... Yo soy el Señor tu Dios, que te enseña para tu
beneficio, que te conduce por el camino en que debes andar.
Isaías 48:17
Dios nos da instrucciones para nuestro propio
beneficio. Él quiere que seamos
beneficiados en todas las áreas de nuestra vida —salud, finanzas, carrera profesional, matrimonio
y relaciones familiares. La Biblia dice que es Dios quien nos enseña para nuestro beneficio. Y que es
Él quien nos dirige por el camino en que debemos andar.
Dios siempre tiene en el corazón los mejores
intereses para nosotros. Nosotros solo tenemos que sentarnos a Sus pies, escuchar Su Palabra y simplemente tener con Él una comunión fresca, diariamente, y Él hará fructífero nuestro camino.
Pero nosotros, todos los días estamos
constantemente bombardeados con cosas por hacer, como mandar a los niños a la
escuela, atender reuniones de negocios o hacer presentaciones de ventas. De igual manera, en la iglesia, hay muchas
cosas importantes que atender —ministrar al necesitado, alcanzar a los perdidos
y sanar a los enfermos. ¿Pero sabes
qué? Todas estas cosas van a ser
atendidas cuando nos sentemos a los
pies de Jesús y escuchemos Su Palabra.
¿Cuál fue la respuesta del Señor para las quejas de
Marta acerca de que su hermana estaba sentada a Sus pies, escuchándolo, en vez
de estar ayudándola a ella en el servicio?
“Respondiendo el Señor, le dijo:
Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas cosas; pero una sola cosa es necesaria, y María ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada.” (Lucas
10:41-42)
Todavía muchos de nosotros somos como Marta. Nos preocupamos por muchas cosas. Y estamos tan ocupados que no tenemos tiempo
para sentarnos a los pies de Jesús
para escuchar Su Palabra y disfrutar la comunión con Él. Cuando fallamos en tomar de Él, terminamos corriendo en nuestras propias fuerzas, y
descansando en nuestra propia carne y sabiduría, para resolver las cosas. Escucha, ¡tú
nunca podrás tener un plan que sea mejor que el de Dios!
Mi amigo, ¿quieres ser dirigido por la sabiduría
y el tiempo de Dios en tu toma de decisiones? Entonces, convierte en prioridad, escoger la parte buena, como hizo
María. Pasa tiempo con Jesús, abre tu Biblia y di: “Señor, háblame.” Vas a ver
cómo tu Padre celestial se hace cargo de tus problemas, y te enseña y dirige para tú beneficio.
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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