Medita En
No desprecien las
profecías, sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno. (1 Tesalonicenses 5:20–21, NVI)
Te animo a someter a prueba
todo lo que escuchas con la Palabra de Dios. Siempre le digo a mi iglesia que lean la Biblia por sí mismos en vez de
simplemente tragarse todo lo que cualquier predicador, incluyéndome a mí mismo,
diga. Se sabio y no simplemente te lo tragues todo —¡el anzuelo, el sedal,
el plomo y el pescador con todo y botas! Se prudente
cuando escuches algo que no sienta bien en tu espíritu, como cuando un
predicador te dice que “Dios te da enfermedades para enseñarte una lección”. Pregúntate: “¿Se alinea esto con el nuevo
pacto del favor inmerecido de Dios? ¿Hay
alguna escritura del nuevo pacto que
respalde esta enseñanza?”
¡La respuesta es obvia una vez la alineas con
Jesús y lo que Él ha hecho en la cruz por ti! ¿Por
qué te daría Dios enfermedades cuando Jesús tomó todas las enfermedades y dolores
sobre Su propio cuerpo en la cruz? Con absoluta
seguridad en tu corazón de que la enfermedad no es de Dios, ¡tú puedes tener fe para ser sanado! Pero, ¿qué seguridad podrías tener si creyeras
la mentira de que esa condición viene de Dios? Ahora, en vez de pensar que Dios está contra
ti, ¡te diste cuenta de que Él está de tu lado! ¡Tu confianza fue restaurada, tu fe renovada y
Su sanidad puede fluir sin cesar a través de cada célula, tejido y órgano de tu
cuerpo!
Déjame compartir contigo
las palabras de Miles Coverdale, quien dijo: “Te ayudará mucho a comprender las
Escrituras, si identificas y marcas no solo lo que se habla o se escribe, sino quién
lo hace y a quién se dirige, con qué palabras, en qué tiempo, dónde, con qué
intención, en qué circunstancia, considerando lo que pasó antes y lo que viene
después”.
Concretamente, él dijo
que para comprender la Biblia, necesitamos leer
todo en su contexto. Qué poderoso
consejo recibimos del hombre que tradujo y produjo la primera Biblia en inglés
en el Siglo XVI.
Mi amigo, separa correctamente
los pactos cada vez que leas la Biblia y nunca serás avergonzado. ¡Ahora que has recibido a Jesús en tu vida, tú
estás bajo el nuevo pacto y es tu derecho del nuevo pacto disfrutar el favor inmerecido de Jesús para tener éxito en la vida!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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