Medita En
Para libertad fue que Cristo nos hizo libres; por tanto, permaneced
firmes, y no os sometáis otra vez al yugo de esclavitud. (Gálatas 5:1)
¡La cruz, mi querido lector, es la base para los rompimientos duraderos
y la transformación interior genuina! Muchas
personas no pueden experimentar rompimientos duraderos de sus temores,
adicciones y ataduras porque aún no comprenden el evangelio de la gracia. Tú puedes evaluar qué tan bien comprendes lo que Jesús logró en la cruz por ti,
al observar cuán libre eres en Cristo hoy. ¿Estás luchando constantemente con pensamientos
de temor, duda, culpa y condenación? ¿Estás
persistentemente enredado en un hábito pecaminoso o una adicción?
Si ese eres tú,
necesitas estudiar, meditar y alimentarte con el evangelio de la gracia. No te alejes de la gracia; sé fuerte en la gracia de Dios extendida
hacia ti. Sé fuerte en comprender que
tus pecados son perdonados. Sé fuerte en
el conocimiento de que eres justificado por la fe por medio de la gracia. Sé fuerte en la revelación de que hoy, tú eres
la justicia de Dios en Cristo.
¡Cuando te fortaleces
en el evangelio de la gracia, estás produciendo una vida de piedad, en santidad y rodeada de la gloria de Dios! De la misma manera en que no puedes tocar el
agua y no mojarte, no puedes “tocar” la gracia y no ser santo. Y esta santidad es una santidad verdadera que nace
desde el interior. Es una santidad que fluye
de un corazón que ha sido liberado de la auto-condenación. No estamos hablando de cambios externos
superficiales. Estamos hablando de
cambios que ocurren en lo más profundo del corazón de una persona y transforman
sus motivaciones y pensamientos. ¡El
cambio real en una persona cuyo corazón es lavado por la preciosa sangre de
Jesús y es tocado por Su gracia, trae rompimientos que son duraderos!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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