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viernes, 26 de octubre de 2018

Las 12 Fuentes Y Las 70 Palmeras


Llegaron a Elim, donde había doce fuentes de agua y setenta palmeras, y acamparon allí junto a las aguas.
Éxodo 15:27
¿Te gustaría conocer una importante clave bíblica para la salud divina?  Se encuentra en el versículo de hoy, que viene justo después de que Dios dice: “… Yo, el Señor, Soy tu sanador.”  Él dijo esto a Su pueblo después de sacarlos de Egipto. (Éxodo 15:26)
Las fuentes de agua y las palmeras hablan de refrigerio.  Ellas pintan el cuadro de un oasis en el desierto.  Los israelitas descansaban y se refrescaban allí.  Pero ¿por qué los números 12 y 70?
No hay detalles insignificantes en la Biblia.  Las 12 fuentes de agua y 70 palmeras representan ministerios ungidos que te refrescan con la Palabra de Dios.  Así que, si quieres conocer a Jesús como “el Señor, tu sanador”, siéntate bajo la predicación ungida de la Palabra de Dios, porque cuando Su Palabra va delante, ésta va a sanarte.  ¡Su Palabra es medicina a todo tu cuerpo! (Proverbios 4:22)
¿Cómo hice esa conexión?  Permitiendo que la Biblia interprete a la Biblia.  Mateo 10:1 dice que Jesús “llamando a Sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.”  Él envió a los 12 y les dijo: “Y cuando vayáis, predicad diciendo: ‘El reino de los cielos se ha acercado.’ Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, expulsad demonios…” (Mateo 10:7-8)
Luego, en Lucas 10:1, el Señor “designó a otros setenta, y los envió de dos en dos delante de Él, a toda ciudad y lugar adonde Él había de ir.”  También dijo a los 70: “Sanad a los enfermos que haya en ella, y decidles: ‘Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.’” (Lucas 10:9)
En otras palabras, Jesús ungió a los 12 y luego a los 70 discípulos para predicar la Palabra de Dios y sanar a los enfermos.  Hoy en día, si quieres refrescarte, si quieres salud y sanidad, no te sientes bajo ministerios que te digan que Dios no siempre quiere sanar y que a veces Él te da enfermedades para enseñarte alguna lección.  Mejor siéntate bajo ministerios ungidos que predican las buenas nuevas y practican la sanidad de los enfermos.  Mi amigo, ¡así es como puedes comenzar a caminar en salud divina!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

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