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martes, 31 de julio de 2018

Jesús Sobrepagó Nuestra Deuda


Pero El, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados para siempre, se sentó a la diestra de Dios.
Hebreos 10:12
¿Sabías que una vez nosotros tuvimos una gran deuda ante Dios?  No, no era una deuda de dinero, era una deuda por pecado.  Le debíamos a Dios una deuda por pecado, la cual nunca podríamos haber pagado.  Pero Dios nos amó de tal manera, que vino con un plan para pagar esa deuda —Él dio a Su Hijo para que muriera en la cruz por nuestros pecados.  Jesús no tenía pecado.  Así que, cuando Él fue a la cruz para llevar el castigo por nuestros pecados, Él pagó por nosotros la deuda que Él no debía.
Mi amigo, la verdad es que nuestra deuda por pecado ha sido más que pagada por completo.  De hecho, ¡Jesús la sobrepagó!  El sacrificio de Jesús fue un sobrepago por esa deuda, ya que no era solamente un buen hombre, venerado por Sus cualidades santas y Su buen carácter, el que murió por nosotros.  ¡Era el Hijo del Dios Viviente, el Creador del Universo, el Hombre Perfecto, el que murió por nosotros!
Ya que Jesús es Dios, Su sacrificio es mayor que los sacrificios de todos los hombres buenos —del pasado, presente y futuro— juntos.  Su sacrificio cuenta para todas las personas que han vivido en el pasado, todas los que vivimos actualmente y todas los que vivirán en el futuro.  Y Su sacrificio único, que dura para siempre, quitó todos nuestros pecados.
El sacrificio de Jesús fue también un sobrepago, porque Su sangre es de mucho más valor para Dios que la sangre de los toros y las cabras que se usaban en el pasado para expiar los pecados de los israelitas.  Su sangre es la sangre de Dios Mismo, no es sangre de animales.  Ya que Su sangre es eterna, Su sangre nos limpia para siempre, ¡así que tenemos perdón eterno!
Mi amigo, la próxima vez que recuerdes una mala acción, recuerda que Jesús, tu sacrificio por pecado, no solo pagó tu pecado al 100 por ciento, sino que Su sacrificio fue también un sobrepago.  Por lo tanto, tú puedes descansar verdadera y completamente en la presencia de Dios, sabiendo que Él está completamente satisfecho y completamente descansado, respecto a ti.  Él no va a encontrar algún pecado que tú hayas cometido, que la sangre de Jesús no haya cubierto.
Amado, ¡Dios puede darte Su bendición actuando en justicia, y tú puedes esperar recibirla, porque Jesús sobrepagó tu deuda!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 30 de julio de 2018

Dios Está Complacido Contigo, Su Amado


… [Dios] nos hizo aceptos en el Amado.
Efesios 1:6
Estudios han demostrado que en el corazón de cada niño existe la necesidad de la aprobación de su padre.  Algo sucede cuando un padre le dice a su hijo: “Papi está muy orgulloso de ti.”  O cuando un padre le dice a su hija: “Tú siempre serás la niña favorita de Papi.” 
Podemos encontrar un momento especial similar a estos, en la Biblia, cuando Dios Padre le manifiesta Su aprobación a Su Hijo –“Este es Mi Hijo Amado, en quien me he complacido.  (Mateo 3:17)  La Biblia nos muestra que el ministerio de Jesús inició con la aprobación del Padre, incluso antes de que Él realizara algún milagro.
Ahora bien, puedes pensar que naturalmente Dios diría eso de Jesús, pero no de nosotros.  Mi amigo, la verdad es que Jesús vino por nosotros y en representación nuestra.  Él murió por nosotros y en representación nuestra.  Él recibió la aprobación del Padre por nosotros y en representación nuestra.  Él vino como nuestro representante.  Y si eso no es suficiente, ¡Dios nos dice en Su Palabra que nosotros somos “aceptos en el Amado”!
¿Por qué Dios específicamente diría “aceptos en el Amado” y no simplemente “aceptos en Cristo”?  Yo creo que es porque Él nos está haciendo recordar lo que sucedió en el río Jordán, cuando dijo: “Este es Mi Hijo Amado, en quien me he complacido.”  Dios quiere que sepamos que nosotros somos Su amado, y que Él está complacido con nosotros.
Dios nos ve como Su amado porque Él nos ha hecho aceptos en el Amado.  Él quiere que nos levantemos cada día sabiendo que somos Su amado, que somos amados incondicionalmente, y que somos totalmente aprobados.
Mientras más sabemos lo mucho que somos amados y atesorados por Dios, más capaces somos de esperar que sucedan cosas buenas en nuestra vida.  Podemos esperar estar saludables y plenos.  Cuando nos damos cuenta que somos objeto del amor de Dios, en vez de asustarnos rápidamente o sentirnos amenazados por alguien o por algo, nos volvemos seguros de que ganaremos todas las batallas de la vida.  Así, mi amigo, es como tu Padre celestial quiere que vivas.  Así que, ¡vive la vida hoy, seguro de que tú eres el amado de Dios!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

domingo, 29 de julio de 2018

El Doble Por Tus Problemas


Volved a la fortaleza, oh cautivos de la esperanza; hoy mismo anuncio que el doble te restituiré.
Zacarías 9:12
Estoy seguro que has escuchado la expresión: “¡Cuando la vida te da limones, haz limonada!”  Bien, pues quiero que sepas que cuando el diablo te de limones, ¡Dios Mismo hará la limonada para ti!  Después de todo, la Biblia dice que Dios hace que todas las cosas cooperen para nuestro bien. (Romanos 8:28)
Y Él lo hace con estilo —¡Él restituye al doble lo perdido en cada problema!  Amado, si perdiste a tu esposo o esposa en un divorcio, o a un hijo preciado a causa de la muerte, Dios puede restituirte el doble, de tal manera que tú resultes teniendo más que antes, ¡si no en cantidad, entonces en calidad!
Consideremos a Job en el Antiguo Testamento.  Cuando él perdió todo, su esposa le dijo que maldijera a Dios y muriera.  Él se rehusó a hacerlo, y en vez de ello, respondió a Dios en fe y “el Señor aumentó al doble todo lo que Job había poseído. (Job 42:10)
Cuando David perdió al hijo que tenía con Betsabé, él dejó de suplicar y comenzó a alabar a Dios porque él confiaba en las misericordias de Dios.  Más tarde, Dios bendijo a David y Betsabé con otro hijo llamado Salomón, quien se convirtió en el rey más sabio y rico que el mundo había conocido.
Hoy, Dios promete restituirte el doble por tus problemas —“Hoy mismo anuncio que el doble te restituiré.”  ¡Si Él  lo dijo, Él lo hará!  Así que, tú no puedes sino tener esperanza de que las cosas estarán incluso mejor que antes.  Es por eso que en el mismo versículo, Él te llama “cautivo de la esperanza”.  Mi amigo, la esperanza en el sentido bíblico significa una expectativa confiada de que hay cosas buenas por suceder en tu vida.  ¡Tú eres un prisionero de eso!  Ya no puedes evitar despertarte sintiéndote esperanzado.  ¡No puedes evitar más estar esperando las cosas buenas que sucederán!
Así que, cuando los problemas vengan de parte del diablo, no te des por vencido, ni digas: “¡No hay esperanza!”  No te preocupes, ni te enojes.  Alaba a Dios como David lo hizo y mira ese problema como una oportunidad para que Dios te bendiga con más de lo que tú tenías originalmente.  ¡Y debido a que Dios lo ha declarado, ten confianza en que vas a recibir el doble por el problema!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

sábado, 28 de julio de 2018

No Vivas Consciente Del Polvo


Y había allí una mujer que durante dieciocho años había tenido una enfermedad causada por un espíritu; estaba encorvada, y de ninguna manera se podía enderezar.
Lucas 13:11
Imagina estar encorvado durante 18 años.  Todo lo que has visto es el polvo del suelo.  Esa era la condición de la mujer en Lucas 13.  El polvo era todo lo que llenaba sus ojos, todo el tiempo, a donde quiera que fuera, así que se convirtió en una persona consciente del polvo.  Gracias a Dios, ella finalmente vio los hermosos pies de Jesús, quien le dio las buenas nuevas y la levantó.
Ahora, el polvo es el alimento del diablo.  La Biblia nos dice que Dios maldijo al diablo a comer polvo todos los días de su vida. (Génesis 3:14)  El polvo representa la muerte. (Génesis 3:19)  El diablo quiere que tú seas como él —que caigas sobre tu vientre, te arrastres y comas polvo.  Comer polvo es alimentarse de tus limitaciones y carencias, hasta que sientas constantemente que hay mucho en tu vida que necesitas limpiar.  Puede ser que físicamente tú no estés encorvado, pero como la mujer, te volviste consciente del polvo y tu vida diaria es una lucha.
Tener la consciencia del polvo, también afecta la manera en que ves a los demás.  Ves las faltas de los demás, todo el tiempo.  Señalas sus limitaciones y hurgas sus faltas pasadas.  Cuando eres consciente del polvo, encuentras que te robaron la paz y el gozo en tus relaciones.
Y si tú, al igual que la mujer, permaneces mirando al polvo, en poco tiempo, esa posición interna de consciente al polvo, se arraiga tanto en ti, que te conviertes en alimento para el diablo, porque polvo es de lo que él se alimenta.  La Palabra de Dios lo describe a él como un león rugiente, buscando a quién devorar. (1 Pedro 5:8)
Si tú no quieres ser devorado por él, ¡entonces levanta tus ojos por sobre el polvo!  En vez de estar viendo tus faltas, mira a Cristo, quien te ha liberado de toda derrota.  Mírate a ti mismo de la manera en que Dios te mira —justo y santo en Cristo. (Colosenses 3:12; 2 Corintios 5:21)  Tú no eres polvo porque tú no estás en la carne, ni eres de la carne —tú estás en el Espíritu y eres del Espíritu.  (Romanos 8:9)
Mi amigo, mientras más comprendas quién eres en Cristo, más vas a enderezarte para caminar como Dios te ve —¡Una nueva creación, con Su autoridad, poder y rompimiento Espiritual!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

viernes, 27 de julio de 2018

Jesús Es Tu Aroma Agradable Para Dios


… Y el sacerdote lo ofrecerá todo, quemándolo sobre el altar; es holocausto, una ofrenda encendida de aroma agradable para el Señor.
Levítico 1:13
En los tiempos del Antiguo Testamento, cuando un holocausto era ofrecido, la cabeza del animal era cortada, su grasa era removida, y sus entrañas y patas eran lavadas.  Luego, todo era colocado sobre el altar y era quemado, y el sacrificio era aroma agradable para el Señor.
Todo esto habla sobre la muerte de Jesús, quien “se dio a Sí Mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma”. (Efesios 5:2)
La cabeza del animal sacrificado, habla de la mente de Cristo que fue ofrecida como una cubierta para nuestras mentes.  Esto significa que aunque nuestras mentes a menudo son nubladas con incredulidad, preocupaciones, insensatez, suciedad y razonamiento humano, Dios nos trata como si tuviéramos la mente de Cristo, sin pensamientos equivocados, ni desagradables, y a Él le agrada como un aroma fragante.
La grasa del animal habla de las riquezas de Cristo, lo mejor de Sí, porque Dios iguala la grasa de algo, con lo mejor de ese algo. (Génesis 45:18)  La grasa del holocausto, habla de Jesús dándonos Sus riquezas, lo mejor de Sí, como nuestra cobertura.  Así que Dios no nos ve en nuestra escasez, sino en las riquezas y excelencia de Jesús que suben a Él como aroma agradable.
Las entrañas o intestinos, hablan de la motivación, sentimientos, afectos y deseos de Jesús.  Nosotros a menudo nos sentimos temerosos, ansiosos, estresados o enojados (y esto afecta a nuestro estómago e intestinos).  Pero Dios solo ve los sentimientos y deseos de Jesús, que siempre son puros, hermosos y aceptables para Él —un aroma agradable.
Las patas se refieren al caminar perfecto de Jesús —Su poder para servir y obedecer al Padre— imputado a nuestro caminar débil e inestable.  Y el hecho de que son lavadas, nos muestra que aún nuestro torcido caminar puede ser limpiado.
Amado, Dios no ve tu mente insensata, tu naturaleza débil, tus sentimientos inadecuados, ni tu errado caminar.  En cambio, Él te ve en la perfección de Su Hijo, quien se dio a Sí Mismo por ti, como un sacrificio de aroma agradable para Dios.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

jueves, 26 de julio de 2018

Como Nos Ayuda El Espíritu Santo


Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Romanos 8:26
El Espíritu Santo no está dentro de ti para señalarte tus faltas, ni para regañarte cuando haces algo malo.  La Palabra de Dios nos dice que Él está dentro de nosotros para ayudarnos en nuestras debilidades.  En áreas en las que no somos fuertes, Él está ahí para ayudarnos.  Cuando nosotros no sabemos qué orar, el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Ahora bien, no leas el verso y digas: “Bueno, yo no sé por qué cosa debería orar, y ya que el Espíritu Santo intercede por mí, voy a dejarle a Él la parte de la oración.”
Si el Espíritu Santo intercede por nosotros sin nuestra participación, entonces todos los cristianos deberían estar viviendo vidas victoriosas automáticamente.  Pero sabemos que hay muchos cristianos que no parecen estar caminando en la plenitud de las bendiciones de Dios.  Así que, obviamente, Romanos 8:26 no está diciendo eso.  ¿Pero entonces qué es lo que quiere decir?
En la primera parte del versículo, la palabra “ayuda”  es la palabra sunantilambanomai, en el texto griego original.  La cual significa “aferrarse juntos contra algo”.  Ahora, “juntos” significa que nuestra participación también es requerida.  En otras palabras, el Espíritu Santo sunantilambanomai, es decir, se aferra junto con nosotros en contra de nuestro problema.
Así que, si tú solo te recuestas y no te aferras al problema, el Espíritu Santo no tiene nada a que “aferrarse” contigo.  Si tú no oras, Él no tiene nada por lo cual orar.  Si tú permaneces callado, entonces aunque Él quiera orar por medio de ti, no puede hacerlo.  Pero cuando tú liberas tu oración en lenguas, entonces realmente le estás permitiendo a Él orar por medio de ti.  Y Él va a aferrarse junto contigo contra el problema, y va a orar la oración perfecta por medio de ti, porque “Él intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios”. (Romanos 8:27)
Y puedes estar seguro de que cuando pides algo de acuerdo a la voluntad de Dios, Él te escucha.  ¡Y si sabes que Él te escucha en cualquier cosa que pidas, sabes que tienes las peticiones que le has hecho! (1 Juan 5:14-15)
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

miércoles, 25 de julio de 2018

La Sangre De Jesús Detiene Al Mal En Su Camino


Y lo degollará [al holocausto] al lado norte del altar, delante del Señor; y los sacerdotes hijos de Aarón rociarán la sangre sobre el altar, por todos los lados.
Levítico 1:11
El norte de Israel siempre fue una fuente de mal para la nación.  Fue desde el norte de Israel que la destrucción irrumpió. (Jeremías 1:14-15)  Los enemigos de Israel siempre vinieron del norte. (Jeremías 6:1, 22-23)  Aún hoy, el norte de Israel es territorio ocupado por el enemigo.  El norte es pues una imagen del mal en la Biblia.
Curiosamente, el animal para el holocausto era degollado “al lado norte del altar”.  El holocausto habla de Jesús, quien se dio a Sí Mismo como “ofrenda y sacrificio a Dios” por nosotros. (Efesios 5:2)  El Calvario, en donde Jesús fue crucificado, y el Jardín de la Tumba, en donde se encuentra Su tumba vacía, están ubicados en el lado norte de Jerusalén.  En otras palabras, Jesús murió en el norte, desde donde viene el mal contra Su pueblo.
Esto significa que la muerte de Jesús detiene al mal en nuestras vidas, cuando nosotros, que somos sacerdotes del Dios Altísimo (Apocalipsis 1:6), proclamamos Su sangre sobre nuestras vidas, de la misma manera en que los hijos de Aarón rociaron la sangre del holocausto sobre el altar, por todos lados.
Este fue el caso de un miembro de la iglesia que estaba sirviendo en el ejército.  Él testificó acerca de cómo Dios preservó su vida cuando una tormenta golpeó mientras él estaba de guardia en una de las torres de su campamento.  La lluvia lo mantuvo atrapado en la torre, que tenía una ventana con marco de metal.
De repente, un destello brillante de color morado iluminó justo al lado de él, impresionándolo de tal forma que casi pierde el equilibrio.  Un rayo había golpeado el pararrayos en el techo y la electricidad fue conducida por el marco de metal de la ventana, generando el destello morado.  ¡Pero la sangre de Jesús lo guardó del mal!
¡Alabado sea Jesús, cuya sangre detiene al mal en su camino!  No importa lo que el diablo envíe a tu camino.  ¡Mientras tú estés cubierto con la sangre de Jesús, no hay mal que pueda hacerte daño!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

martes, 24 de julio de 2018

La Mente De Cristo No Envejece


… Nosotros tenemos la mente de Cristo.
1 Corintios 2:16
“Ah, mi memoria ya no es tan buena como solía ser.  Debo estar envejeciendo.”  ¿Has escuchado esto antes?  Quizá tú mismo has dicho esto un par de veces.  Pero, ¿quién dice que a medida que envejecemos, estamos supuestos a olvidar las cosas?
Cuando el difunto Reverendo Kenneth E. Hagin estaba en sus ochentas, él aún era una persona saludable y fuerte.  Este asombroso hombre de Dios podía correr alrededor de una plataforma mientras predicaba.  Y quienes lo han escuchado predicar podrían decirte que él tenía una memoria increíble con la que podía recordar detalles específicos, tales como el día de la semana en la que una fecha específica cayó, e incluso el momento.  ¡Aún a esa edad, la memoria de ese hombre era magnífica!
Una vez, él compartió cómo había comenzado a olvidar cosas cuando estaba en sus cincuentas.  Él había leído una revista médica que decía que cada día millones de células en nuestro cerebro mueren.  Él no se dio cuenta, pero esas palabras llegaron a su espíritu y él comenzó a olvidar cosas.
Así que le preguntó al Señor, “¿Qué me está pasando?”  Y el Señor le dijo: “ leíste ese artículo y lo creíste.  Él se arrepintió y le preguntó al Señor ¿qué debía hacer?  El Señor le dijo: “Confiesa Mi Palabra.  Mi Palabra dice que tú tienes la mente de Cristo, y la mente de Cristo nunca olvida.”  Él comenzó a confesar que tenía la mente de Cristo y fue así como su memoria permaneció ágil por el resto de su vida.
Mi amigo, la Palabra de Dios dice que tú tienes la mente de Cristo.  ¡La mente de Cristo no es vieja, ni lenta, ni olvidadiza!  Sin importar lo viejo que te has vuelto.  no tienes que convertirte en una persona olvidadiza.  No creas, ni confieses lo que la ciencia médica o tus amigos dicen.  Cree y confiesa la Palabra de Dios que da vida.
El poder de la vida y la muerte están en tu lengua. (Proverbios 18:21)  Así que, usa tu lengua para vida.  No te sientes por ahí diciendo: “Me estoy volviendo viejo y olvidadizo.”  Di: “Yo tengo la mente de Cristo.  ¡Mi mente es ágil y rápida porque es la mente de Cristo!”  ¡Créelo, confiésalo y mira a tus pensamientos y memoria funcionar así!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

lunes, 23 de julio de 2018

Aliméntate De Jesús Y Vive


Como el Padre que vive Me envió, y Yo vivo por el Padre, asimismo el que Me come, él también vivirá por Mí.
Juan 6:57
Hace algún tiempo visité al amigo de un miembro de la iglesia, quien tenía cáncer y quería ser sanado.  Él era todo oídos, tomando y absorbiendo todo lo que yo compartía con él.  Hoy, él alaba con nosotros en nuestra iglesia y está completamente sano del cáncer.
Recuerdo también haber visitado el hogar de otro hombre por invitación de los miembros de su familia.  Él también estaba sufriendo de cáncer.  Cuando entré a su casa, el hombre tenía encendida su televisión.  Yo comencé a compartirle a Cristo, pero él no estaba interesado del todo en lo que yo estaba diciendo.  Él continuó viendo su programa de televisión.  Yo sabía que su sanidad era una causa perdida porque la fe para sanidad viene por escuchar la Palabra de Dios, no por ver televisión, leer el periódico o escuchar tu música favorita.
No me mal entiendas.  No estoy en contra de esas cosas, pero estas cosas no van a sanarte.  Cuando tú estás enfermo, lo que quieres es que la sanidad de Dios fluya en tu cuerpo.  ¿Y cómo sucede esto?
Una de las principales maneras en las que esto sucede es cuando tú lees tu Biblia y absorbes todo acerca de Jesús.  Antes de que te des cuenta, Su sanidad divina fluye en tu cuerpo, echando fuera todo síntoma de dolor, enfermedad y mal estar.  Aún tu desánimo se desvanece sin esfuerzo alguno.  Te hallas a ti mismo animado y fresco, tus tinieblas le están dando paso a la luz.  Verás, no hay manera de que tú estés alimentándote de Jesús al leer Su Palabra, y permanezcas igual.  Él dijo: “Las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida”. (Juan 6:63)
Mi amigo, Dios quiere que Jesús sea tu alimento.  Nos alimentamos de Cristo al verle revelado en la Palabra, al verle y meditar en lo que el Espíritu Santo nos revela sobre Su belleza, Su gloria, y Su obra terminada en el Calvario.  Es así como nosotros disfrutamos de Jesús.  Es como tener una buena comida.  Y cuando tú haces eso, Jesús Mismo promete que, “¡El que Me come, él también vivirá por Mí!”
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

domingo, 22 de julio de 2018

No Más Noches Sin Sueño


Es en vano que os levantéis de madrugada, que os acostéis tarde, que comáis el pan de afanosa labor, pues Él da a Su amado aun mientras duerme.
Salmos 127:2
¿Eres tú una de esas personas con problemas para dormir de noche?  Tal vez esta misma mañana dijiste: “Estuve despierto toda la noche —mi hijo tuvo una fiebre muy alta”, o “Dormí solamente durante dos horas —estuve despierto puliendo mi presentación”, o “No pude dormir para nada —estaba preocupado por los recibos que se están acumulando”.
Dios “da a Su amado aun mientras duerme”.  ¿Quién es Su amado?  ¡Tú y yo!  Ya que estamos en Cristo, nosotros somos Su amado. (Efesios 1:6; 2 Tesalonicenses 2:13)
Dios dice: “Es en vano que os levantéis de madrugada, que os acostéis tarde, que comáis el pan de afanosa labor…”  En otras palabras, no tiene caso preocuparse y perder el sueño, porque la verdad es: “Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el Señor no guarda la ciudad, en vano vela la guardia”. (Salmos 127:1)
Así que, permite que Dios sea quien edifica tu carrera y quien guarda tu salud, tu matrimonio y a tus hijos.  No te preocupes, ni te quedes sin dormir hasta tarde como si tú fueras la fuente del crecimiento financiero, o quien tiene el poder de hacer que las cosas sucedan para arreglar las situaciones.  No, Dios es el único, y Él te dice: “Mi amado hijo, echa esa carga sobre Mí y ve a dormir.”  Y mientras estás durmiendo, Él está trabajando en tu situación.  “Él, no se adormecerá ni se dormirá”.  (Salmos 121:3-4)  ¡Él trabajará el turno de noche por ti mientras tú duermes!
Siendo nosotros hacedores y ejecutores, nos resulta difícil soltar algo y permitir que Dios se haga cargo.  Pero cuando realmente echamos nuestras preocupaciones, ansiedades y temores, de una vez por todas en Sus manos, entonces vemos como Él cuida de nosotros con afecto y especial atención. (1 Pedro 5:7)  Vamos a verle entonces haciéndose cargo de nuestros problemas y haciendo que todas las cosas nos ayuden para bien. (Romanos 8:28)
Amado, confía en el amor de tu Padre por ti.  Echa tus ansiedades sobre Él y ya no tengas más noches sin sueño.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

sábado, 21 de julio de 2018

Jesús Tiene La Última Palabra


Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios— el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
Apocalipsis 1:8
El doctor te acaba de decir que tienes una enfermedad incurable.  Los exámenes de Rayos X y de sangre, lo confirman.  Tus peores temores se han hecho realidad y sientes como que tu futuro ha sido marcado.
Mi amigo, el diagnóstico del doctor no es el fin.  Jesús declara para ti: “Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. (Apocalipsis 1:8)  Él tiene la primera palabra, así como tiene la última palabra en tu situación.  ¡Ni los expertos, ni los reportes médicos la tienen!
Alfa y Omega, son las primera y última letras del alfabeto griego.  Pero Jesús no hablaba griego.  Él hablaba arameo o hebreo.  Así que, Él hubiera dicho: “Yo soy el Aleph y el Tav”.  Aleph y Tav son la primera y última letras del alfabeto hebreo.  Así que, lo que Jesús está declarando para nosotros es esto: “¡Yo tengo la primera palabra en tu situación!  ¡Y también tengo la última palabra en tu situación!”
Cada letra hebrea tiene una imagen correspondiente.  Interesantemente, Aleph está asociada con un buey, y Tav con una cruz.  Juntas, ambas hacen una hermosa figura sobre lo que Jesús hizo por nosotros —Él es el “animal” sacrificial en la cruz.  Fue por nosotros que Él sufrió, se desangró y murió.
Cuando Jesús colgaba de la cruz, Él tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias. (Mateo 8:17)  Es por eso que tus enfermedades no tienen la última palabra en tu vida.  Jesús la tiene, porque Él llevó tus enfermedades sobre Su cuerpo y pagó por tu sanidad con Su sangre.
Cuando Jesús colgaba de la cruz, Él tomó nuestra maldición. (Gálatas 3:13)  Nosotros estábamos supuestos a ser malditos a causa de nuestros pecados, pero Él tomó nuestro lugar y la maldición cayó sobre Él.  Hoy, nosotros tomamos Su lugar y Sus bendiciones cayeron sobre nosotros.
Entonces, ¿por qué conformarte con la maldición de tu enfermedad, o incluso pobreza, cuando el precio por tu sanidad y tu provisión ya fueron pagados por Jesús?  La enfermedad y la pobreza no tienen la última palabra en tu vida.  ¡Jesús la tiene porque Él te redimió de toda maldición!
Amado, cuando el hombre dice que algo es imposible, Jesús dice que es posible.  ¡El Alfa y la Omega, Él que es el Principio y el Fin, tiene la última palabra en tu situación!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

viernes, 20 de julio de 2018

Dios No Recuerda Lo Malo Que Fuiste


Pues tendré misericordia de sus iniquidades, y nunca más me acordaré de sus pecados.
Hebreos 8:12
Quizá has escuchado a personas decir de otros: “Ah, sí hubieras visto a mi esposo durante los primeros años de nuestro matrimonio.  Tenía un temperamento tan explosivo, que yo solía buscar refugio en la casa de mi madre.”
 “Nadie se habría imaginado que ella tuviera un pasado tan promiscuo.”
“Cuando era un muchacho, él siempre mentía entre dientes, sin siquiera pestañear.”
Los hombres te miran y recuerdan cómo eras en el pasado.  Pero cuando Dios te mira a través del nuevo pacto, Él declara: Yo tendré misericordia de tus iniquidades, y nunca más me acordaré de tus pecados”.
Él asegura esto claramente en Su Palabra, como para afirmarnos: “Cuando vengas a Mí, no pienses que Yo estoy pensando en tus pecados.  No pienses que cada vez que te veo, Yo me acuerdo de tus pecados.  Yo no solo no estoy llevando un registro, sino que tampoco estoy siendo consciente de tus faltas y defectos.  ¡Te estoy diciendo que Yo nunca más me acordaré de tus pecados, para siempre!
Dios puede decir que Él nunca más se acordará de todos tus pecados porque hubo un tiempo en el que Él se acordó y castigó cada uno de ellos —en el cuerpo de Su Hijo en la cruz.  Él castigó cada uno de ellos hasta que Jesús clamó: “¡Consumado es!” (Juan 19:30)  Es por eso que hoy, Dios puede decir en justicia: “Nunca más me acordaré de tus pecados.”
Todos nosotros sabemos que de cuando en cuando pecamos.  Pero la buena noticia es que todos nuestros pecados ya fueron tratados en la cruz.  Fueron lavados con la sangre de Cristo.  Ahora, cuando nos acercamos a la presencia de Dios, Él nos ve sin nuestros pecados.  Así que, amado, no te olvides de tus faltas del pasado, pero “cree que Dios no se acordará de tus pecados nunca más,  ¡y sé la persona justa que ya eres en Cristo!”
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

jueves, 19 de julio de 2018

Jesús Es La Satisfacción De Dios


… Y el sacerdote lo quemará todo sobre el altar como holocausto; es ofrenda encendida de aroma agradable para el Señor.
Levítico 1:9
Cuando Jesús estaba en la cruz, Él hizo más que solo morir por tus pecados.  Su sacrificio no solo removió tus pecados, sino también te vistió de Su justicia y perfección.  Jesús se convirtió en el verdadero “holocausto.” 
En el Antiguo Testamento, cuando alguien ofrecía un holocausto, la perfección del animal venía sobre él.  De la misma manera, cada atributo perfecto de Jesús, tu “holocausto”, viene sobre ti cuando tú lo tomas a Él como tu Salvador.  Y, debido a que Dios te ve vestido con Cristo, ¡tú tienes la misma aceptación y favor que Jesús tiene con Él!
Cuando Jesús fue ofrecido en la cruz, el fuego de Dios sacó Su perfección, como un perfume para Dios.  En ese sacrificio, la obediencia y la perfección de Jesús subieron como “aroma agradable para el Señor,” que es lo que se emite cuando la ofrenda es quemada.  Este “aroma agradable” nos habla de una fragancia de descanso para Dios.  El sacrificio perfecto de Jesús, le dio a Dios tanta satisfacción, que Él descansó.
Tú también puedes descansar en el sacrificio perfecto de Jesús, sabiendo que lo que Él hizo, lo hizo por ti —Cristo nos amó y se dio a Sí Mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma.” (Efesios 5:2)  Tú puedes descansar sabiendo que Dios el Padre está satisfecho contigo porque el sacrificio de Su Hijo ha hecho que Su corazón descanse con respecto a ti.  Tú puedes descansar  porque Jesús satisfizo a Dios en tu lugar.
Hoy, al venir delante de Dios, dile: “Padre, te doy gracias porque Jesús es un gran deleite y alegría para Ti.  Él satisface Tu corazón completamente.  Y lo que Él hizo, lo hizo por mí.  Debido a que Jesús te ha satisfecho completamente, yo se que Tú estás satisfecho conmigo.  Debido a que Jesús es Tu deleite, yo también soy Tu deleite.  Debido a que Jesús te complace tanto, yo se que yo te complazco también.  Y debido a que Jesús es mi justicia y perfección, yo soy justo y perfecto delante de Ti.”
Amado, cuando tú hablas de Cristo y de Su obra terminada, esto sube a Dios como un aroma agradable, una fragancia de descanso.  ¡Y si Dios puede descansar en el sacrificio perfecto de Su Hijo, tú también puedes!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince