Medita En
Su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y
a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de Aquel que nos llamó por Su
gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha concedido Sus preciosas y
maravillosas promesas, a fin de que por ellas lleguéis a ser partícipes de la
naturaleza divina. (2 Pedro 1:3–4)
El diablo es conocido
como ”el acusador de nuestros hermanos”.
(Apoc. 12:10) Él siempre tratará de
mantenerte ocupado en ti mismo y con temores. ¡Dios te quiere ocupado en Cristo y en la fe!
Puede ser que tengas un amigo de tu
misma edad que quizás murió repentinamente a causa de una enfermedad, a pesar
de que parecía más saludable que tú. El
diablo tratará de plantar temores en tu corazón, como que eres el próximo.
Pero tú sabes ya qué
hacer. Toma tu escudo de la fe y declara:
“Escrito está: —‘Aunque caigan mil a tu
lado y diez mil a tu diestra, a ti no se acercará’.” Sea lo que sea eso que causa temor porque está
haciendo caer a muchos —cáncer, enfermedad, accidentes, ataques terroristas— ¡a ti no se acercará! Cuando abordes un avión, ese avión no tendrá
más remedio que aterrizar de manera segura porque TÚ estás a bordo, ¡Amén!
Amado, el Señor Jesús
sacrificó Su vida en la cruz para que tú puedas pararte sobre Sus promesas y reclamarlas
para tu vida. Todas están completamente pagadas por la sangre de
Jesús, ¡y el Padre se asegurará de
que tú las disfrutes! Si tú no sabes qué
promesas reclamar, puedo recomendarte comenzar con las muchas que están enumeradas
en el Salmo 91.
Memoriza el Salmo 91 y cuando estés bajo ataque, cítalo de igual manera en que nuestro Señor Jesús citó las
Escrituras. Medita en el Salmo 91 y déjate ser fortalecido por esta Oración de Protección.
Hay gran
poder y autoridad que viene cuando citamos la Palabra de Dios escrita, de
manera pura y sin adulterar, ¡y hoy te invito a comenzar a caminar en ese poder
y autoridad!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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