Medita En
Entonces el Señor le dijo: “Yo Soy el Señor que te sacó de Ur de
los caldeos para darte esta tierra como posesión.” Pero Abram respondió: “Oh
Señor Soberano, ¿cómo puedo estar seguro de que realmente voy a poseerla?”...
Entonces el Señor hizo un pacto con Abran aquel día y dijo: “Yo he entregado
esta tierra a tus descendientes, desde la frontera de Egipto hasta el gran río
Éufrates…” (Génesis 15:7–8, 18, NTV)
Cuando Dios prometió a
Abraham que le daría la tierra, Abraham le preguntó: “Dios, ¿cómo puedo estar seguro?” Y como si Su palabra no fuera lo
suficientemente buena, Dios dio un paso más allá e hizo un pacto con Abraham, uniéndose a Sí mismo irrevocablemente a éste, para.
asegurarle a Su amigo que Él haría conforme a lo prometido.
Permíteme decir algo acerca
de los pactos de Dios. Éstos nunca pueden romperse, solo
reemplazarse por uno mejor. Amigo mío,
Dios hará conforme a lo que Él te ha prometido, y para tranquilizar tu corazón,
Él se ató a Sí mismo al pacto
contigo cuando lo cortó con tu representante, Jesús, en el Calvario.
Así que descansa tranquilo sabiendo que tienes
un Dios que guarda Sus pactos y que NO PUEDE romper Su pacto, ni renegar de Sus
promesas. Simplemente apóyate en SU
fidelidad y como Abraham, caminarás en tu herencia y sanidad.
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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