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miércoles, 27 de diciembre de 2023

Su Perfecta Voluntad, Su Última Palabra

 Inspiración De Gracia


“Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea Tu nombre. Venga Tu reino. Hágase Tú voluntad, así en la tierra como en el cielo.”  Mateo 6:9-10

Quiero compartir contigo un valioso testimonio de Caleb, un padre en Texas que le escribió a mi equipo:

Mi hijo menor fue diagnosticado con escoliosis cuando su radiografía mostró una curva de diecisiete grados en su columna.  Al recibir la noticia, miedo, duda, ira, tristeza, preocupación y condenación comenzaron a asentarse en nuestros corazones.  También estábamos preocupados por las posibles discapacidades y cirugías para nuestro hijo en el futuro.

Como pastor, me encontré luchando con mis creencias cristianas.  Sin embargo, yo pude sentir el abrazo amoroso y la paz del Señor mientras oraba por mi hijo.  Mi iglesia también oró por él y creímos que el Señor podía sanarlo, y Él lo haría.

El médico lo remitió a un hospital infantil y concertó una cita.  Por fe, decidimos acudir a la cita para confirmar que la sanidad ya había comenzado.  Aunque dudas, condenación y miedo se infiltraron en nuestros corazones, nosotros continuamos declarando la obra terminada de la cruz y seguimos participando de la Santa Cena.

Durante la cita, la médico examinó a mi hijo y tomó más radiografías.  Luego ella dijo: “¡Tengo buenas noticias para ustedes!” y nos mostró las radiografías que no mostraban rastros de escoliosis.  La columna vertebral de nuestro hijo se había enderezado.  ¡El Señor lo había sanado!  ¡Ciertamente hay victoria y poder en la cruz!

Ahora, nosotros distribuimos una copia del libro del Pastor Prince “El Poder De Creer Correctamente” a cada nuevo miembro de nuestra iglesia.  Nosotros creemos que los milagros suceden mientras nos llenamos de las buenas nuevas del evangelio.

Realmente lo sentí mucho por Caleb cuando describió los sentimientos por los que pasó al escuchar que su hijo era diagnosticado con una condición que podía conducir a una discapacidad de por vida.  Todo padre amoroso quiere que su hijo esté bien y disfrute de una vida de calidad, y ese es también el sentir del corazón de nuestro Padre celestial y Su voluntad para con nosotros.

A pesar de sus temores e incertidumbres, Caleb hizo lo mejor que podía por su hijo.  Él siguió declarando la obra terminada en la cruz y siguió participando de la Santa Cena.  Y así, sin que nada espectacular sucediera, sin una voz que resonara desde el cielo y sin una demostración de poder que sacudiera la tierra, su hijo fue sanado.

¿También te preocupa un problema de salud hoy?  ¡Oro para que mientras tú hagas lo que Caleb hizo, también veas la sanidad sobrenatural de Dios manifestarse para ti!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

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