Medita En
Aunque pase por el [profundo y oscuro] valle de sombra de muerte,
yo no temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo; Tu vara [para proteger] y Tu
cayado [para guiar], me infunden aliento.
(Salmos 23:4, AMP)
Querido lector, hoy tú puedes experimentar la
presencia de Dios en tu vida. Di para ti
mismo: “El Señor está conmigo y yo tengo Su favor, Sus bendiciones y Su protección”. Siente Su sombra cubriéndote. Su sombra es una imagen de cercanía. No es que estés tratando de entrar al abrigo
del Altísimo (el lugar secreto); es que ya estás allí, en Cristo. En Cristo, no puedes acercarte más a Dios. En el Antiguo Testamento, Dios le mostró a Moisés,
el gran patriarca, solo Su espalda. (Ver Éxo. 33:22–23) Eso era el antiguo pacto —debido al fracaso
del hombre, Dios siempre se estaba yendo y los hijos de Israel solo vieron Su
espalda.
La imagen del nuevo
pacto es Dios enviando a Su único Hijo,
Jesucristo. Es la imagen del padre corriendo hacia el hijo pródigo a
pesar de sus faltas. Bajo el nuevo
pacto, nosotros estamos sentados con
nuestro Padre celestial en Cristo y ¡vemos la sonrisa en Su rostro! Así es lo cerca
que estás de Dios hoy. Entonces,
incluso si tus sentimientos te dicen que Dios está a un millón de millas de
distancia, aprende a confiar en Su
Palabra, por encima de tus sentimientos. Todo lo que tú necesitas hacer es pronunciar
las palabras “Padre” o “Abba”, e inmediatamente
vas a sentir que Él está más cerca que
tu propio aliento.
De la misma manera,
incluso cuando parezca que no sientes Su presencia, tú puedes confiar en Él. Confiar
no significa que no sientas mariposas en el estómago. Confiar significa que a pesar de que sientes mariposas en tu estómago, tú actúas de acuerdo a
la Palabra de Dios. Sea lo que sea
que tienes miedo de hacer, hazlo incluso
con miedo, pero manteniendo tu confianza en el Señor. Hay personas que tienen miedo de salir de su
casa, volar en un avión, empezar una nueva carrera, comenzar una amistad, ser
voluntario en un ministerio, asistir a un grupo de crecimiento en la iglesia o
incluso de presentarse a trabajar.
Amado, no dejes que el temor gobierne tu vida.
Si estás pensando en embarcarte en algo,
con toda confianza, déjate guiar por el
Espíritu, busca un consejo sabio, estima el costo y toma decisiones
responsables en tu situación. Simplemente
no permitas que las mariposas en tu estómago dicten tu vida. Cuando le dices al Señor: “En Ti confío”, no significa que al instante dejas de sentir miedo.
Confiar
significa elegir actuar según la Palabra de Dios a pesar del miedo.
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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