Inspiración De Gracia
Engrandecido sea el Señor, que se deleita en la paz de Su siervo. Salmos 35:27
¿Crees que Jesús está interesado en que tú tengas éxito?
Toma un momento para reflexionar sobre esto.
Amigo, quiero que sepas que Jesús se deleita en bendecirte. ¡Para Él, es un gran placer verte bendecido en cada área de tu vida!
Por lo tanto, no le pongas límite a Sus bendiciones en tu vida. Las bendiciones del Señor no se ven (como algunos creen erróneamente) simplemente en las cosas materiales. Jesús está infinitamente interesado en tu bienestar total. Él está interesado en tu familia, tu carrera, tu realización en la vida, tu matrimonio, tu ministerio, y amigo, ¡la lista continúa!
Cuando se trata de tus deseos, esperanzas y sueños, no hay ningún detalle que sea demasiado minúsculo, diminuto o insignificante para Jesús. Créeme, ¡si te importa a ti, le importa a Él!
Incluso si tú lo buscas en oración para que quite ese granito en tu nariz, Él no se te quedará viendo para responder con burla: “Oye, amigo, ¿no sabes que Yo tengo todo un Universo que dirigir? Ven a buscarme cuando tengas una petición de oración más grande.”
¡De ninguna manera! ¡Mil veces no! Jesús nunca ridiculizará ni se burlará de tus preocupaciones como algo insignificante. Él nunca es despectivo ni condescendiente. Él no es como algunos de tus supuestos “amigos”, que pueden deleitarse burlándose de tus defectos. Si a ti te molesta, a Él le “molesta”.
Tú eres importante para Jesús. Recuerda con plena certeza en tu corazón que Jesús te conoce perfectamente y así como eres, Él te acepta y te ama perfectamente. Cuando tú comiences a comprender esto, te darás cuenta de que es verdaderamente ese favor inmerecido, ese favor de Jesús que tú sabes que no mereces, del cual no eres digno y el cual no puedes ganar por ti mismo, el que perfeccionará cada imperfección y debilidad en tu vida.
Si estás enfrentando dificultades, como escasez en cualquier área, adicciones, temores, enfermedades o relaciones rotas, el favor inmerecido de Jesús te protegerá, te liberará, prosperará, traerá restauración y provisión para ti. Su favor inmerecido te transformará a plenitud y será la bondad de Dios, no tus luchas y tus esfuerzos propios, la que te llevará a vivir victoriosamente para Su gloria.
Viendo a través de los ojos de la fe,
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