Inspiración De Gracia
Pues
Él dará órdenes a Sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus
caminos. En Sus manos te llevarán, para
que tu pie no tropiece en piedra. Salmos 91:11-12
Cuando se trata de la protección del
Señor, hay quienes leen el Salmo 91:11-12 y ven en estas promesas una
invitación a vivir de manera imprudente. Pero esta escritura no te está animando a lanzarte
al peligro. Ella está diciendo que a
medida que tú avanzas en el curso de tu vida diaria, “en todos tus caminos”, el Señor te protegerá. La palabra hebrea para “caminos” en el
versículo 11 lo muestra claramente —es la palabra derek, que significa senda, ruta, o viaje.
A medida que tú avanzas en tu camino diario, hay ocasiones
en las que el enemigo puede haber puesto trampas delante de ti, las cuales tú desconoces.
Pero Dios pondrá a Sus ángeles a cargo de
ti, para que vayan delante de ti y te protejan de esas trampas. ¡Esto no significa que tú vayas, y hagas algo
tonto y perjudicial para ti mismo a fin de probar la protección de Dios! Aun cuando estemos confiando en el Señor por
Su protección divina, ejerzamos también la sabiduría.
Puede ser que estés familiarizado con Marcos 16:18, que
dice: “Aunque beban algo mortífero, no
les hará daño”. Ahora, si alguien te
desafía a beber veneno y tú lo bebes voluntariamente para demostrar que este no
te hará daño, eso sería una tontería. El
Salmo 91:11 está hablando de los caminos que tú tomas como parte de tu vida
normal. Beber veneno intencionalmente
ciertamente no es parte de tu vida normal. Lo que Marcos 16:18 está diciendo es que si tú
bebes algo dañino sin darte cuenta en el transcurso de tu día, ¡el Señor te
protegerá para que no te lastimen!
Yo tengo un amigo misionero que me contó cómo alguien
había tratado de envenenarlo mientras estaba en el campo misionero. Al final, la persona se convirtió en un
creyente en el Señor Jesús porque él vio al misionero bebiendo inocentemente
todo el vaso de veneno —y sin sufrir efectos nocivos. ¡Así es
como se aplica Marcos 16:18!
Y yo espero que tú te des cuenta de que la protección de
Dios no siempre tiene que venir en forma de intervenciones angelicales
espectaculares. Yo creo que todos los
días, Su protección sobre nosotros es tan sobrenaturalmente natural que muchos
de nosotros ni siquiera nos damos cuenta de que hemos sido protegidos. Tal vez mientras tú bajabas la acera, sentiste
que algo te sujetaba o te empujaba hacia atrás, y en ese momento, un automóvil
pasó a toda velocidad a tu lado. ¿Qué
crees que te detuvo o te hizo retroceder? ¡Bien pudo haber sido un ángel protegiéndote, no
de manera espectacular, sino sobrenaturalmente! (Heb. 1:14)
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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