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domingo, 28 de octubre de 2018

Declara La Palabra De Dios Sobre Tu Situación


Diré yo al Señor: “Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío.”
Salmos 91:2
Cuando una gran tormenta se levantó mientras Jesús y Sus discípulos estaban en un barco en el mar de Galilea, Él no dijo a Sus discípulos: “La tormenta está aquí para enseñarnos valor.”  En cambio, Él tomó autoridad sobre la tormenta y dijo: “¡Calla, enmudece!”  Y hubo una calma perfecta. (Marcos 4:39)
Cuando conoció a la viuda de Naín cuyo hijo único había muerto, y en otra ocasión, a las dos hermanas cuyo hermano Lázaro había muerto, Él no les dijo: “Dios quería llevárselo a casa.”  No, Él habló al hijo muerto: “Joven, a ti te digo: ¡Levántate!” (Lucas 7:14).  Y de pie frente a la tumba de Lázaro, El dijo: “¡Lázaro, ven fuera!” (Juan 11:43) Y ambos hombres volvieron a la vida.
¿Qué has estado diciendo acerca de tu situación?
Cuando sientas el dolor en tu cuerpo, no digas del Señor: “Dios quiere que esté enfermo para enseñarme a confiar más en Él.”  En cambio, di: “Señor Jesús, te doy gracias porque por Tus heridas yo fui sanado”. (1 Pedro 2:24)
Y mientras luchas por llegar a fin de mes, no digas del Señor: “El Señor me mantiene pobre para que permanezca humilde.”  En cambio, di: “El Señor es mi pastor; nada me falta”. (Salmos 23:1)
Estamos viviendo en los últimos días, hay ataques terroristas y virus mortales que están al acecho a nuestro alrededor, y el mundo tiene miedo.  Pero nosotros no vamos a hablar palabras negativas, ni vamos tener miedo como la gente del mundo.  En cambio, vamos a hablar la Palabra de Dios y vamos a reinar sobre estas cosas.  Al igual que el salmista, diremos del Señor: “Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío”.
Así que, averigua lo que la Palabra de Dios dice acerca de tu situación, créelo y decláralo.  Y ya que la Palabra de Dios no puede regresar a Él vacía (Isaías 55:11), ¡tú verás que lo que crees y has confesado, sucederá!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

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