Pues tendré misericordia de sus iniquidades, y nunca
más me acordaré de sus pecados.
Hebreos 8:12
Quizá has escuchado a
personas decir de otros: “Ah, sí hubieras visto a mi esposo durante los
primeros años de nuestro matrimonio.
Tenía un temperamento tan explosivo, que yo solía buscar refugio en la
casa de mi madre.”
“Nadie se habría imaginado que ella tuviera un
pasado tan promiscuo.”
“Cuando era un muchacho,
él siempre mentía entre dientes, sin siquiera pestañear.”
Los hombres te miran y
recuerdan cómo eras en el pasado. Pero
cuando Dios te mira a través del nuevo
pacto, Él declara: “Yo tendré misericordia de tus iniquidades, y
nunca más me acordaré de tus pecados”.
Él asegura esto
claramente en Su Palabra, como para afirmarnos: “Cuando vengas a Mí, no pienses
que Yo estoy pensando en tus pecados. No
pienses que cada vez que te veo, Yo me acuerdo de tus pecados. Yo no solo no estoy llevando un registro,
sino que tampoco estoy siendo consciente de tus faltas y defectos. ¡Te
estoy diciendo que Yo nunca más me acordaré de tus pecados, para siempre!”
Dios puede decir que Él nunca más se acordará de
todos tus pecados porque hubo un tiempo en el que Él se acordó y castigó cada
uno de ellos —en el cuerpo de Su Hijo en la cruz. Él castigó cada uno de ellos hasta que Jesús
clamó: “¡Consumado es!” (Juan 19:30)
Es por eso que hoy, Dios puede decir
en justicia: “Nunca más me acordaré de
tus pecados.”
Todos nosotros sabemos
que de cuando en cuando pecamos. Pero la buena noticia es que todos nuestros pecados ya fueron tratados en
la cruz. Fueron lavados con la sangre
de Cristo. Ahora, cuando nos acercamos
a la presencia de Dios, Él nos ve sin
nuestros pecados. Así que, amado, no
te olvides de tus faltas del pasado, pero “cree
que Dios no se acordará de tus pecados nunca más, ¡y sé la persona justa que ya eres en Cristo!”
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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