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jueves, 4 de abril de 2019

De Gloria En Gloria

Medita En
Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu.  (2 Corintios 3:18)
Creo que Jesús está haciendo una gran obra en tu vida ahora mismo.  Tal vez tú no puedas verlo porque hay algo que hiciste en tu pasado que simplemente no puedes sacarte de encima, que parece como un peso alrededor de tus pies y te mantiene oprimido.  Amado, este es el día para tu rompimiento —tu libertad, tu avance.  Aprende a ver lo que Dios ve fijando tus ojos en Jesús.
Debes comprender que lo que tú ves o cómo los demás te ven, no es tan importante como cómo Dios te ve.  Muchas personas piensan que Dios los ve en sus pecados y solo está aguardando un poco para caer sobre ellos y castigarlos.  Esta creencia equivocada produce una vida equivocada.  Si ves a Dios de esta manera, no puedes evitar sentir temor, inseguridad y ansiedad constantes a causa de tus pecados pasados.  ¡Este día, toma la decisión de volver tus ojos a Jesús, porque Él ya te hizo a ti, el creyente, justo con Su sangre!
De hecho, cuanto más contemplas a Jesús, más eres transformado “de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu”. (2 Cor. 3:18)  Fijar tus ojos en Jesús es la santidad más grande.  Muchos piensan que tienen que hacer más para ser más santos, más aceptados y más amados por Dios.  La verdad es que cuando tú contemplas más a Jesús y ves Su amor, Su perdón, Su gracia abundante y Su regalo de justicia comprado para ti con Su propia sangre, tú eres transformado sobrenaturalmente.
La santidad es un subproducto de ver a Jesús en Su gracia.  Cuando ves a Jesús y recibes Su amor y gracia todos los días, tu corazón es transformado interiormente.  Esta no es una modificación de la conducta hacia nuestro exterior.  Es un cambio real que se sostiene en un corazón tocado por Su gracia y en una conciencia emancipada que está libre de culpa para siempre.  Es en este momento que esa adicción comienza a soltarse de tu vida.  Es aquí que ese temor comienza a disolverse en Su amor perfecto y esa condenación que surge de tus equivocaciones pasadas es lavada por Su sangre preciosa.
¡Qué vida!  Esta es la vida que Dios quiere que tú experimentes.  ¿Puedes verlo?  ¿Puedes ver lo que Él está viendo?
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

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