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jueves, 26 de julio de 2018

Como Nos Ayuda El Espíritu Santo


Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Romanos 8:26
El Espíritu Santo no está dentro de ti para señalarte tus faltas, ni para regañarte cuando haces algo malo.  La Palabra de Dios nos dice que Él está dentro de nosotros para ayudarnos en nuestras debilidades.  En áreas en las que no somos fuertes, Él está ahí para ayudarnos.  Cuando nosotros no sabemos qué orar, el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Ahora bien, no leas el verso y digas: “Bueno, yo no sé por qué cosa debería orar, y ya que el Espíritu Santo intercede por mí, voy a dejarle a Él la parte de la oración.”
Si el Espíritu Santo intercede por nosotros sin nuestra participación, entonces todos los cristianos deberían estar viviendo vidas victoriosas automáticamente.  Pero sabemos que hay muchos cristianos que no parecen estar caminando en la plenitud de las bendiciones de Dios.  Así que, obviamente, Romanos 8:26 no está diciendo eso.  ¿Pero entonces qué es lo que quiere decir?
En la primera parte del versículo, la palabra “ayuda”  es la palabra sunantilambanomai, en el texto griego original.  La cual significa “aferrarse juntos contra algo”.  Ahora, “juntos” significa que nuestra participación también es requerida.  En otras palabras, el Espíritu Santo sunantilambanomai, es decir, se aferra junto con nosotros en contra de nuestro problema.
Así que, si tú solo te recuestas y no te aferras al problema, el Espíritu Santo no tiene nada a que “aferrarse” contigo.  Si tú no oras, Él no tiene nada por lo cual orar.  Si tú permaneces callado, entonces aunque Él quiera orar por medio de ti, no puede hacerlo.  Pero cuando tú liberas tu oración en lenguas, entonces realmente le estás permitiendo a Él orar por medio de ti.  Y Él va a aferrarse junto contigo contra el problema, y va a orar la oración perfecta por medio de ti, porque “Él intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios”. (Romanos 8:27)
Y puedes estar seguro de que cuando pides algo de acuerdo a la voluntad de Dios, Él te escucha.  ¡Y si sabes que Él te escucha en cualquier cosa que pidas, sabes que tienes las peticiones que le has hecho! (1 Juan 5:14-15)
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

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