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viernes, 17 de noviembre de 2023

Él Da Generosamente

 Inspiración De Gracia


El que no escatimó ni a Su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con Él, todas las cosas?  Romanos 8:32, NVI

Isaías 53:5 nos dice que por las llagas de Jesús nosotros somos sanos.  Cada llaga que Él llevó mientras era azotado, era para nuestra sanidad.  Y Él voluntariamente permitió que latigazo tras latigazo Su cuerpo fuera desgarrado para que tú y yo pudiéramos estar bien.  Nunca creas la mentira del enemigo de que Dios quiere que estés enfermo o que Él no está dispuesto a sanarte.  En la cruz, nuestro Señor Jesús demostró de una vez por todas que Él quiere que estés bien.

La Biblia incluso nos dice que el Señor quiso “quebrantarlo”. (Isaías 53:10)  Yo solía ​​preguntarme cómo pudo haber querido el Señor quebrantar a Su propio Hijo.  Entonces, un día, el Señor me lo mostró.

Mi esposa, Wendy, y yo habíamos ido a un centro comercial y el estacionamiento más cercano que pudimos encontrar estaba bastante lejos.  Hicimos muchas compras ese día y antes de darnos cuenta, teníamos las manos llenas con bolsas de compra.  Para ese tiempo, nuestra Jessica, que era un querubín de dos años, estaba cansada y quería que la cargaran.  Yo la levanté con un brazo y ella estaba tan agotada que se quedó dormida en mi hombro casi de inmediato.

Mientras caminábamos hacia nuestro coche, sentí que mi brazo se dormía y me di cuenta de que el auto estaba mucho más lejos de lo que pensaba.  Sentí como si un millón de alfileres y agujas estuvieran perforando mi brazo, y sabía que podía detener ese dolor ardiente simplemente poniendo a Jessica en el suelo y haciéndola caminar el resto del camino.  Pero ella estaba durmiendo tan profunda y sólidamente que yo no pude soportar bajarla.  Yo la amaba tanto que estaba dispuesto a “quebrantar” mi brazo para que mi preciosa pequeña pudiera seguir durmiendo.

De repente comencé a entender cómo podría Dios querer quebrantar a Jesús, a quien se describe en el mismo capítulo como “el brazo del Señor”. (Isaías 53:1)  El Señor quiso quebrantar a Su Hijo unigénito debido a Su gran amor por ti y por mí.  Esa era la única manera en que Dios podía salvarnos del pecado y la enfermedad, y Él voluntariamente eligió entregar a Su Hijo.

Hoy tú puedes tener plena seguridad de que Dios quiere sanarte.  La Biblia nos dice: “El que no eximió ni a Su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos concederá también con Él todas las cosas?”

Dios ya nos dio lo mejor del cielo cuando nos dio a Su amado Jesús.  ¿Qué son nuestras necesidades temporales cuando Él ya nos ha dado un regalo que es eterno?  Cualesquiera que sean tus necesidades, ya sea provisión financiera o sanidad para tu cuerpo, todas son menores en comparación con el regalo de Su Hijo.  ¿Cómo no habrá de darte generosamente, junto con Él, todas las cosas?

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

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