Inspiración de Gracia
… no te enviaré ninguna de las enfermedades que envié sobre
los egipcios; porque Yo, el Señor, Soy tu sanador. (Éxodo 15:26)
Después de cruzar el Mar Rojo, los hijos de
Israel llegaron a un lugar llamado Mara. Las aguas allí eran amargas. Es por eso que el lugar se llamaba Mara, que
significa “amargo.” Los israelitas no
podían beber esa agua, así que el Señor
hizo que las aguas amargas se convirtieran en aguas dulces. (Ver Éxodo 15:23–25)
Luego, Él trajo a colación el tema de
las enfermedades de Egipto y, por primera vez, Él se reveló a Su pueblo como “Yo, el
Señor, Soy tu sanador.”
¿Por qué el Señor
mencionó repentinamente las enfermedades del mundo (Egipto representa al mundo
en la Biblia), en un lugar llamado “amargo”? ¿Qué tienen que ver las enfermedades con las
aguas amargas? ¡Yo creo que es porque Él
quiere que Su pueblo sepa que una de las principales causas de enfermedades en
sus cuerpos es albergar amargura y
resentimiento!
Hace algunos años, una
señora compartió conmigo acerca de su hermana que había muerto de cáncer a una
edad temprana. Ella dijo: “Pastor
Prince, varios años antes de fallecer, ella pasó por un divorcio muy amargo. Estaba muy amargada con su ex marido.” Luego, ella me preguntó: “¿Existe alguna
relación entre su amargura y el cáncer?”
He estudiado el tema
de sanidades durante muchos años. He
leído muchos libros. He escuchado muchos
sermones y me he sentado bajo la cobertura de muchos ministerios de sanidades. Y todos dicen lo mismo: Si tú tienes falta de
perdón en tu corazón durante el tiempo suficiente, esa falta de perdón algunas
veces puede traducirse en una enfermedad en tu cuerpo.
Entonces, si has
estado amargado por algo o por alguien, ¡es
hora de dejarlo ir! Tu salud, tu alegría
y tu vida son más importantes. Si tú
ya estás enfermo y sabes que la amargura tiene algo que ver con eso, ¡déjala
ir! Mira
a Jesús como tu sanador. Él está de
pie en tu lugar de amargura hoy y te está diciendo: “Hijo Mío, Hija Mía, Yo puedo hacer que tus aguas amargas se conviertan
en aguas dulces. Yo Soy el Señor que te
sana.”
¡Amigo, déjalo ir y
permite que Jesús sane no solo tus enfermedades, sino tu corazón roto también!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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