Inspiración De Gracia
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16
Cuando era presidente del ministerio de jóvenes, yo solía predicar mensajes duros y fuertes, diciéndoles a mis jóvenes: “¡Tienen que amar a Dios! ¡Tienen que amar al Señor con todo su corazón, con toda su mente y con toda su alma!” Todo ese tiempo, mientras predicaba esto a los jóvenes, yo me preguntaba: “¿Cómo puedo conseguir hacer eso?”
Yo buscaba dentro de mí y examinaba mi corazón, mi mente y mi alma —¿De verdad amaba al Señor tan perfectamente? ¿Cómo podía esperar que mis jóvenes amaran al Señor de esa manera cuando sabía que yo mismo había fallado?
En ese momento, yo aún no estaba establecido en el nuevo pacto de la gracia. No sabía que al predicar de esa manera, yo en realidad estaba poniendo a todos mis jóvenes bajo la ley porque la suma total de la ley es amar a Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con toda tu fuerza. (Mateo 22:37-40, Marcos 12:29-30)
Déjame preguntarte esto: ¿Alguna vez alguien ha podido amar al Señor con todo su corazón, su mente y su alma? Nadie. Ni una sola persona ha logrado hacer eso. Dios sabía todo el tiempo que bajo la ley, nadie podía amarlo tan perfectamente. Entonces, ¿sabes lo que Él hizo? La Biblia dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito...” Me encanta esa sencilla mención “de tal manera”. Esta habla de la intensidad con la que Dios nos ama.
Cuando Dios envió a Jesús, Él efectivamente nos estaba diciendo esto: “Yo sé que ustedes no pueden amarme perfectamente, así que mírenme ahora. Yo les amaré con todo Mi corazón, y con toda Mi alma, y con toda Mi mente y con toda Mi fuerza.” Y extendió Sus brazos y murió por nosotros. Esto es lo que dice la Biblia acerca de lo que Jesús hizo en la cruz: “Porque a duras penas habrá alguien que muera por un justo, aunque tal vez alguno se atreva a morir por el bueno. Pero Dios demuestra Su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Entonces mucho más, habiendo sido ahora justificados por Su sangre, seremos salvos de la ira de Dios por medio de Él.” (Romanos 5:7-9)
Amigo, la cruz no es una demostración de nuestro perfecto amor y devoción a Dios. La cruz es la demostración de Dios de Su perfecto amor y Su perfecta gracia (favor inmerecido) hacia nosotros, porque fue cuando nosotros todavía éramos pecadores que Jesús murió por nosotros. Él no murió por ti y por mí debido a nuestro perfecto amor por Dios. ¡Él murió por ti y por mí debido a SU perfecto amor por nosotros!
Permíteme darte la definición bíblica del amor para que esto sea aún más claro para ti: “En esto consiste el amor: no que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a Su Hijo como propiciación por nuestros pecados.” (1 Juan 4:10) Amado, ese es el énfasis del nuevo pacto de la gracia (favor inmerecido) —¡SU amor por nosotros, no nuestro amor por Él!
Mientras levantamos una nueva generación de creyentes, levantemos una generación impactada por el favor inmerecido de Dios y que se jacte de Su amor por nosotros. Cuando nosotros recibimos Su amor por nosotros y comenzamos a creer que somos Sus amados, mira el resultado que dice 1 Juan 4:11: “Amados, si Dios nos amó, también nosotros debemos amarnos unos a otros.” ¡Observa que el amor de unos por otros viene después de nuestra experiencia de Su amor por nosotros! Este proviene de un desbordamiento de amor.
Tú no puedes amar a los demás si primero no te has llenado de Su amor. Y cuando tú estás desbordándote de Su amor, vas a cumplir la ley sin hacer ningún esfuerzo, sin siquiera intentarlo porque la Palabra de Dios nos dice: “El amor no hace mal al prójimo; por tanto, el amor es el cumplimiento de la ley.” (Romanos 13:10)
Entra en ese río hoy. ¡Cambia la calidad de tus relaciones al creer y ser consciente del hecho de que tú eres Su amado!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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