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domingo, 22 de diciembre de 2019

Tu Deuda Fue Pagada


Medita En
Entonces, hermanos, puesto que tenemos confianza para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de Jesús, por un camino nuevo y vivo que Él inauguró para nosotros por medio del velo, es decir, Su carne, y puesto que tenemos un gran Sumo Sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado con agua pura.   (Hebreos 10:19–22)
Durante décadas y décadas, Dios ha sido retratado por el demonio como un Dios enojado, y desafortunadamente, muchos maestros de la Biblia sin darse cuenta le han ayudado, pintando una imagen de un Dios iracundo.  Esta representación de Dios está equivocada.  Nosotros estamos ahora bajo el nuevo pacto y tú no podrás encontrar una sola escritura del Nuevo Testamento que diga que Dios está enojado con los creyentes a causa de sus pecados.  Tendrías que ir al Antiguo Testamento para buscar versículos que hablen de la ira de Dios a causa de los pecados de Su pueblo.
¿Qué Dios no esté enojado contigo significa que no hay lugar para la corrección de Dios en nuestras vidas?  ¿Hay corrección y directrices sabias que vienen por la Palabra de Dios en el nuevo pacto de la gracia?  Absolutamente.  Pero en cuanto a Su ira hacia ti y tus pecados, todo eso se ha resuelto en la cruz.  Te garantizo que cuando tú entres en la dulce presencia de Jesús con todas tus dificultades, fallas y luchas, Él no va a rugirte.  Él va a amarte a plenitud y te pondrá en un camino de libertad de todos tus temores, culpas y adicciones.  ¡Jesús es el fin de todas tus luchas!
Debido a que el amor perfecto de Dios es la respuesta para superar las luchas en tu vida, el diablo está haciendo todo lo que puede para alejarte y separarte de este amor.  Él sabe que mientras más tiempo esté la deuda del pecado en tu conciencia, más vas a evitar a Dios porque piensas que Dios está enojado contigo.
Lo hermoso de Jesús es que Él no solo pagó la deuda por el pecado de tu vida entera, sino que la pagó en exceso.  A diferencia de los sumos sacerdotes del Antiguo Testamento, Él no ofreció la sangre de toros y cabras para pagar por tus pecados.  Este gran Sumo Sacerdote pagó por tus pecados con Su propia sangre perfecta y sin pecado.  ¡Dios no se ablandó hacia el pecado bajo la gracia!  De ninguna manera.  Él ofreció a Su Hijo unigénito, Jesús, quien es un pago absoluto excesivo por tus pecados.
Es como si tú tuvieras  una deuda de un millón de dólares, pero Jesús pagó mil millones de dólares para saldar esa deuda. La verdad es que si tú supieras quién es Jesús y el valor del Hijo de Dios, sabrías que Su pago en la cruz valía más de mil millones de dólares.  ¡Es un pago que ha borrado completamente los pecados de toda tu vida —pasado, presente y futuro— de una vez por todas!  Ya no hay un abismo de pecado que te separe de Dios.  La cruz manchada de sangre construyó un puente.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

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