Inspiración De Gracia
Aquel, pues, que os suministra el Espíritu y hace milagros entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley o por el oír con fe? Así Abraham creyó a Dios y le fue contado como justicia. Gálatas 3:5-6
Nosotros sabemos que predicar, escuchar y creer el evangelio son muy importantes porque desatan el poder de Dios para salvarnos de cada área de derrota en la vida. Pero, ¿cómo sabemos si estamos escuchando el verdadero evangelio? ¿Qué distingue al verdadero evangelio de cualquier otro “evangelio”?
Para responder a esta pregunta, vayamos al libro de Judas. El apóstol Judas nos exhorta a “contender ardientemente por la fe que de una vez para siempre fue entregada a los santos.” (Judas 1:3) ¿Qué es aquí “la fe”por la que la iglesia debe contender ardientemente?
Amigo, cuando tú escuchas la palabra fe mencionada en el Nuevo Testamento, esta se refiere a “la justificación por medio de la fe” —cómo uno es hecho justo delante de Dios basado únicamente en su fe en Cristo Jesús. Esto es lo esencial del evangelio de Jesucristo. Es por eso que el evangelio se llama “buenas nuevas” y esto es lo que lo distingue de todos los falsos evangelios.
Desafortunadamente, lo que muchos predican hoy en día no son buenas nuevas, porque la justificación por la fe ha sido sutilmente reemplazada por la justificación por las obras. Sí, ellos pueden decirte que tú eres salvo por gracia mediante la fe, pero luego, al mismo tiempo, corrompen la sencillez del evangelio al decir que te mantienes salvo o eres bendecido por tus obras. También escucharás sobre toda clase de cosas que deberías hacer por Dios a fin de estar calificado mediante una vida correcta. Ahora bien, vivir correctamente es ciertamente importante, pero ese no es el evangelio. Además, vivir correctamente viene de creer correctamente en el evangelio.
Lo esencial del evangelio no es vivir correctamente ni hacer buenas obras, sino la justificación por medio de la fe. Y el apóstol Judas nos exhorta a contender ardientemente por esto. Ese término es traducido de una palabra griega, epagonizomai, de la cual se deriva la palabra inglesa agonía. En otras palabras, epagonizomai significa literalmente “agonizar”. ¡Nosotros debemos agonizar por la fe! Nosotros debemos luchar por la verdad de que somos justificados por la fe y no por las obras. Este es el verdadero evangelio.
¿Qué más dice la Biblia sobre el evangelio que debemos predicar? Romanos 1:17 dice: “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe; como está escrito: ‘Mas el justo vivirá por la fe.’” ¿Qué se supone que se revela en el evangelio? No nuestros pecados, como a muchos les gusta predicar, sino, ¡la justicia de Dios! Solo escuchar acerca de la gracia de Dios y cómo somos justificados por medio de la fe en Cristo nos liberará de nuestras luchas con el pecado, las adicciones y la esclavitud.
Romanos 1:17 también nos dice que esta justicia de Dios que tenemos en Cristo se revela “por fe y para fe” y que el justo “por la fe vivirá”. ¿Puedes ver esta poderosa verdad? No es esta idea de que una vez tú eres salvo por gracia por medio de la fe, pasas a enfocarte en las obras y cuidas tu desempeño a fin de mantener tu salvación. Muchos cristianos experimentan gozo abundante cuando son salvos, solo para perder ese gozo rápidamente cuando se les dice: “Ahora que eres salvo, necesitas trabajar para agradar a Dios a fin de continuar siendo salvo.”
No, amigo, es por fe y para fe, para fe, para fe...durante todo el camino, hasta que veamos a Jesús cara a cara. Esto no significa que no haya lugar para las buenas obras o para vivir una vida santa. Estos son subproductos de vivir por fe y para fe. Estos serán evidentes en tu vida cuando vivas creyendo que tú eres justificado, hecho justo y bendecido por la fe en Cristo. Estas son las buenas nuevas por las que la Palabra de Dios nos exhorta a luchar —¡la justicia por medio de la fe en Cristo!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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