Inspiración De Gracia
Pero Él, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados para siempre, se sentó a la diestra de Dios… Porque por una ofrenda Él ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados. Hebreos 10:12, 14
Como creyente, ¿alguna vez has estado plagado de pensamientos acerca de que no has sido lo suficientemente bueno o que no has hecho lo suficiente para merecer las bendiciones de Dios? ¿De que tu imperfección te descalifica para recibir alguna cosa buena de Dios?
Si has estado luchando con estos pensamientos, quiero que leas y vuelvas a leer las escrituras de hoy, y que dejes que estas saturen tu corazón, tu mente y tu conciencia. Permite que el conocimiento de que tú estás completamente perdonado y perfeccionado para siempre por la obra terminada de Jesús en la cruz, profundice en ti.
Tú no vas a ser perdonado ni perfeccionado un día, por medio de todo el arduo trabajo que has hecho. No, amigo, la buena noticia es que tú ya has sido perdonado y perfeccionado —de una vez por todas— por medio del sacrificio de Jesús.
¿Y cuánto tiempo es para siempre? Yo revisé la palabra griega original utilizada en para siempre en este versículo y ¿sabes qué? ¡“Para siempre” significa para siempre! Tú has sido completamente perdonado y perfeccionado para siempre por la sangre purificadora de Jesús, no por la sangre de los sacrificios de animales que no pueden quitar los pecados.
Pastor Prince, ¿cómo puedo estar completamente seguro de que todos mis pecados ya han sido perdonados?
¡Buena pregunta! Observa que después de que Jesús ofreció Su vida como un sacrificio y el pago por todos nuestros pecados, Él se “sentó” a la diestra del Padre. ¡Jesús se sentó para demostrarnos que el trabajo está realmente terminado!
Bajo el antiguo pacto, el sacerdote que servía en el tabernáculo de Moisés nunca se sentaba, sino que “estaba de pie, día tras día, ministrando” porque su trabajo nunca podía darse por terminado. La sangre de los toros y machos cabríos “nunca puede quitar los pecados.”(Hebreos 10:11)
Curiosamente, en el lugar santo del tabernáculo de Moisés, no había ni un solo mueble preparado para que el sacerdote se sentara. No encontrarías una sola silla en el lugar santo. Encontrarías el altar del incienso, la menorá e incluso la mesa del pan de la proposición, pero ninguna silla.
Esto, debido a que el trabajo del sacerdote nunca terminó. Solo el trabajo de Jesús es una obra terminada.
Amigo, hoy tú puedes descansar tranquilo en tu corazón y en tu mente. Puedes relajarte porque Jesús ha terminado el trabajo. A los ojos de Dios, tú eres perfecto para siempre, no tienes mancha y estás lavado más blanco que la nieve por la preciosa sangre eterna de Su Hijo. ¡Y eso es permanente!
Tu parte es simplemente creer y recibir todo lo que Jesús ha hecho por ti. Así es como reinas en la vida sobre el pecado, las adicciones y todo lo que el enemigo arroje contra ti. ¡Así es como te paras encima de todas las dificultades de la vida!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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