recibe pequeños mensajes de gracia todos los días

martes, 30 de abril de 2019

Párate Sobre Las Promesas De Dios


Medita En
Su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de Aquel que nos llamó por Su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha concedido Sus preciosas y maravillosas promesas, a fin de que por ellas lleguéis a ser partícipes de la naturaleza divina.  (2 Pedro 1:3–4)
El diablo es conocido como ”el acusador de nuestros hermanos”. (Apoc. 12:10)  Él siempre tratará de mantenerte ocupado en ti mismo y con temores.  ¡Dios te quiere ocupado en Cristo y en la fe!  Puede ser que tengas un amigo de tu misma edad que quizás murió repentinamente a causa de una enfermedad, a pesar de que parecía más saludable que tú.  El diablo tratará de plantar temores en tu corazón, como que eres el próximo.  
Pero tú sabes ya qué hacer.  Toma tu escudo de la fe y declara: “Escrito está: —‘Aunque caigan mil a tu lado y diez mil a tu diestra, a ti no se acercará’.”  Sea lo que sea eso que causa temor porque está haciendo caer a muchos —cáncer, enfermedad, accidentes, ataques terroristas— ¡a ti no se acercará!  Cuando abordes un avión, ese avión no tendrá más remedio que aterrizar de manera segura porque TÚ estás a bordo, ¡Amén!
Amado, el Señor Jesús sacrificó Su vida en la cruz para que tú puedas pararte sobre Sus promesas y reclamarlas para tu vida.  Todas están completamente pagadas por la sangre de Jesús, ¡y el Padre se asegurará de que tú las disfrutes!  Si tú no sabes qué promesas reclamar, puedo recomendarte comenzar con las muchas que están enumeradas en el Salmo 91.  
Memoriza el Salmo 91 y cuando estés bajo ataque, cítalo de igual manera en que nuestro Señor Jesús citó las Escrituras.  Medita en el Salmo 91 y déjate ser fortalecido por esta Oración de Protección.  Hay gran poder y autoridad que viene cuando citamos la Palabra de Dios escrita, de manera pura y sin adulterar, ¡y hoy te invito a comenzar a caminar en ese poder y autoridad!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

No hay comentarios:

Publicar un comentario