Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios— el
que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
Apocalipsis 1:8
El doctor te acaba de decir
que tienes una enfermedad incurable. Los
exámenes de Rayos X y de sangre, lo confirman.
Tus peores temores se han hecho realidad y sientes como que tu futuro ha
sido marcado.
Mi amigo, el diagnóstico
del doctor no es el fin. Jesús declara para ti: “Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el
Fin.” (Apocalipsis 1:8) Él tiene la primera palabra, así como tiene
la última palabra en tu situación. ¡Ni
los expertos, ni los reportes médicos la tienen!
Alfa y Omega, son las
primera y última letras del alfabeto griego.
Pero Jesús no hablaba griego. Él
hablaba arameo o hebreo. Así que, Él
hubiera dicho: “Yo soy el Aleph y el Tav”.
Aleph y Tav son la primera y última letras del alfabeto hebreo. Así que, lo que Jesús está declarando para
nosotros es esto: “¡Yo tengo la primera
palabra en tu situación! ¡Y también
tengo la última palabra en tu situación!”
Cada letra hebrea tiene
una imagen correspondiente.
Interesantemente, Aleph está
asociada con un buey, y Tav con una cruz. Juntas, ambas hacen
una hermosa figura sobre lo que Jesús hizo por nosotros —Él es el “animal” sacrificial en la cruz. Fue por
nosotros que Él sufrió, se desangró y murió.
Cuando Jesús colgaba de la cruz, Él tomó nuestras
enfermedades y llevó nuestras dolencias. (Mateo 8:17) Es por eso que tus enfermedades no tienen la
última palabra en tu vida. Jesús la tiene, porque Él llevó tus
enfermedades sobre Su cuerpo y pagó por tu sanidad con Su sangre.
Cuando Jesús colgaba de la cruz, Él tomó nuestra
maldición. (Gálatas 3:13) Nosotros estábamos supuestos a ser malditos a
causa de nuestros pecados, pero Él tomó
nuestro lugar y la maldición cayó sobre Él.
Hoy, nosotros tomamos Su lugar y Sus bendiciones cayeron
sobre nosotros.
Entonces, ¿por qué
conformarte con la maldición de tu enfermedad, o incluso pobreza, cuando el precio por tu sanidad y tu provisión
ya fueron pagados por Jesús? La enfermedad y la pobreza no tienen la
última palabra en tu vida. ¡Jesús la tiene porque Él te redimió de toda
maldición!
Amado, cuando el hombre
dice que algo es imposible, Jesús dice
que es posible. ¡El Alfa y la Omega, Él que es el Principio y el Fin, tiene la última
palabra en tu situación!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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