Volved a la fortaleza, oh cautivos de la esperanza;
hoy mismo anuncio que el doble te restituiré.
Zacarías 9:12
Estoy seguro que has
escuchado la expresión: “¡Cuando la vida te da limones, haz limonada!” Bien, pues quiero que sepas que cuando el
diablo te de limones, ¡Dios Mismo hará
la limonada para ti! Después de
todo, la Biblia dice que Dios hace que
todas las cosas cooperen para nuestro bien. (Romanos 8:28)
Y Él lo hace con estilo —¡Él restituye al doble lo perdido en cada
problema! Amado, si perdiste a tu
esposo o esposa en un divorcio, o a un hijo preciado a causa de la muerte, Dios puede restituirte el doble, de tal
manera que tú resultes teniendo más que antes, ¡si no en cantidad, entonces en calidad!
Consideremos a Job en el
Antiguo Testamento. Cuando él perdió
todo, su esposa le dijo que maldijera a Dios y muriera. Él se rehusó a hacerlo, y en vez de ello, respondió a Dios en fe y “el Señor aumentó al doble todo lo que Job
había poseído”. (Job 42:10)
Cuando David perdió al
hijo que tenía con Betsabé, él dejó de suplicar y comenzó a alabar a Dios porque él confiaba en las misericordias de Dios. Más tarde, Dios bendijo a David y Betsabé con
otro hijo llamado Salomón, quien se convirtió en el rey más sabio y rico que el mundo había conocido.
Hoy, Dios promete restituirte el doble por tus
problemas —“Hoy mismo anuncio que el doble te restituiré.” ¡Si
Él lo dijo, Él lo hará! Así que, tú no puedes sino tener esperanza de que las cosas
estarán incluso mejor que antes. Es por eso que en el mismo versículo, Él te
llama “cautivo de la esperanza”.
Mi amigo, la esperanza en el sentido bíblico significa una expectativa confiada de que hay cosas
buenas por suceder en tu vida. ¡Tú
eres un prisionero de eso! Ya no puedes
evitar despertarte sintiéndote esperanzado. ¡No puedes evitar más estar esperando las
cosas buenas que sucederán!
Así que, cuando los
problemas vengan de parte del diablo, no
te des por vencido, ni digas: “¡No hay esperanza!” No
te preocupes, ni te enojes. Alaba
a Dios como David lo hizo y mira ese problema como una oportunidad para que Dios te bendiga con más de lo que tú tenías originalmente. ¡Y debido a que Dios lo ha declarado, ten confianza en que vas a recibir el
doble por el problema!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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