La manifestación de tu sanidad se acerca.  El enemigo está siendo echado fuera de tu vida.  Tu sanidad puede no estar produciéndose tan rápido como te gustaría, pero está sucediendo.  ¡Amigo mío, no te rindas!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

sábado, 28 de agosto de 2021

La Sumisión Libera El Favor De Dios En Tu Vida

 Inspiración De Gracia


Y dijo Isaí a su hijo David: “Lleva ahora a tus hermanos un efa de grano tostado y estos diez panes, y corre al campamento a donde están tus hermanos. Lleva también estos diez quesos al comandante de los mil...”  1 Samuel 17:17-18

Cuando Dios quiso derribar a un poderoso gigante que estaba aterrorizando a la nación de Israel, Él envió a alguien que era débil en la carne.  Piensa en ello.  A los ojos del mundo, ¿qué podría ser más débil contra un soldado entrenado y temible que un joven que no tenía entrenamiento militar formal, ni armadura, estaba vestido con un humilde atuendo de pastor, y ni siquiera llevaba un arma real más que una honda y cinco piedras lisas de un arroyo?  No es de extrañar que Goliat se burlara de este joven pastor y de su estrategia.  Cuando David entró en el campo de batalla, Goliat le preguntó con sarcasmo: “¿Acaso soy un perro, que vienes contra mí con palos?” (1 Sam. 17:43)

Las implicaciones de esta batalla eran enormes.  No se trataba solo un duelo o competencia entre dos individuos.  Los israelitas y los filisteos habían acordado enviar cada uno a un guerrero que representaría a su nación.  El guerrero derrotado comprometería a toda su nación a convertirse en sirvientes de la otra nación.  Sería un eufemismo decir que había mucho en juego en esta pelea.  ¿Y a quién envía Dios para representar a Israel?  En términos naturales, Él envió posiblemente a la persona menos calificada a ese campo de batalla en el Valle de Ela.

¡David ni siquiera era un soldado del ejército de Israel!  ¿Para empezar, recuerdas cómo terminó este joven pastor en el campo de batalla?  ¡David estaba allí para entregar pan y queso a sus hermanos que estaban en el ejército! (1 Sam. 17:17-20)  Y, sin embargo, David se encontró de pie en el campo de batalla como representante de Israel contra el altivo Goliat.  De entregar pan y queso, él ahora había sido llamado a liberar a toda la nación de Israel.

David estaba en el lugar correcto en el momento correcto porque se humilló y se sometió a las instrucciones de su padre de entregar pan y queso a sus hermanos.  Amado, esto es algo que necesitas entender.  La sumisión al liderazgo designado por Dios siempre hará que el favor de Dios fluya en tu vida, y te encontrarás, como David, ¡en el lugar correcto en el momento correcto!

La Biblia dice que no debemos despreciar el día de los comienzos pequeños. (Zacarías 4:10)  No hay nada de glamoroso en entregar pan y queso, pero David no lo despreció.  Y eso lo puso en el valle de Ela, con el viento soplando sobre su cabello —un joven pastor sin experiencia militar representando a la nación de Israel contra un poderoso gigante que era un hombre de guerra desde su juventud.

Esto es lo que a Dios le encanta hacer.  A Él le encanta tomar las cosas necias y débiles para avergonzar a las cosas sabias y poderosas del mundo.  Por lo tanto, amado, humíllate y sométete a las autoridades que Dios ha puesto sobre ti.  ¡Y mientras eres fiel en llevar a cabo las pequeñas tareas que se te asignan, Su favor es liberado en tu vida y de pronto tú puedes encontrarte haciendo grandes hazañas para Dios!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

viernes, 27 de agosto de 2021

Seguros En La Mano Del Padre

 Inspiración De Gracia


“Mis ovejas oyen Mi voz, y Yo las conozco y Me siguen; y Yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de Mi mano. Mi Padre que Me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno”.  Juan 10:27-30

Amigo, si tú no te sientes seguro de tu salvación en Cristo, esto afectará la forma en que vives tu vida como cristiano.  Es por eso que quiero animarte a que tomes como un ancla ciertos pasajes que son muy claros —como el que se encuentra en las Escrituras de hoy.

Ahora bien, ¿acaso no el simple hecho de leer esta promesa en la Palabra de Dios te imparte confianza, certeza y seguridad de tu salvación en Cristo?  Permíteme llamar tu atención sobre la palabra “jamás”.  Esto te va a bendecir.  La palabra “jamás” aquí se traduce de la partícula griega ou me, que es una doble negativa, enfatizando fuertemente el significado de “jamás, ciertamente no, en absoluto, de ninguna manera”.  En otras palabras, una vez que tú eres salvo, ¡tú nunca, de ninguna manera, ciertamente no perecerás!

Cuando las personas ponen en duda la salvación de un creyente, esto revela cómo ellos no valoran con precisión la obra terminada de Jesucristo en la cruz.  Ellos también están tomando a ligera lo que nuestro Señor Jesús sufrió en el Calvario por nuestra salvación, nuestro perdón y nuestra redención.  Yo no sé qué Biblia están leyendo, pero mi Biblia me dice en términos inequívocos que “si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo”. (Romanos 10:9)  Mi Biblia me dice que “nadie las puede arrebatar de la mano del Padre”. (Juan 10:29)  Mi Biblia me dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna”. (Juan 3:16)  ¡Eso es lo que dice mi Biblia!

Cuando nosotros tenemos la seguridad de la salvación y sabemos que nada puede arrebatarnos de la mano de nuestro Padre, contrario al dicho de que esto les da a las personas licencia para pecar sin tomar en cuenta a Dios, esto en realidad nos da a nosotros confianza y fortaleza para buscar al Señor, para correr mejor la carrera e ir de gloria en gloria.  Los cristianos que están seguros en el amor del Padre serán transformados por la renovación de sus mentes con el poder de la asombrosa gracia de Dios.  Yo creo con todo mi corazón que los creyentes nacidos de nuevo establecidos en Su gracia quieren vivir vidas que glorifiquen Su santo nombre en cada área de sus vidas.  ¿Por qué?  Porque la gracia no es una enseñanza, una doctrina o una fórmula.  ¡La gracia es una persona y Su nombre es Jesús!

Por eso me gusta usar la frase “la persona de Jesús”.  La gracia está personificada en nuestro Señor Jesús.  Tú puedes relacionarte con Él como una persona.  Puedes hablar con Él, pasar el rato con Él, compartir con Él tus luchas y dificultades, y tener conversaciones realmente buenas, honestas y profundas con Él.  Una vez que tú veas a nuestro Señor Jesús como una persona, y veas toda Su belleza, gloria, gracia, amor y perdón, no hay forma de que quieras vivir un estilo de vida que no glorifique Su santo nombre.  Cuando tú valoras a Jesús en tu vida, tú valoras Su gloria.

Quiero invitarte a meditar en esta escritura poderosa:

Porque la gracia de Dios se ha manifestado, trayendo salvación a todos los hombres, enseñándonos, que negando la impiedad y los deseos mundanos, vivamos en este mundo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús, quien se dio a Sí Mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad y purificar para Si un pueblo para posesión Suya, celoso de buenas obras.

—Tito 2:11–14

¡Ese es el resultado de estar bajo la gracia y eso es lo que significa ser parte de la revolución de la gracia!  Al contemplar a la persona de Jesús, la gracia nos enseña a negarnos la impiedad y los deseos mundanos, ¡y nos convertimos en un pueblo celoso de la gloria de nuestro Señor Jesús en nuestras vidas y “celoso de buenas obras”!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

jueves, 26 de agosto de 2021

Estamos En Este Mundo Pero No Somos Del Mundo

Inspiración De Gracia


El Señor te librará de las trampas del cazador; te librará de la peste destructora.  Salmos 91:3, RVC

Ciertamente  El Señor te librará de las trampas del cazador.  No “tal vez” ni “a veces”, sino “ciertamente” sin reservas.  No es un condicional “El Señor podría librarte”, sino un definitivo “El Señor te librará”.  ¡Qué bendita certeza tenemos de que nuestro Dios nos librará de las trampas del cazador!

La Biblia describe al diablo como un cazador.  Un cazador es un trampero profesional de aves.  Él coloca trampas y las oculta cuidadosamente para poder tender una emboscada a las desprevenidas aves.  La Biblia también describe al diablo como un ladrón y asesino que viene a robar, matar y destruir. (Juan 10:10)

Lo que necesitamos entender es que el mundo en el que vivimos es un mundo caído.  Adán cometió alta traición y le dio las llaves de este mundo al diablo.  Debido a lo que hizo Adán, el diablo es el gobernante de este mundo.  El apóstol Pablo lo llama “el príncipe de la potestad del aire”. (Efesios 2:2)  Es por eso que mientras el diablo siga siendo el gobernante de este mundo, el mundo seguirá oscureciéndose más y más, y seguirá habiendo accidentes, enfermedades, calamidades, tragedias y muertes.

Pero nosotros podemos alegrarnos al saber que la concesión del diablo sobre este mundo se está terminando rápidamente.  El apóstol Pablo también nos dice que nuestro Señor Jesús regresará y todos Sus enemigos serán humillados o puestos debajo de Sus pies, con la muerte como el último enemigo que será destruido. (1 Cor. 15:26)

Mientras tanto, nosotros veremos que el mundo se vuelve más y más oscuro.  Pero como creyentes, nosotros no debemos vivir con miedo.  Nuestra confianza está en nuestro Señor Jesús.  Nosotros estamos en este mundo, pero no somos del mundo. (Juan 17:16)  Hay un cazador muy real y activo que está preparando trampas.  Incluso mientras escribo esto, estoy leyendo y escuchando reportes de explosiones de bombas, tiroteos, un avión comercial que se estrella al aterrizar y brotes virales en diferentes partes del mundo.

En lo natural, esto puede ser extremadamente desalentador.  Pero no olvides que nosotros tenemos un Salvador que es incluso más real y Él ha prometido librarnos de las trampas del cazador y de la peste destructora (enfermedades y virus peligrosos).  La conclusión es que debemos darnos cuenta de cuánto necesitamos a nuestro Salvador y Su protección diariamente.  Necesitamos involucrar al Señor Jesús en nuestras vidas todos los días.  ¡Solo Él puede librarnos y mantenernos a salvo!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

miércoles, 25 de agosto de 2021

Transformación Sobrenatural

 Inspiración De Gracia


“Tú vienes a mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del Señor de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has desafiado”.  1 Samuel 17:45

Estar lleno de Cristo te hace audaz pero no superior, humilde pero no inferior.  Cuando nuestras mentes están llenas de Jesús, nosotros no tenemos que tratar de ser humildes.  En la presencia del Rey-Siervo, nuestros corazones son transformados sobrenaturalmente y nosotros tomamos Su corazón de siervo.  En otras palabras, cuando tú sales con Jesús, todo lo que Él es se te pega.  Tus pensamientos y tus palabras se llenan de la fragancia de Su dulce presencia y gracia.  Toda tu inferioridad e inseguridades se desvanecen ante Su maravilloso amor por ti.  Se requiere de personas que sean verdaderamente seguras en Cristo para que puedan inclinarse y servir a los demás con humildad genuina.

De manera similar, cuando tú valentía y tú confianza dependen de Cristo y de Su amor por ti, esto no se manifiesta como orgullo y arrogancia carnales, sino más bien como una dependencia completa del Dios Todopoderoso.  Piensa en cómo el joven David caminó por el valle de Ela y desafió al gigante Goliat, mientras el resto de hombres adultos, bien entrenados del ejército de Israel se encogían de miedo.  ¿Fue eso simplemente una muestra de valentía juvenil o una genuina dependencia de Dios?

Para el ojo inexperto, David podría haber parecido un pequeño mocoso insolente.  Pero nosotros sabemos de dónde venía ese descaro de acero cuando estas audaces palabras de un simple adolescente resonaron por todo el valle: “Tú vienes a mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del Señor de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has desafiado”. (1 Sam. 17:45)  Por sus palabras, nosotros podemos decir que el joven David estaba claramente lleno del Señor de los ejércitos y no de sí mismo ni de sus habilidades.

Cuando tus pensamientos están llenos del Señor, ¡tú te conviertes en un asesino de gigantes!  ¿Hay gigantes en tu vida hoy que necesitan ser asesinados?  Como el joven David, llena tu mente del Señor y Dios te llenará de la valentía y la audacia que necesitas para superar todas tus adversidades.  Escucha las palabras de David en el Salmo 18:29: “Pues contigo aplastaré ejércitos, y con mi Dios escalaré murallas”.  Deja que estas palabras de fe y valentía se establezcan en tu corazón.  ¡Con Dios de tu lado, nada es imposible!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

martes, 24 de agosto de 2021

Cayendo De La Gracia

 Inspiración De Gracia


De Cristo os habéis separado, vosotros que procuráis ser justificados por la ley; de la gracia habéis caído.  Gálatas 5:4

¿Qué te viene a la mente cuando escuchas la frase “ha caído de la gracia”?  Hoy, cuando alguien peca, los ministros dicen que la persona “ha caído de la gracia”.  Sin embargo, curiosamente, cuando el apóstol Pablo escribió a la iglesia de Corinto, él nunca les dijo a los corintios que ellos habían caído de la gracia, a pesar de todos sus pecados.

La escritura de hoy nos da la verdadera definición de “caer de la gracia”.  Esta nos dice que caer de la gracia es caer en la ley, es decir, tratar de ser justificado por obedecer la ley.  Observa aquí que la gracia es un terreno elevado.  En otras palabras, cuando estás bajo la ley, tú has caído del terreno elevado de la gracia.  De igual manera, el propiciatorio en el arca del pacto está puesto por encima de los Diez Mandamientos, por lo que caer de la gracia es volver a los Diez Mandamientos.

Quiero que sepas lo que las Escrituras realmente dicen acerca de caer de la gracia para que no te robes a ti mismo el poder de reinar en la vida.  Cuando tú fallas, no tengas la idea de que “has caído de la gracia” y luego intentes volver a “la buena gracia” de Dios por tus propios esfuerzos.  No, la gracia de Dios no puede merecerse, ganarse, ni justificarse.  Esta solo se puede recibir.  Y tú te conviertes en un buen receptor de Su gracia que te da el poder para reinar en la vida, cuando llegas al final de ti mismo —al final de tus propios esfuerzos por salvarte.  Cuando ves tu necesidad de Jesús, y recibes y descansas en Su obra terminada (especialmente cuando has fallado), es cuando el favor inmerecido de Dios —Su gracia salvadora— se desata en tu vida.

Miriam, que vive en Texas, descubrió que esto era verdadero en su vida:

Pastor Prince, fui una creyente durante mucho tiempo, pero estaba muy frustrada en mi caminar cristiano porque no estaba viviendo una vida victoriosa.  Estaba enojada con la iglesia, enojada con Dios y me cuestionaba de qué se trataba esta vida en Jesucristo.  También estaba enojada con mi familia, particularmente con mi hijo por su comportamiento rebelde.  De acuerdo con las enseñanzas que había recibido y lo que hacía para obedecerlas, se suponía que todo debía estar saliendo bien.

Comencé a tomar caminatas temprano por la mañana y a derramar mi corazón en Dios.  Le dije a Él lo frustrada que estaba y le pedí que me mostrara en dónde me había equivocado.  También le dije que no podía amar a mi hijo por lo que él era.  Así que le pedí a Dios que amara a mi hijo, porque aunque yo no podía, sabía que Él si podía.

Le entregué a Él toda mi ira y comencé a ver mejoras en aquellas áreas en las que había estado luchando.  Le dije a Dios que solo quería vivir la vida que Jesús vino a darme, porque no creía que Jesús hubiera pasado por esa muerte horrible para que yo viviera mi vida derrotada.

Poco después de eso, leí un libro suyo y me di cuenta de que estaba viviendo bajo una combinación de ley y gracia.  Comencé a aprender a mantener mis ojos en la obra terminada de Jesús y a confiar en Él para vivir en el reino.  Nadie me había enseñado jamás sobre la gracia de nuestro Señor Jesús y el amor que el Padre Dios nos dio a través de la obra consumada de Su Hijo, y nunca había entendido lo que es vivir la vida como una nueva criatura en Cristo Jesús.

Desde entonces he aprendido que no se trata de cuánto yo intente creer o cuánto intente ser buena para merecer la gracia de Dios.  Aprendí que es un regalo y mi respuesta ahora siempre es: “Gracias, Padre Dios, por amarme tanto y darme esta abundancia de Tu gracia y el regalo de la justicia a través de Jesucristo”.  Su enseñanza de la gracia de nuestro Señor Jesús ha cambiado mi enfoque para ver el amor de Jesús y Su obra terminada.  ¡El deseo de mi corazón es ser luz en el mundo, representar a Jesús en espíritu y en verdad, y ser transformada a Su imagen por el Espíritu Santo desde adentro hacia afuera!  Y alabado sea Dios, mi relación con mi hijo ha sido restaurada porque permití que Dios Padre lo amara.  Ahora, yo siempre veo a mi hijo a través de Sus ojos.

Amigo, tal como lo hizo Miriam, es hora de que tú salgas de la combinación, la confusión y la derrota.  Es hora de liberarte de la atadura paralizante de todo lo que te ha retenido.  ¿Cómo?  Cayendo en los brazos de la gracia.  La gracia es el terreno elevado sobre el que Dios quiere que tú estés parado.  Solo la gracia de Dios tiene el poder para sacarte del ciclo de pecado y fracaso.  ¡La buena noticia es que hoy, tú puedes abrazar el favor inmerecido, no ganado e injustificable de nuestro Señor, y comenzar a tener dominio sobre el pecado!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

lunes, 23 de agosto de 2021

No Es Lo Que Tienes Sino A Quién Tienes

 Inspiración De Gracia


Cuando los mercaderes ismaelitas llevaron a José a Egipto, lo vendieron a Potifar, un oficial egipcio. Potifar era capitán de la guardia del faraón, rey de Egipto. El Señor estaba con José, por eso tenía éxito en todo mientras servía en la casa de su amo egipcio.  Génesis 39:1-2

¿Considerarías tú al joven José, que acababa de ser vendido como esclavo, alguien que “tenía éxito en todo”?

¡Por supuesto que no!

Sin embargo, Dios dice en Sus propias palabras que José tenía éxito en todo.

La definición de éxito de Dios es contraria a la definición del mundo.  América Corporativa mide el éxito en función de lo que has hecho, lo que has logrado y lo que has acumulado.  Esto se basa completamente en que concentres todo tu tiempo, energía y recursos en merecer títulos y recolectar logros.

Ahora, nosotros hemos sido testigos de cómo esta acumulación autoindulgente ha llevado a la crisis de las hipotecas de alto riesgo, la destrucción de los bancos de inversión y un colapso financiero internacional generalizado.

Amigo, quiero animarte a que empieces a ver que el modelo mundial de éxito es inestable y está construido sobre una base inestable.  Este puede tener la apariencia de una buena vida, pero es temporal y todos hemos visto por nosotros mismos cómo la riqueza transitoria del mundo puede disiparse como humo y escurrirse fácilmente como las arenas movedizas del desierto.

De Génesis 39:2, tenemos claro que el éxito no es lo que tú tienes, ¡sino a quién tú tienes!  José literalmente no tenía nada materialmente, pero al mismo tiempo, él lo tenía todo porque el Señor estaba con él.  Las cosas materiales que has acumulado o estás tratando frenéticamente de amasar no te hacen exitoso.  ¡Es la presencia del Señor en tu vida lo que te hace tener éxito!

Necesitamos aprender a dejar de perseguir cosas y comenzar a perseguirlo a Él.  Dios ve tu relación con Él como lo único que tú necesitas para tener éxito en tu vida.  No puedo imaginar comenzar en un lugar peor que José.  Él estaba completamente desnudo.  ¡No tenía nada!  No tenía cuentas bancarias, ni un grado educativo, ni conexiones naturales con personas influyentes, nada.  Gracias a Dios, la Biblia registra una imagen de José que comenzó sin nada, para que tú y yo podamos tener esperanza hoy.  Si piensas que, como José, tú no tienes nada, bueno, puedes comenzar a creer en el poder de la presencia del Señor en tu vida.  ¡Comienza a mirar a Jesús y reclama esa promesa de esta escritura para ti mismo!

Di: “El Señor está CONMIGO, por eso yo tengo éxito en todo”.

Dilo cien veces si es necesario, y comienza a ver esto como tu realidad.  Pega esta promesa en tu espejo, y todas las mañanas cuando te cepilles los dientes, recuérdate que hoy, al ir al trabajo, al ir a la escuela, al comenzar el día cuidando a tus hijos en casa (o haciendo lo que sea que debes hacer), el Señor está contigo.  Y debido a que Él está contigo, ¡TÚ TIENES ÉXITO EN TODO!  Cuando tú tienes a Jesús en tu vida, tú ya no estás tratando de tener éxito; ¡tú ERES un éxito!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

domingo, 22 de agosto de 2021

La Palabra De Dios Trae Vida Y Sanidad

 Inspiración De Gracia


Él envió Su palabra y los sanó y los libró de sus destrucciones.  Salmos 107:20

He recibido muchos testimonios de sanidad en los que personas preciosas fueron sanadas mientras se aferraban a promesas específicas de la Palabra de Dios para ellos.  Hace algunos años, yo prediqué sobre 1 Juan 4:17, que dice: “Como Él es, así somos también nosotros en este mundo”.  Nuestro Señor Jesús llevó nuestros pecados y nuestras enfermedades en Su propio cuerpo en la cruz, y Él resucitó de la tumba sin ellos.  Esto significa que así como Jesús no tiene ninguna enfermedad, así también estamos nosotros sin enfermedad en este mundo.

La semana siguiente, una señora de mi iglesia recibió un informe médico sobre una mamografía que mostraba una masa en su pecho.  Sus médicos le dijeron que regresara para poder realizar una biopsia.  Su respuesta fue escribir en el informe: “Como Jesús es, así también soy yo en este mundo.  Señor Jesús, ¿tienes masas en Tu pecho?”  Y luego ella oró: “Señor, así como tú estás libre de masas, así también soy yo en este mundo”.  Eso es todo.  Solo una oración sencilla.

En su cita, los médicos la revisaron y volvieron a revisarla, ¡pero no pudieron encontrar la masa ni ofrecer ninguna explicación de cómo la masa podría haber simplemente desaparecido!  Nosotros no necesitamos saber cómo; solo necesitamos saber quién.  Fue nuestro Jesús quien la sanó.  ¡Aleluya!

He recibido testimonios de muchas personas que se sintieron alentadas por el testimonio de alabanza de esta señora.  Ellos se apropiaron de esta misma escritura y se mantuvieron confesándola sobre sí mismos hasta que recibieron sus rompimientos —sus avances, sus milagros.  Yo realmente creo que leer testimonios es la manera de Dios.

Es por eso que la Biblia está llena de tantos testimonios de sanidad para nuestro beneficio.  No hay sanidad demasiado grande o demasiado pequeña para el Señor.  Testimonios de la suegra de Pedro que fue sanada de la fiebre (Mat. 8:14-15), del hombre con la mano seca (Mat. 12:9-13), de la mujer que no podía pararse derecha durante dieciocho años (Lucas 13:11-13), fueron todos registrados para nosotros.  Hay testimonios de alabanza sobre ojos ciegos sanados (Juan 9:1–7; Marcos 8:22–25; Lucas 18:35–43; Mateo 9:27–30), oídos sordos abiertos (Marcos 7:32–35), y los mudos hablando (Mat. 9:32–33).  Hay testimonios de que los que habían muerto volvieron a la vida. (Juan 11:1–44; Marcos 5:35–42)

También hay relatos de sanidades registrados en el Antiguo Testamento.  Naamán fue sanado de la lepra (2 Reyes 5:1-14).  A Ezequías se le dijo que no se recuperaría de una enfermedad terminal, pero Dios lo sanó y extendió su vida quince años (2 Reyes 20:1-7).  Y estos son solo algunos de los muchos testimonios registrados para nosotros en la Palabra de Dios.

Amado, quiero que sepas que esta también puede ser tu historia y testimonio.  Lo que el Señor hizo por ellos, ¡Él puede hacerlo y lo hará por ti!  La sanidad de Jesús para ti descansa sobre el fundamento de Su Palabra inmutable.  Hoy deja que Su sanidad y plenitud se manifiesten en tu vida mientras anclas tu corazón en Sus promesas, Su obra perfecta y Su gracia.

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

sábado, 21 de agosto de 2021

No Te Sucederá Ningún Mal

 Inspiración De Gracia


Porque has puesto al Señor, que es mi refugio, al Altísimo, por tu habitación. No te sucederá ningún mal, ni plaga se acercará a tu morada.  Salmos 91:9-10

Cuando yo era estudiante, tomé un trabajo a tiempo parcial en una fábrica que producía refrigeradores.  Como cualquier adolescente, yo solo quería ganar algo de dinero extra.  No era un trabajo complicado.  Yo era parte de una línea de ensamblaje y todo lo que tenía que hacer era usar un taladro eléctrico para crear una abertura y sujetar un condensador de manera segura en la parte posterior de cada refrigerador.  Me la pasaba zumbando con el taladro eléctrico todo el día, ganándome el sustento.

En ese momento, yo tenía la costumbre de llevar conmigo un pequeño libro.  Era mi librito de versículos de la Biblia para memorizar, y yo lo leía y hablaba la Palabra de Dios 3 veces al día.  Durante ese período, había un versículo en particular en el Salmo 91 que yo confesaba todos los días: “No te sucederá ningún mal, ni plaga se acercará a tu morada”. (Sal. 91:10)  Esa era mi confesión diaria en la mañana antes de irme al trabajo, y durante mis descansos, mis compañeros de trabajo me veían sentado en alguna esquina, confesando este versículo.  Esta era una revelación muy poderosa para mí, y yo realmente quería que Su Palabra, y en particular esta verdad de la protección de Dios, se depositara en mi corazón.

Un día, mientras estaba ensamblando otro refrigerador, yo perdí el control del taladro eléctrico.  De alguna manera se me escapó de las manos y el taladro fue directo hacia mi estómago.  Todo sucedió muy rápido.  El taladro eléctrico, que giraba con toda su fuerza, golpeó mi estómago... y simplemente rebotó.  Algunos de los trabajadores que vieron lo sucedido corrieron, preocupados por mí.  ¡Fue entonces que me di cuenta que yo estaba completamente ileso!

Lo único que me vino a la mente en ese momento fue la escritura en la que yo había estado meditando.  Ese día, el versículo, “No te sucederá ningún mal, ni plaga se acercará a tu morada”, cobró vida para mí.  Doy gracias por la protección divina del Señor sobre mi vida cuando yo era adolescente.  ¿No amas a nuestro maravilloso y hermoso Salvador?  Mientras meditas y declaras Sus promesas en Su Palabra, yo creo que también vas a ver Su poder salvador y libertador obrando a tu favor.

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince