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martes, 5 de junio de 2018

La Gracia Sobreabundante De Dios Para Ti


Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para vosotros, a fin de que teniendo siempre todo lo suficiente en todas las cosas, abundéis para toda buena obra.
2 Corintios 9:8
Si tú estuvieras en la misma sinagoga que el hombre con la mano seca (Lucas 6:6-11), ¿cómo lo verías, y qué piensas que le dirías?
Jesús estaba predicando en esa sinagoga cuando Él vio al hombre con la mano seca.  Pero Él también vio gracia sobreabundante alrededor de esa mano, para sanidad y plenitud.  Él ve diferente a nosotros.  Él ve lo invisible.  Él ve que el reino de Dios está aquí, presente siempre en cada situación con provisión sobreabundante.  Nosotros solo vemos lo visible, lo que es tangible, temporal y parece muy real para nosotros.
Pero Jesús vio sobreabundante gracia en esa mano seca para su sanidad, porque uno no le dice a un hombre con la mano seca: “Extiende tu mano,” a menos que vea la provisión, la sobreabundancia para la plenitud de esa mano.  Jesús llamó a existencia que la sobreabundante gracia envolviera la mano seca de ese hombre, y esa mano fue completamente restaurada.
Es posible que alguien que está enfermo tenga sobreabundante gracia en él, pero aun así esa gracia sobreabundante no sane su cuerpo.  Eso es porque él se mantiene reconociendo lo que hace falta, o el problema que ve.  Él está más preocupado con lo que es visible y temporal.
En vez de llamar a existencia, reconocer y confesar la sobreabundancia de la gracia de Dios, él confiesa su situación negativa todo el tiempo.  Así que, aunque la sobreabundante gracia está ahí, se encuentra ahí en vano.  ¿No es triste?
Jesús llamó a existencia la vida, y la vida surgió a la visibilidadNosotros debemos llamar a existencia lo que queremos ver.  Di: “Padre, te doy gracias porque en este mismo momento, aunque mi salud está bajo ataque, hay gracia sobreabundante disponible para mi sanidad y salud total.  Yo la llamo a existencia y la recibo ahora en el nombre de Jesús.  ¡Amén!”
Mi amigo, no estés consciente de lo que ves que te hace falta o has perdido.  ¡Se consciente de la sobreabundante gracia de Dios para ti y sírvete de ella!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

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